miércoles, 14 de octubre de 2020

CARTA ABIERTA A DMITRY, TESTIGO DE JEHOVÁ (octubre 2020) REINO DE DIOS

CARTA ABIERTA A DMITRY, TESTIGO DE JEHOVÁ (octubre 2020)

Acabo de leer en JW.org la historia de tu conversión a la doctrina de los testigos de Jehová. Te casaste, tuviste una niña, eras electricista, trabajabas para gente humilde, algunos te pagaban con alcohol… y aquí se iniciaron los problemas. Pero, por suerte, aparecieron los testigos de Jehová, dos señoras llamaron a la puerta de tu casa, las atendiste correctamente, te dieron una revista, tú se la diste a tu esposa, ella sí que la leyó… y aquí empezó tu suerte.

A tu mujer le gustó leer en la revista que Dios ha prometido traer un paraíso y que las personas vivirán felices en la tierra. Cuando las señoras otro día regresaron, tu mujer inició y consiguió terminar con ellas un curso bíblico.

Los problemas se te amontonaron porque el alcohol, además de estar bueno, destroza la vida familiar si se abusa de él. Rogaste a tu mujer que te ayudara y ella te invitó a que leyeras la Biblia. ¡Buena idea! Aceptaste el reto ¡Buena decisión!

La pregunta ¿por dónde empiezo? que dirigiste a tu mujer, demuestra tener, al menos, un mínimo conocimiento de la Biblia porque lo normal, cuando se decide leer un libro, es empezar a leer por el principio ¡digo yo!

Leíste durante toda la noche el libro de Mateo. No está mal. Además, decidiste no probar alcohol hasta que leyeras toda la Biblia. No deja de ser un acto heroico que cumpliste a lo largo de siete meses. Y ya sabemos que el siete en la Biblia, tiene un significado de perfección espiritual. Incluso llegaste a odiar la vida que habías llevado. Después tuviste tus altos y bajos ¡Es natural! Dejar de beber y dejar de fumar exigen una decisión y un convencimiento que no es fácil conseguir.

Dices que leyendo la Biblia te diste cuenta, que solo existen dos caminos y que tú estabas en el equivocado. Oraste y suplicaste a Dios que te ayudara. ¿Cómo sabes que el camino que ahora sigues es el correcto?

Tú has leído la Biblia. Interpretarla queriendo que sus palabras nos proporcionen para el futuro la garantía de una vida feliz, de acuerdo con los parámetros actuales de felicidad, es cerrar los oídos a la Palabra de Dios que nos está prometiendo de continuo, un Reino de Dios o de los Cielos que no tiene nada que ver con nuestro mundo actual, sino que es infinitamente superior e imposible de captar con nuestros sentidos y con nuestra inteligencia. Y para introducirnos en su comprensión, lo hace a través del profeta Isaías (al que has tenido que leer) presentándonos al máximo de la perfección las cosas de este mundo que aquí nos harían sumamente felices: salud, comida, amistad, vivienda, familia, etc. pero que solo son un símbolo de lo que se nos está prometiendo en realidad. Por eso, Pablo (del que habrás leído sus cartas), nos dice que “Ni el ojo ha visto ni el oído ha oído ni el corazón del hombre ha imaginado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman” (1Cor 2;9) (NM). Los testigos de Jehová, sin embargo, creen haberlo imaginado y preparado…

Saludos y suerte.