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lunes, 9 de noviembre de 2020

SEGÚN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ, EL REINO DE DIOS FUE ESTABLECIDO EN LOS CIELOS EN 1914

La cronología bíblica indica que el reino de Dios fue establecido en los cielos en 1914. Así lo demuestra, según los testigos de Jehová, una profecía registrada en el capítulo 4 del libro de Daniel. El detalle de esta profecía creo que es sobradamente conocida de todos sus adeptos. Últimamente, esta profecía y su interpretación ha sido publicada de nuevo en JW.org y seguro que cualquier testigo de Jehová, que se precie, tendrá en su biblioteca varios libros o revistas que la detallan ampliamente.

Como casi todas las profecías, ésta también se interpreta de manera más o menos caprichosa. Al final de la misma y como remate a una infinidad de vericuetos, debe sumarse al número que indica el año en que fue destruida Jerusalén, la cantidad de 2.520 años que debe llevarnos hacia adelante, hasta el año en que, según los testigos de Jehová, fue establecido el reino de Dios en los cielos.

Y en este punto, es cuando los testigos de Jehová echan mano de sus argucias, a las que ya nos tienen acostumbrados, diciéndonos que Jerusalén, según la historia, fue destruida en el año 607 aC. Si a 607 negativos, ya que son antes de Cristo, le aplicamos los 2.520 años positivos (teniendo en cuenta que el año 0 no existe) vamos a parar al año 1914 que es el que definitivamente les interesa a los testigos de Jehová como año en el que Jesús es nombrado rey del Reino de Dios y se inicia el periodo denominado “últimos días”.

Cómo es fácil comprender, la fecha de la destrucción de Jerusalén es básica ya que, como he dicho, de ella deben partir los 2.520 años de la profecía para llegar a 1914. Y esto solo será posible si la fecha de la destrucción de Jerusalén corresponde al año 607, no, si es otro año cualquiera.

Muchas personas tenemos la suerte de poseer en nuestras casas libros o enciclopedias de historia que nos pueden ayudar en estos casos, aunque siempre está el recurso de las Bibliotecas públicas y de Internet. Al fin y al cabo, los testigos de Jehová para descifrar sus profecías también deben recurrir a diversas ramas de la ciencia y de los conocimientos en general para que sus cábalas resulten lo más certeras posible y de acuerdo con los descubrimientos y resultados que estas ciencias van fijando.

En mi caso particular dispongo de varios libros de historia que he podido consultar: Historia Universal escrita por Joaquín Rubió y Ors (1877), Historia de Israel de John Bright (Editorial Desclée de Brouwer) (1970), y diversas enciclopedias, atlas, temporamas, etc., una treintena de fuentes con fechas fijadas, principalmente, a lo largo del siglo XX. En todas ellas, Jerusalén es destruida en 586/587 aC.

Por otra parte, he comentado esta fundamental cuestión con más de un testigo de Jehová, “especialistas” en el tema, y no pueden presentar ningún libro de historia medianamente solvente que diga que la destrucción de Jerusalén aconteció en el año 607 aC. ¿Por qué he de creer, por qué hemos de creer que Jerusalén fue destruida en 607 aC en vez de 586/587 aC? ¿Porque lo dicen los testigos de Jehová en sus libros y revistas? Lo que hace falta son referencias solventes que apoyen la fecha que proponen. De otra manera, tenemos todo el derecho a creer que los testigos de Jehová están intentando engañarnos para que la interpretación de la profecía de Daniel 4 la aceptemos tal cual ellos la plantean, a fin de dar a 1914 la importancia excepcional que pretenden.