s/TJ:
Podemos determinar quién es la mujer: No es una mujer terrestre. Satanás no ha tenido ningún odio especial contra ninguna mujer humana. Más bien, ésta es una mujer simbólica. Es decir, representa otra cosa. Esto se muestra en el último libro de la Biblia, Revelación o Apocalipsis, donde se da más información acerca de ella. Allí se describe a "la Mujer" y se dice que está "vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza." Algo que nos ayuda a descubrir a quién representa esta "Mujer" es notar lo que pasa a decir Apocalipsis acerca del hijo de ella: "La Mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su Hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono." (Ap 12;1-5, Biblia de Jerusalén).
El aprender quién o qué es el "Hijo varón" nos ayudará a enterarnos de a quién o qué representa "la Mujer." El hijo no es una persona literal, tal como la mujer no es una verdadera mujer humana. De este "Hijo varón" el texto bíblico muestra que "ha de regir a todas las naciones." De modo que el "Hijo" representa al gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey. "La Mujer," por lo tanto, representa a la organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles. Tal como el "Hijo varón" vino de "la Mujer," así el Rey, Jesucristo, vino de la organización celestial, el cuerpo o agrupación de criaturas espirituales leales que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el propósito de Dios. Gálatas 4:26 llama a esta organización "la Jerusalén de arriba." Por eso, cuando Adán y Eva originalmente se rebelaron contra la gobernación de Dios, Jehová hizo arreglos para un gobierno, el del Reino, que serviría como esperanza para los que aman la justicia. (“Usted puede vivir…”, pág 117)
Antes de la milagrosa concepción humana de su Hijo primogénito, Dios
inspiró la escritura de muchas profecías acerca de él. El apóstol Pedro
señaló a Cornelio: “De él [Jesús] dan
testimonio todos los profetas” (Hechos 10:43). Tanta importancia concede
las Escrituras al papel que él desempeña, que un ángel le dijo al apóstol Juan:
“El dar testimonio de Jesús es lo que
inspira el profetizar” (Ap 19;10). Tales profecías mostraron
claramente que era el Mesías y destacaron las diversas funciones que
tendría en el cumplimiento de los propósitos divinos, todo lo cual debería
interesarnos mucho en la actualidad (“Adoremos a Dios”, cap 4 pág 32-40)
La primera de las predicciones mencionadas se pronunció después de la
rebelión que tuvo lugar en Edén. Jehová le dijo a la serpiente: “Pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de
ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Gn
3;15.) (NM) La identidad de la prometida “descendencia” fue desde el
principio un secreto sagrado de Dios.
Esta declaración profética reveló
que habría un libertador que destruiría a aquel a quien la serpiente
representaba, a saber, la gran serpiente y enemigo de Dios, Satanás el Diablo.
(Ap 12;9.) También indicó que el Diablo tendría una “descendencia”. Se
requeriría tiempo para que se produjesen ambas descendencias y llegase a haber
enemistad entre ellas. (“Descendencia, semilla” de “Perspicacia”, volumen 1,
pág 659-663)
Análisis:
El demonio habría
creído que con la primera seducción iba a tener rendida a sus pies a la primera
mujer y a su descendencia, estableciendo una amistad perpetua. Por designios
providenciales divinos, el resultado será totalmente contrario, ya que desde
este momento se establece una guerra entre la serpiente y Eva, entre la
descendencia de aquella y la de ésta, lucha que culminará con la victoria total
de la descendencia de la mujer, de la propia humanidad, que ahora ha sido
vencida en Eva. Esta será la maldición y castigo de la serpiente, que ahora
aparece como vencedora. Su victoria es en realidad el principio de una derrota
mayor y definitiva.
s/TJ:
Prescindiendo de la visión que hayan podido tener los hombres fieles del
pasado sobre este asunto, las Escrituras Griegas Cristianas dejan claro que
para ‘magullar en la cabeza’ a ese enemigo espiritual, la persona angélica
llamada Diablo, la prometida ‘descendencia de la mujer’ no podría ser
simplemente humana, tendría que ser un espíritu poderoso. ¿Cómo se haría realidad
esta descendencia y quién sería su ‘madre’, la “mujer”? (“Descendencia,
semilla” de “Perspicacia”, volumen 1, pág 659-663).
