lunes, 23 de noviembre de 2020

FORMA DE LA TIERRA

FORMA DE LA TIERRA

s/TJ: 

¿Y qué hay  acerca de la forma  de la Tierra?  ¿Concuerda  la Biblia con cualquiera de  los mitos de  las edad media,  diciendo que la  Tierra es plana, o incluye mitos  tales como el de una tribu  antigua de India que representaba a la Tierra descansando  sobre los lomos de  elefantes que estaban parados sobre una  enorme  tortuga  que descansaba sobre  una serpiente cobra?   De ninguna manera  (Is 40;22) (Jb 26;7). 
Aunque los escritores de la Biblia no habían dado la vuelta a la Tierra en una nave espacial ni la habían visto desde la vecindad de la luna, la descripción que dieron fue completamente exacta, libre de la influencia de mitología antigua. ("¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?", pág 13) ("La vida...¿cómo se presentó aquí?", pág 199 y ss)

Análisis

La frase  completa de Job es: "El tendió el septentrión  sobre el vacío, El colgó la tierra sobre  la nada.  Encierra las  aguas en las nubes, y las nubes no se rasgan bajo ellas.  El vela la faz de su trono, extendiendo su nube sobre  él.  Trazó sobre los mares un círculo, hasta  los confines  entre la luz  y las  tinieblas.  Las columnas  del cielo  se tambalean  y se estremecen a  una amenaza  suya." (Jb 26;7-11).  La omnipotencia  de Dios se manifiesta en el  hecho de encerrar las aguas en las nubes -como en odres flotantes-  sin que éstas se rasguen con  su desmesurado peso (Pr 30;4).  Esto resulta liviano en comparación con el hecho de que haya colgado la tierra  sobre la  nada y  haya extendido  el septentrión  sobre el vacío, disponiendo las estrellas -según  la cosmogonía  antigua-alrededor de un  punto septentrional vacío  y basando  en él  su estabilidad. La majestad del Omnipotente está velada por las nubes que se extienden en torno a su  trono,  pero desde allí gobierna  los elementos  de la  naturaleza como  supremo Soberano: señaló un límite  a los mares. Los antiguos creían  que la tierra estaba rodeada de  un círculo de agua, el 'apsu' o caos tenebroso  de los babilonios. Allí estaba  el "fundamento de los cielos" que coincidía con el  horizonte. Y de allí salía  diariamente el sol; en la zona de "los confines entre la luz y las tinieblas". Es tal la majestad  de Dios, que  "las columnas del cielo"  -las montañas sobre cuya cúspide se asentaba  la bóveda celeste- "se conmueven y tambalean a un gesto amenazador  suyo".

Realmente si  los TJ creen  que en estos  pasajes de la  Biblia se está declarando que  la  tierra es  redonda y  que Job sabía  su situación  en el universo,  seguramente podrán aclararnos a  que tierra se está refiriendo Dios cuando en el propio libro de Job, le dice: "... ¿Sobre qué descansan los cimientos de  la tierra o quien asentó  su piedra angular...?, ¿Acaso has mandado tú  en tu vida a  la mañana  y has enseñado  su lugar a  la aurora  para que ocupe  los extremos  de la  tierra...?, ¿Has  bajado tú  hasta las fuentes  del  mar?, ¿Te has  paseado  por las profundidades del  abismo?, ¿Has visto las puertas  de la región tenebrosa?, ¿Has ido a los escondrijos de la nieve?, ¿Has entrado en los almacenes del granizo, que guardo yo para  los tiempos de la desdicha...?  Todas las  preguntas corresponden  a  la concepción cosmogónica que  se tenía en aquellos tiempos y que estaban todavía lejos de conocer la esfericidad de la tierra y su situación en el universo. 

