lunes, 17 de julio de 2017

ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS


s/TJ: 

Si hubiese sido suficiente una simple encarnación del Hijo de Dios, no hubiera sido necesario en absoluto que su vida fuese transferida a un estado embrionario en el seno de una virgen, para desarrollarse y nacer débil como los demás hijos de Eva. Podía haber permanecido una criatura espiritual y haberse transfigurado tomando un cuerpo de carne ya formado, como los hijos de Dios en tiempo de Noé y el ángel Gabriel cuando se apareció a María” ("Que Dieu...", pág 40) 

Análisis: 

Los TJ dan así a la palabra "encarnación" un sentido bien distinto del que tiene en el dogma católico, donde significa la operación por la que el Verbo de Dios toma la naturaleza humana; o bien, el resultado de esta operación, es decir, la unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la persona de Jesucristo.

Los TJ en el caso de los "nefilim" de (Gn 6;4) aceptan que fueron espíritus materializados, o sea, abandonaron su puesto en el cielo y se vistieron con un cuerpo humano ("El propósito eterno de Dios va triunfando ahora", pág 74-75). Pero no así en el caso del Hijo en el que, según los TJ, no fue suficiente una simple encarnación ya que Jesús fue totalmente humano... pero el Hijo también "desapareció del cielo" ("El propósito eterno de Dios va triunfando ahora", pág 136 y ss). ¿A dónde se dirigió?

s/TJ: 

También se halla apoyo para el nacimiento de Jesús de una virgen en su impecabilidad.  Debido a la transgresión de Adán "el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado".  Como declaró Job: "¿Quién puede producir a alguien limpio de alguien inmundo?" ¡Nadie! Pero Jesús fue sin pecado. Pudo desafiar a sus opositores a probarlo culpable de algún pecado.  De él sus apóstoles escribieron que "él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño", y que fue "sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores". Para que esto hubiera sido cierto en cuanto a Jesús tuvo que haber tenido un Padre perfecto, no al imperfecto José (Rom 5;12) (Jb 14;4) (1Pe 2;22) (Hb 7;26) (Jn 8;46) 

Y fue absolutamente necesario, sí, imperativo, que Jesús fuese inmaculado, porque él no vino, como él mismo confesó, "para que se le sirviera, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos".  Nadie de la prole imperfecta de Adán podría hacer eso, así como muestra el salmista en el (Sl 49;7-8).   ¡Cómo proclamó Juan el Bautista, Jesús fue "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo"! (Mt20;28) (Jn 1;29) (1Tim 2;5-6)" ("¡Despertad!" de 8.5.68, pág 28) 

Cuando nació el niño, el ángel llamó al infante recién nacido que estaba acostado en un pesebre de Belén un "Salvador", que fue una de las razones por las cuales se le dio el nombre de Jesús o Jesús y que significa "Salvación de Jehová". Este infante también había de llegar a ser el Ungido, o Mesías o Cristo (griego) de Jehová.  También había de ser "Señor". Aquel a quien hasta el rey David, al hablar proféticamente bajo inspiración, llamó "mi Señor" (Sl 110;1). 

Sólo se podría impartir vida eterna a la raza condenada y moribunda de la humanidad por medio de un sacrificio humano.   Para proveer este sacrificio humano con el fin de contrarrestar el pecado de la humanidad y libertarla de su condenación a la muerte, Jehová Dios el Padre celestial envió a su Hijo, trasladando su vida del cielo a la Tierra.

Dios transfirió la fuerza de vida de Jesús a la matriz de María (Mt 1;18-25) Pero, como hemos visto, aquél no fue el principio de su existencia.  El mismo declaró que había "descendido del cielo" (Jn 3;13) Por eso fue sencillamente natural que dijera más tarde a sus seguidores: " Y cuando veáis al Hijo del hombre (Jesús) subir adonde estaba antes" (Jn 6;62) (Jn 6;51) (Jn 8;58) (Jn 17;5) (Mt 1;18-25) (Lc 1;26-35)." ("Debería usted creer en la Trinidad", pág 14) 

Repetidas veces Jesús se refirió a la existencia que tuvo antes de nacer como hombre. Para que Jesús tuviera una existencia ininterrumpida, así como él mismo testificó, simplemente no pudo haber tenido a José como su padre, sino que debe haber tenido a Jehová Dios, quien transfirió su vida del cielo a la matriz de la virgen María (Mt 1;18-25) (Lc 1;26-35) ("¡Despertad! de 8.5.68, pág 27)

Milagrosamente, pues, Jehová Dios hizo que su Hijo naciera como el bebé Jesús en Belén de Judea...  La Biblia explica: "Cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer" (Gl 4;4) 

