domingo, 15 de enero de 2017

TRINIDAD SANTÍSIMA A LO LARGO DEL ANTIGUO TESTAMENTO


LA SANTÍSIMA TRINIDAD A LO LARGO DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Análisis:

En el Antiguo Testamento, o Escrituras hebreas,  se enfatiza mucho la idea de un Dios único, en contraste con los múltiples dioses falsos de los paga­nos. Y el Nuevo Testamento corrobora este aspecto de la unicidad de Dios. El énfasis de la Biblia en este punto ha llevado a los «Testigos de Jehová» a rechazar la idea de la Trinidad; sin embargo, esta aparece en la Biblia con la misma claridad que la anterior. Y estudiando el asunto a la luz de las Sagradas Escrituras, encontramos lo siguiente:
Que desde el principio de la Biblia, Dios se revela como un Ser único pero múltiple a la vez. Es innegable para todo conocedor de la lengua he­brea que «Elohim», el primer nombre con el que se designa a la Divinidad, es un plural. Esta palabra, que, en efecto, aparece ya en el primer versí­culo del Génesis, es ciertamente la forma plural del término «Eloha». La mayor parte de los teólogos, eminentes por su piedad y por su saber, ha visto en este vocablo un indicio de pluralidad de personas en la naturaleza divina.
El Antiguo Testamento no revela explícitamente la Trinidad de personas en Dios; pero sí prepara esta revelación de múltiples maneras y circunstancias. Solo la revelación plenaria dada en Jesucristo permite com­prender el alcance último de estas pre­paraciones. “Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas, al fin de estos días nos ha hablado a nosotros por medio de un Hijo, a quien nombró heredero de todas las cosas y por quien hizo los sistemas de cosas” (Heb 1;1-2).
Veamos estas preparaciones a la Trinidad en el Antiguo Testamento antes de adentrarnos en el Nuevo Testamento o Escrituras griegas.
(Gn 1;26-27) CREACIÓN DEL HOMBRE
s/TJ:

"Y pasó Dios a decir: Hagamos un hombre a nuestra imagen según nuestra semejanza" (Gn 1;26) (NM). Algunos, aseguran los TJ, han alegado que las palabras "hagamos" y "nuestra" en esta expresión, indican una Trinidad. Pero si alguien dijera: 'Hagamos algo para nosotros', normalmente nadie entendería que dentro del que hablara hubiera varias personas combinadas en una sola.   Lo que se quiere decir es simplemente que dos o más personas van a trabajar juntas en algo.  Así, también, cuando Dios usó "hagamos" y "nuestra", sencillamente estaba hablando a otra persona, su primera creación celestial, el obrero maestro, Jesús antes de su vida como humano. ("¿Debería creer usted en la trinidad?" de los TJ, pág 14) 
Dios habla con su primera creación, su Hijo unigénito.  De este hecho -siguen los TJ-  testifica la Biblia en (Col 1;15,16):  "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque por medio de él todas (las otras) cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra". Ese poderoso Hijo espiritual fue el obrero   maestro de Jehová. Lógicamente fue a esta criatura espíritu, y no simplemente a sí mismo, a quien el Dios Todopoderoso hablaba. Las iglesias han presentado falsamente al Dios verdadero como un incomprensible Dios trino. En apoyo de su doctrina las iglesias afirman que varias expresiones de la Biblia dan a entender que Dios es tres personas en un Dios.  Alegan que, por ejemplo, el "Hagamos" de (Gn 1;26) entraña tres personas en un solo Dios, aunque el versículo no indica cuantas personas da a entender la palabra. Insisten en torcer este texto para que encaje en su doctrina favorita ("La Atalaya" de 15.6.68, pág 360) 
Análisis:

