s/TJ:
Si hubiese sido suficiente una simple
encarnación del Hijo de Dios, no hubiera sido necesario en absoluto
que su vida fuese transferida a un estado embrionario en el seno
de una virgen, para desarrollarse y nacer débil como los demás hijos de
Eva. Podía haber permanecido una criatura espiritual y haberse transfigurado
tomando un cuerpo de carne ya formado, como los hijos de Dios en
tiempo de Noé y el ángel Gabriel cuando se apareció a María” ("Que
Dieu...", pág 40)
Análisis:
Los TJ dan así a la palabra "encarnación" un sentido bien
distinto del que tiene en el dogma católico, donde significa la operación
por la que el Verbo de Dios toma la naturaleza humana; o bien,
el resultado de esta operación, es decir, la unión de la
naturaleza divina y de la naturaleza humana en la persona de Jesucristo.
Los TJ en el caso de los "nefilim" de (Gn 6;4) aceptan que
fueron espíritus materializados, o sea, abandonaron su puesto en el cielo y se
vistieron con un cuerpo humano ("El propósito eterno de Dios
va triunfando ahora", pág 74-75). Pero no así en el caso del Hijo
en el que, según los TJ, no fue suficiente una simple encarnación ya que Jesús
fue totalmente humano... pero el Hijo también "desapareció
del cielo" ("El propósito eterno de Dios va
triunfando ahora", pág 136 y ss). ¿A dónde se dirigió?
s/TJ:
También se halla apoyo para el nacimiento de Jesús de una virgen
en su impecabilidad. Debido a la transgresión de Adán "el pecado entró en el mundo y
la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a
todos los hombres porque todos habían pecado". Como declaró Job:
"¿Quién puede producir a
alguien limpio de alguien inmundo?" ¡Nadie! Pero Jesús fue
sin pecado. Pudo desafiar a sus opositores a probarlo culpable de algún
pecado. De él sus apóstoles escribieron que "él no cometió pecado, ni en su boca se
halló engaño", y que fue "sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores".
Para que esto hubiera sido cierto en cuanto a Jesús tuvo que haber
tenido un Padre perfecto, no al imperfecto José (Rom 5;12) (Jb 14;4) (1Pe 2;22)
(Hb 7;26) (Jn 8;46)
Y fue absolutamente necesario, sí, imperativo, que Jesús fuese
inmaculado, porque él no vino, como él mismo confesó, "para que se le sirviera, sino
para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos". Nadie de
la prole imperfecta de Adán podría hacer eso, así como
muestra el salmista en el (Sl 49;7-8). ¡Cómo
proclamó Juan el Bautista, Jesús fue "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo"! (Mt20;28)
(Jn 1;29) (1Tim 2;5-6)" ("¡Despertad!" de 8.5.68, pág
28)
Cuando nació el niño, el ángel llamó al infante recién nacido que estaba
acostado en un pesebre de Belén un "Salvador", que fue una de las razones por
las cuales se le dio el nombre de Jesús o Jesús y que
significa "Salvación de Jehová".
Este infante también había de llegar a ser el Ungido, o Mesías o Cristo
(griego) de Jehová. También había de ser "Señor". Aquel a quien hasta el rey
David, al hablar proféticamente bajo inspiración, llamó "mi Señor" (Sl 110;1).
Sólo se podría impartir vida eterna a la raza condenada y
moribunda de la humanidad por medio de un sacrificio
humano. Para proveer este sacrificio humano con el fin
de contrarrestar el pecado de la humanidad y libertarla de su
condenación a la muerte, Jehová Dios el Padre celestial envió a
su Hijo, trasladando su vida del cielo a la Tierra.
