domingo, 3 de noviembre de 2019

REINO DE DIOS. PERSONAS DIGNAS DE UNA RESURRECCIÓN DE JUICIO

REINO DE DIOS. PERSONAS DIGNAS DE UNA RESURRECCIÓN DE JUICIO

Los testigos de Jehová nos aseguran que, en el Nuevo Mundo, “el Reino de Dios hará grandes cambios y que la vida en la tierra será mucho mejor ya que la paz será absoluta y la tierra estará llena de personas buenas. Los malvados ya no existirán porque los mansos heredarán la tierra” (La Atalaya 1/2020: “La verdad sobre el futuro”


“¡Imagínese!... no habrá más guerra, delito ni violencia. Usted podrá caminar por cualquier lugar a cualquier hora del día o de la noche sin temor de que alguien le cause daño. Los inicuos sencillamente no existirán ya (Gn 2;8) (Lc 23;43) (SI 37;35-38) (SI 145;16)” ("Usted puede vivir...", pág 159).

Desde luego en este panorama, tal como lo presentan los testigos, no se ven inicuos por ninguna parte. Pero no hemos de olvidar, que después del Armagedón se iniciará en la tierra -según la doctrina de los testigos- un juicio que durará nada más ni nada menos que la friolera de mil años. 

Durante estos mil años, los propios testigos de Jehová reconocen que “será tal el desafuero de algunas personas que incluso será necesario eliminarlas antes de que acabe el Día del Juicio”. ("Usted puede vivir...", pág 180). Y es lógico que el desafuero de estos sea en detrimento de esta felicidad paradisíaca que los testigos aseguran todos vivirán en la tierra: “no habrá más guerra, delito ni violencia. Usted podrá caminar por cualquier lugar a cualquier hora del día o de la noche sin temor de que alguien le cause daño. Los inicuos sencillamente no existirán ya” ("Usted puede vivir...", pág 159).  Estos párrafos y estas interpretaciones se contradicen unos a otros.

Y cuando al cabo de los mil años, finalmente se suelte a Satanás para asegurar la perfección de las personas que sigan vivas en la Nueva Tierra (Ap 20;7,8), ¿no dicen los testigos que "la Biblia muestra que Satanás logrará apartar de Jehová a tantas personas como "la arena del mar"? ('Usted puede vivir...", pág 175, 180 y 183). Todo ello nos dice que la felicidad paradisíaca en la Tierra que enseñan los TJ, es una mera quimera sin ningún apoyo bíblico convincente. 

Si la paz es absoluta, ¿qué harán y dónde estarán mientras tanto las personas a las que se les ha juzgado dignas de "una resurrección de juicio" porque van a practicar “cosas malas y viles" durante el Día del Juicio?