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miércoles, 18 de marzo de 2020

CUADRO IDÍLICO DE LA PAZ MESIÁNICA. PARAÍSO TERRENAL

TJ:

“El apóstol Pablo dijo que la vida de verdad es “la vida eterna” (1Tim 6;12) (1Tim 6;19). Para la mayoría de nosotros, esa vida es la que Dios ha prometido darnos en el Paraíso, la que nos hará realmente felices; por eso estamos tan pendientes y deseamos tanto que llegue…” (“La Atalaya” 15/8/2015, de estudio, pág. 19-23)

Análisis:

Los TJ no se cansan de repetir lo bien que se vivirá en el Nuevo Mundo que iniciará su andadura después de la Gran Tribulación que tendrá lugar ¡pronto…! Pero a mí me da la impresión, que los TJ que patean a diario la calle, no tienen las ideas muy claras sobre cómo la doctrina de los TJ plantea llegar a esta supuesta situación de bienestar. Vamos a ver:


No voy a exponer con minuciosidad la situación de bienestar que los TJ ofrecen en el Nuevo Mundo para quienes sigan su doctrina, aunque después veremos distintos escenarios del mismo. Solo quiero recordar que los TJ nos aseguran que: No habrá enfermedades ni físicas ni mentales, la muerte ya no existirá, los hijos se reencontrarán con los padres y con los abuelos y todos juntos, con los amigos de unos y otros. No habrá guerras, ni hambre. Todo lo bueno será abundante. Se edificarán casas y se ocuparán. Se plantarán viñas y se comerá su fruto. Cada ser humano desarrollará sus habilidades y talentos y será recompensado por sus esfuerzos sin prejuicios. Toda persona manifestará las cualidades morales de integridad, amor, lealtad, etc. etc. etc.

Pero todo esto que los TJ enseñan que será la manera cotidiana de vivir la vida eterna aquí en la tierra y que la Sagrada Escritura promete a quienes se esfuercen por conocer a Dios y a su enviado Jesucristo, repito según los TJ, no será una situación inmediata. No será una forma de vida que se vaya a experimentar en la tierra enseguida que tenga lugar la resurrección de justos e injustos que Jesucristo nos ha anunciado. Esta vida tan bien ambientada que explican los TJ, no tendrá lugar hasta que hayan transcurrido no sólo los mil años de juicio de 365 días cada uno de ellos que Jehová, el creador del mundo, “necesita” para que sus creaturas tengan una nueva oportunidad de demostrarle su amor, sino también hasta que posteriormente a estos mil años, Satanás haya sido soltado de su prisión y habiendo puesto a prueba a todas las personas de esta tierra que todavía estén vivas, una gran cantidad de ellas, en número enorme como la arena del mar, según apocalipsis, sean extraviadas ¡Qué cosas!

Y es que la forma de vida que se promete no será regalada por Jehová ni a quienes provengan de la Gran Tribulación, o sea, los TJ que en aquel momento estén en activo, ni mucho menos a quienes resuciten, sean justos o injustos, cuando oigan la voz que los llama a una nueva vida. La vida eterna deberá ganarse a pulso después de la actual vida en la tierra, a lo largo de los mil años que durará el período del juicio y, además, como ya hemos dicho, después de superar un examen final contra Satanás como contrincante personal estelar al que se deberá vencer, dejando perfectamente demostrado que quienes subsistan serán ya personas perfectas que quieren servir a Jehová sin ningún resquicio.

En cuanto a los textos que invocan los TJ para describir esta nueva tierra, son de dos clases: del Antiguo Testamento y del Apocalipsis. Los primeros son pasajes proféticos referentes a la nueva Jerusalén, sea de la Jerusalén de los tiempos mesiánicos, sea simplemente de la Jerusalén de los hebreos, reconstruida después del destierro de Babilonia. Los profetas describen la felicidad que Dios promete a los judíos del destierro a la vuelta de su país. Al anunciarles los tiempos mesiánicos, se valen de imágenes poéticas de la paz y la alegría que les traerá el Mesías. Emplean igualmente las imágenes de la prosperidad material para anunciar a su pueblo, todavía en la infancia, la alegría y paz interior, que procurará la revelación de Cristo y del Nuevo Testamento. No se trata, pues, de una felicidad terrena.

