lunes, 17 de julio de 2017

DESCENDENCIA DE LA MUJER

DESCENDENCIA DE LA MUJER 

s/TJ:
Antes de la milagrosa concepción humana de su Hijo primogénito, Dios inspiró la escritura de muchas profecías acerca de él. El apóstol Pedro señaló a Cornelio: “De él [Jesús] dan testimonio todos los profetas” (Hechos 10:43). Tanta importancia concede las Escrituras al papel que él desempeña, que un ángel le dijo al apóstol Juan: “El dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar” (Ap 19;10). Tales profecías mostraron claramente que era el Mesías y destacaron las diversas funciones que tendría en el cumplimiento de los propósitos divinos, todo lo cual debería interesarnos mucho en la actualidad (“Adoremos a Dios”, cap 4 pág 32-40) 

La primera de las predicciones mencionadas se pronunció después de la rebelión que tuvo lugar en Edén. Jehová le dijo a la serpiente: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Gn 3;15.) (NM) La identidad de la prometida “descendencia” fue desde el principio un secreto sagrado de Dios. 

Esta declaración profética reveló que habría un libertador que destruiría a aquel a quien la serpiente representaba, a saber, la gran serpiente y enemigo de Dios, Satanás el Diablo. (Ap 12;9.) También indicó que el Diablo tendría una “descendencia”. Se requeriría tiempo para que se produjesen ambas descendencias y llegase a haber enemistad entre ellas. (“Descendencia, semilla” de “Perspicacia”, volumen 1, pág 659-663) 

Análisis:
El demonio habría creído que con la primera seducción iba a tener rendida a sus pies a la primera mujer y a su descendencia, estableciendo una amistad perpetua. Por designios providenciales divinos, el resultado será totalmente contrario, ya que desde este momento se establece una guerra entre la serpiente y Eva, entre la descendencia de aquella y la de ésta, lucha que culminará con la victoria total de la descendencia de la mujer, de la propia humanidad, que ahora ha sido vencida en Eva. Esta será la maldición y castigo de la serpiente, que ahora aparece como vencedora. Su victoria es en realidad el principio de una derrota mayor y definitiva. 

s/TJ:
Prescindiendo de la visión que hayan podido tener los hombres fieles del pasado sobre este asunto, las Escrituras Griegas Cristianas dejan claro que para ‘magullar en la cabeza’ a ese enemigo espiritual, la persona angélica llamada Diablo, la prometida ‘descendencia de la mujer’ no podría ser simplemente humana, tendría que ser un espíritu poderoso. ¿Cómo se haría realidad esta descendencia y quién sería su ‘madre’, la “mujer”? (“Descendencia, semilla” de “Perspicacia”, volumen 1, pág 659-663). 

Pasaron unos dos mil años hasta que se mencionó por segunda vez a la “descendencia” prometida, mención hecha al fiel Abrahán, descendiente de Sem. En una profecía pronunciada con anterioridad, Noé se había referido a Jehová como “el Dios de Sem” (Gn 9:26), lo que indicaba que Sem tenía Su favor. A Abrahán, por su parte, se le anunció que la “descendencia” vendría de su propio linaje. (Gn 15;5) (Gn 22;15-18). 

Al hablar de la descendencia de Abrahán y otros personajes, tanto los términos hebreos como los griegos están en singular, refiriéndose por lo general a esa prole en sentido colectivo. Parece ser que hubo una razón de peso para que se utilizara con tanta frecuencia el término colectivo zé·ra, “descendencia”, más bien que la palabra estrictamente plural ba·ním, “hijos” (singular, ben), con respecto a la posteridad de Abrahán. El apóstol Pablo señala a este hecho al explicar que cuando Dios habló de las bendiciones que vendrían por medio de la descendencia de Abrahán, se refería principalmente a una persona, a saber, Cristo. Pablo dice: “Ahora bien, las promesas se hablaron a Abrahán y a su descendencia. No dice [o: Él no dice]: ‘Y a descendencias [gr.spér·ma·sin]’, como si se tratara de muchos, sino como tratándose de uno solo: ‘Y a tu descendencia [gr. spér·ma·ti]’, que es Cristo”. (Gl 3;16). 

