miércoles, 3 de junio de 2020

TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO. DIVERSOS COMENTARIOS

TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO. DIVERSOS COMENTARIOS

Rudolph Stuart Marshall explica en un artículo aparecido en (“La Atalaya 1/12/2008, págs. 26-29) que aprovechando sus conocimientos de lógica y teología que había adquirido en sus primeros años en escuelas católicas, así como posteriormente en la Universidad donde obtuvo una licenciatura de Economía y en clases de Filosofía y Teología, se decidió en un momento determinado a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Resultado de ello es que Rudolph se bautizó en 1991 y en 1998 se hizo evangelizador a tiempo completo.Ahora nos encontramos en 2020, no sé nada más de este señor que supongo debe vivir con sus 80-85 años, pero ya que he citado su artículo de 2008 que detalla el contenido del punto anterior, me gustaría haceros algunos comentarios sobre dicho contenido. 

Rudolph titula su relato: “Buscando errores, encontré la verdad”. Lo primero que quiero decir es que, a mí, en mi relación con los testigos, me ha ocurrido todo lo contrario: “Buscando errores, reencontré la verdad”. O sea, hablando con los testigos de Jehová y leyendo su inacabable literatura, he confirmado mis creencias católicas y mi fe en el Dios que me enseñaron mis padres y también los religiosos de las escuelas católicas que como el señor Rudolph frecuenté, aunque solamente hasta los dieciséis años. Después pase al grupo de los llamados autodidactas. 

Dice Rudolph que estudió la Biblia con los testigos. Me imagino que lo que estudió Rudolph, al menos antes de bautizarse, fue más bien un resumen de unos cuantos puntos apoyados por la Biblia traducida e interpretada por la Watch Tower (Sociedad de la que no se conoce ni a uno de sus “expertos” en idiomas bíblicos). Sin embargo, los testigos, según el propio Rudolph, consiguieron convencerle de que la Biblia es la Palabra de Dios. Y, no solamente esto, sino que además lo convencieron de que lo habían conseguido aplicándole un "programa educativo completo y exhaustivo como ningún otro hay en el mundo" ¡Esto es una maravilla! 

Dice Rudolph que Jehová capacita a sus testigos para enseñar las verdades bíblicas de una manera que “apela no solo al intelecto, sino también al corazón”. Les aseguro que, si esto es así, no puedo creerme que una persona con el bagaje intelectual de Rudolph, quede indiferente ante la traducción que “su” Biblia (La Traducción del Nuevo Mundo) hace, por ejemplo, de (Mt 26;26-28) al indicar que las palabras de Jesús en la Santa Cena fueron: “Esto significa mi cuerpo, esto significa mi sangre”, teniendo en cuenta las razones que se aducen para ello, por ejemplo en “La Atalaya 1/3/1965, pág 154”, donde, por otra parte, los testigos reconocen que Jesús realmente dijo: “Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre”, como se ha traducido a lo largo de los siglos en la práctica totalidad de las demás Biblias del mundo. 

Tampoco creo que su intelecto no le haga entender a Rudolph que, tras la interesada interpretación que los testigos de Jehová hacen de (Col 1;15), se ven obligados a cambiar la traducción/interpretación de los versículos siguientes 16, 17 y 20, en busca de coherencia, anotando “todo lo demás”, en su última edición, o “todas las [otras] cosas” en anteriores ediciones, en vez de “todas las cosas” que es lo correcto. Por otra parte, contradiciéndose, además, con (Jn 1;3) y otros. 
 
Los testigos de Jehová saben que podríamos llenar varias páginas con interpretaciones que hacen de “su” Biblia una traducción totalmente interesada y llena de pasajes que han sido manipulados, sin ningún escrúpulo, para que la Biblia sea la “Palabra de la Watch Tower”, no lo que realmente es, la “Palabra de Dios”.