A diferencia de todo otro ser humano, Jesús nació de una virgen.  Esta se llamaba María.  Un ángel dijo lo siguiente en relación al hijo de ella: "Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo" (Lc 1;26-33) (Mt 1;20-25) 

Mediante espíritu santo Jehová transfirió del cielo a la matriz de María la vida de su poderoso   Hijo, que había estado existiendo como espíritu.  ¡Fue un milagro! (Mt 1;18-25) ("Usted puede vivir...", pág 57)

De este modo Jesús llegó a ser un hijo humano de Dios, nacido de una mujer del modo normal (Gl 4;4) ("La Atalaya" de 15.2.92, pág 11) 

Análisis: 

Los TJ nos dicen que Jesucristo, que era perfecto, podía haber pecado, pero no señalan de este aserto un punto concluyente. Si Jesucristo, como dicen los TJ, no tenía ni pizca de divinidad y además podía pecar, ¿por qué tuvo que nacer de una virgen que había concebido por obra del Espíritu si con una relación conyugal normal con su esposo José, el resultado podría haber sido el mismo? Y no vale el decir que tuvo que ser así porque el hijo nacido había de ser perfecto.  El ser o no perfecto no depende de la biología, sino de Dios (por ejemplo, la creación de Adán) ... aunque quizá los TJ opinen que sí depende, porque si no existe el alma y todo es carne, todo debe configurarse en el puro acto conyugal.

Dios demostró su amor profundo al mundo con la prueba suprema de 'entregarnos" a su Hijo.  Este no sólo se encarnó, no sólo fue "enviado", sino que Dios nos lo "dio", que en el contexto es: lo entregó a la muerte (Jn 3;16) 

Pero, si el Hijo es una creación de Dios, o sea, fue hecho de la nada, como cualquier otro ser creado, a qué viene la expresión:" Porque tanto amó Dios al mundo..."  ¿Dónde está la señal de su amor?   ¡Fue mucho más grande la acción de Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo unigénito Isaac!  (Gn 22;1 y ss)

s/TJ: 

Las escrituras muestran con claridad que Jesús fue totalmente humano desde su nacimiento hasta su muerte: "De modo que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros" (NM) (Jn 1;14a).  Juan no dijo que la Palabra o el Verbo sencillamente se vistió de carne.  El "vino a ser carne"; y no fue en parte carne y en parte Dios.  Si Jesús hubiese sido humano y divino a la vez, entonces no se pudiera haber dicho que se había "hecho un poco inferior a los ángeles" (Hb 2;9) (Sl 8:4,5)

Si mientras estuvo en la Tierra hubiera sido tanto Dios como hombre, ¿por qué oró en varias ocasiones a Jehová?  Pablo escribió: "En los días de su carne Cristo ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso" (Hb 5;7) 

El hecho de que Jesús no fue en parte espíritu mientras estuvo en la Tierra queda probado por la declaración de Pedro de que Cristo "fue muerto en la carne, pero hecho vivo en el Espíritu" (1Pe 3;18).  Sólo por ser enteramente humano pudo haber experimentado Jesús lo que hombres imperfectos experimentan y de esta manera haber llegado a ser un sumo sacerdote compasivo. Pablo escribió:  "Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado" (Hb 4;15)

Como "el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo", Jesús "se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos" (Jn 1;29) (1Tim 2;6) Así, Jesús compró exactamente lo que Adán había perdido... vida humana perfecta y eterna.  Puesto que la justicia divina requería "alma por alma" , Jesús entonces tenía  que  ser  lo  que   Adán  había  sido originalmente: un  humano perfecto, no  un Dios-hombre (Dt 19;21) (1Cor 15;22) ("La Atalaya" de 15.1.92, pág 21)

Análisis: 

Si Jesús fue "totalmente humano desde su nacimiento hasta su muerte"; si la Palabra o el verbo no existía, por consiguiente, en Jesús; si Jesús no fue carne y "un dios"; si Jesús no fue humano y divino a la vez; si Jesús fue enteramente humano...  entonces, Jesús no era el Hijo de Dios..., era otro ser totalmente distinto. Hemos de decir que desde el nacimiento de Cristo hasta su muerte el Hijo de Dios no existió. Esta conclusión la han de aceptar los TJ.  Dicen: "El hecho de que Jesús no fue en parte espíritu mientras estuvo en la Tierra queda probado por la declaración de Pedro de que Cristo "fue muerto en la carne, pero hecho vivo en el espíritu" (1Pe 3;18).  O sea, primero teníamos un ser espiritual: la Palabra. Después, la Palabra se anula "desaparece del cielo" para dar paso a otro ser, esta vez humano:  Jesús.  Y finalmente, muere este hombre llamado Jesús y aparece, de nuevo, el primer ser espiritual que teníamos al principio y que había desaparecido no sabemos a dónde.