La promesa hecha a Abrahán de que todas las familias de la tierra se bendecirían por medio de su “descendencia” no podía haber incluido a toda la prole de Abrahán como su “descendencia”, ya que ni la prole de su hijo Ismael ni la de los hijos que tuvo con Queturá fueron utilizadas para bendecir a la humanidad. La descendencia de la bendición fue por medio de Isaac. “Es por medio de Isaac por quien lo que será llamado descendencia tuya será”, dijo Jehová. (Gn 21;12) (Hb 11;18) Tiempo después esta promesa se limitó aún más cuando, de los dos hijos de Isaac —Jacob y Esaú—, se bendijo a Jacob de forma especial. (Gn 25;23) (Gn 25;31-34) (Gn 27;18-29) (Gn 27;37) (Gn 28;14) Jacob la siguió limitando al mostrar que las personas serían reunidas en torno a Siló (que significa “Aquel de Quien es; Aquel a Quien Pertenece”), de la tribu de Judá. (Gn 49;10.) Más tarde, de todo Judá, se limitó la venidera descendencia al linaje de David. (2Sam 7;12-16.) Los judíos del siglo I E.C. esperaban que viniese una sola persona en calidad de Mesías o Cristo como libertador (Jn 1:25) (Jn 7;41-42), aunque también pensaban que, como prole o descendencia de Abrahán, serían el pueblo favorecido y, como tal, los hijos de Dios. (Jn 8;39-41.) (“Descendencia, semilla” de “Perspicacia”, volumen 1, pág 659-663).

Podemos determinar quién es la mujer: No es una mujer terrestre. Satanás no ha tenido ningún odio especial contra ninguna mujer humana. Más bien, ésta es una mu­jer simbólica. Es decir, representa otra cosa. Esto se muestra en el último libro de la Biblia, Revelación o Apocalipsis, donde se da más información acerca de ella. Allí se describe a "la Mujer" y se dice que está "vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza." Algo que nos ayuda a descubrir a quién representa esta "Mujer" es notar lo que pasa a decir Apocalipsis acerca del hijo de ella: "La Mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su Hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono." (Ap 12;1-5, Biblia de Jerusalén).


El aprender quién o qué es el "Hijo varón" nos ayudará a
enterarnos de a quién o qué representa "la Mujer." El hijo no es una persona literal, tal como la mujer no es una verdadera mujer humana. De este "Hijo varón" el texto bíblico muestra que "ha de regir a todas las naciones." De modo que el "Hijo" representa al gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey. "La Mujer," por lo tanto, representa a la organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles. Tal como el "Hijo varón" vino de "la Mujer," así el Rey, Jesucristo, vino de la organización celestial, el cuerpo o agrupación de criaturas espirituales leales que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el propósito de Dios. Gálatas 4:26 llama a esta organización "la Jerusalén de arriba." Por eso, cuando Adán y Eva originalmente se rebelaron contra la gobernación de Dios, Jehová hizo arreglos para un gobierno, el del Reino, que serviría como esperanza para los que aman la justicia. (“Usted puede vivir…”, pág 117) 

Análisis: 
O sea, según los TJ, Jesucristo y sus discípulos estuvieron predicando acerca de un Reino que realmente no se aclara ni se vislumbra su naturaleza hasta finales del Siglo I, cuando haciendo un alarde de interpretación llegamos a "entender" que la "mujer":  

1) No es Eva 

2) No es, tampoco, una mujer literal, es una mujer simbólica 

3) Y además de ser simbólica, no es una mujer. Es la Organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles. 

Por otra parte, el Hijo varón de esta mujer: 

1) Tampoco es real ni literal... también es simbólico. 

2) Y además de ser simbólico, tampoco es un varón. Es el gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de Rey. 

¡Está claro! ¡Pero si la Biblia se interpreta sola!  

Supuesto (como hemos visto en “la descendencia de la serpiente”) que el linaje de la serpiente se ha de tomar en sentido colectivo, por paralelismo y exigencias del contexto tenemos que entender también el linaje de la mujer en sentido colectivo, es decir, la descendencia de la mujer como tal, que acabará por vencer al instigador del mal, que ahora acaba de vencer a la humanidad en su madre (Eva). 

Así, pues, el linaje de la mujer designa a la posteridad de Eva en general, si bien en esta posteridad ocupa el primer lugar el Mesías, que en realidad es el verdadero Vencedor. El Mesías, caudillo de todos los justos que vencen al demonio con su virtud en esta lucha entre el bien y el mal, que arranca desde los albores de la historia humana. El Mesías, como máximo representante del linaje vencedor de Eva, aparece en la profecía en sentido literal pleno. Él será el que, en definitiva, “arrojará a Satán” y liberará a la humanidad del “príncipe de este mundo”, según expresión propia de Cristo. (Jn 8;36) (Jn 12;31) (Jn 14;30). Con su muerte venció al principio del mal, y en su victoria sobre el demonio y la muerte se cumplió literalmente la primera promesa de rehabilitación de la humanidad. Los siguientes vaticinios mesiánicos del AT, no serán sino una concreción y puntualización de esta profecía general, esperanzadora para la humanidad caída (Biblia comentada de la BAC, volumen 1, pág 95-98) 

La Genealogía del Mesías ya está bien definida en los Evangelios llegando hasta el propio Abraham.