Dios transfirió la fuerza de vida de Jesús a la matriz
de María (Mt 1;18-25) Pero, como hemos visto, aquél
no fue el principio de su existencia. El mismo
declaró que había "descendido del cielo" (Jn 3;13) Por eso fue
sencillamente natural que dijera más tarde a sus seguidores: " Y
cuando veáis al Hijo del hombre (Jesús) subir adonde estaba antes"
(Jn 6;62) (Jn 6;51) (Jn 8;58) (Jn 17;5) (Mt 1;18-25) (Lc 1;26-35)." ("Debería
usted creer en la Trinidad", pág 14)
Repetidas veces Jesús se refirió a la existencia que tuvo antes de nacer
como hombre. Para que Jesús tuviera una existencia ininterrumpida, así
como él mismo testificó, simplemente no pudo haber tenido a José
como su padre, sino que debe haber tenido a Jehová Dios,
quien transfirió su vida del cielo a la matriz de la virgen
María (Mt 1;18-25) (Lc 1;26-35) ("¡Despertad! de 8.5.68, pág 27)
Milagrosamente, pues, Jehová Dios hizo que su Hijo naciera como el
bebé Jesús en Belén de Judea... La Biblia explica: "Cuando llegó
el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de
una mujer" (Gl 4;4)
A diferencia de todo otro ser humano, Jesús nació de una
virgen. Esta se llamaba María. Un ángel dijo lo
siguiente en relación al hijo de ella: "Este será grande y
será llamado Hijo del Altísimo" (Lc 1;26-33) (Mt
1;20-25)
Mediante espíritu santo Jehová transfirió del cielo a la matriz de María la
vida de su poderoso Hijo, que había estado existiendo como
espíritu. ¡Fue un milagro! (Mt 1;18-25) ("Usted puede
vivir...", pág 57)
De este modo Jesús llegó a ser un hijo humano de Dios,
nacido de una mujer del modo normal (Gl 4;4) ("La
Atalaya" de 15.2.92, pág 11)
Análisis:
Los TJ nos dicen que
Jesucristo, que era perfecto, podía haber pecado, pero no señalan
de este aserto un punto concluyente. Si Jesucristo, como
dicen los TJ, no tenía ni pizca de divinidad y además podía
pecar, ¿por qué tuvo que nacer de una virgen que había concebido
por obra del Espíritu si con una relación conyugal normal con su esposo José, el resultado podría haber sido el mismo? Y
no vale el decir que tuvo que ser así porque el hijo nacido había de ser
perfecto. El ser o no perfecto no depende de la biología, sino
de Dios (por ejemplo, la creación de Adán) ... aunque quizá los TJ opinen que
sí depende, porque si no existe el alma y
todo es carne, todo debe configurarse en el puro acto
conyugal.
Dios demostró su amor
profundo al mundo con la prueba suprema de 'entregarnos" a su
Hijo. Este no sólo se encarnó, no sólo fue
"enviado", sino que Dios nos lo "dio", que en el
contexto es: lo entregó a la muerte (Jn 3;16)
Pero, si el Hijo es una
creación de Dios, o sea, fue hecho de la nada, como cualquier otro ser
creado, a qué viene la expresión:" Porque tanto amó Dios al
mundo..." ¿Dónde está la señal de su
amor? ¡Fue mucho más grande la acción de
Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo unigénito Isaac! (Gn
22;1 y ss)
s/TJ:
Las escrituras muestran con claridad que Jesús
fue totalmente humano desde su nacimiento hasta su muerte: "De modo
que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros"
(NM) (Jn 1;14a). Juan no dijo que la Palabra o el
Verbo sencillamente se vistió de carne. El "vino a
ser carne"; y no fue en parte carne y en parte
Dios. Si Jesús hubiese sido humano y divino a la vez, entonces
no se pudiera haber dicho que se había "hecho un poco
inferior a los ángeles" (Hb 2;9) (Sl 8:4,5)
Si mientras estuvo en la Tierra hubiera sido tanto
Dios como hombre, ¿por qué oró en varias ocasiones a
Jehová? Pablo escribió: "En los días de su carne Cristo
ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de