En este caso, ¿cómo pudo decir Jesucristo que Él era el Hijo de Dios? Si realmente los TJ aceptan que Jesucristo en su integridad era inferior a los ángeles, precisamente por ser totalmente humano, realmente el Hijo de Dios, no sólo "desapareció del cielo", había sido anulado (?) 

Si los TJ no aceptan que el pan  y el vino sean al mismo tiempo el cuerpo  y la sangre de  Jesús a  pesar de  las palabras  claras y rotundas de Jesús, sencillamente porque "o  es una cosa o es otra" ("La  Atalaya" de  1  de marzo de 1965, pág  155)  En este  caso deberían aplicar el mismo razonamiento: Jesucristo  o  es  "un hombre" o es  "un dios" , por  lo tanto si -como  dicen- Jesús fue "totalmente humano" , entonces jamás pudo decir que él era el Hijo de Dios, "o es una cosa o es otra". (Véase también: (Flp 2;5-7) 

Si Cristo no hubiera sido más que un hombre, la misma razón hubiera impedido que recibiera adoración.  Pero Él jamás reprochó a nadie por ello. Y la adoración que recibe Jesús en la Biblia es la misma que recibe Dios, el Padre, el Señor… pero los TJ lo traducen, según les interesa, en adorar o en rendir homenaje.

Y es que hay que recordar que los TJ en sus primeros años enseñaban: " Jesucristo fue objeto de una adoración sin censura... Él jamás reprochó a nadie por actos de adoración ofrecidos a Él..." "...era correcto que nuestro Señor recibiera adoración..." ("La Atalaya" de 15.7.1898, pág 2337) y ("La Atalaya" de octubre 1880).

Y puede preguntarse legítimamente si el Señor habría permitido que se le hubiera ofrecido tal homenaje o adoración a no ser que Él fuera digno de recibirla.  Puede haber la certeza de que en tal caso no lo hubiera permitido.  Habría dicho, como Pedro a Cornelio cuando éste se postró a sus pies y adoró: "Levántate, pues yo mismo también soy hombre" (Hech 10;26). Habría dicho como el ángel al apóstol Juan, al hacer éste lo mismo: "Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo...: Adora a Dios" (Ap 18;10) (Ap 22;9). La verdad es que, al aceptar el homenaje o la adoración de los hombres, Jesucristo está colocándose en el mismo nivel que Dios.  “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Heb 13;8)

Pero ¿cómo podemos, a estas alturas, seguir esgrimiendo la Ley de Talión como base en los planes de Dios?   ¿No la perfeccionó Jesucristo? "Habéis oído que se dijo:  "ojo por ojo y diente por diente.  Pero yo os digo..." (Mt 5;38) Por lo tanto, Jesucristo la perfecciona poniendo de relieve el espíritu del amor que está por encima de la justicia material que esto era la Ley de Talión.  Si Dios hubiera aplicado a sus planes la Ley de Talión no nos hubiese enviado a su Hijo. Dios, que es el ofendido, es el que paga las consecuencias al enviarnos a su Hijo.  Y esto es así porque...  Dios es amor. (Véase (Hb 2;7)) 

s/TJ:

Cuando estuvo en la tierra no fue un Dios-hombre divino. Fue completamente humano, aunque perfecto, como Adán lo fue originalmente. ("La Atalaya" de 15.1.92, pág 20)

¡Qué sobresaliente ejemplo puso Jesús para sus discípulos! Dejó gustosamente su gloria celestial para descender a la Tierra y vivir entre seres humanos pecadores ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 10)

Análisis: 
El evangelista Juan, parece que quiere precisar bien que el Verbo del que habló, estando en el seno de la Divinidad, es el mismo sujeto que ahora se va a encarnar. Al Verbo, que se lo describía en su existencia eterna: «era», «existía», ahora actuó en un momen­to histórico: «fue», «se hizo». A la duración eterna sucede una ac­tuación temporal. Se hizo «carne». No dice, como en otras ocasio­nes, que se mudó (Jn 2;9), sino que se hizo, que tomó «carne», sin dejar de ser Verbo. No sólo todo el evangelio de Jn estaría contra esto, sino que explícitamente lo dice (Jn 1;18).

¿Por qué Jn dice que se hizo «carne» y no que tomó cuerpo o que se hizo hombre? No dice «cuerpo», probablemente porque no implica vida; ni «hombre», para indicar mejor el contraste que se pro­puso expresar entre la grandeza del Verbo y el nuevo estado que va a tomar. «Carne», en el lenguaje bíblico, no es carne sin vida, sino que es el hombre todo entero, pero acusando el aspecto de su debilidad, de su humildad inherente a su condición de criatura (Sal 56;5) (Is 40;6) (Jn 3;6) (Jn 17;2). Ni se excluye tampoco la posibilidad de que, en esta expresión, como en las epístolas, haya un sentido polémico contra el «docetismo», que negaba la realidad de la carne de Cristo (1Jn 6;1-3) (2Jn; 7).