La identidad de la mujer según los TJ es de pura ficción. Por otra parte, sus brillantes y enrevesadas conclusiones que no tienen ningún punto de apoyo en las Sagradas Escrituras, son fruto de una imaginación que combina, de continuo, aspectos que considera literales o simbólicos según interesa para bordar el planteamiento. 

En (”Vida eterna en libertad de los hijos de Dios”, pág 58 y ss.), podernos leer la interpretación que del tema “Una mujer”, hacen los TJ. Mi resumen, es: 

Se prometió en el Génesis que a Eva sucedería una mujer. Para los TJ esta mujer  es una organización, la teocracia  israelita -de la cual ellos se consideran sucesores y Testigos de Jehová (ls 43;10)-. De esta teocracia surgiría Cristo, que, quebrantando la cabeza de la serpiente, permitiría la continuación del plan divino sobre la tierra. 

En plena época de los gentiles nace el hijo de Dios. Su obra se limita a ser el anuncio del reino teocrático, y a dar su vida, de hombre perfecto, por la del pecador Adán. Jesús engendrado en el bautismo hijo espiritual de Dios, resucita de su muerte, espiritualmente (no con su cuerpo), como una nueva criatura espiritual. 

A Jesucristo se le llama “el Cordero de Dios” (Jn 1;29) (Ap 19;6-9) (pág 65-66) La "novia" o "esposa" del Cordero es la entera congregación cristiana sobre la cual el resucitado celestial Jesucristo es la cabeza como esposo (Ap 21,-9-14), "las doce tribus de los hijos de Israel" quienes descansan sobre los "doce apóstoles del cordero", "santa ciudad de Jerusalén". Es una organización celestial espiritual (pág 66), “organización compuesta de muchos miembros" (pág 68). 

Así, tenemos, siempre según los TJ: 

Mujer = Organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles, que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el propósito de Dios ("la Jerusalén de arriba") (Gl 4;26) 

Jesucristo = Hijo de Dios 

Hijo varón = Gobierno del Reino, Gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey (que ha de regir a todas las naciones) 

Prejuicios de los TJ: 

a )  "Pero ahora Dios mencionó a otra "mujer” (pág 59) 

b) "Puesto que muchos otros habían de ser incluidos en aquella prometida descendencia, en realidad, toda la congregación del Miembro Príncipe de la descendencia, la virgen madre humana María realmente no podría ser "la mujer" de la cual habló Jehová Dios en el jardín de Edén (Gn 3;15) (pág 63). 

c) En la noche del nacimiento de Jesús un ángel procedente de Jehová Dios anunció que Jesús era el libertador prometido (?) la principal descendencia de la mujer (?) (pág 63).

d) Puesto que ni la transgresora Eva, ni la virgen judía María eran o podían ser "la mujer" de la cual habló Jehová, ¿quién era esta mujer, esta. verdadera madre de la descendencia prometida? (páq 64) ¿tenía otra "madre"? 

Todos estos prejuicios de los TJ, tendrían que ser demostrados, previamente, uno tras otro, antes de llegar a las conclusiones de los TJ. 

Resumen de este tema en ("El propósito eterno de Dios va triunfando ahora", pág 62 y ss): 

Gran Serpiente = Satanás el Diablo 

Mujer = Tal como la serpiente que fue sentenciada a ser aplastada en la cabeza no era aquella serpiente literal que había sido utilizada para engañar a Eva, así la "mujer" de la profecía de Jehová en (Gn 3;15) no era una mujer literal en la Tierra. Tiene que ser una mujer simbólica. Es la organización celestial de santos ángeles de Dios que como una esposa para Jehová Dios es la madre celestial de la. "descendencia". 

Es entre esta “mujer" y la Gran Serpiente que Dios pone enemistad. 

