¿MURIÓ JESÚS EN UNA CRUZ?
b) Más razones de la Biblia y de la Historia
s/TJ:
Stauros significa palo de
tormento. Ningún clásico griego interpreta la
palabra stauros con el significado
de cruz. El clero de la cristiandad... adora al dios del sol,
cuyo símbolo pagano era la cruz que representa a Satanás el Diablo. ("¿Qué
ha hecho la religión para la humanidad?", pág 354)
"Cruz" se traduce en varias Biblias, de
la palabra griega "stauros" que "denota, en primer lugar, un
palo o estaca vertical. En estos clavaban a malhechores para
ejecutarlos". (Expository Dictionary of New Testament, Tomo I, pág 256)
("Asegúrense de todas las cosas", pág 145)
Análisis:
En griego, la palabra que se traduce
"cruz" es "stauros" y es elocuente que la palabra
"tau", cruz en hebreo, esté intercalada en dicha palabra:
"s-tau-ros"
"Stauros", significa:
a) Palo levantado verticalmente, del cual
se suspende a una persona (Gn 40;19) (Jos 8;29) (2Sam 21;6)
(Est 5;14) (Num 25;4) (Dt 21;23)
b) Palo levantado verticalmente con otro transversal.
Suplicio muy frecuente entre los romanos, usado con los siervos,
ladrones y sediciosos (Mt 27;32-34) (Mc 15;21-32) (Lc 23;36) (Jn
19;17) (Col 1;20) (Col 2;14) (Flp 2;8)
"Stauros" aparece en 27 versículos en
el NT. Véase ("Concordancia greco - española del NT",
núm 4068)
En cualquier diccionario bien
documentado el término "stauros" puede significar
"madero" y "cruz", según países y épocas. Ya
hemos dicho que entre los pueblos orientales prerromanos se utilizaba un solo
madero vertical (de empalizada o de fortificación) para ejecutar a los reos,
pero los romanos le incorporaron el travesaño y desde entonces coexistían ambos
medios de ejecución y la palabra "stauros" se usó en los escritos
clásicos para referirse a cualquiera de ambos sistemas. Cuando los TJ
sostienen que ningún clásico griego interpretaba la palabra "stauros"
con el significado de "cruz", no están en la
verdad. Basta abrir cualquier libro de Literatura Universal para
comprender que Luciano de Samosata (121-181 dC), casi
contemporáneo del apóstol Juan, es el principal clásico griego del siglo II de
nuestra era. Una de sus primeras obras, escrita hacia el año
140, es "El juicio de las vocales", en cuyo párrafo 12 se
hallan las palabras
"stauros" y "xulon", con los valores
respectivos de "cruz" y "madero". Dice así el párrafo
12 de esta obra: "Así injuria
a los hombres (la letra T) en cuanto a las palabras; y, de
hecho, ¡cómo las ultraja! Lamentándose los hombres, deploran su
desgracia y maldicen a Cadmo por haber introducido la
Tau en el Gremio de las Letras. Dicen que los tiranos la
tomaron por modelo e imitaron su forma para labrar bajo el mismo tipo los
maderos y crucificar en ellos a los hombres; y que de esta máquina infame
proviene su nombre infame. Yo creo que no puede imponérsele en
justicia otra pena menor que condenarla al suplicio de
sí misma, para que en su propia figura expíe su
delito, ya que la cruz se formó por ella y por ella también
la llamaron así los hombres. (En griego clásico
"s-TAU-ros").
La crucifixión como castigo procedía de oriente,
sobre todo de los persas; fue poco usado entre los
griegos, pero mucho más en Cartago y, sobre todo, entre los
romanos. Entre los romanos, era el suplicio más cruel e ignominioso (Cicerón, Verr.
2,5,64) que sólo se aplicaba de ordinario, a los esclavos o a los
libres no romanos, por crímenes de homicidio, robo, traición y sedición.
