Parte importante del éxito que tiene la organización de los testigos de Jehová se debe a la metodología de captación de nuevos miembros.
Inicialmente se diseñó la táctica de efectuar predicaciones
en las plazas o la organización de conferencias públicas. Posteriormente, a
partir de los años 60 del pasado siglo, empezó a hacerse habitual la visita
puerta a puerta.
Posteriormente, los testigos cambiaron la llamada a la
puerta de las viviendas, por asaltos en plena calle o plaza a fin de repartir
alguno de sus folletos en los que se reflejan todos los males del mundo.
También pasó a ser cada vez más común, a partir de 2010
aproximadamente, ver a los testigos de Jehová en pequeños grupos, armados con
revistas, folletos y libros en las bocas de entrada y de salida de las
principales estaciones de metro, en los centros comerciales, en los parques y
también en cualquier lugar de alto tránsito en las principales ciudades. Esta
táctica trata de dejar que los transeúntes sean quienes se interesen por algún
problema en lugar de ser abordados para discutir acerca de ellos.
Desde marzo de 2020, los testigos de jehová han desaparecido
de las calles de nuestros pueblos y nuestras ciudades. La pandemia que estamos
sufriendo los ha barrido a sus cuarteles de invierno particulares y los Salones
del Reino están cerrados en su mayor parte podríamos decir “hasta nuevo aviso”.
Actualmente, los testigos utilizan el correo electrónico
para difundir sus mensajes e incrementar de este modo el número de sus feligreses.
Para ello, utilizan las direcciones extraídas del sitio web en los que se
muestra la información de contacto.
También envían cartas escritas a mano en las que se contiene
algún pensamiento o referencia bíblica que permita comentar, en tres líneas, alguna
situación problemática de las tantas que hoy son noticia en el mundo.
Personalmente, no en cuanto al nombre sino en cuanto a la dirección de mi
domicilio, yo mismo he recibido dos de estas cartas, por lo que podríamos
denominar a este sistema, de cercanías o de vecindad. Es evidente que, la razón
principal de este último método, es de que no olvidemos que en nuestro barrio siguen
existiendo los testigos de Jehová.
Supongo que, si a raíz de la carta solicitas un curso
bíblico, tratarán de complacerte de alguna manera. Pero si lo que haces es
simplemente contestar agradeciendo su preocupación por tu persona, e incluso
quizás plasmando tu punto de vista sobre el contenido de su carta, se ha
acabado la conversación. Esta ha sido mi experiencia. Los TJ no pierden ni un segundo de su tiempo para
demostrarte en la Biblia la veracidad de su doctrina, te la imponen y listos. Otra
razón, en la mayoría de los casos, es porque sencillamente no pueden ya que la
Biblia no está por la labor. La Biblia no apoya su esperanza (1Pe 3;15). ¡Quizá
por esto las últimas ediciones de la Biblia de la Traducción del Nuevo Mundo,
que confeccionan los testigos de Jehová, se parece cada vez más a su doctrina!