Pasaron unos dos mil años hasta que se mencionó por segunda vez a la
“descendencia” prometida, mención hecha al fiel Abrahán, descendiente de
Sem. En una profecía pronunciada con anterioridad, Noé se había referido a
Jehová como “el Dios de Sem” (Gn 9:26), lo que indicaba que Sem tenía Su
favor. A Abrahán, por su parte, se le anunció
que la “descendencia” vendría de su propio linaje. (Gn 15;5)
(Gn 22;15-18).
Al hablar de la descendencia de Abrahán y otros personajes, tanto los
términos hebreos como los griegos están en singular, refiriéndose por lo
general a esa prole en sentido colectivo. Parece ser que hubo una razón de peso
para que se utilizara con tanta frecuencia el término colectivo zé·ra, “descendencia”,
más bien que la palabra estrictamente plural ba·ním, “hijos”
(singular, ben), con respecto a la posteridad de
Abrahán. El apóstol Pablo señala a este hecho al explicar que cuando Dios habló
de las bendiciones que vendrían por medio de la descendencia de Abrahán, se
refería principalmente a una persona, a saber, Cristo. Pablo
dice: “Ahora bien, las promesas se hablaron a Abrahán y a su descendencia.
No dice [o: Él no dice]: ‘Y a descendencias [gr.spér·ma·sin]’,
como si se tratara de muchos, sino como tratándose de uno solo: ‘Y a tu
descendencia [gr. spér·ma·ti]’, que es Cristo”. (Gl 3;16).
La promesa hecha a Abrahán de que todas las familias de la tierra se
bendecirían por medio de su “descendencia” no podía haber incluido a toda la
prole de Abrahán como su “descendencia”, ya que ni la prole de su hijo Ismael
ni la de los hijos que tuvo con Queturá fueron utilizadas para bendecir a la
humanidad. La descendencia de la bendición fue por medio de Isaac. “Es por
medio de Isaac por quien lo que será llamado descendencia tuya será”, dijo
Jehová. (Gn 21;12) (Hb 11;18) Tiempo después esta promesa se limitó aún más
cuando, de los dos hijos de Isaac —Jacob y Esaú—, se bendijo a Jacob de forma
especial. (Gn 25;23) (Gn 25;31-34) (Gn 27;18-29) (Gn 27;37) (Gn 28;14) Jacob la
siguió limitando al mostrar que las personas serían reunidas en torno a Siló
(que significa “Aquel de Quien es; Aquel a Quien Pertenece”), de la tribu de
Judá. (Gn 49;10.) Más tarde, de todo Judá, se limitó la venidera descendencia
al linaje de David. (2Sam 7;12-16.) Los judíos del siglo I E.C.
esperaban que viniese una sola persona en calidad de Mesías o
Cristo como libertador (Jn 1:25) (Jn 7;41-42), aunque también pensaban que,
como prole o descendencia de Abrahán, serían el pueblo favorecido y, como tal,
los hijos de Dios. (Jn 8;39-41.) (“Descendencia, semilla” de “Perspicacia”,
volumen 1, pág 659-663).
Podemos determinar quién es la mujer: No es una mujer terrestre. Satanás no ha tenido ningún odio especial contra ninguna mujer humana. Más bien, ésta es una mujer simbólica. Es decir, representa otra cosa. Esto se muestra en el último libro de la Biblia, Revelación o Apocalipsis, donde se da más información acerca de ella. Allí se describe a "la Mujer" y se dice que está "vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza." Algo que nos ayuda a descubrir a quién representa esta "Mujer" es notar lo que pasa a decir Apocalipsis acerca del hijo de ella: "La Mujer dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de hierro; y su Hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono." (Ap 12;1-5, Biblia de Jerusalén).
