s/TJ:
Cuando Jesús instituyó la Cena del Señor,
ofreció el pan ácimo a sus once apóstoles fieles y dijo: “Esto significa mi cuerpo que
ha de ser dado a favor de ustedes”. (Lu 22:19.)
Más tarde el apóstol Pedro comentó: “Él mismo [Jesús] cargó con nuestros
pecados en su propio cuerpo sobre el madero”. (1Pe 2:24) (Heb 10:10)
Para
que Jesús pudiera ser el “último Adán” (1Co 15:45)
y ofrecer un “rescate correspondiente” por toda la humanidad, era necesario que
fuese un hombre con cuerpo carnal y no una encarnación. (1Ti
2:5, 6; Mt
20:28.) Además, tenía que ser perfecto, pues había de ofrecerse en
sacrificio para presentar ante Jehová Dios el precio de compra. (1Pe
1:18, 19; Heb
9:14.) Ningún humano imperfecto podía proveer el precio que se
necesitaba. (Sl 49:7-9.)
Por esta razón, cuando se presentó para el bautismo con el fin de empezar su
derrotero de sacrificio, Jesús le dijo a su Padre: “Me preparaste un cuerpo”. (Heb 10:5.)
En el
caso de Jesucristo no se permitió que su cuerpo físico
después de su muerte se convirtiese en polvo, como sí había ocurrido con los Cuerpos de Moisés
y David, hombres que prefiguraron a Cristo. (Dt
34:5, 6; Hch
13:35, 36; 2:27, 31.)
Cuando los discípulos fueron a la tumba al comienzo del primer día de la
semana, solo vieron las vendas con las que se había envuelto el cuerpo de Jesús,
pues este había desaparecido; es probable que fuera desintegrado sin pasar por
el proceso normal de descomposición. (Jn 20:2-9; Lu
24:3-6.)
Después de su resurrección, Jesús se apareció con
distintos cuerpos. María le confundió con el hortelano. (Jn
20:14, 15.) En otra aparición, entró en una habitación que
tenía las puertas cerradas con llave con un cuerpo que presentaba señales de
heridas. (Jn 20:24-29.)
Varias veces se le reconoció debido a sus palabras y acciones, no a su
apariencia. (Lu 24:15, 16, 30, 31, 36-45; Mt
28:16-18.) En una ocasión, el milagro que se realizó al seguir sus
instrucciones abrió los ojos de sus discípulos y le identificaron. (Jn 21:4-7, 12.)
Puesto que había resucitado como espíritu (1Pe 3:18),
podía materializar un cuerpo de acuerdo con la ocasión, tal como los ángeles
habían hecho en tiempos pasados cuando se aparecieron como mensajeros. (Gé 18:2; 19:1, 12; Jos
5:13, 14; Jue
13:3, 6; Heb
13:2.) Poco antes del Diluvio, los ángeles que “no guardaron su
posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación”
se encarnaron y se casaron con esposas humanas. Se ve que estos hijos angélicos
de Dios no eran humanos, sino que habían materializado cuerpos físicos,
por el hecho de que no se les destruyó en el Diluvio, sino que se
desmaterializaron y regresaron a la región de los espíritus. (Jud 6; Gé 6:4; 1Pe
3:19, 20; 2Pe 2:4.)