la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído
favorablemente por su temor piadoso" (Hb 5;7)
El hecho de que Jesús no fue en parte espíritu mientras
estuvo en la Tierra queda probado por la declaración de
Pedro de que Cristo "fue muerto en la carne, pero
hecho vivo en el Espíritu" (1Pe 3;18). Sólo por
ser enteramente humano pudo haber experimentado Jesús lo que hombres
imperfectos experimentan y de esta manera haber llegado a ser un
sumo sacerdote compasivo. Pablo escribió: "Porque no tenemos
como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades,
sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que
nosotros, pero sin pecado" (Hb 4;15)
Como "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo",
Jesús "se dio a sí mismo como rescate correspondiente por
todos" (Jn 1;29) (1Tim 2;6) Así, Jesús compró exactamente lo
que Adán había perdido... vida humana perfecta
y eterna. Puesto que la justicia divina
requería "alma por alma" , Jesús entonces
tenía que ser lo que Adán había sido
originalmente: un humano perfecto, no un Dios-hombre (Dt 19;21)
(1Cor 15;22) ("La Atalaya" de 15.1.92, pág 21)
Análisis:
Si Jesús
fue "totalmente humano desde su nacimiento
hasta su muerte"; si la Palabra o el verbo no existía, por
consiguiente, en Jesús; si Jesús no fue carne y "un dios"; si Jesús
no fue humano y divino a la vez; si Jesús fue
enteramente humano... entonces, Jesús no era el Hijo de
Dios..., era otro ser totalmente distinto. Hemos de decir que desde el
nacimiento de Cristo hasta su muerte el Hijo de Dios no existió. Esta
conclusión la han de aceptar los TJ. Dicen:
"El hecho de que Jesús no fue en parte espíritu
mientras estuvo en la Tierra queda probado por la declaración de
Pedro de que Cristo "fue muerto en la carne, pero hecho vivo en el
espíritu" (1Pe 3;18). O sea, primero teníamos un ser
espiritual: la Palabra. Después, la Palabra se
anula "desaparece del cielo" para dar paso a otro ser, esta
vez humano: Jesús. Y finalmente, muere este hombre
llamado Jesús y aparece, de nuevo, el primer ser espiritual que
teníamos al principio y que había desaparecido no sabemos a dónde.
En este caso, ¿cómo
pudo decir Jesucristo que Él era el Hijo de Dios? Si realmente los TJ
aceptan que Jesucristo en su integridad era
inferior a los ángeles, precisamente por ser totalmente
humano, realmente el Hijo de Dios, no sólo "desapareció del
cielo", había sido anulado (?)
Si los TJ no aceptan que el
pan y el vino sean al mismo tiempo el cuerpo y la sangre
de Jesús a pesar de las
palabras claras y rotundas de Jesús, sencillamente porque "o es
una cosa o es otra" ("La Atalaya"
de 1 de marzo de 1965, pág 155) En
este caso deberían aplicar el mismo razonamiento:
Jesucristo o es "un hombre" o
es "un dios" , por lo tanto si
-como dicen- Jesús fue "totalmente humano" ,
entonces jamás pudo decir que él era el Hijo de Dios, "o es una cosa o
es otra". (Véase también: (Flp 2;5-7)
Si Cristo no
hubiera sido más que un hombre, la misma razón hubiera impedido que
recibiera adoración. Pero Él jamás reprochó a nadie por ello. Y
la adoración que recibe Jesús en la Biblia es la misma que recibe Dios, el
Padre, el Señor… pero los TJ lo traducen, según les interesa, en adorar o
en rendir homenaje.
Y es que hay que recordar que los TJ en sus primeros años enseñaban: " Jesucristo
fue objeto de una adoración sin censura... Él jamás reprochó a nadie
por actos de adoración ofrecidos a Él..." "...era correcto
que nuestro Señor recibiera adoración..." ("La
Atalaya" de 15.7.1898, pág 2337) y ("La Atalaya" de
octubre 1880).