Otros textos relativos a la nueva Tierra son sacados del Apocalipsis, donde se trata expresamente de 'un cielo nuevo y una tierra nueva' (Ap 21;1). La expresión proviene de (Is 65;17) S. Juan habla aquí de una tierra transformada, que formará parte de la alegría de los elegidos después de la resurrección y del último juicio. Pero leyendo el contexto, se ve que él no ha querido indicar ninguna oposición entre el cielo y la tierra, como si dos grupos diferentes debieran habitar el uno y la otra. Al contrario, aparece claramente que se trata de una sociedad completa y única de todos los que serán salvados: "Y la Ciudad Santa, la Jerusalén nueva, la vi bajar del cielo, de junto a Dios preparada como una novia adornada para su esposo. Y oí una voz potente salida del trono que decía; “Esta es la morada de Dios entre los hombres. Y pondrá su morada entre ellos, y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos” (Ap 21;2-3) Esta ciudad es, evidentemente, la sociedad de todos los elegidos unidos entre ellos como piedras de un edificio.
DISTINTOS ESCENARIOS QUE NOS SITUAN EN LA PAZ MESIÁNICA SEGÚN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ:

    A) LA TIERRA SE LLENARÁ CON UNA RAZA JUSTA DE HUMANOS. LOS FAMILIARES SE REENCONTRARÁN.

TJ:
El nuevo comienzo para llenar la Tierra con una raza justa de humanos se emprenderá después que pase la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso: el Armagedón.
Empezará con los sobrevivientes terrestres de esa guerra universal, como fue representado por Noé y su familia cuando éstos salieron del arca de salvación después del Diluvio (Gn 9;1-7). Parejas casadas sobrevivieron aquel Diluvio, y su prole o descendientes se casaron, cuando alcanzaron la edad, entre sí. Igualmente, la batalla del Armagedón no disolverá los lazos matrimoniales de los que la sobrevivan y podemos creer y esperar, razonablemente, que   el Rey Jesucristo autorizará matrimonios de personas solteras que sobrevivan al Armagedón, y sus matrimonios serán fructíferos con hijos. Aunque los hijos que nazcan entonces de sobrevivientes todavía imperfectos del Armagedón no nacerán perfectos, no habrá casos de niños que nazcan muertos o niños deformes. Nacerán en justicia, de padres justos, en el nuevo orden justo de Dios, y entonces no habrá necesidad de control artificial de la natalidad. 
No obstante, el matrimonio no será el único procedimiento que contribuirá a llenar la Tierra con súbditos justos del reino de Dios. El producir hijos por el matrimonio honorable de sobrevivientes del Armagedón y, a su vez, por aquellos hijos de después del Armagedón será aprobado por el Rey por evidentemente un tiempo limitado -no sabemos por cuantas generaciones-. ¿Por qué? Porque tendrá que tomar en cuenta el cumplimiento de una maravillosa profecía de la Palabra escrita de Dios. ¿Qué promesa? La de la resurrección de los muertos, la resurrección de aquellos cuyos nombres Dios no ha borrado de su memoria como siendo demasiado malos para ser reformados. La resurrección por Dios de su propio Hijo Jesucristo de entre los muertos fue una garantía de la resurrección de la humanidad en general (Jn 5;28-29) ("La Atalaya" de 1.4.64, pág 210-211) 
Análisis:
“¿Aplican las palabras de Jesús en (Lc 20;34-36) a la resurrección terrenal o a la resurrección celestial de los 144.000?... “Preguntas de los lectores” en (“La Atalaya” 1/6/1968). Esta pregunta mereció la siguiente respuesta (resumida) por parte de los TJ:

“Aunque es verdad que los 144.000 levantados a la vida celestial no se casarán, evidentemente Jesús al hacer los comentarios de (Lc 20;34-36), no estaba hablando acerca de esta fracción pequeña de los que habrán de ser resucitados. Sino más bien, estaba hablando acerca de la resurrección terrenal y acerca de lo que será la situación para los miles de millones levantados de entre los muertos a la vida terrenal. A muchos siervos fieles de Dios que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra y cuyos cónyuges han muerto les gustaría tener apoyo para su esperanza de que podrían ser reunidos como esposo y esposa en la resurrección… tenemos que admitir que las palabras de Jesús indican que los resucitados no se casarán ni serán reunidos en una relación de matrimonio con cónyuges anteriores… Esta conclusión, es difícil de aceptar para algunos debido a la fuerte influencia de las emociones humanas”

Vemos, pues, que una de las situaciones que más presentan los TJ –la del reencuentro en el nuevo mundo de los familiares- como motivadora de la fe en la doctrina de la resurrección y de la vida eterna en la Tierra, está claramente en contra –como hemos visto- de las palabras de Jesús en (Lc 20;34-36) y de las propias palabras y comentarios de los TJ.

  B) DURANTE EL DÍA DEL JUICIO LOS QUE SOBREVIVAN AL ARMAGEDÓN TRABAJARÁN PARA HACER DE LA TIERRA UN PARAÍSO
TJ:
Durante el Día del juicio los que sobrevivan al Armagedón trabajarán para hacer de la Tierra un paraíso.   A este paraíso se dará la bienvenida a los que vuelvan de entre los muertos.  Previamente, pues, tendrán el trabajo de limpiar la tierra y quitar las ruinas de este viejo sistema.   Y, entonces, bajo la dirección del Reino, tendrán el privilegio de cultivar el terreno y hacer de la Tierra un hermoso lugar en el cual vivir.   ¡Qué felicidad será hacer este trabajo!   Dios bendecirá todo lo que se haga.   El proveerá un clima apropiado para cultivar siembras y criar ganado, y se encargará de que las siembras y el ganado estén protegidos contra las enfermedades y perjuicio.  (Lc 23;43) (Sl 96;12-13) (Is 26) ("Usted puede vivir...", pág 159 y 177). 
Análisis
Aquí se nos dice que deben ser los propios sobrevivientes del Armagedón quienes han de trabajar para hacer de la Tierra un paraíso y que además han de tener dispuesto para recibir en él a los que vuelvan de entre los muertos.  Supongo que, en ésta, como en tantas otras situaciones, los TJ, sin decirlo, sobreentienden milagro tras milagro porque, si no, esto es humanamente imposible. Quizá, por esto, en ("Que Dieu..."  pág 278, 281-283) ya se añaden a este grupo de "trabajadores" todos los cristianos justos, muertos antes del Armagedón.  Pero ni así, si Dios no echa una mano...   
Además del milagro continuo que subyace en esta preparación del paraíso, los TJ nos dicen que Dios "proveerá un clima apropiado para cultivar siembras y criar ganado, y se encargará de que las siembras y el ganado estén protegidos contra las enfermedades y perjuicio". ¿Pero no enseñan los TJ que Dios ya no efectuará ninguna obra nueva hasta que terminen los mil años que quedan de su séptimo día? 

    C) A TODOS LOS RESUCITADOS SE LES PROPORCIONARÁ LA FORMACIÓN QUE PRECISEN, Y SE LES PROVEERÁ DE ALIMENTOS, VIVIENDA Y TRABAJO.

