En
La Atalaya de estudio de junio 2016, pág 16-17, los TJ contestan a una
“pregunta de los lectores”, afirmando varias cuestiones entre ellas, la
siguiente:
En la pág 17, apartado 4) nos dicen que los miembros de la “Gran
muchedumbre” que son los que sobrevivirán a la destrucción de este mundo y
al Armagedón en la “Gran tribulación”, “recibirán la marca simbólica de que
son como “ovejas”. Entonces tendrán la perspectiva de vivir para siempre en la
Tierra (Mt 25;34) (Mt 25;46)”.
Análisis:
Si la “Gran
muchedumbre” son las “ovejas” de (Mt 25;33), se trata, sin duda, de “los
justos” (Mt 25;37) que se encuentran a la derecha del Hijo del hombre y que habiendo
sido juzgados por Él, obtendrán -según los TJ- la perspectiva de vivir siempre
en la Tierra. Por otra parte, los que se encuentran a la izquierda del Hijo del
hombre deberían ser lógicamente los “injustos”. Pero ya sabemos que los TJ
siguen, sin ningún apoyo bíblico, otra, digamos, clasificación. Y así, a los
“justos”, oponen los “malvados” o los “impíos” que son considerados como
“cabras” (Mt 25;33), nunca los “injustos”.
Así, pues, para los TJ, los Justos, después de este juicio, tendrán la
perspectiva de vivir para siempre en la Tierra, y en cambio los malvados o los
impíos, serán enviados al suplicio eterno (Mt 25;46).
Se me ocurren
varias observaciones:
PRIMERO: Si los
miembros de la “Gran muchedumbre” son los “justos” que estarán vivos después de
la “Gran Tribulación”, o sea las “ovejas”, y los impíos que han sido enviados
al suplicio eterno, son las “cabras”, ¿dónde ubicamos a los “injustos” vivos
-según la categoría de los TJ- y que sin duda los habrá a millones en el
momento que finalice la “Gran Tribulación” y se inicie el Juicio de los Mil
Años? Porque de los vivos de aquellos momentos solo se habla de las “ovejas y
cabras” y a estas ya las tenemos localizadas.
SEGUNDO: Dicen los
TJ, que las “ovejas” obtendrán la perspectiva de vivir siempre en la Tierra.
Pero Mt no dice esto, sino que “los justos partirán a la vida eterna” (NM)
(Mt 25;46). El destino es definitivo porque es eterno. No puede ocurrir, como
enseñan los TJ, que este destino de los justos se vea truncado según sea su
vida a lo largo de los mil años venideros y de su actuación en la prueba final
ante un desatado Satanás. Por otra parte, La Biblia, dice: "Y por cuanto a
los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto el
juicio" (Hb 9;27). No hay más pruebas.
TERCERO: ¿Cómo
hemos de interpretar la frase: “En verdad os digo que cuantas veces hicisteis
eso a uno de estos mis hermanos menores a mí me lo hicisteis”? (NC) (Mt 25;40).
Yo creo que está clarísimo. Para Jesucristo, sus hermanos pequeños son los más
necesitados: los que pasan hambre, sed, están enfermos, desnudos, refugiados,
etc. en fin todo aquel que tiene algún problema y que requiere de nuestra
ayuda. Y cuando tratamos de aliviar a estos hermanos es como si lo hiciéramos
en la persona de propio Jesucristo.
CUARTO: Y abundando
en el tema, ¿qué dice el propio Jesucristo que hemos de hacer para
alcanzar la "Vida eterna"?
Si leemos (Mt 19;16-29) (Mc 10;17-21) (Lc 18;18-22) que son
relatos paralelos de un mismo hecho, veremos que para alcanzar la "Vida
eterna" nos dice: "Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y con
toda tu mente, y al prójimo como a tí mismo", "no
matarás, no adulterarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio, honra a
tu padre y a tu madre". En efecto, Juan nos dice: "Esta es la
vida eterna: que te conozcan a tí, solo Dios verdadero, y a tu enviado
Jesucristo" (Jn 17;3). Y el mismo Juan en (1Jn 2;5) nos
aclara: "Sabemos que le hemos conocido si guardamos sus
mandamientos... el que dice que le conoce y no guarda sus
mandamientos, miente y la verdad no está en él". Jesucristo dice "amar
al prójimo", no dice "amar a los 144.000". Si
queremos ser perfectos, Jesucristo nos dice: "vende cuanto tienes,
dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y sígueme".
Dice: "...y dalo a los pobres..." no dice "...y
dalo a la congregación de los 144.000...". Dice: "...y
tendrás un tesoro en el cielo...", no dice: "... y
tendrás un tesoro en la Tierra en el Reino de los mil años..."