Hemos de notar que en (Gn 1;26): Dios dice: "Hagamos” (plural), y en cambio, en (Gn 1;27, leemos: "y procedió Dios a crear ..." (singular).
Veamos, también, el versículo (Is 44;24) en el que se ve claro que sólo Yavé estuvo en la creación: "Yo soy Yavé, el que lo ha hecho todo; yo, yo sólo desplegué los cielos y afirmé la tierra, ¿Quién me ayudó?".
Por lo tanto, si -según los TJ- el Hijo unigénito de Dios fue el obrero maestro de Dios en la creación, ¿por qué en (Gn 1;27) se lee que solo Dios -no Dios y el Hijo como entes distintos- procedió a la creación de acuerdo asimismo con el salmo (Is 44;24) que afirma que solo Yavé ha desplegado los cielos y ha afirmado la tierra sin que nadie le ayudara?
Véase también otras referencias en las que Dios habla en plural:
(Gn 3;22) “Y pasó Jehová Dios a decir: “Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo …” (NM)
(Gn 11;6-7) “A continuación dijo Jehová: “¡Vamos! Bajemos y confundamos allí su lenguaje”. (NM)
Tres veces -nada menos que tres veces-  se usa en los once primeros capítulos de la Biblia el plural “Nos” para designar a la Divinidad. La primera vez se habla de la pluralidad de personas divinas en relación con la creación del hombre (Gn 1;26). La segunda vez, en relación con el pecado del hombre (Gn 3;22). Y la tercera vez, en relación con el juicio de los hombres (Gn 11;7)
Algunos autores creen que el "hagamos..." es un plural mayestático al estilo de la fraseología de la corte persa del tiempo de los aqueménidas. Pero este uso del plural mayestático no se registra en el hebreo, (Joüon, "Grammaire de L'hebreu biblique" (1923), pág.309)
Podríamos encontrarnos sí, ante un plural de intensidad o plenitud. En esta línea, los TJ nos dicen en la pág 13 de su libro "¿Debería creer usted en la trinidad?":   "...Para ilustrar esto, el título 'Elo-him' (Dios en plural) aparece 35 veces por sí solo en el relato de la creación, y en cada ocasión el verbo que describe lo que Dios dijo e hizo está en singular.  Por eso los TJ concluyen: "Elo-him tiene que ser explicado más bien como un plural intensivo...".  Pero, por ejemplo, (Gn 1;26), que está en plural:  "Hagamos...", los TJ, en vez de explicarlo según su argumentación anterior con relación al plural intensivo, dicen: "Dios habla con su primera creación", olvidándose de todo lo argumentado anteriormente en "¿Debería creer usted en la trinidad?"
Y ya es curiosa la interpretación de los TJ, porque si Dios habla con otro ser -su Hijo-  cuando dice "hagamos" (v26) y en cambio cuando van a realizar "juntos" lo que han decidido hacer, se dice que Dios "hizo" (v27), no se acaba de entender la razón del diálogo previo y menos si también se defiende, por otro lado, que fue precisamente por medio del Hijo que se hizo lo que previamente se había decidido hacer "juntos”.
Por otra parte, ya que el versículo (Gn 1;26) -dentro de la interpretación de los TJ- no indica cuantas personas da a entender la palabra "hagamos", los TJ critican a las iglesias de que de ella deduzcan que son tres, sin ninguna base en la propia expresión.  Pero los TJ, a pesar de su crítica, deducen que son dos... (?) Y… en sus propias palabras… "tuercen el texto para que encaje en su doctrina favorita". 
La Iglesia Católica, jamás se ha apoyado sobre estos versículos como prueba concluyente y jamás ha enseñado que de estos versículos se puede llegar a la conclusión de que en Dios hay tres personas.  Lo que sí han visto muchos Santos Padres (S.Ireneo, S.Hilario, S.Basilio, etc...) en la expresión plural "hagamos", una alusión al misterio de la Trinidad; pero nada en el contexto favorece  esta interpretación. La revelación del misterio de la Trinidad pertenece claramente al NT. Pero sí se puede asegurar que esta revelación plena va precedida y preparada en el AT -como hemos dicho más arriba- por insinuaciones más o menos claras del misterio. Hemos visto algunas de ellas. Veamos otras.
(Gn 18;1-2) APARICIÓN DE YAVÉ A ABRAHAM EN EL ENCINAR DE MAMRÉ.