Los TJ al exponer su doctrina participan también de errores que son comunes. Así, por ejemplo,  creer que  era la Tierra  lo que sostenía Atlas.  Este es un error  muy difundido ya que incluso en algunos "atlas"  se ve el dibujo  de un hombre sosteniendo  en sus hombros el globo terráqueo. Atlas  era  un  personaje  de  la mitología griega  que se sublevó  contra los dioses poniéndose al lado de los gigantes que querían arrebatarles el poder. Zeus -en la mitología  latina, Júpiter- le condenó  a sostener eternamente, no la Tierra,  sino la bóveda celeste. El  semidiós Atlas apoyaba  sus pies en la Tierra y sobre sus hombros sostenía los cielos.  En algo debía  poner sus  pies, y los griegos  creyeron que sólo en nuestro planeta podría hacerlo. En aquel  entonces se creía, generalmente,  que la  Tierra   era  el  centro   del  universo. ("Historias de la historia" I, pág 97)

s/TJ: 

Hace  treinta  años había  grandes  discrepancias  entre Génesis  y  la astronomía. Hoy existe acuerdo notable, el  cual ha sido logrado por el desarrollo de  la ciencia... Aunque Génesis fue escrito hace  miles de años, toda referencia  a la astronomía en el primer capítulo de Génesis está corroborada por lo mejor de nuestra   presente  información científica.

Y no obstante  notamos que  los libros de  astronomía, escritos  hace 25 años o más están llenos de  graves errores y cualquier cosa escrita hace más de unos cuantos siglos  solo sería apropiada para el entretenimiento del lector" ("Modern Science and Christian Faith", pág 12) Este texto no es de los  TJ, pero lógicamente se  adhieren a él y  añaden: "Puesto que los hombres de  hace mucho se adherían a ideas que hoy reconocemos como ridículas,  ¿no es  una vindicación  admirable de  la Biblia  el que  el conocimiento aumentado haya  puesto el  modo  de pensar  del hombre  en conformidad con el registro bíblico?

Por ejemplo,  por mucho tiempo la  opinión del hombre fue  que la Tierra era plana.  Sin embargo, ninguna declaración en este sentido se halla en la Biblia; mas bien  dice con exactitud que Dios es  Aquel que "mora por encima del círculo de la tierra" (Is 40;22) ("¡Despertad!" de 8.10.63, pág 20-21)

"Hay uno que mora  por encima del círculo de la  tierra" (NM) (Is 40;22) Cuando este texto dice que Dios se sienta sobre el círculo de la Tierra, esto concuerda  con el hecho de  que la Tierra es  circular, vista desde toda dirección, pero esto también la hace de forma globular.  La palabra hebrea hhug aquí se define en  A.  Concordance of the hebrew and chaldee Scriptures por B. Davidson como "círculo, esfera"

Esta misma palabra  para círculo se encuentra en (Job  22;14) , donde la Traducción del Nuevo  Mundo dice de Dios: "Sobre la  bóveda del cielo se pasea".  Ahora bien, sabemos que la bóveda del cielo como se ve desde la Tierra  es hemisférica,  o como  un medio  globo.  La  otra mitad  de la bóveda hemisférica  del cielo se  extiende abajo  de la Tierra  sobre la cual estamos de  pie y por consiguiente no la  podemos ver directamente. De acuerdo con este hecho, cuando (Is 40;22) dice que Dios se sienta por encima del  círculo de la  Tierra, entonces aquí, la  palabra "círculo", tiene el  mismo sentido hebreo que  el que se encuentra en (Job 22;14).

Por lo  tanto se desprende  que la  palabra "círculo" de  (Isaías 40;22) tiene que significar algo que es  redondo, así como el cielo visto desde la Tierra parece redondo y es  semejante a una bóveda. ("La Atalaya" de 1.2.68, pág 96)
  
Con el  mismo sentido  que en (Job  22;14) , o  sea, "sobre  la bóveda". Parece -s/TJ- que la palabra hebrea  empleada es la misma en ambos casos y que según ellos tanto quiere decir círculo como esfera. ("La Atalaya" de 1.2.68, pág 96) 

Análisis:  

El contexto es claro: ((Jb 22;14) (BAC IV, pág 111) ((Is  40;22) (BAC III , pag 257).