Los TJ defienden que Jesucristo fue todo él un hombre, y sólo un hombre porque Jn al principio de su evangelio dice "vino a ser carne" no "se vistió de carne".  Yo creo que  la expresión de (Hb 10;5): "por eso cuando viene al mundo, dice: 'Sacrificio  y ofrenda no  quisiste, pero me  preparaste un  cuerpo" y la  de (Hb 10;10): "Hemos  sido santificados por medio del ofrecimiento del cuerpo de Jesucristo una vez para siempre", da el  sentido de que el Hijo de Dios tomó un cuerpo,  se hizo hombre, vino a ser carne, lo que se quiera, pero sin dejar de ser lo que era: Hijo de Dios. 

Cristo es Dios y hombre. Tiene, pues, dos naturalezas: la divina y la humana unidas en una sola persona. Como Dios, Cristo es igual al Padre (Jn 1;1) (Jn 10;30) (Jn 10;33); como hombre, aunque perfectísimo, es inferior a El (Jn 14;28) (Lc 22;42). Incluso Pablo como hemos visto, afirma que Jesús es inferior a los ángeles (Hb 2;7) (Hb 2;9) 

Cristo murió en su carne mortal sobre el madero de la cruz, pero resucitó glorioso cuando su alma glorificada se unió a su cuerpo, al cual comunicó la gloria de que ella estaba inundada. En esa misma alma humana, ya gloriosa, unida a la divinidad, pero separada del cuerpo muerto, que todavía seguía en el sepulcro, Cristo descendió a los infiernos a predicar la buena nueva de su resurrección 

¿Cómo pudo decir Jesucristo que él era el Hijo de Dios? Si, realmente, los TJ aceptan que Jesucristo era inferior a los ángeles, precisamente por ser totalmente humano en su integridad, los TJ está aceptando que el Hijo de Dios, no sólo "desapareció del cielo", ¡había sido anulado! ¿Cómo pudo Jesucristo decir: “antes de Abrahan, era yo"? (Jn 8;58) ¿Cómo pueden decir los TJ que, por su resurrección, Dios permitió a Jesucristo regresar al cielo? ("La Atalaya" de 15.6.65, pág 359). Y, entonces, ¿qué merito especial podían tener los actos de este nuevo ser humano? Los TJ responden a la pregunta con un nuevo error. Para los TJ, Jesús no era el Mesías en el momento de su concepción, ni siquiera cuando inició su vida pública. Lo llegó a ser -como luego veremos- en el otoño del año 29 al ser bautizado por Juan en el Jordán.

En las Sagradas Escrituras hay más de 50 versículos que sin leer más de lo que dicen, o sea sin añadir más palabras, pero también sin quitar, ni cambiar, ni sobrentender, afirman directamente que Jesús es Dios como lo es el Padre. Los TJ, ante estos versículos, o cambian su traducción, o su sintaxis, o, sencillamente, no aceptan que dicen lo que realmente dicen. En contraposición, los TJ presentan unos 10 versículos en los que según ellos se demuestra que Jesús no puede ser Dios como lo es el Padre. Son todos ellos, versículos en los que Jesucristo se manifiesta como lo que también realmente era, un hombre. Por su parte, los Testigos de Jehová para demostrar directamente que Jesucristo era "un dios", no Dios, presentan no más de dos versículos. Además de refutar claramente estos dos versículos, podemos presentar al menos siete versículos en los que claramente se demuestra que Jesús no era "un dios"  

Los TJ también han dicho que Jesús vino a ser un hombre perfecto a la edad de treinta años. O sea, que era perfecto, pero tenía experiencias de hombre imperfecto, ¿cómo puede entenderse esta doble situación?

Además, los TJ enseñan, por una parte, que Jesús era enteramente humano, pero al mismo tiempo se reconoce "que no era un hombre como cualquier otro hombre" "era una persona muy especial" y que esto se debía a que "él había vivido anteriormente cómo espíritu con Dios en los cielos("La Atalaya" de 15.2.92, pág 11) Creo que todas estas expresiones, en sí contradictorias, necesitan una explicación más concreta de la personalidad de Jesucristo.

s/TJ: 
Jesús...  aunque poseía facultades sobrehumanas, fue de espíritu apacible, humilde, bondadoso y amigable... ("La Atalaya" de 15.5.68, pág 291)

Análisis: 
Pero en qué quedamos, ¿no nos habían dicho los TJ que Jesucristo era totalmente humano? Cuando a los TJ les interesa, nos explican las definiciones de las palabras según algún diccionario. Veamos que dice en este caso el Diccionario "Everest": Sobrehumano: Que excede a lo humano. (?)
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