INFORMACIÓN

miércoles, 5 de julio de 2017

¿ES OBLIGATORIO EL CELIBATO PARA LOS MINISTROS CRISTIANOS?


Los TJ se preguntan “¿Es obligatorio el celibato para los ministros cristianos?” Y en un breve artículo que aparece en “La Atalaya” 2017, número 2, pág 8 y 9, dan por buena y definitiva la respuesta: “En verdad no importa si eres soltero o estas casado; serás feliz si le das lo mejor de ti a Jehová Dios” (pág 9). 
Me parece una respuesta aceptable que no tiene nada que reprochar. Y ya que mencionan una frase de Benedicto XVI, podemos añadir que -en 2007- este Papa dedica al tema del celibato un número entero de la Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis. Leemos en él: “Los Padres sinodales han querido subrayar que el sacerdocio ministerial requiere, mediante la Ordenación, la plena configuración con Cristo. Respetando la praxis y las diferentes tradiciones orientales, es necesario reafirmar el sentido profundo del celibato sacerdotal, considerado con razón como una riqueza inestimable y confirmado por la praxis oriental de elegir como obispos sólo entre los que viven el celibato, y que tiene en gran estima la opción por el celibato que hacen numerosos presbíteros. En efecto, esta opción del sacerdote es una expresión peculiar de la entrega que lo configura con Cristo y de la entrega exclusiva de sí mismo por el Reino de Dios. El hecho de que Cristo mismo, sacerdote para siempre, viviera su misión hasta el sacrificio de la cruz en estado de virginidad es el punto de referencia seguro para entender el sentido de la tradición de la Iglesia latina a este respecto. Así pues, no basta con comprender el celibato sacerdotal en términos meramente funcionales. En realidad, representa una especial configuración con el estilo de vida del propio Cristo… El celibato sacerdotal, vivido con madurez, alegría y entrega, es una grandísima bendición para la Iglesia y para la sociedad misma” (n. 24).

Así, pues, los TJ pueden remontarse hasta donde quieran para fijar la época en que podemos considerar el inicio del celibato entre los cristianos y, por otra parte, pueden interpretar la Palabra de Dios con la libertad que nos tienen acostumbrados. Pero una cosa es indudable: Cristo vivió toda su vida en estado de virginidad y esta es la mejor referencia para este tema.

Finalmente, los propios TJ nos explican, en el último apartado de su artículo, las razones claras y evidentes por las que la Iglesia impone a sus sacerdotes la obligación del celibato. Estas razones, que los TJ no desdeñan, son las mismas razones por las que Jesús y Pablo recomiendan la soltería a sus discípulos.