Análisis:
La Biblia demuestra en Génesis 18 y 19 que Dios se apareció a Abraham como tres varones. En efecto, en la Traducción del Nuevo Mundo, en (Gn 18;1-2), podemos leer:

Después (a Abraham) se le apareció Jehová entre los árboles grandes de Mamré, mientras estaba él sentado a la entrada de su tienda como al calor del día. Cuando alzó sus ojos, entonces miró y allí estaban tres hombres de pie a alguna distancia de él. Cuando alcanzó a verlos echó a correr a su encuentro desde la entrada de la tienda y procedió a inclinarse a tierra.  Entonces dijo: “Jehová, si, pues, he hallado favor a tus ojos, sírvete no pasar de largo a tu siervo…”

Abrahan se di­rige a los tres como "Jehová". Cuando los tres hombres responden, se describe el episodio inter­cambiando entre el sujeto "ellos" (le) (Gn 18;9) y "Jehová" (Gn 18;13). Cuando dos de los tres hombres (algunas versiones -NM- vierten “los hombres”) se van a visitar a Lot en Sodoma (Gn 18;22), Abraham sigue llamando "Jehová" al que se queda (Gn 18;30), lo cual provoca la reacción de los TJ que nos dicen que esto demuestra que Abraham reconocía sólo en este hombre (o ángel) al representante de Jehová (La Atalaya 15/7/65, pág 445) ... pero los TJ no nos dicen que Lot en Sodoma, también se dirige a los otros dos hombres (o ángeles) como "Jehová"... (Gn 19;18). Está claro que a lo largo de todo el relato, un cierto misterio envuelve a estos tres huéspedes de Abraham y aunque solo no prueba la doctrina de la Trinidad, sí es cierto que nos acerca a ella.

(Dt 6;4) OYE, ISRAEL: EL SEÑOR NUESTRO DIOS, EL SEÑOR UNO ES.

Análisis:
En Deuteronomio 6:4 hallamos estas palabras notables que cada ju­dío temeroso de Dios está obligado a repetir cada día: «Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es». Estas palabras son citadas, tanto por los judíos como por los «Unitarios» y los «Testigos de Jehová», como la prueba más absoluta contra los Trinitarios. Pero precisamente estas mismas palabras, leídas en hebreo, constituyen toda una revelación y contienen la más segura y clara prueba que pueda hallarse en toda la Biblia a favor de la Trinidad: «SCHEMA, ISRAEL: ADONAI ELOHENU, ADONAI EJAD».

En efecto, al analizar por vía de exégesis el texto original descubrimos tres partículas claves importantísimas que arrojan una luz deslumbrado­ra para captar el profundo sentido de esta solemne declaración, lo cual nos demuestra que Dios sabía lo que hacía cuando inspiró a Moisés a escribir estas pala­bras y no otras. Veamos:

«ADONAI»: literalmente significa: «Mis Señores» (de «Adon»: Señor, y «ai»: Mis).

«ELOHENU»: es conjunción posesiva del pronombre de la primera per­sona del plural que se designa, significando: «Nuestros Dioses».

«EJAD»: expresa la idea de unidad colectiva.

En hebreo se usan dos palabras para indicar el significado de «uno». La palabra «uno», en el sentido de único, es decir, que se emplea para designar una unidad absoluta, es «YAJID» (Jc 11;34). Este término nunca es usado para designar la unidad divina. En cambio, cuando dos o varias cosas se convierten en una por una íntima unión o identificación, el voca­blo hebreo que se emplea en la Sagrada Escritura es «EJAD», que significa «una unidad compuesta de varios» (Gn 2;24) (Jc 20;8). Esta palabra es la que siempre se usa para designar la unidad divina. Por lo tanto, nuestro texto, literalmente vertido del original hebreo, quedaría traducido correctamente así: «ESCUCHA, ISRAEL: MIS SEÑO­RES NUESTROS DIOSES, MIS SEÑORES UNO COMPUESTO ES». Uni­dad colectiva en integración. (“Respuestas bíblicas y doctrinales a los Testigos de Jehová” de Eugenio Danyans)

El hecho de que el concepto de la Trinidad esté fuera de la comprensión del intelecto humano coincide con el escrito del apóstol Pablo: "Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido" (1 Cor 13;12).

Los estudios acerca de la divinidad y atributos del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, mostrarán sin duda, que tanto el Padre, como el Hijo, como el Espíritu Santo, son el mismo Dios en tres personas. Pero vayamos paso a paso.