DEBEMOS MANTENERNOS ALERTA
s/TJ:
Los TJ publican un artículo en (La Atalaya en lenguaje sencillo de julio 2016, pág 10-15) que titulan ¿Por qué debemos mantenernos alerta? En la pág 11 de la revista escriben: “Jesucristo les dijo a sus discípulos que se mantuvieran atentos y que estuvieran preparados para “la conclusión del sistema de cosas”. Les dijo: “Sigan mirando, manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado”. Después de eso, les dijo varias veces: “Manténganse alerta”. Luego insistió: “Demuestren estar listos, porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre”. Y una vez más les repitió: “Manténganse alerta, pues, porque no saben ni el día ni la hora” (Mat 24;42-44) (Mt25;13). (“La Atalaya” en lenguaje sencillo, julio de 2016, pág 11)
Análisis:
Me llama la atención que, en este artículo de la Atalaya, los TJ se tiren piedras a su propio tejado ya que nos dicen que como Jesús ya predijo… “hoy más que nunca hay muchos líderes religiosos que engañan a la gente”. Y en un tono un poco elevado, culminan un apartado del escrito remarcando: “Estamos deseando que llegue el momento en que Jesús venga y cumpla la voluntad de su Padre” (Mc 13;26-27) (“La Atalaya” en lenguaje sencillo, julio de 2016, pág 11)
Está claro y notorio por todo el mundo que hoy, más que nunca, los TJ se llevarían posiblemente la palma si hiciéramos un ranking, en el mundo cristiano, de los grupos religiosos o iglesias cuyos líderes mienten deliberadamente en la exposición de sus doctrinas, llegando a modificar impúdicamente, si se tercia, el contenido sagrado de la Biblia. Por lo tanto, mejor no entrar en este tema, no remover las aguas sucias, ser humildes y acordarse de las palabras de Jesucristo cuando nos habló de la mota en el ojo ajeno y de la viga en el propio.
s /TJ:
Entre las tres cosas que los TJ nos proponen para que no nos durmamos en sentido espiritual ahora que se acerca el fin, se encuentra la que nos anima a querer que nos guíe el espíritu de Dios y no el espíritu del mundo.
Análisis:
En esta propuesta, los TJ acusan a “muchas personas” de que dedican la mayor parte de su tiempo y energías a conseguir las cosas que el mundo ofrece con la consecuencia de que no piensan tener una amistad con Dios.
Es verdad que a Dios se le tiene bastante olvidado. Pero yo me pregunto: ¿Es malo trabajar para conseguir una casa lo más grande y bonita posible, con un jardín lleno de flores, con espacios verdes por todos lados, tener árboles frutales y comer cestos de sus sabrosos frutos? ¿Es malo cuidar nuestra salud haciendo ejercicios que nos mantengan lo más ágiles y esbeltos posible y nos alarguen la vida con una calidad cada vez mayor? ¿Es malo que la ciencia estudie a fondo para conocer cómo atajar las causas de graves enfermedades físicas y mentales? ¿Es malo que cada ser humano desarrolle sus habilidades y talentos y los aplique en la satisfacción de sus momentos de ocio? etc... ¡Pero si la vida eterna en la Tierra que ofrecen los TJ para millones y millones de personas estará constituido de todos estos elementos!: casa grande y bonita, jardín lleno de flores, espacios verdes, árboles frutales, comida buena y abundante, salud y larga vida, tiempo libre para el ocio y para el estudio, etc… Al menos esto es -entre otras cosas- lo que los TJ nos presentan en sus revistas.
Lo que será bueno en el Nuevo Mundo ¿Por qué no ha de serlo en este mundo? Lo que ocurre es que ahora estamos bajo la acción del diablo y sus satélites y nos es más difícil vislumbrar a Dios en medio de tantos afanes. Después, en el Nuevo Mundo que nos ofrecen los TJ, estos y quienes hayan resucitado, también deberán trabajar para alcanzar precisamente todo aquello por lo que ahora se trabaja y se lucha, pero ellos jugarán, injustamente, con las cartas marcadas, porque el diablo y sus satélites estarán encadenados, podríamos decir que no ejercerán y por lo tanto quienes estén en el Nuevo Mundo, jugarán con una ventaja decisiva de la que ahora -en este mundo- no se dispone ¡y es fundamental!
Por lo tanto, no sé por qué tanta prisa en mantenerse alerta, si al fin y al cabo, según los TJ, quienes ahora no se preocupen en escuchar sus doctrinas, aunque después de la muerte sean considerados injustos, resucitarán igualmente a la vida eterna en la Tierra y entonces Dios les proporcionará una ventaja decisiva en su formación y en su vida que ahora no tienen y que sin duda les animará a responder positivamente a lo largo de la prueba de mil años que les espera.
Y es que la doctrina de los TJ, cualquiera
que sea el aspecto que se elija de la misma, es totalmente injusta, inaceptable
y contraria en todos sus puntos al contenido de las Sagradas Escrituras que
solo propone una prueba definitiva en esta vida y por la que habrá que
responder a la hora de la muerte. En este caso -como se lee en la Biblia- sí
que es necesario mantenerse siempre atento y preparado porque no se sabe ni el
día ni la hora.
