Comentarios al Artículo 1 que los TJ
han de estudiar del 2 al 8 de marzo de 2020, según “La Atalaya” - edición de
estudio - de enero 2020.
s/TJ:
En el apartado 1),2) se lee: “… un
grupo de mujeres devotas se dirigen a la tumba en la que se enterró al Señor
Jesucristo … un ángel les dice que Jesús ha sido levantado de entre los muertos
y luego añade: ‘Va delante de ustedes camino a Galilea; allí lo verán’” (Mt 28;1-7).
Cuando las mujeres abandonan el lugar, Jesús mismo se acerca a ellas y les
dice: “Vayan, avisen a mis hermanos para que vayan a Galilea; allí me verán”.
Análisis:
Las mujeres han de transmitir un mensaje a los discípulos (O sea, a los
apóstoles (Mt 10;1-2) (Mt 10;5) (Mt 11;1) (Mt 26;29), etc.). Este mensaje
consistía en decirles que el Señor, resucitado, les esperaba en Galilea, pues
allí les «precede». Que vayan allí. Pues allí le verán, cumpliendo la palabra que
les dijo. ¿Cuándo fue hecha esta promesa?
El recuerdo que el ángel les hace de que «les precederá a Galilea» es el
anuncio que Jesús les hizo a sus apóstoles estando en el Cenáculo. Les anunció
que «todos» se escandalizarían de Él aquella noche, pero «después de resucitado
os precederé a Galilea» (Mt 26;32) (Mc 14;28).
La ida a Galilea tenía por misión separarlos de aquel ambiente hostil, al
tiempo de permitirles en la paz, confidencias de «hermanos» (Mt 28;10), después
de los temibles días de la Pasión, hablarles durante cuarenta días del «reino
de Dios» (Hech 1;3), confirmándoles con sus reiteradas apariciones la verdad de
su resurrección y una preparación para su obra de evangelización. El Evangelio
de Mateo omite las apariciones del Salvador en Judea, las cuales tuvieron por
objeto convencer a los discípulos incrédulos de la resurrección del Maestro y
ponerlos en camino de Galilea.
Con ello el ángel terminó su mensaje: «ya os lo he dicho» (Mt). La fórmula es
bíblicamente conocida (Tob 2,14). Había cumplido su misión. No había por qué
hacerle interrogaciones superfluas. Había, por el contrario, que obrar en
consecuencia: ir «en seguida» (Mt) a decírselo a los discípulos.
s/TJ:
En el apartado 4) se lee: “… Jesús quiere que todos sus seguidores prediquen.
Este mandato no era solo para los once apóstoles fieles ¿Por qué estamos tan
seguros? Pues bien, los apóstoles no fueron los únicos que estuvieron en
aquella montaña de Galilea cuando Jesús dio el mandato de hacer discípulos.
Recordemos que el ángel les dijo a las mujeres que ellas verían
a Jesús en Galilea. Así que es probable que, en aquella ocasión, también
estuvieran presentes mujeres fieles. Además, el apóstol Pablo revela que Jesús
“se les apareció a más de 500 hermanos a la vez” (1Cor 15;6) ¿Dónde?
Análisis:
En (Mt 28;6-7) el ángel dirigiéndose a las mujeres, dijo: “… Jesús, el
crucificado, no está aquí … id luego y decid a sus discípulos que ha resucitado
de entre los muertos y que os precede a Galilea, allí le veréis.” Así,
pues, en el mensaje que el ángel indica a las mujeres que deben comunicar a los
discípulos, a estos se les hace saber que “Jesús ha resucitado”, que “os
precede a Galilea” y que “allí le veréis”.
En esta solemne ocasión (Mt 28;16 y ss), Jesús se dirige únicamente a sus
apóstoles quienes fueron a Galilea al monte que Jesús les había indicado (Mt
28;16-17) (no hay nada en el texto, ni fuera de él, que nos haga pensar que
estaban presentes otras personas): “… Se postraron ante Él …
acercándose Jesús, les dijo: Me ha sido dado todo poder … “
Por otra parte, en (1Cor 15;6), San Pablo no intenta dar una lista completa de
las apariciones, como tampoco lo intentaron los evangelistas. Por lo tanto, no
debemos leer en el Texto Sagrado más de lo que dice o de lo que claramente se
desprende del mismo. ¡Al fin y al cabo, es un consejo que los TJ han
repetido en infinidad de ocasiones!
El contenido del apartado 5) del texto de los TJ, son puras especulaciones que
no tienen ningún sentido más allá de pretender forzar el contenido de las
Santas Escrituras cuya interpretación es meridianamente clara.
Finalmente, el apartado 6) del texto de los TJ, se refiere a la última
enseñanza de Cristo en el evangelio de Mateo (Mt 28;20) en la que se promete
directamente su presencia a los apóstoles presentes “vosotros”. Pero la promesa
se extiende más allá de la vida de los mismos. Les promete asistirlos hasta la
consumación del “siglo”. Este, incluso en la mentalidad rabínica, es el mundo
presente, que pasará y tendrá fin. Se corresponde con (Mt 25;31): “Cuando
el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los ángeles con Él, se sentará
sobre su trono de gloria… “
Análisis:
El análisis del resto del artículo 1 que proponen los TJ podríamos resumirlo
ofreciendo una respuesta a la pregunta que formulan tras el apartado 6) “¿Qué
podemos hacer para que la obra de hacer discípulos sea más productiva?”
Yo diría que la práctica de los TJ con sus
interlocutores, cuando imparten la doctrina por ejemplo de “¿Qué nos enseña
la Biblia?”, es variable según sea la respuesta que reciban a sus
interpelaciones. Es realmente atenta cuando contactan con alguna persona que no
conocen e inician con ella sus primeros escarceos. Cuando la fluidez de la
conversación se atasca porque empiezan las preguntas, ya las caras no son tan
sonrientes y se tensan las facciones. Si la conversación se prolonga incluso en
nuevas entrevistas sin sacar un resultado positivo a los intereses de los TJ,
empiezan a escucharse expresiones como: “falta de interés”, “ganas de
embrollar las cosas”, “pérdida de tiempo”, “buscar tres pies al gato”
etc.
Y los TJ acaban en el mejor de los casos
despidiéndose o desapareciendo de la circulación sin más. En una ocasión, hace
unos años, se me ocurrió decirle a un TJ que, puesto que éramos hijos de un
mismo padre, él y yo podíamos considerarnos hermanos. Me espetó un; “¡Nosotros
no podemos ser hermanos porque no tenemos una misma fe!” Me quedé de
una pieza.
Por otra parte, cualquiera que no sea TJ
debe estar dispuesto a dar razón de su fe. Pero el TJ, no da razón de la suya y
además no tiene tiempo que perder ni para defenderla, ni para escuchar la razón
del interlocutor pues su tiempo está dedicado totalmente a conseguir nuevos
adeptos ¡¡debido a la urgencia del momento!! Sus explicaciones se deben
aceptar sin rodeos porque ellos, y solo ellos, son portadores de la verdad.
Quien no la acepta es un impío cuyo destino es la destrucción en el Armagedón.
¿Cómo puede aceptarse que los TJ, habiendo iniciado sus actividades no antes de finales del siglo XIX, sean los encargados por el Hijo de Dios de la misión de dar a conocer a todas las gentes (Mt 28;18-20), no solo el contenido de la Biblia, sino también todo lo que el Espíritu Santo haya tenido a bien comunicarnos a lo largo de los siglos? ¿Cuáles son sus credenciales? ¿Cuáles han sido sus eventos que nos puedan fijar su evolución a lo largo de la historia?