Y puede preguntarse legítimamente si el Señor
habría permitido que se le hubiera ofrecido
tal homenaje o adoración a no ser que Él fuera digno
de recibirla. Puede haber la certeza de que en tal
caso no lo hubiera permitido. Habría dicho,
como Pedro a Cornelio cuando éste se postró a sus pies y adoró: "Levántate, pues yo mismo también soy
hombre" (Hech 10;26). Habría dicho como el ángel al
apóstol Juan, al hacer éste lo mismo: "Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo...: Adora a Dios"
(Ap 18;10) (Ap 22;9). La verdad es que, al aceptar el homenaje
o la adoración de los hombres, Jesucristo está colocándose en el
mismo nivel que Dios. “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por
los siglos” (Heb 13;8)
Pero ¿cómo podemos, a
estas alturas, seguir esgrimiendo la Ley de Talión como
base en los planes de Dios? ¿No la perfeccionó
Jesucristo? "Habéis oído que se dijo: "ojo por ojo y diente
por diente. Pero yo os digo..." (Mt 5;38) Por lo
tanto, Jesucristo la perfecciona poniendo de relieve el espíritu del amor
que está por encima de la justicia material que esto era la Ley de
Talión. Si Dios hubiera aplicado a sus planes la Ley de Talión no
nos hubiese enviado a su Hijo. Dios, que es el ofendido, es el que paga
las consecuencias al enviarnos a su Hijo. Y esto es así
porque... Dios es amor. (Véase (Hb 2;7))
s/TJ:
Cuando estuvo en la tierra no fue un
Dios-hombre divino. Fue completamente humano, aunque perfecto, como Adán lo fue
originalmente. ("La Atalaya" de 15.1.92, pág 20)
¡Qué sobresaliente ejemplo puso Jesús para
sus discípulos! Dejó gustosamente su gloria celestial para descender a la Tierra
y vivir entre seres humanos pecadores ("La Atalaya" de
1.9.92, pág 10)
Análisis:
El evangelista Juan, parece
que quiere precisar bien que el Verbo del que habló, estando en el seno de la
Divinidad, es el mismo sujeto que ahora se va a encarnar. Al Verbo, que se lo
describía en su existencia eterna: «era», «existía», ahora actuó en un momento
histórico: «fue», «se hizo». A la duración eterna sucede una actuación
temporal. Se hizo «carne». No dice, como en otras ocasiones, que se mudó (Jn
2;9), sino que se hizo, que tomó «carne», sin dejar de ser Verbo. No sólo
todo el evangelio de Jn estaría contra esto, sino que explícitamente lo dice
(Jn 1;18).
¿Por qué Jn dice que se hizo «carne» y no que tomó cuerpo o que se hizo
hombre? No dice «cuerpo», probablemente porque no implica vida; ni «hombre»,
para indicar mejor el contraste que se propuso expresar entre la grandeza del
Verbo y el nuevo estado que va a tomar. «Carne», en el lenguaje bíblico,
no es carne sin vida, sino que es el hombre todo entero, pero acusando el
aspecto de su debilidad, de su humildad inherente a su condición de criatura
(Sal 56;5) (Is 40;6) (Jn 3;6) (Jn 17;2). Ni se excluye tampoco la
posibilidad de que, en esta expresión, como en las epístolas, haya un sentido
polémico contra el «docetismo», que negaba la realidad de la carne de Cristo
(1Jn 6;1-3) (2Jn; 7).
Los TJ defienden que Jesucristo fue todo él un hombre, y sólo un hombre porque Jn al principio de su evangelio dice "vino a ser carne" no "se vistió de carne". Yo creo que la expresión de (Hb 10;5): "por eso cuando viene al mundo, dice: 'Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo" y la de (Hb 10;10): "Hemos sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre", da el sentido de que el Hijo de Dios tomó un cuerpo, se hizo hombre, vino a ser carne, lo que se quiera, pero sin dejar de ser lo que era: Hijo de Dios.
