LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ HABLAN DE LA CRUZ. ¿POR QUÉ SE SACRIFICÓ JESÚS?
En JW.org > Preguntas sobre la Biblia > Jesús > ¿Por qué tuvo que morir Jesús?, hay un apartado titulado “Preguntas sobre la muerte de Jesús”. A una de estas preguntas - ¿Cómo murió Jesús? - contestan los propios TJ: “Muchos opinan que Jesús murió en una cruz, pero la Biblia señala que Jesús “llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero” (1Pe 2:24)”
Los TJ deberían contestar a la pregunta realizada, indicando
que, de lo que dice la Biblia sobre este tema, ellos, o sea unos ocho millones
de personas, creen que Jesús fue ejecutado en un palo vertical, y que la inmensa
mayoría de los cristianos del mundo, o sea unos mil millones de personas creen también
de la Biblia, pero también de la historia, que Jesús fue ejecutado en un
instrumento de madera en forma de cruz.
El nombre de Jehová y la creencia que Jesús murió en una cruz.
En “Preguntas sobre la muerte de Jesús” encontramos
otra pregunta: “¿Murió Jesús en una cruz?”, en cuya respuesta de los propios
TJ podemos leer: “en la Biblia no se describe el instrumento de ejecución
que se usó en el caso de Jesús. Así que nadie sabe a ciencia cierta como era”.
A pesar de estas palabras definitorias, los TJ siguen escribiendo “De todas
formas, la Biblia nos deja ver que Jesús no murió en una cruz, sino en un
madero, o palo vertical”. O sea, que la Biblia no describe el
instrumento de ejecución de Jesús por lo que nadie sabe a ciencia cierta como
era, pero los TJ, siguiendo esta misma Biblia, sí son capaces de asegurar que
Jesús no murió en una cruz, sino en un palo vertical, porque en (1Pe 2;24) se
dice que su cuerpo estaba “sobre el madero”, ¡como si no se pudiese aceptar
llamar madero a una cruz de dicho material! Los TJ no aceptan este simple
razonamiento, pero en cambio sí aceptan que, aunque el apóstol Tomás hablase de
“los clavos” (Jn 20;25), o sea, de más de uno en las manos de Jesús, lo que
sugiere una cruz, aseguran -por sus dibujos en las revistas- que solo se
utilizó un clavo para fijar ambas manos al madero (¿?).
Se debe tener en cuenta que los “estudiantes de la Biblia”,
predecesores de los “testigos de Jehová”, llamaron “Jehová” a Dios y, por otra
parte, creyeron que “Jesús había muerto en una cruz”, ambas actitudes basadas
en la misma razón, porque así se aceptaban dichos temas en el medio social en
que se movían. Durante años, su doctrina abrazó una y otra “verdad”.
En cuanto el nombre de Dios –“Jehová”- los TJ a pesar de
aceptar que es más correcta la pronunciación “Yavé” para dicho nombre (La
Atalaya 1/12/1964, pág 711), lo han mantenido desde el primer momento y lo
siguen manteniendo “a causa de que la forma ‘Jehová’ ha sido conocida de la
gente por muchos siglos”.
En cambio, los TJ, que aceptaron igualmente desde su
principio la cruz como instrumento de ejecución de Jesús, no siguieron el mismo
criterio que con el nombre de Dios, a pesar de que la cruz ha sido aceptada y
lo sigue siendo por millones y millones de creyentes. Los TJ apostaron, a
partir de los años 50, por arrinconar la “cruz” y aceptar la muerte de Jesús en
un “madero” o “palo vertical” (¿?).
¿Aprueba Dios el uso de la cruz?
Otra pregunta que se hacen los TJ es ¿Aprueba Dios el uso
de la cruz? Su conclusión personal es que “los cristianos no deberíamos
usar la cruz para adorar a Dios”.
No creo que se llegue a esta conclusión si sabemos y
queremos leer bien la Biblia y la Historia. Los cristianos, es verdad, hemos de
huir de la idolatría, pero no del culto y veneración de la cruz, que no es lo mismo
ni tiene nada que ver una cosa con la otra. El culto y veneración de la cruz en
la Iglesia es ya de los primeros siglos (Tertuliano, San Jerónimo, San Cirilo
Alejandrino, Juan Crisóstomo, San Efrén, etc.). Podríamos decir que, el culto
de la cruz es natural en la iglesia como a la vida el movimiento y que el
cristianismo es una organización alrededor de la cruz de Cristo. Y es que la
obra de la redención es obra del poder divino que se realiza por la cruz y como
el cristianismo no es más que la continuación y ampliación en el tiempo de su
obra redentora, este debe ser también continuación del misterio de la cruz.