Isaías hace la  apología  de  la  trascendencia  de  Dios  en contraposición a la procedencia humana de los ídolos.  Dios habita en lo más alto del  círculo de la tierra y tan alejado está, que, vistos desde allí, los hombres son como  langostas,  expresión proverbial para indicar la pequeñez  de los hombres  (Nm 13;33) (Sl 113;5).  La tierra  es concebida como  un disco plano  rodeada del abismo. Dios, que habita en lo más alto, debería  "ver" perfectamente el "círculo de la  tierra". Sobre la tierra se pone un toldo arqueado compacto, que son  los cielos. Sobre esa bóveda de los cielos habita  Yahvé, inaccesible  a todo lo  creado.  Esta expresión "círculo  de la tierra"  es similar  a la que  dice Job: "Trazó sobre los mares un círculo,  hasta los confines,  entre la luz y las tinieblas" (Jb 26;10) 

                              La tierra era concebida como un disco plano rodeado del abismo


Sobre la tierra se pone un toldo arqueado compacto que son los cielos


s/TJ: 

Y aunque los antiguos egipcios creían que la Tierra estaba sostenida por cinco columnas,  y los griegos creían  que uno de sus  dioses, Atlas, la sostenía, no obstante, la Biblia, no registró ninguna  de tales teorías contemporáneas fantásticas.  Con exactitud científica dijo que la Tierra es un cuerpo en el espacio sin  apoyo  visible. Dios...   "está extendiendo  el norte  sobre el lugar vacío,  colgando la  tierra sobre nada" (Jb 26;7) ("¡Despertad!" de 8.10.63, pág 20-21) 

Análisis

En (Is 44;24) podemos leer en la Versión Nuevo Mundo de los TJ:  "Yo Jehová... estoy... yo solo tendiendo la tierra". Si miramos la definición de "tender" en el Diccionario leeremos: "Suspender, colocar o construir algo apoyándolo en dos o más puntos". Esta claro que no se está definiendo un cuerpo esférico suspendido en el aire...

Todos  los hombres  que  vivieron  antes de  los  tiempos de  los griegos admitieron  el supuesto  de que la  tierra era  plana.  Si algún antiguo anterior a los  griegos pensó  de otra manera, su nombre  no ha llegado  hasta nuestros  días,  ni su  pensamiento, registrado de algún modo, ha  logrado sobrevivir (Isaac Asimov en "El Universo", pág 11-12)

Anaximandro de  Mileto (611-546 aC), filósogo  griego, sugirió que los hombres vivían  sobre la  superficie de  un cilindro  curvado hacia el norte y hacia el sur.

Filolao de  Tarento (480-?  aC),  filósofo griego, sugirió  que la tierra era una esfera.

Aristóteles  de Estagira  (384-322 aC),  filósofo griego,  hizo un compendio de las consecuencias que  se derivaban de la esfericidad de la tierra. 

Así, pues,  podemos afirmar  que hacia  350 aC,  ningún científico dudaba ya de que la tierra fuese una esfera.  Desde entonces, este concepto ha  sido admitido  en todo  momento por cualquier hombre culto  del mundo occidental. La idea  era  tan satisfactoria  y estaba tan exenta de paradojas que fue aceptaba aun en ausencia de pruebas de carácter directo...  Y hemos de tener en cuenta que los TJ defienden ("La Atalaya" de 15.6.91, pág 28) que el libro de  Job fue escrito nada  menos que por Moisés en cerca de 1.473 aC... 

s/TJ: 

"Si la  Biblia es tan exacta  en lo referente a  campos científicos, ¿por qué dijo la Iglesia Católica que era antibíblico el que Galileo enseñara que  la Tierra  se movía  alrededor  del sol?   Por la  manera como  las autoridades interpretaron ciertos versículos bíblicos. ¿Tenían razón? Leamos dos de los pasajes que citaron, y veamos.