Los judíos conocían de
hecho este suplicio, como resulta de los gritos del pueblo en el proceso
de Jesús (Mt 27;22) (Mc 15;13), de la
crucifixión del sedicioso Judas el Galileo (Hech 5;37)
(Flav Josefo, B.I. 18,1,1 y 20,5,2) y de lo sucedido
durante la caída de Jerusalén. Por eso, los judíos, para estigmatizar
el fin maldito de sus actividades, pidieron a los romanos que
Jesucristo fuera crucificado, debido al carácter infamante de este
castigo. En numerosos casos, el condenado, después de haber sido flagelado,
tenía que llevar la madera transversal de la cruz, luego era atado o
clavado a ésta y alzado en un pilar. Jesús
fue clavado con clavos (Jn 20;25). Era un suplicio
atroz y los dolores del condenado duraban largo tiempo, aunque
a veces se aliviaban al romperle las piernas. El
palo vertical o pilar llamado "stipes", en griego
"stauros" es el que daba el nombre a todo el aparato del
suplicio. La madera transversal horizontal se llamaba
"patíbulo" (nombre que proviene del palo horizontal con que
se atranca la puerta por la parte posterior) en dónde una vez clavado
el reo se elevaba hasta situarse en la parte alta del "stipes".
Emplear uno u otro sistema
dependía en muchas ocasiones del número de personas a ejecutar, pues la madera
no era un bien que sobrara.
En cuanto a la crucifixión de Cristo, sólo
se discute entre la llamada cruz de Antonio, crux commissa, sin que
sobresalga el palo vertical, o sea, como una TE, y la crux
immissa o capitata que puede ser de brazos iguales (c. griega) o
desiguales (c.latina). La llamada cruz de S. Andrés
sólo aparece en el siglo X. Ordinariamente, se admite para
la crucifixión de Jesús, la crux immissa, porque el "título
de la cruz" estaba colocado encima de su cabeza (Mt 27;37)
Los judíos no
aplicaban esta pena -la crucifixión- pero los
condenados podían ser colgados de un madero pues estaba escrito:
"Maldito todo el que es colgado del madero" (Gl 3;14) (Dt
21;21-23) (2Sam 21;6-9) (Gn 40;19) (1Sam 31;10) (2Sam 4;12)
Grafito del palacio de Nerón (“Historia de la
cruz”, pág 38 y 39): Tertuliano, nacido en hacia 150 dC., Tácito nacido el
54 ó 55 dC., S.Justino y otros, hablan
de la pena de crucifixión. En las
catacumbas hay una veintena de cruces. En 1959,
se descubrió sobre la pared de una taberna romana, no lejos del
anfiteatro de Pozzuoli un grafito que representa
un crucificado. Todo el conjunto se puede datar hacia la
mitad del S.I de nuestra era. (Véase el libro: "La
Sábana Santa de Turín"). Tácito, que no
simpatizaba con los cristianos, nos dice: "Aunque fueran culpables
y merecieran los máximos castigos, provocaban la compasión, ante la idea
de que perecían no por el bien público, sino para satisfacer la crueldad
de uno solo", Nerón.
En el verano de 1968 un equipo arqueológico dirigido
por V. Tzaferis descubrió cuatro tumbas judaicas en Givatha-Mivtar (Ras
el-Masaref), cerca de Jerusalén, en las que se encontró un osario que contenía
los únicos huesos existentes de un hombre (joven) que fue crucificado, y que
datan probablemente de entre el 7 y el 66 d.C., […] Los brazos (no las manos)
del joven fueron clavados al patibulum, la viga transversal lo que podría
indicar que en (Lc. 24;39)(Jn 20;20, 25, 27) debería traducirse
"brazos" […] Un clavo de hierro (que todavía permanece en su lugar)
atravesaba ambos talones, con el pie derecho encima del izquierdo. Un fragmento
indica que la cruz era de madera de olivo. Ambas piernas habían sido quebradas,
presumiblemente por un fuerte golpe, como lo que se hizo con los dos que
murieron con Jesús en (Jn 19;32).
Véase a partir de la pág 216 del libro "La
sábana santa de Turín" de Manuel Solé S.J., un
estudio exhaustivo con profusión de citas referente al suplicio de la
crucifixión.
Entonces, ¿por qué algunas veces, al
referirse a la cruz, los escritores sagrados sustituyen el vocablo
"stauros" por el término "xulon", "madero"?
Lo hacen en cinco ocasiones. Véase ("Madero” en “Concordancia
greco-española del NT” de Hugo M.Petter, núm 3043) La razón es obvia: la
crucifixión era algo tan vil, tan degradante,
que incluso su misma palabra ofendía. Por eso sustituían
la palabra "cruz" por la más genérica y benigna
de "madero".
Cuando se usa, pues, el vocablo "xulon" para suavizar así
el horror que el término "stauros" implicaba, con tal
expresión se enfatiza sólo la materia, sin indicar la forma de la
misma. Nosotros empleamos a veces un lenguaje similar, como, por ejemplo, cuando
en vez de nombrar el arma por su forma, según sea espada
o sable, solemos decir: "desenvainó el acero".