“En la cruz -San Pablo nos dice en (Col 2;14)- clavó
Cristo la cédula en que estuvo contenida nuestra condenación y la canceló
borrando el decreto firmado contra nosotros.” Nada más natural que se afane
por darla a conocer. “Cristo -dice asimismo San Pablo en (1Cor 1;17)- me
envió a evangelizar y predicarle, sin valerme para eso de la elocuencia de
palabras, para que no se haga inútil la cruz de Cristo, porque la doctrina de
la cruz de Cristo es necedad para los que se pierden, pero es poder de Dios
para los que se salvan”. La cruz de Cristo (o el madero, que para el caso
es lo mismo) no debía, pues, quedar orillada o postergada en su predicación,
sino que, por el contrario, debía constituir su centro.
Que de este signo usaban prudentemente los cristianos y a
espaldas de los gentiles, se infiere de este otro pasaje de Tertuliano.
Queriendo disuadir a las doncellas cristianas de que casaran con jóvenes
gentiles por el peligro que fuera conocida su fe y se vieran obligadas a
abjurar, les dice: “¿Podrás ocultarte cuando hagas la cruz sobre tu lecho y sobre
tu cuerpo?” (Ad uxoren, lib.11, cV).
Y es que los gentiles, se revolvían efectivamente sobre los
cristianos motejándoles consideraran como Dios al que había muerto sobre una
cruz. Es natural, por tanto, no se revelara la cruz en su propia forma hasta no
haberse impuesto socialmente la nueva creencia y hasta haber dejado de ser
instrumento de suplicio de lo más abyecto de la humanidad. La cruz venerada en
las criptas y la que como objeto manual andaba devotamente en manos de los
fieles, era solo un signo de cruz.
En los primeros siglos no encontramos ni una sola cruz, pero
si aparecen en forma velada bajo la apariencia y disimulo de otra cosa u objeto
que no alarmara a los infieles y que sirviera de pábulo y recordatorio a los
fieles. Las primeras cruces cristianas aparecen encubiertas y disfrazadas con
los más diversos símbolos y envolturas: el áncora, el mástil de la nave, el ave
extendiendo sus alas, pero entre ellos ninguno tan frecuentemente repetido, ni
con tanto cariño cultivado como la ji inicial del nombre de Xristo, cruz en
aspas o de San Andrés, como vulgarmente se la conoce.
¿Por qué no usan la cruz los testigos de Jehová?
Los propios TJ nos dan la respuesta: “En primer lugar, la
Biblia no indica que Jesús haya muerto en una cruz, sino en un madero de una
sola pieza”.
Ya hemos comentado este tema más arriba, pero si desean
completar el estudio, pueden consultar en el índice de temas de esta web los
artículos que aparecen en el apartado “Cruz”.
También la Biblia -dicen los TJ- les da este claro
mandato a los cristianos: “Huyan de la idolatría” y usar la cruz
en el culto constituye un ejemplo de idolatría. Los TJ aportan dos
referencias: (1Cor 10;14) y (1Jn 5;21) ¡Ninguna de las dos hace referencia al
culto de la cruz!
Finalmente, los TJ nos dicen que Jesús mismo enseñó cual
sería la marca distintiva del cristianismo cuando declaró: “En eso todos
conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Jn
13;34-35) Y los TJ finalizan sus
observaciones sobre la cruz con estas palabras: “Así, pues, lo que realmente
identifica a los cristianos no es la cruz ni ninguna otra imagen, sino el
verdadero amor al prójimo”.
¡De acuerdo! Sin quitar ni un ápice del valor en la
veneración de la cruz, estoy totalmente de acuerdo con estas últimas palabras
de los TJ y ojalá todos los cristianos, unos y otros, intentáramos cumplir con todo
el empeño este mandamiento del Señor, ¡que nos amemos unos a otros y al prójimo
en general! Entonces comprenderíamos, con toda seguridad, el infinito valor del
sacrificio de Jesús quien nos trazó con su vida y muerte el camino a seguir.