(Biblioteca en línea Watch tower: Cuerpo de Cristo)
Análisis:
Los
TJ dicen que el cuerpo de Jesucristo una vez en la tumba probablemente
fue desintegrado. Anteriormente habían enseñado que el cuerpo humano del Señor, en que fue crucificado, fue removido de la tumba por el poder de Dios... De lo que pasó a ese cuerpo, las Escrituras sólo revelan que no
vería corrupción. Podemos, pues, únicamente imaginarnos -dicen los TJ- que el señor lo ha preservado en alguna parte para
exhibirlo al mundo durante la edad milenaria (Hech 2;27-31) ("El Arpa de Dios",
pág 115 y 169),
Esta es quizá la más febril investigación de los TJ. Iniciada tímidamente por Russell
llegó a su punto culminante
con Rutherford quien nos explica en ("El Arpa de Dios") el desatino,
la barbaridad repugnante de que el cuerpo
de Jesús está momificado y que en la
Edad Milenaria, Dios lo
pondrá en exhibición, como
en los museos se ofrecen a
la vistas del público
las momias de los faraones
egipcios de antaño. Pero copiemos lo que dice Rutherford: "El cuerpo humano del Señor en que fue crucificado, fue removido de la tumba por el poder de Dios. Si hubiera permanecido allí hubiera sido
un obstáculo en lo que atañe a la fe de sus
discípulos, los cuales
no estaban instruidos en cosas espirituales. Ellos no recibieron esta instrucción
sino hasta cuando les
fue dado el Espíritu Santo
en Pentecostés. De lo que pasó a
ese cuerpo, las Escrituras sólo revelan que no vería corrupción (Hech
2;27-31). Podemos,
pues, únicamente imaginarnos que el Señor
lo ha preservado en alguna
parte para exhibirlo al
mundo durante la Edad Milenaria..."
Creo
que huelga cualquier tipo de comentario.
s/TJ:
¿Qué le pasó al cuerpo carnal perfecto de Jesús después de la muerte? ¿Fue conservado para que con el tiempo los hombres lo contemplen con adoración? o ¿Todavía tiene Jesús este cuerpo carnal en los cielos
"espiritualizado" de modo que puede verse y adorarse? Ni una cosa ni la otra. Las Escrituras responden: Jehová Dios
dispuso de él; fue disuelto en sus elementos o átomos constitutivos... de modo que Dios hizo que el cuerpo de Jesús desapareciera, pero no que se corrompiera, lo cual quiere decir que fue disuelto, fue desagregado en
los elementos de los cuales
todos los cuerpos son hechos (Hech 2;27-31) ("La
Atalaya" de 1954, pág 229)
De modo que a Jehová le pareció bien quitar o remover el cuerpo de Jesús, tal como había hecho
antes con el cuerpo de Moisés (Dt
34;5-6) ("Usted puede vivir..." pág 144)
El cuerpo de
Jesús fue eliminado según la voluntad de Dios... ("La Atalaya" de
1963, pág 239)
Además, si el
cuerpo hubiera sido dejado
en la tumba, los discípulos de Jesús no pudieran haber entendido que él había
sido levantado de entre los
muertos, puesto que en aquel
tiempo ellos no comprendían plenamente las cosas espirituales. ("Usted
puede vivir..." pág 144)
Análisis:
Dicen los TJ
–aparte de contradecir lo que dijeron en "El Arpa de Dios"- que las Escrituras responden a las preguntas que ellos mismos se lanzan. ¿Dónde
responden?, ¿dónde dicen que
el cuerpo de Jesucristo fue
disuelto, etc, etc,?
Está claro que si el cuerpo de Cristo no tenía que ver la corrupción en la tumba es porque Cristo debía resucitar en su propio cuerpo.
¿Y qué es la
corrupción sino "disolver
un cuerpo en sus elementos y átomos
constitutivos", "desagregarse en los elementos de los cuales todos los cuerpos son
hechos" Si Dios hizo que el cuerpo de Jesucristo desapareciera, ¡hizo un milagro!. ¿Por qué los TJ no lo dicen abiertamente? No; porque esto
es lo que hacen los católicos cuando no entienden una cosa y... hay que guardar
distancias.
Hablando de los que resucitarán para que vivan
en la Tierra, los TJ dicen
en ("Usted puede vivir...",
pág 174): "...Ese cuerpo -el del que
resucitará- probablemente se haya desintegrado y haya vuelto al
suelo..." Y estos cuerpos, digo yo, sí que se corrompen. ¿Pero no es
eso lo que dicen que
ocurrió con el cuerpo de
Jesús? Así, ¿en qué quedamos?, ¿se corrompió o no el cuerpo de Jesús?