Además, la muerte en cruz de Jesús fue un hecho tan
comprobado por todos sus contemporáneos, que cuando
los paganos querían ridiculizar el cristianismo, dibujaban una
cruz y un hombre -con cabeza de asno- en ella. Insultaban
a los cristianos, sí; pero nos dijeron bien claramente qué clase de
muerte padeció Jesucristo.
En el "Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado",
por Samuel Vila y Santiago Escuain, y también en la "Enciclopedia
Ilustrada de la Historia de la Iglesia" por Samuel Vila y Darío A. Santa
María, ambos del editorial CLIE, muestran, un dibujo y una inscripción, hallado
en 1856 en una pared de las habitaciones usadas por guardias romanos en las
ruinas de los palacios imperiales. Es una representación de la crucifixión, a
modo de sátira de los soldados romanos contra un colega cristiano. De la Cruz
en forma de " T "pende un asno. Enfrente está un hombre con los
brazos abiertos que contempla la cruz. Una inscripción griega dice
"Alexamenos venera a su Dios ". Esto era lo que los paganos pensaban
de la religión cristiana en el siglo II.
En la Literatura Universal los clásicos griegos
interpretaban la palabra «stauros» como la cruz que conocemos hoy. Eugenio
Danyans exégeta y estudioso de la Biblia y erudito del idioma griego comenta en
su libro «Proceso a la "biblia" de los Testigos de Jehová»
pag.229:
Uno de los Primeros Apologistas del segundo siglo,
Justino nació en año 100 en Nablus, antes Siquen en Samaria y murió decapitado
en el 165 como uno de los primeros Mártires del cristianismo. Se hizo cristiano
en el año 132. Los Primeros apologistas defendieron el cristianismo y
explicaron a los romanos y judíos cuales eran las creencias y prácticas de los
cristianos. De la primera de Justino Mártir presentamos un fragmento: “Los Demonios no imitaron La Cruz, sin
embargo, los demonios no representaron cualquiera de esos dioses místicos e
hijo de Júpiter como siendo crucificados. La razón es que ellos no entendieron
las profecías acerca de crucifixión de Cristo, porque estas profecías se
presentaron simbólicamente. Aún, cuando fue predicho por los profetas, la cruz
es ahora el símbolo el más grande del poder de Dios y gobierno. De hecho, todos
nosotros podemos observar que la forma de la cruz es esencial a nuestros
asuntos rutinarios de la vida. Por ejemplo, usted utiliza la cruz cada vez que
usted navega [en un velero]a través del mar, el mástil y travesaño forma una
cruz. El arado del granjero es de esta misma forma, como es la mayor parte de
las herramientas usadas por mecánicos y trabajadores. Además, mira la forma del
cuerpo humano y cómo difiere de que de los animales irracionales. Diferimos de
los animales en el hecho que nosotros nos paramos erguidos. Y cuando nuestros
brazos se extienden formamos la figura de la cruz. Finalmente, miren sus
propias banderas y los estándares militares. Estos también tienen la forma de
una cruz.»
Existe un curioso documento que,
históricamente, se considera auténtico. Se trata de una carta privada que José de Arimatea
dirigió a Nicodemo. Sin concederle
más mérito que el supuesto valor histórico, entresacamos el siguiente párrafo: «... les he recordado también un hecho que me
comunicaste, cuando fuiste a verle de noche a Galilea, o sea
que te había anunciado que sería levantado, no en un tronco, sino en una cruz...».
Además, de que Cristo no fue
estacado, sino crucificado, lo dice una obra de tanta autoridad y mérito como el Diccionario de Hastings, art. «Crucifixión», párrafo 3. Traducido
literalmente dice: «Formas de la
cruz. La primitiva forma era la crux simplex, que era un sencillo poste fijado
verticalmente en el
suelo, al cual se amarraba la víctima; o una estaca aguda, sobre la cual era empalado el reo. La
cruz romana era más compleja: constaba de dos vigas, que podían colocarse de distintas maneras.