El aprender quién o qué es el "Hijo varón" nos ayudará a enterarnos de a quién o qué representa "la Mujer." El hijo no es una persona literal, tal como la mujer no es una verdadera mujer humana. De este "Hijo varón" el texto bíblico muestra que "ha de regir a todas las naciones." De modo que el "Hijo" representa al gobierno de Dios con Jesucristo en funciones gubernativas de rey. "La Mujer," por lo tanto, representa a la organización de Dios compuesta de criaturas celestiales fieles. Tal como el "Hijo varón" vino de "la Mujer," así el Rey, Jesucristo, vino de la organización celestial, el cuerpo o agrupación de criaturas espirituales leales que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el propósito de Dios. Gálatas 4:26 llama a esta organización "la Jerusalén de arriba." Por eso, cuando Adán y Eva originalmente se rebelaron contra la gobernación de Dios, Jehová hizo arreglos para un gobierno, el del Reino, que serviría como esperanza para los que aman la justicia. (“Usted puede vivir…”, pág 117)
Análisis:
O sea, según los TJ, Jesucristo y sus
discípulos estuvieron predicando acerca de un Reino que realmente no se aclara
ni se vislumbra su naturaleza hasta finales del Siglo I, cuando haciendo un
alarde de interpretación llegamos a "entender" que la
"mujer":
1) No es Eva
2) No
es, tampoco, una mujer literal, es una mujer simbólica
3) Y además de ser
simbólica, no es una mujer. Es la Organización de Dios compuesta de criaturas
celestiales fieles.
Por otra parte, el Hijo
varón de esta mujer:
1) Tampoco es real ni
literal... también es simbólico.
2) Y además de ser
simbólico, tampoco es un varón. Es el gobierno de Dios con Jesucristo en
funciones gubernativas de Rey.
¡Está claro! ¡Pero si la
Biblia se interpreta sola!
Supuesto (como hemos visto
en “la descendencia de la serpiente”) que el linaje de la serpiente se ha de
tomar en sentido colectivo, por paralelismo y exigencias del contexto tenemos
que entender también el linaje de la mujer en sentido colectivo, es decir, la
descendencia de la mujer como tal, que acabará por vencer al instigador del
mal, que ahora acaba de vencer a la humanidad en su madre (Eva).
Así, pues, el linaje de la mujer designa a la
posteridad de Eva en general, si bien en esta posteridad ocupa el primer lugar
el Mesías, que en realidad es el verdadero Vencedor. El Mesías, caudillo de
todos los justos que vencen al demonio con su virtud en esta lucha entre el
bien y el mal, que arranca desde los albores de la historia humana. El Mesías,
como máximo representante del linaje vencedor de Eva, aparece en la profecía en
sentido literal pleno. Él será el que, en definitiva, “arrojará a Satán” y
liberará a la humanidad del “príncipe de este mundo”, según expresión propia de
Cristo. (Jn 8;36) (Jn 12;31) (Jn 14;30). Con su muerte venció al principio del
mal, y en su victoria sobre el demonio y la muerte se cumplió literalmente la
primera promesa de rehabilitación de la humanidad. Los siguientes vaticinios
mesiánicos del AT, no serán sino una concreción y puntualización de esta
profecía general, esperanzadora para la humanidad caída (Biblia comentada de
la BAC, volumen 1, pág 95-98)
La Genealogía del Mesías ya está bien definida en
los Evangelios llegando hasta el propio Abraham.
La identidad de la mujer según los TJ es de pura
ficción. Por otra parte, sus brillantes y enrevesadas conclusiones que no
tienen ningún punto de apoyo en las Sagradas Escrituras, son fruto de una
imaginación que combina, de continuo, aspectos que considera literales o
simbólicos según interesa para bordar el planteamiento.
En (”Vida eterna en libertad de los hijos de
Dios”, pág 58 y ss.), podernos leer la interpretación que del tema “Una
mujer”, hacen los TJ. Mi resumen, es:
Se prometió en el Génesis que a Eva sucedería una
mujer. Para los TJ esta mujer es una organización, la
teocracia israelita -de la cual ellos se consideran sucesores y
Testigos de Jehová (ls 43;10)-. De esta teocracia surgiría Cristo, que,
quebrantando la cabeza de la serpiente, permitiría la continuación del plan
divino sobre la tierra.