Y si leemos (Mt
22;34 y ss) (Mc 12;28 y ss) (Lc 10;25-29) que son asimismo relatos
paralelos de otro hecho similar al anterior, veremos también,
como en el anterior, que para alcanzar la "Vida eterna"
es necesario amar a Dios y al prójimo como a nosotros
mismos. Y para que no haya dudas acerca de quién es el
prójimo, Jesucristo nos expone la parábola del samaritano (Lc 10,30-37) en
donde queda claro que prójimo es todo aquel que pasa por mi lado y necesita de
mi amor.
Cuando
Jesucristo juzga a la humanidad, según el capítulo 25 de Mt,
está claro que nos está separando según hayamos cumplido o no con el
mandamiento de amar al prójimo: dar de comer al hambriento, dar de beber al
sediento, visitar al enfermo, al que está en la cárcel, etc.;
hambriento, sediento, enfermo, prisionero, personalizados por "el
más pequeño de estos mis hermanos". Y es que "quien
no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve" (1Jn
4;20). Es interesante leer todo el capítulo 18 de Ezequiel dónde se confirma lo
que estamos exponiendo, ¿acaso el justo que vivirá, según Yavé, es el
que ha cumplido sus leyes sólo con los miembros de los 144.000?
Y no podemos caer
en la interpretación restringida que los TJ dan a la palabra "hermano" en todos
los aspectos generales de la doctrina de Jesucristo, considerando que cuando en
ella aparece esta palabra sólo se refiriere a quienes tienen su misma fe. Nos
convertiríamos en sujetos de la amonestación de Jesucristo quien dice:
"Porque si amáis (sólo) a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?
¿No hacen también otro tanto los publicanos Y si saludáis
únicamente a vuestros hermanos ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen otro
tanto los gentiles?” (Mt 5;46-47) A parte de que muchos pasajes de la doctrina
de Jesucristo quedarían tremendamente restringidos, sin pies ni cabeza.
Por ejemplo, todo
el sermón de la montaña dirigido a las "turbas" de
(Mt 5, 6 y 7) ¿Qué sentido tiene la palabra "hermano"
en este largo sermón? Si Jesucristo, al enseñar a orar a las turbas, no a
sus discípulos, les dice que se dirijan a Dios con las palabras:
"Padre nuestro..." (Mt 6;9) es lógico que todos
los humanos que tengamos conciencia de Dios nos consideremos "hermanos"
tal como Jesucristo consideró a toda aquella multitud.
Es verdad que
Jesucristo en (Jn 13;34) les dice a sus apóstoles : “amaos los unos a
los otros como yo os he amado". Pero no les dice
que dejen de amar a los demás, tengan o no tengan su
fe. También para ellos y para todos los que en
adelante serán sus discípulos rigen las palabras que
hemos visto más arriba. Por eso, podemos resumir: 'Para
alcanzar la Vida eterna debemos amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos
y además, entre nosotros, los que confesamos la misma fe en
Cristo, debemos intensificar esta relación amorosa de forma recíproca a fin de
que como dice el propio Jesucristo: "Para que todos conozcan que
sois discípulos míos"'.
Los propios TJ
en ("El hombre en busca de Dios", pág 246 y 247) nos
dicen que para hallar el camino que nos conduce a Dios hemos de tener en
cuenta el contenido de (Mt 5;43-45) donde se nos dice que hemos de amar al
prójimo, a buenos y a malos, no solamente a nuestros "hermanos"
en el sentido restringido que lo emplean los TESTIGOS DE JEHOVA´.
Por lo tanto,
cuando se nos juzgue, se nos juzgará por nuestra actuación ante el prójimo
-repito, buenos y malos, hermanos o no, de nuestra fe o de otra fe-
y según haya sido esta actuación se nos dirigirá hacia la derecha o
hacia la izquierda. Es un craso error creer que se nos va a juzgar por
nuestra actuación solamente en relación a un sólo grupo de personas (los
144.000). ¡Casi toda la enseñanza de Jesucristo perdería su sentido
esencial!
Jesucristo
claramente nos exige mucho más que nada más amar a los 144.000 y a las
otras ovejas de su rebaño. ¡Pero si nos exige amar a nuestros
enemigos y rogar por los que nos persiguen, si queremos
ser hijos de Dios que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover
sobre justos y pecadores! (Mt 5;43-44) ¿Pero de verdad, con los evangelios
en la mano, podemos llegar a creer que Jesucristo sólo va a conceder la
"Vida eterna" a quienes hayan "amado" a los
144.000 sin tener en cuenta su comportamiento con relación al resto
de la humanidad?