“Se distinguen tres formas: 1) la crux commissa, semejante a una T mayúscula, conocida como la cruz de
San Antonio; 2) la crux immissa, que tiene la forma
que nosotros conocemos; 3) la crux decussata, en forma de X
mayúscula y conocida como la cruz de San Andrés. La primitiva tradición cristiana, representada por Justino Mártir (Diálogo contra Tritón, 91; e Ire-neo, Adv. Haer., II, 24, párr. 4), sostiene que el Señor Jesucristo fue crucificado en
la segunda, y esto lo confirman los Evangelios mediante el "título"
que fue puesto sobre su cabeza». (Firma este artículo J. C. Lambert, teólogo y escritor doctísimo).
Históricamente es una verdad innegable que el uso de
la cruz, como objeto religioso, se remonta a mucho tiempo antes del
cristianismo, por pueblos gentiles, ajenos a la revelación de Dios. La cruz era
adorada como símbolo religioso en Babilonia mucho antes de la era cristiana.
Era un símbolo místico TAU de los caldeos. Su forma (T) por la primera letra
del dios Tammuz. También en Egipto, en China, en Oriente…
En el libro, “Historia de la Conquista de México”
por William H. Prescott, de cuando llegaron por primera vez los españoles a México,
el autor dice:
“No podía ocultar su
sorpresa al ver la cruz, el símbolo sagrado de su propia fe erigida como objeto
de adoración en los templos de Anahuac. Los españoles no comprendían que la
cruz era un símbolo de adoración de gran antigüedad y era usado por muchas
naciones paganas en las cuales la luz de la cristiandad no había brillado.”
El “Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado” por
Samuel Vila y Santiago Escuain dice bajo el encabezamiento, Crucifixión, pág
222:
«Pena capital
ejecutada mediante la fijación del reo a una cruz. Se ataba las manos y los
pies o, de manera más cruel, se usaban clavos, traspasando manos y pies.
Numerosas naciones de la antigüedad practicaban la crucifixión o un suplicio
análogo. Primitivamente se empleaba un solo madero (de empalizada o de
fortificación), o un palo aguzado en su parte superior…bien conocido por los
asirios, persas, cartaginenses y egipcios…Los israelitas sabían bien lo que era
«colgar [a alguien] de un madero» (Num 25;4)(Josué 8;29)(2 Sam 21;9) …Los
griegos y romanos modificaron a su tiempo el primitivo madero, añadiéndole un
madero transversal (patibulum). Es de ellos que los judíos aprendieron la
crucifixión propiamente dicha…»
La “Enciclopedia francesa Larousse du XXme.
Siècle” dice sobre la cruz:
«Este género
de suplicio, desconocido entre los hebreos, fue introducido en Palestina cuando
ésta fue convertida en provincia romana; y se aplicaba frecuentemente a los
ladrones y malhechores que no poseían la calidad de ciudadanos romanos…Entre
los antiguos romanos, los criminales y los esclavos eran atados a una horca o
palo vertical; más tarde, se le agrego un madero transversal, y se fijaba al
condenado con clavos o bien se lo ligaban con cuerdas…»
El “Nuevo Diccionario Internacional de la
Teología del Nuevo Testamento” vol I, pág 39, dice la siguiente
explicación:
"... La
crucifixión romana fue así: El condenado tuvo que arrastrar su propio stauros
(el patíbulo - Juan 19:17) al lugar del castigo donde el otro stauros estaba
hundido en la tierra. Los brazos de la víctima eran extendidos en el patíbulo
que él llevó al lugar y un clavo era metido en cada mano [...] La viga
transversal (el patíbulo) era levantada, con el cuerpo sujeto, a la viga
vertical y era sujeto con un clavo largo. Finalmente, los pies del condenado
eran clavados a la viga vertical."
El Imperio Romano, al igual que en muchos otros
pueblos, había establecido la crucifixión como medio de castigo y muerte por
crímenes notorios. Durante tiempo del ministerio de Jesús, este medio de muerte
estaba establecido en todo el Imperio Romano, incluyendo la Palestina como
parte de este imperio. Evidentemente Jesucristo murió en una cruz pagana, pues
era el sistema de dar muerte establecido por los romanos en Palestina. Pero a
partir de su crucifixión, muerte y resurrección la cruz dejo de ser un símbolo
pagano para los cristianos, convirtiéndose en un símbolo o emblema cristiano.