En plena época de los gentiles nace el hijo de
Dios. Su obra se limita a ser el anuncio del reino teocrático, y a dar su vida,
de hombre perfecto, por la del pecador Adán. Jesús engendrado en el bautismo
hijo espiritual de Dios, resucita de su muerte, espiritualmente (no con su
cuerpo), como una nueva criatura espiritual.
A Jesucristo se le llama “el Cordero de Dios” (Jn
1;29) (Ap 19;6-9) (pág 65-66) La "novia" o
"esposa" del Cordero es la entera congregación cristiana sobre la
cual el resucitado celestial Jesucristo es la cabeza como esposo (Ap 21,-9-14),
"las doce tribus de los hijos de Israel" quienes descansan sobre los
"doce apóstoles del cordero", "santa ciudad de Jerusalén".
Es una organización celestial espiritual (pág 66), “organización compuesta de
muchos miembros" (pág 68).
Así, tenemos, siempre según los TJ:
Mujer = Organización de Dios compuesta de
criaturas celestiales fieles, que están en el cielo y colaboran para llevar a
cabo el propósito de Dios ("la Jerusalén de arriba") (Gl 4;26)
Jesucristo = Hijo de Dios
Hijo varón = Gobierno del Reino, Gobierno de Dios
con Jesucristo en funciones gubernativas de rey (que ha de regir a todas las
naciones)
Prejuicios de los TJ:
a ) "Pero ahora Dios mencionó a
otra "mujer” (pág 59)
b) "Puesto que muchos otros habían de ser
incluidos en aquella prometida descendencia, en realidad, toda la congregación
del Miembro Príncipe de la descendencia, la virgen madre humana María realmente
no podría ser "la mujer" de la cual habló Jehová Dios en el jardín de
Edén (Gn 3;15) (pág 63).
c) En la noche del nacimiento de Jesús un ángel
procedente de Jehová Dios anunció que Jesús era el libertador prometido (?) la
principal descendencia de la mujer (?) (pág 63).
d) Puesto que ni la transgresora Eva, ni la
virgen judía María eran o podían ser "la mujer" de la cual habló
Jehová, ¿quién era esta mujer, esta. verdadera madre de la descendencia
prometida? (páq 64) ¿tenía otra "madre"?
Todos estos prejuicios de los TJ, tendrían que
ser demostrados, previamente, uno tras otro, antes de llegar a las conclusiones
de los TJ.
Resumen de este tema en ("El propósito
eterno de Dios va triunfando ahora", pág 62 y ss):
Gran Serpiente = Satanás el Diablo
Mujer = Tal como la serpiente que fue sentenciada
a ser aplastada en la cabeza no era aquella serpiente literal que había sido
utilizada para engañar a Eva, así la "mujer" de la profecía de Jehová
en (Gn 3;15) no era una mujer literal en la Tierra. Tiene que ser una mujer
simbólica. Es la organización celestial de santos ángeles de Dios que como una
esposa para Jehová Dios es la madre celestial de la. "descendencia".
Es entre esta “mujer" y la Gran Serpiente
que Dios pone enemistad.
El ungido, el Mesías es la "descendencia
prometida"
s/TJ:
"De hecho, el mensaje sobre este gobierno prometido, un gobierno por
Dios, es el mensaje principal de la Biblia. En efecto, la Biblia nos narra el
nacimiento de un niño, un príncipe. Con el tiempo este "hijo de un rey"
había de llegar a ser un gran gobernante, el "Príncipe de paz". Él
tendría a su cargo un gobierno verdaderamente maravilloso,
admirable. Este gobierno traerá paz a toda la
tierra, y la paz durará para siempre. El niño cuyo nacimiento es predicho en la
Biblia, fue Jesús. Al anunciar su nacimiento a la joven virgen María, el ángel
Gabriel dijo de Jesús: 'Gobernará como rey... y de su reino no habrá fin” (ls
9;6-7) (Lc 1;30-33)" ("Usted puede vivir..." pág
112-113) ("Vida eterna en libertad de los hijos de Dios", c. 3)
Análisis:
Si realmente Dios al
inspirar las Sagradas Escrituras pretendía que llegáramos, en este tema, a la
conclusión a que llegan los TJ, creo que hemos de convenir en que ha necesitado
mucha más inspiración la interpretación que no la propia Escritura.