TJ:

Ha surgido una pregunta en cuanto a la posibilidad de que todos los muertos regresen para juicio sin abrumar a los que están en la Tierra que representarán al Reino celestial al dirigirlos, ayudarlos y educarlos. 
En cuanto al número de personas que han vivido en la Tierra, se ha hecho un cálculo bastante liberal de veinte mil millones.
Si se divide esta cifra por mil da veinte millones al año o cerca de 55.000 al día. Este es un gran número de personas para quienes tendría que proveerse alimento, alojamiento, ropa y ocupación. Pero consideremos el problema a la luz de los tratos pasados de Jehová con su pueblo. 
Entre los testigos de Jehová, cuyo trabajo es predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino, es una tarea grande el estudiar la Biblia con una persona, ayudarla a aplicar principios bíblicos a su vida para ponerla en armonía con el camino de Dios, entrenarla en el ministerio y ayudarla a llegar a ser una persona cristiana madura, capaz, a su vez, de ayudar a alguien más. En su trabajo, los Testigos han visto aumentos anuales en número, de 2 por ciento a 20 por ciento o más. Se ha considerado normal un aumento de 10 por ciento, dando una proporción de una nueva persona por diez que pueden ayudarla durante todo un año. Esto se ha efectuado con éxito de modo que ha existido una organización firme, sólida con un porcentaje muy pequeño de los que se separan o apostatan.
Por lo tanto, sin hacer una profecía, sino simplemente con el propósito de ilustrar el punto, comencemos nuestro cálculo con la cifra de un millón de sobrevivientes al Armagedón. Aun con este pequeño comienzo, y solo con, digamos, un aumento de 3 por ciento cada año (una proporción de un resucitado por cada treinta y tres que viven en la Tierra), el número de personas que vivan se duplicaría aproximadamente cada veinticuatro años. Si son resucitados veinte mil millones, esto podría hacerse en menos de cuatrocientos años. 
Así se concedería bastante tiempo y bastante ayuda estaría disponible para educar y disciplinar a todos, trayendo a los obedientes al grado en que, a su vez, podrían enseñar a otros sin perturbar nada el progreso de ese nuevo orden de cosas. Con la producción y recursos de la Tierra traídos a su potencialidad y distribuidos apropiadamente y usados para provecho de la humanidad, no habría problema de alimentación, como se representan mentalmente los economistas del día presente (“La Atalaya 15/1/1968, pág 44)
Análisis:
Como dicen los TJ “sin hacer una profecía, sino simplemente con el propósito de ilustrar el punto” creo que estos números a la altura del año 2019 en el que nos encontramos deberían revisarse y dar explicaciones.
En cuanto al número de humanos que han vivido en la Tierra, han sido publicadas en la primera década de este siglo XXI, concretamente en el 2002, algunas estimaciones realizadas por Carl Haub del Buró de Referencia Poblacional (PRB) de EE.UU. que arrojan una cantidad entre 100 y 115 mil millones de personas con todas las reservas que un cálculo de esta especie comporta.
Tomemos esta cantidad en su cuantía mínima de 100 mil millones. Si consideramos un 60% entre injustos y TJ y los 60 millones resultantes lo dividimos entre 800 años que podemos considerar el tiempo durante el que se procederá a la paulatina resurrección, tenemos 75 millones al año de resucitados o, aproximadamente, 205.000 cada día. Los TJ dicen en su artículo de (“La Atalaya, 15/1/68, pág 44) que 55.000 resucitados cada día “es un gran número de personas para quienes tendría que proveerse alimento, alojamiento, ropa y ocupación” … ¡pues qué será para 205.000!
Y con relación a la posibilidad de formar a todos los resucitados, la cosa se complica sobremanera, según los cálculos de los propios Testigos de Jehová efectuados cuando solo se consideraban 55.000 resucitados/día.
    D) TODO EL MUNDO SERÁ BUENO Y FELIZ

TJ:
¡Imagínese!... no habrá más guerra, delito ni violencia. Usted podrá caminar por cualquier lugar a cualquier hora del día o de la noche sin temor de que alguien le cause daño. Los inicuos sencillamente no existirán ya (Gn 2;8) (Lc 23;43) (SI 37;35-38) (SI 145;16) ("Usted puede vivir...", pág 159).
Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor” (Ap 21;4). “Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto” (Is 65;20-21). ¡Imagínese disfrutar de una vida así junto a sus seres queridos! (La Atalaya 1 de agosto de 2015, pág 6).