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al
mundo” (Gál 6;14)
“Predicar el evangelio, no con sabiduría de
palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo. Porque la palabra de la
cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros,
es poder de Dios” (I Cor 1;17, 18)
El "Nuevo Diccionario Bíblico" por
J.D. Douglas y N. Hillyer p.327, editorial Certeza, comenta al respecto:
«El interés que demuestran los escritores neotestamentarios en la cruz
no es ni arqueológico ni histórico, sino cristológico. Les interesa el
significado eterno, cósmico, soteriológico de lo que ocurrió, una vez y para
siempre, en la muerte de Jesucristo, el Hijo de Dios, en la cruz. Desde el
punto de vista teológico, la palabra "cruz" se utilizó como
descripción sumaria del evangelio de salvación, de que Jesús "murió por
nuestros pecados". De modo que la "predicación del evangelio" es
"la palabra de la cruz", la "predicación de Cristo
crucificado" (1 Cor 1;17,18). Por ello el apóstol se gloría "en la cruz de nuestro Señor Jesucristo",
y habla de sufrir persecución "a
causa de la cruz de Cristo". Resulta claro que la palabra
"cruz" representa aquí el anuncio completo y jubiloso de nuestra
redención por medio de la muerte expiatoria de Jesucristo.»
Ya en época precristiana,
en Babilonia y en Méjico, la cruz es conocida como signo,
símbolo u ornamento. En forma de cruz gamada o esvástica es
ya conocida en el antiguo oriente. En el Asia Menor aparece
con la forma de la llamada cruz de rueda solar, en Egipto como cruz de asas, que
es también conocida entre los coptos. Pero el hecho
de que la cruz fuera conocida como signo o símbolo en épocas
precristianas, no debe servir -como hacen los TJ- para
negar la realidad histórica del ajusticiamiento, por medio de
un artilugio en forma de cruz, empleado principalmente por los romanos.
Los cristianos
del S. II, cuando oraban lo hacían vueltos a
Oriente, porque de Oriente se espera que venga de nuevo el Señor, y en
Oriente está el Paraíso, anhelado por todos los cristianos. Además, a
la "orientación" de la oración se añadía, además,
la práctica de orar ante una cruz, que se colocaba en la pared
(en madera o pintada) de forma que el orante esté de cara a Oriente.
El uso insistente de la
cruz en la orientación de la oración de los cristianos se ve sin duda
favorecido por el empleo general del signo de la cruz en la piedad privada y en
el culto litúrgico, tal como lo atestiguan en múltiples textos los
escritores del S. II. Valgan por todos, las palabras de Tertuliano:
"Al salir de casa y caminar, al comenzar o concluir, al
vestirnos y calzarnos, al bañarnos y al sentarnos a la mesa, al
encender las luces, al irnos a la cama, al sentarnos,
en cualquier otro ejercicio diario, signamos nuestra
frente con la cruz. (Tertuliano, De cor. 3,4)
(150-230 aC)
Para acabar, podemos decir
que la Watchtower, con el cambio de su doctrina sobre la cruz de Cristo,
le da énfasis a su singularidad con relación a la cristiandad. Además de crear
una barrera psicológica en la mente de los ‘testigos’. Les ha afirmado en sus
mentes otra aversión al cristianismo. Sí un testigo de Jehová intentara visitar
una Iglesia Cristiana prácticamente el ‘testigo’ se sentiría sucio, traidor a
la organización y a Dios al pisar un lugar donde se encuentra tal emblema
"pagano".
Pero sea cual sea su forma,
ya que en ella fue ejecutado Jesús, el Hijo de Dios, la cruz -según la Biblia-
ha de ser la señal del cristiano y su mayor título de gloria (Gl 6;14) de tal
manera que se ha de cargar con ella todos los días si queremos seguir a Jesús
(Lc 9;23). ¿Es esto idolatría? Cuando yo adoro a Jesús en la cruz, no estoy
adorando a ningún instrumento de tortura, sino que estoy reconociendo a Cristo
como a mi salvador y Señor y le estoy agradeciendo su obra de redención. Cuando
la Biblia habla de idolatría no condena estos hechos. Serían condenables si
antepusiéramos el respeto por la cruz al amor infinito que hemos de sentir
hacia Cristo que es el crucificado. Se usa la cruz en los techos de las
Iglesias, en los púlpitos, y otros muchos lugares, como símbolo del
cristianismo, así como puede ser símbolo el logo de una organización (como el
caso de la Torre -Atalaya- para la Sociedad Watchtower). El cristianismo está
basado en el crucificado y en lo que realizó él en la cruz. Y por medio de esta
fe en él y su obra conocemos el pleno perdón de nuestros pecados.