Un pasaje dice: "Sale el sol y el  sol se pone; corre hacia  su lugar y allí vuelve a  salir" (Ecl  1;5).  Según  el argumento  de la  Iglesia, expresiones como "sale el sol" y "el  sol se pone" significan que el sol se mueve, y no la tierra.  Pero aun hoy día decimos que el sol sale y se pone, y sin embargo  la mayoría de nosotros sabemos que  es la Tierra la que se  mueve, no el sol. Cuando usamos expresiones como  esas estamos sencillamente describiendo el movimiento aparente del sol desde el punto de vista de un observador humano.  Eso mismo estaba haciendo el escritor bíblico." ("La Biblia, la Palabra de Dios o palabra del hombre", pág 103) 

Análisis

Dicen los TJ que "aún hoy día decimos que el sol sale y se pone, y sin embargo la mayoría de nosotros sabemos que es la Tierra la que se mueve, no el sol".  Pero, pregunto: ¿Era ésta la opinión de los científicos  en tiempo  de Galileo?.   La  idea de  una tierra  en reposo, en el  centro del mundo, era un  elemento fundamental del pensamiento tradicional que tenía Aristóteles como principal punto de referencia. 

Copérnico, en 1543, expuso, filosóficamente, su teoría del heliocentrismo. Galileo, más tarde, expuso su  convencimiento de que  incluso, físicamente, era  posible la  teoría de Copérnico. Pero hay una gran diferencia  entre ambos casos.  Galileo presentó como una tesis lo que  Copérnico presentó sólo como una hipótesis. Por  eso fue  más  científico y  si cabe más  hábil que  Galileo. Galileo acertó, pero no tenía a mano las pruebas apodícticas. El cardenal Bellarmino escribió: "Si se prueba la hipótesis científica que parece contradecir a la  Biblia, nosotros habremos de interrogarnos sobre la lectura de la Biblia, porque demostraría que hay un  error en nuestra manera de leerla"... pero Galileo no las presentó.  Por  eso el 22 de junio de  1633, como consecuencia del  decreto de  carácter  disciplinar -  no doctrinal- de  fecha 5.3.1633, tuvo que abjurar sus "errores" y prometer seguir siempre los dictámenes de la Iglesia  y no enseñar sus opiniones heliocéntricas. Y podemos decir de paso, que fue mucho más correcta la posición de la Iglesia en el siglo XVII al decir que si se probaba la hipótesis científica que parecía contradecir a la Biblia, la Iglesia revisaría su interpretación de este tema ya que se demostraría que hay un error en al manera de leerla, que la posición actual de los TJ, en pleno siglo XXI, que en situaciones similares, aseguran que mantendrían su interpretación de la Biblia que en todo caso siempre es la correcta, fueren  las que fueren las pruebas científicas que se presentasen.  

Hacer creer ahora que la expresión  de la Biblia era una manera de hablar y no un convencimiento científico en el tiempo de Copérnico y de Galileo, es, como hemos visto más arriba, una falsedad.

Cuando la Biblia dice: "Sol detente  sobre Gabaón y tú Luna, sobre el valle de  Ayalón.  Y el sol  se detuvo y se paró  la luna hasta que  la gente  se hubo  vengado  de sus  enemigos" (Jos  10;12-13) Demuestra claramente que, como  todos sus contemporáneos, creía el autor sagrado en la inmovilidad de  la tierra y admitía que el sol daba vueltas alrededor de la misma; pero en este caso concreto no era su intención dar lecciones de orden astronómico, sino simplemente referir  una antigua  versión épica  de la batalla de Gabaón. En este caso no nos encontramos ante  una manera  de hablar, sino que concretamente dice  "Sol detente" ..."y el sol se detuvo" y "tú luna detente" ...  "y se paró la Luna" 

s/TJ: 