El ungido, el Mesías es la "descendencia prometida" 

s/TJ: 
"De hecho, el mensaje sobre este gobierno prometido, un gobierno por Dios, es el mensaje principal de la Biblia. En efecto, la Biblia nos narra el nacimiento de un niño, un príncipe. Con el tiempo este "hijo de un rey" había de llegar a ser un gran gobernante, el "Príncipe de paz". Él tendría a su cargo un gobierno verdaderamente maravilloso, admirable.   Este gobierno traerá paz a toda la tierra, y la paz durará para siempre. El niño cuyo nacimiento es predicho en la Biblia, fue Jesús. Al anunciar su nacimiento a la joven virgen María, el ángel Gabriel dijo de Jesús: 'Gobernará como rey... y de su reino no habrá fin” (ls 9;6-7) (Lc 1;30-33)" ("Usted puede vivir..." pág 112-113) ("Vida eterna en libertad de los hijos de Dios", c. 3) 

Análisis:
Si realmente Dios al inspirar las Sagradas Escrituras pretendía que llegáramos, en este tema, a la conclusión a que llegan los TJ, creo que hemos de convenir en que ha necesitado mucha más inspiración la interpretación que no la propia Escritura. 

Los TJ siguen un sistema de análisis -si se puede decir así- totalmente partidista, partiendo de ideas preconcebidas, y sentando las conclusiones de la interpretación a su arbitrio, sin ningún razonamiento aceptable. 

Los TJ concluyen que "La mujer" no es una mujer terrestre". ¿Por qué?  En la escena tenemos cuatro personajes -los únicos que hasta el momento han aparecido en la Biblia-: Dios, la serpiente, la mujer (Eva) y Adán. Dios se dirige a cada uno de los otros tres y les lanza una sentencia. Si al dirigirse a la serpiente, le habla de "la mujer" ¿no se estará refiriendo al otro personaje, al que precisamente cuando posteriormente se dirige a ella le llama "la mujer"? Yo no digo que sea así. Lo que digo es que los TJ en su "análisis", pasan totalmente de ella, como si no existiese.

Dicen: "más bien ésta es una mujer simbólica". Nueva conclusión. Ya que antes han concluido alegremente que "la mujer" no es una mujer terrestre, pues será simbólica. Y han de pasar un montón de siglos y desplazarnos al otro extremo de las Sagradas Escrituras, precisamente al último libro de las mismas, para caer en la cuenta que allí se nos empieza a dar una pista sobre quien puede ser tan enigmática mujer. Entre tanto, todos los creyentes que vivieron en el intermedio -incluidos los apóstoles- no deberían entender nada con relación a este nuevo gobierno que Dios había planeado, porque, lógicamente, no habían tenido ocasión de leer el Apocalipsis para darse cuenta de lo fácil que resultaba entender la promesa que Jehová había hecho, no para Adán y Eva que no tenían solución, sino para sus descendientes que todavía no habían nacido pero que Dios -¿haciendo uso de su presciencia?- ya sabía que iban a tener. ¿Y si Adán y Eva, puestos a desobedecer, no hubiesen cumplido con el "creced y multiplicaros"? 

"El Hijo no es una persona literal". Claro, si la mujer es simbólica no va a ser su hijo de carne y hueso. iAh!, pero eso sí, ¡ha de ser varón! (?) Lo dice la escritura. Y conque el texto bíblico dice que "ha de regir a todas las naciones", esta expresión les da a entender a los TJ que "el "Hijo" representa al gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey". Sería interesante saber a que fórmula mágica han recurrido para llegar a esta asombrosa conclusión partiendo de la. frase "ha de regir a todas las naciones". Y de lo de ser varón ¿qué? Supongo que deben concluir que este gobierno de Dios ha de estar formado todo él de sólo varones... 

Si ya sabemos quién es el Hijo varón, ahora ya podemos deducir quién es la madre, o sea, "la Mujer". Para los TJ esto es facilísimo: “la Mujer es, por lo tanto, la organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles".

Y, para terminar, una regla de tres: "Tal como el Hijo varón vino de "la Mujer", así el Rey, Jesucristo, vino de la organización celestial". Que, dicho en otras palabras, según las conclusiones anteriores, es: Tal como el gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey (el Hijo), vino de la organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles (la Mujer), así el Rey, Jesucristo, vino de la organización celestial, el cuerpo o agrupación de criaturas espirituales leales que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el propósito de Dios. ¿Está claro? ¡Y luego no nos creeremos a los TJ cuando nos dicen que la Biblia se interpreta sola! (En una carta de una superintendente de los TJ, me escribe en 19.8.64: "Los TJ no interpretamos la Biblia, la sociedad Watch Tower no hace como las demás religiones, se lo he dicho en otras ocasiones y se lo repetiré siempre. Nosotros -los Testigos- entendemos la Biblia, tal y como es, ni más ni menos; no le damos el sentido que no tiene, porque por sí sola se interpreta") (?)