Personas de toda raza y nacionalidad aprenderán a vivir juntas como una sola familia de hermanos y hermanas. Verdaderamente se amarán unas a otras. Nadie será egoísta y desconsiderado. Nadie odiará a otra persona sólo por razones de raza, color o procedencia. El prejuicio dejará de existir. Toda persona en la Tierra llegará a ser verdadero amigo y prójimo de toda otra persona ('Usted puede vivir ...”, pág 163) 
Los hogares y jardines serán hermosos. Las personas serán amorosas y bondadosas. Los animales serán amigables. (“Usted puede vivir…” pág 164-165) (“¡Despertad!” 8/12/67, pág 5 y ss)

El reino celestial de Dios extenderá a la humanidad las bendiciones bosquejadas en (Ap 21;1-4). Así, tal como Adán y Eva gozaron de bendiciones del paraíso aquí en la Tierra antes de su desobediencia, los amorosos apoyadores de Cristo y de sus hermanos espirituales disfrutarán de paz y felicidad en el paraíso terrestre restaurado (SI 37;11) (Pr 2;21-22).

Análisis:

¿Qué harán y dónde estarán mientras tanto las personas a las que se les ha juzgado dignas de "una resurrección de juicio" porque van a practicar “cosas malas y viles" durante el Día del Juicio? Desde luego en este panorama, tal como lo presentan los TJ, no se ven inicuos por ninguna parte. Pero no hemos de olvidar, aunque los TJ no hablan demasiado de ello, que después del Armagedón se iniciará en la tierra -siempre según su doctrina- un juicio que durará nada más ni nada menos que la friolera de mil años. 
Durante estos mil años, los propios TJ reconocen que será tal el desafuero de algunas personas que incluso será necesario eliminarlas antes de que acabe el Día del Juicio. ("Usted puede vivir...", pág 180). Y es lógico que el desafuero de estos sea en detrimento de esta felicidad paradisíaca que los TJ aseguran todos vivirán en la tierra. Pero los TJ aseguran: “no habrá más guerra, delito ni violencia. Usted podrá caminar por cualquier lugar a cualquier hora del día o de la noche sin temor de que alguien le cause daño. Los inicuos sencillamente no existirán ya” ("Usted puede vivir...", pág 159).  Estos párrafos y estas interpretaciones de los TJ, se contradicen unos a otros.
S. Pablo nos dice que el Reino es de una realidad inefable: "Ni el ojo vio, y ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman" (1 Cor 2;9)¿Cómo es que los TJ saben todos los detalles de lo que Dios ha preparado para los que le aman? Los TJ no entienden nada del Reino espiritual que edificó Cristo y que continúa en su Iglesia, para nuestra salvación eterna en la gloria. En este Reino se entra "naciendo de nuevo" (Jn 3;3). Este Reino "no consiste en comer y beber" (Rom 14;17). Este Reino "no es de este mundo" (Jn 18;36). 

Y cuando al cabo de los mil años, finalmente se suelte a Satanás para asegurar la perfección de las personas que sigan vivas en la Nueva Tierra (Ap 20;7,8), ¿no dicen los TJ que "la Biblia muestra que Satanás logrará apartar de Jehová a tantas personas como "la arena del mar"? ('Usted puede vivir...", pág 175, 180 y 183). Todo ello nos dice que la felicidad paradisíaca en la Tierra que enseñan los TJ, es una mera quimera sin ningún apoyo bíblico convincente.