Continuando con la anterior intervención, el otro pasaje dice: "Sobre  sus bases asentaste la tierra, inconmovible para siempre jamás" (Sl 104;5). Esto se  interpretó en el  sentido de que,  después de su creación, la Tierra  nunca  podría moverse. Sin embargo, en realidad da énfasis a la  permanencia de la Tierra, no a que no pueda moverse.  La Tierra nunca será  "movida" de modo que pase de la existencia,  o sea  destruida, como  otros versículos  lo confirman (Sl 37;29) (Ecl 1;4). Además, ese  texto  no tiene  nada que  ver con  el movimiento relativo de la Tierra ni  del sol.  En los tiempos de Galileo fue la Iglesia, y no la  Biblia, la que dificultó la libre consideración de asuntos científicos. ("La Biblia, la Palabra de Dios o palabra del hombre", pág 103)

Análisis:

Como resumen de la idea que los escritores bíblicos y los hombres de su tiempo y de su raza tenían del mundo, podemos escribir el contenido de la entrada "Imagen del mundo" que presenta el "Diccionario de la Biblia" (Herder):

Mundo (imagen del). La idea que los escritores bíblicos tenían del mundo era la misma que la de los hombres de su tiempo y de su raza. Dios no creyó necesario explicar la estructura del universo mediante especiales revelaciones. Los autores sagrados hablan, pues, sobre ello con las mismas expresiones y maneras de decir que sus contemporáneos, que se limitaban a las apariencias externas y no pretendían llegar a la esencia misma que ocultaban esas apariencias.

La impresión que produce la bóveda celeste, en la que se mueven los cuerpos estelares, motivó en los israelitas la idea de que esa bóveda era un techo firme, el firmamento (Gén 1,14-18). La experiencia diaria del horizonte cerrado alrededor fue causa de que concibieran esa techumbre como una semiesfera y la tierra como una plataforma llana y circular (Is 40,22; Prov 8,27; Job 26,10). La observación de que el mar rodeaba por todas partes la tierra firme y que las fuentes brotaban de debajo de la tierra sugirió la idea de un gran océano, el abismo, en el que la tierra estaba sobrenadando (1Sam 2,8; 1Par 16,30; Sal 24,2;  93,1; 104,5; Job 38,4); este abismo circuía la tierra por todas partes, sus aguas brotaban hacia arriba por las fuentes y afluían de nuevo por los ríos a ese gran océano (Ecl 1,7).

Como la tierra aparecía quieta y fija sobre el océano, los israelitas hablaban de cimientos o columnas (1Sam 2,8; 2Sam 22,16; Is 24,18 40,21; Jer 31,37; Miq 6,2; Sal 18,16; 75,4; 82,5; 104,5; Prov 8,29; Job 9,6) sobre las que Yahvéh había asentado inconmoviblemente la tierra; sólo las grandes tempestades descubrían esos cimientos (Sal 18,16). La observación de la lluvia les producía la impresión de que encima del firmamento había enormes depósitos de agua que Yahvéh conservaba (Sal 148,4; Dan 3,60) para que, a través de ventanas o esclusas, cayera sobre la tierra en forma de lluvia (Gén 7,11; 8,2; 2Re 7,2.19; Is 24,18; Mal 3,10).

Siempre guiados por las apariencias externas, también hablaban los israelitas del sol y de la luna como de dos «grandes» luminares (Gén 1,16) y de haberse parado el sol (Jos 10,12 ss; Eclo 46,4). Como puede haber claridad aun cuando el sol o la luna no estén visibles, concibieron la luz como cosa independiente de esas lumbreras (Dan 3,72; Sal 148,3), de forma que en el relato de la creación, la creación de la luz está separada de la creación de las lumbreras (Gén 1,3-5;14-19).

Por último, se imaginaban que debajo de la tierra y del océano estaba el seol, adonde iban a reunirse todos los muertos (Job 26,5; 38,13-17; Ex 20,4; Flp 2,10).