Los TJ siguen un sistema de
análisis -si se puede decir así- totalmente partidista, partiendo de
ideas preconcebidas, y sentando las conclusiones de la interpretación a su
arbitrio, sin ningún razonamiento aceptable.
Los TJ concluyen que "La
mujer" no es una mujer terrestre". ¿Por qué? En la escena
tenemos cuatro personajes -los únicos que hasta el momento han aparecido en la
Biblia-: Dios, la serpiente, la mujer (Eva) y Adán. Dios se dirige a cada uno
de los otros tres y les lanza una sentencia. Si al dirigirse a la serpiente, le
habla de "la mujer" ¿no se estará refiriendo al otro personaje, al
que precisamente cuando posteriormente se dirige a ella le llama "la
mujer"? Yo no digo que sea así. Lo que digo es que los TJ en su
"análisis", pasan totalmente de ella, como si no existiese.
Dicen: "más bien ésta
es una mujer simbólica". Nueva conclusión. Ya que antes han concluido
alegremente que "la mujer" no es una mujer terrestre, pues será
simbólica. Y han de pasar un montón de siglos y desplazarnos al otro extremo de
las Sagradas Escrituras, precisamente al último libro de las mismas, para caer
en la cuenta que allí se nos empieza a dar una pista sobre quien puede ser tan
enigmática mujer. Entre tanto, todos los creyentes que vivieron en el
intermedio -incluidos los apóstoles- no deberían entender nada con relación a
este nuevo gobierno que Dios había planeado, porque, lógicamente, no habían
tenido ocasión de leer el Apocalipsis para darse cuenta de lo fácil que
resultaba entender la promesa que Jehová había hecho, no para Adán y Eva que no
tenían solución, sino para sus descendientes que todavía no habían nacido pero
que Dios -¿haciendo uso de su presciencia?- ya sabía que iban a tener. ¿Y si
Adán y Eva, puestos a desobedecer, no hubiesen cumplido con el "creced y
multiplicaros"?
"El Hijo no es una
persona literal". Claro, si la mujer es simbólica no va a ser su hijo de
carne y hueso. iAh!, pero eso sí, ¡ha de ser varón! (?) Lo dice la
escritura. Y conque el texto bíblico dice que "ha de regir a todas las
naciones", esta expresión les da a entender a los TJ que "el
"Hijo" representa al gobierno de Dios con Jesucristo en funciones
gubernativas de rey". Sería interesante saber a que fórmula mágica han
recurrido para llegar a esta asombrosa conclusión partiendo de la. frase
"ha de regir a todas las naciones". Y de lo de ser varón ¿qué?
Supongo que deben concluir que este gobierno de Dios ha de estar formado todo
él de sólo varones...
Si ya sabemos quién es el
Hijo varón, ahora ya podemos deducir quién es la madre, o sea, "la
Mujer". Para los TJ esto es facilísimo: “la Mujer es, por lo tanto, la organización de Dios compuesta de
criaturas celestiales fieles".
Y, para terminar, una regla de tres: "Tal
como el Hijo varón vino de "la Mujer", así el Rey, Jesucristo, vino
de la organización celestial". Que, dicho en otras palabras, según las
conclusiones anteriores, es: Tal como el gobierno de Dios con Jesucristo en
funciones gubernativas de rey (el Hijo), vino de la organización de Dios
compuesta de criaturas celestiales fieles (la Mujer), así el Rey, Jesucristo,
vino de la organización celestial, el cuerpo o agrupación de criaturas
espirituales leales que están en el cielo y colaboran para llevar a cabo el
propósito de Dios. ¿Está claro? ¡Y luego no nos creeremos a los TJ cuando nos
dicen que la Biblia se interpreta sola! (En una carta de una superintendente de
los TJ, me escribe en 19.8.64: "Los
TJ no interpretamos la Biblia, la sociedad Watch Tower no hace como las demás
religiones, se lo he dicho en otras ocasiones y se lo repetiré siempre.
Nosotros -los Testigos- entendemos la Biblia, tal y como es, ni más ni menos;
no le damos el sentido que no tiene, porque por sí sola se
interpreta") (?)