    E)  NADIE MORIRÁ

TJ:
Según (Ap 21;1-4), en el período de los mil años que durará el Día del Juicio, “la muerte no será más” y “no existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. 
Pero es que, además, ni enfermaremos ni envejeceremos ni moriremos. Los que son viejos hasta rejuvenecerán (ls 33;24) (Job 33;25) ('Usted puede vivir...”, pág l64-165) ("¡Despertad!” de 8.12.67, pág 5 y ss)  
En la nueva Tierra paradisíaca, nadie que viva en salud juvenil perfecta querrá morir alguna vez. ¡Y nadie tendrá que morir!  ("Usted puede vivir ...”, pág 165) 
Análisis:
Pero entonces, ¿cómo debemos entender (Is 65;20): “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un anciano que no cumpla sus días; porque uno morirá como mero muchacho, aunque cuente con cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque cuente con cien años de edad se invocará el mal contra él” (NM) “No habrá allí niño que muera de pocos días, ni viejo que no cumpla los suyos. Morir a los cien años será morir niño, y no llegar a los cien años será tenido por maldición.” (NC)

Queda claro que en la “Nueva Tierra” ¡También se morirá!... porque “morir a los cien años será morir niño” y “no llegar a los cien años será tenido por maldición”. 

Los TJ nos dicen, por otra parte, que “la vida de los animales que son inferiores al hombre es de menor valor que la vida del hombre. El Creador no hizo a estos animales para que vivieran para siempre” (2Pe 2;12) ('Usted puede sobrevivir...' pág 33). Entonces, ¿porque nos dicen que los animales serán amigables? Ante los sentimientos humanos, a medida que vayan muriendo causarán pena y dolor, lo que está en contra de la felicidad absoluta que -s/TJ- deberá reinar. ¿O es que las personas ya no tendrán sentimientos?  Y, en la etapa definitiva del Reino de Dios, ¿No habrá desaparecido la muerte?  ¿O es que la muerte de los animales no es 'muerte'? 
    F)  NO HABRÁ PARO. NO SE PAGARÁN IMPUESTOS, ETC.
TJ: 
Esto significa que no habrá políticos faltos de honradez ni líderes egoístas y voraces de los negocios para oprimir a la gente. Tampoco llevará la gente la carga de altos impuestos para pagar por armas militares. Nunca volverá alguien a estar sin buen alimento y sin vivienda cómoda porque no pueda pagar por esas cosas. El desempleo, la inflación y los precios altos ya no existirán. Habrán dejado de existir los problemas que causan sufrimiento a las Familias hoy día. Toda persona tendrá trabajo agradable y podrá ver el resultado de su labor y disfrutar de ello ("Usted puede vivir...” pág 159)  
¡Piense en todos los miles de millones de muertos que serán devueltos a la vida aquí en la Tierra para disfrutar de los beneficios del reino de Dios...!  ...No surgirá problema por la cuestión del empleo debido a las máquinas del día moderno que ahorran trabajo y la llamada automatización.


El Rey mantendrá a todos sus súbditos completamente ocupados. El trabajo estará debidamente distribuido entre todos, y nunca habrá causa para desempleo, y llegarán a ser trabajadores perfectos.   ("La Atalaya" de 1.4.64, pág 211-212)

En la actualidad la humanidad se queja bajo la carga de impuestos para los gastos gubernamentales aumentantes durante esta era nuclear y del espacio. ¡Pero no será así entonces! ¿Qué apoyo material necesita de la humanidad Jehová Dios como el Soberano Universal?... 

La humanidad no tendrá que ser sometida al pago de impuestos para sostener a su Rey en lujo material y extravagancia.  El no permitirá ninguna opresión o extorsión por ninguno de sus representantes humanos visibles en la Tierra (SI 45;16) (ls 32;1-2).   ("La Atalaya” de 1.4.64, pág 207)  