Cristo es Dios y hombre. Tiene, pues, dos naturalezas: la divina y la
humana unidas en una sola persona. Como Dios, Cristo es igual al Padre (Jn
1;1) (Jn 10;30) (Jn 10;33); como hombre, aunque perfectísimo, es inferior a
El (Jn 14;28) (Lc 22;42). Incluso Pablo como hemos visto, afirma que Jesús
es inferior a los ángeles (Hb 2;7) (Hb 2;9)
Cristo murió en su carne mortal sobre el madero de la cruz, pero
resucitó glorioso cuando su alma glorificada se unió a su cuerpo, al cual
comunicó la gloria de que ella estaba inundada. En esa misma alma humana,
ya gloriosa, unida a la divinidad, pero separada del cuerpo muerto, que todavía
seguía en el sepulcro, Cristo descendió a los infiernos a predicar la buena nueva
de su resurrección
¿Cómo pudo decir Jesucristo que él era el Hijo de Dios? Si, realmente,
los TJ aceptan que Jesucristo era inferior a los ángeles, precisamente por ser
totalmente humano en su integridad, los TJ está aceptando que el Hijo de Dios,
no sólo "desapareció del cielo", ¡había sido anulado! ¿Cómo
pudo Jesucristo decir: “antes de Abrahan, era yo"? (Jn
8;58) ¿Cómo pueden decir los TJ que, por su resurrección, Dios permitió a
Jesucristo regresar al cielo? ("La Atalaya" de 15.6.65,
pág 359). Y, entonces, ¿qué merito especial podían tener
los actos de este nuevo ser humano? Los TJ responden a la
pregunta con un nuevo error. Para los TJ, Jesús no era el Mesías en el momento
de su concepción, ni siquiera cuando inició su vida pública. Lo llegó a ser
-como luego veremos- en el otoño del año 29 al ser bautizado por Juan en el
Jordán.
En las Sagradas Escrituras hay más de 50 versículos que sin
leer más de lo que dicen, o sea sin añadir más palabras, pero también
sin quitar, ni cambiar, ni sobrentender, afirman directamente que Jesús es Dios
como lo es el Padre. Los TJ, ante estos versículos, o cambian su traducción, o
su sintaxis, o, sencillamente, no aceptan que dicen lo que realmente dicen. En
contraposición, los TJ presentan unos 10 versículos en los que según
ellos se demuestra que Jesús no puede ser Dios como lo es el Padre. Son todos
ellos, versículos en los que Jesucristo se manifiesta como lo que también
realmente era, un hombre. Por su parte, los Testigos de Jehová para demostrar
directamente que Jesucristo era "un dios", no Dios, presentan no más
de dos versículos. Además de refutar claramente estos dos versículos, podemos
presentar al menos siete versículos en los que claramente se
demuestra que Jesús no era "un dios"
Los TJ también han dicho que Jesús vino a ser un hombre perfecto a
la edad de treinta años. O sea, que era perfecto, pero tenía
experiencias de hombre imperfecto, ¿cómo puede entenderse esta
doble situación?
Además, los TJ enseñan, por una parte, que Jesús era enteramente humano,
pero al mismo tiempo se reconoce "que
no era un hombre como cualquier otro hombre" "era una persona muy especial" y que
esto se debía a que "él había vivido
anteriormente cómo espíritu con Dios en los cielos" ("La
Atalaya" de 15.2.92, pág 11) Creo que todas estas expresiones, en
sí contradictorias, necesitan una explicación más concreta de la personalidad
de Jesucristo.
s/TJ:
Jesús... aunque
poseía facultades sobrehumanas, fue de espíritu apacible, humilde, bondadoso y
amigable... ("La Atalaya" de 15.5.68, pág 291)
Análisis:
Pero en qué quedamos,
¿no nos habían dicho los TJ que Jesucristo era totalmente humano?
Cuando a los TJ les interesa, nos explican las
definiciones de las palabras según algún diccionario. Veamos que dice en este
caso el Diccionario "Everest":
Sobrehumano: Que excede a lo humano. (?)
Espero sus comentarios que puede enviar a: Análisis Testigos (potablava@hotmail.com)