Análisis:
En el Nuevo Mundo -según los TJ- no se pagarán impuestos ya que con Jesucristo no serán necesarios. Tal como los TJ pintan el Nuevo Mundo, los milagros deberán sucederse uno tras otro sin prácticamente ninguna actuación libre por parte de sus ciudadanos. Todo se les dará prácticamente hecho, por lo que el tedio y el aburrimiento pueden llegar a ser su factor dominante. No hay duda que para mantener las viviendas que nos presentan los TJ, mantener el orden ecológico y la pureza del paisaje que se desprenden de sus dibujos, fabricar los vestidos que exhiben, mantener la abundancia y variedad de la comida que siempre aparecen por las mesas, editar los millones de libros que necesitarán, conseguir la producción de los vehículos que necesitarán para sus precisos desplazamientos (que dicho sea de paso, deberán serlo sin accidentes que   produzcan muertes o traumatismos), construir las carreteras, etc. etc. será necesario el trabajo y la organización a grado perfecto, extremo y una colaboración tremendamente centralizada que demandará una aportación individual que me río yo de la carga impositiva actual... a no ser, como decíamos, que milagro tras milagro todo se vaya realizando de la nada y las personas se dediquen únicamente a vegetar ¡ah, y a estudiar!. A estudiar no sé qué secretos de Dios, cuando en esta situación lo único que debiera imperar es el amor, el amor y el amor. Pero ¿en qué o en quién se va a ejercitar el amor? Si no habrá necesidades que cubrir, si no morirá nadie, si nadie estará enfermo, si no existirán las cárceles, si nadie llorará...  si hasta "los que son viejos rejuvenecerán" ("Despertad" de 8.12.67, pág 5 y ss) ... y Jehová y Jesús seguirán allá arriba... lejos...  

Lo dicho, milagro tras milagro. No se emplearán máquinas modernas ni se utilizará las ventajas de la automatización. 0 sea, que se piensa dar la comida con la abundancia y variedad que aparece en los dibujos que recrean el Nuevo Mundo a los miles de millones que resucitarán, trabajando con las herramientas que se empleaban hace cientos de años, como se ve en el dibujo de ("¡Despertad! de 22.10.93, pág 8). Al mismo tiempo, todos tendrán ropas adecuadas, vivirán en verdaderos chales con todas las comodidades y con unos sofisticados aparatos que no permitirán el mínimo accidente doméstico, tendrán los campos de césped recortaditos, las carreteras sin un mínimo bache que pueda causar un imposible accidente, etc. etc. utilizando únicamente sistemas artesanales de trabajo... ¡eso sí! poniendo todo el corazón en el trabajo. ¡Ah!, además se tendrá tiempo para estudiar fuerte para enseñar a los que vayan resucitando a lo largo de los años y tiempo para relajarse para disfrutar de formas sanas de recreación. ¡Vamos!

  G) NO HABRÁ FRONTERAS. TODO EL MUNDO HABLARÁ UNA SOLA LENGUA.
TJ:

Habiendo sido destruidas en la guerra de Armagedón todas las soberanías nacionales humanas, y habiendo solamente el único Dios vivo y verdadero como Soberano sobre toda la Tierra, ¿qué necesidad habrá de fronteras nacionales en la Tierra bajo el único Rey de Jehová a cargo de la humanidad?
Esas fronteras nacionales artificiales serán borradas y no aparecerán en mapas de ese tiempo futuro. El Rey Jesucristo tratará a sus súbditos, no como nacionalidades, sino como hijos, como su pueblo redimido para el cual él entregó su vida humana perfecta en sacrificio hace dos mil años (Jn 3;16).  ('La Atalaya" de 1.4.64, pág 207)

Análisis:

Desde luego, con Jehová a cargo directo de la humanidad ¿vamos a necesitar intermediarios?, ¿vamos a necesitar agruparnos de alguna manera? ¡No dejaría de ser un descrédito para el propio Dios!

¿En qué lengua se hablará en el Nuevo Mundo? Porque no hemos de olvidar que, aunque las barreras nacionales sean borradas habrá sobrevivientes de cientos de hablas distintas y, después, los resucitados lo serán asimismo de muchas nacionalidades. ¿Milagrosamente todo el mundo hablará una nueva lengua, o una de las ahora conocidas, o seguirá cada uno con la suya con los problemas que ello conlleve? No hay que olvidar que la confusión de lenguas es resultado del pecado. Parece ser que los TJ se inclinan por creer que todos hablaremos la misma lengua que la humanidad hablaba antes de la Torre de Babel… (¿?)


   H) EN VEZ DE ANUNCIOS DE MUERTES, HABRÁ GOZOSOS INFORMES DE RESURRECCIÓN.
TJ:
Ya que resucitarán los que están en las tumbas conmemorativas, en aquel tiempo, en vez de anuncios de muertes, habrá gozosos informes de los que habrán sido resucitados. ¡Qué maravilloso será dar la bienvenida de entre los muertos a padres, madres, hijos y otras personas amadas que ahora está en el sepulcro!   ("Usted puede vivir...”, el pág 165)
¡Qué felicidad habrá cuando miembros de una misma familia se reúnan de nuevo, después de haber sido separados por mucho tiempo por la muerte! Sí, ¡qué agradable será vivir en paz, disfrutar de buena salud y recibir instrucción acerca de los propósitos de Dios! (“Usted puede vivir…”, pág 177)
Análisis:  
¡Y que desgraciado será -digo yo- aquél que espera que resucite un ser querido y no lo haga por haber sido condenado!  
   I)   DIOS RECREARÁ EN UN NUEVO CUERPO LA PERSONALIDAD DEL QUE RESUCITA
TJ:
Después que alguien muere ¿a qué se da resurrección?  No es al mismo cuerpo que murió. La Biblia muestra esto cuando describe la resurrección a la vida celestial.
Ni siquiera a los que se resucita para que vivan en la Tierra se les da el mismo cuerpo que tenían en su vida anterior.   Ese cuerpo probablemente se haya desintegrado y haya vuelto al suelo. Con el tiempo los elementos del cadáver pueden haber llegado a formar parte de otras cosas vivientes.   Por eso Dios no resucita el mismo cuerpo, sino a la misma persona que ha muerto.  A las personas que van al cielo él da un cuerpo nuevo que es espiritual.  A las que son levantadas para vivir en la Tierra él da un cuerpo físico. Sin duda este nuevo cuerpo físico será semejante al que la persona tenía antes de morir, de modo que la reconozcan los que la conocían.  Como dice la Biblia acerca de los muertos que han de ser resucitados: "Para él todo ellos viven" (Lc 20;38). ("Usted puede vivir...", pág 174)
Jehová Dios reproducirá   cada uno de los millones   de rasgos y características del individuo, no sólo los heredados, sino todos aquellos que son el resultado de un sin número de influencias que afectaron al individuo durante su vida.  Sí, Dios recreará con exactitud infalible en un cuerpo la personalidad idéntica que amigos y parientes reconocerán como el amado que perdieron en la muerte. ("La Atalaya" de 1.9.68, pág 518)
Análisis:
En contra de lo que nos dicen los TJ en ("De paraíso perdido a paraíso recobrado", pág 18):  "El fin del sexto día creativo significa que Dios dejará de hacer cosas para la tierra ,.. pues Dios descansa en este séptimo día de toda la obra que había hecho...  Por eso él no ha hecho ninguna cosa nueva aquí desde que terminó el sexto día creativo, hace casi seis mil años...  y él continuará descansando de hacer obras creativas hasta que terminen los mil años que quedan de su séptimo día", en el párrafo que hemos leído anteriormente de ("La Atalaya" de 1.9.68, pág 518), se nos dice con relación a los resucitados, que:  "Dios recreará con exactitud infalible en un cuerpo la personalidad idéntica que amigos y parientes reconocerán como el amado que perdieron en la muerte".  En qué quedamos, ¿Dios descansará en su obra creativa hasta que termine el Milenio, o en la resurrección volverá a su obra de creación?