¿Son los testigos de Jehová la única religión verdadera?
“El clero, tanto católicos como protestantes, no representa a Jehová Dios ni a Cristo, sino que representa y sirve a Satanás” (“Luz y verdad”,1933, pág. 12).
“...los guías religiosos, católicos, protestantes y judíos, están bajo la influencia y el poder de los demonios (...) Por esta razón los practicantes de la religión se describen en el capítulo 18 de Apocalipsis como habitantes de Babilonia y por consiguiente, como aves sucias y aborrecibles, que ensucian su propio nido y todo lo que les rodea” (Religión, pág. 88).
“...esa institución religiosa [el catolicismo] es el instrumento principal que los demonios usan en la tierra para engañar a la gente y ciegamente conducirlas a la destrucción” (“Religión” pág. 100).
“¿Y quién es el principal responsable de las presentes terribles condiciones? El autor de la religión, Satanás, así como los practicantes de la religión, que, por consiguiente, son sus visibles agentes” (“Religión”, pág. 352).
“Babilonia es la madre de todas las religiones y el diablo es el padre de ellas” (“Enemigos”, pág. 68).
Aunque el ataque de los TJ va dirigido contra todas las religiones, el blanco principal es el Catolicismo contra el cual dirigen sus dardos más ponzoñosos. Manifiestan un odio impropio de quienes afirman ser cristianos. Resulta absurdo pensar que los miles de religiosos de la cristiandad que han consagrado su vida a cuidar leprosos y enfermos en general, y los millones de fieles que viven entregados a cumplir el Evangelio, están perdiendo el tiempo inútilmente, dado que, como aseguran los TJ, están sirviendo al diablo. Y más absurdo resulta aún suponer que los comparativamente pocos TJ del mundo con todo su bagaje de mentiras, contradicciones y disparates, sean los que sirven al Dios Verdadero.
¿Pero no son una religión los Testigos de Jehová? Aquí se nos presenta otra vez el tema de la “Parrala”. Primero dijeron que sí, después que no, y finalmente, o mejor dicho últimamente, han vuelto a decir que sí.
Russell –el fundador de los TJ- y los suyos se consideraban una religión y ellos religiosos. Veamos: “...principio fundamental de nuestra santa religión” (“Anuario de los TJ 1975”, pág. 38).
Durante por lo menos los 25 años del mandato de Rutherford, de 1917 a 1942, los TJ negaron, despreciaron y vilipendiaron la religión como siendo cosa del diablo. Ellos no se consideraban una religión.
Y ya nos hallamos en la época actual. ¿Cuál es su postura ante la religión y las religiones? Aunque continúan en abierta oposición y desprecio a todas las religiones, con el cristianismo a la cabeza, ahora hacen una clara distinción entre religión falsa y verdadera. Ahora pregonan que existe religión falsa y religión verdadera; ellos tienen la única religión verdadera -¡faltaría más!- y todas las demás: cristianos, budistas, Islam, etc.; todas son falsas.
“…la religión correcta que queda es la de los Testigos de Jehová. No es presunción el que digamos eso (...) Después que las religiones falsas son descartadas uno debe llenarse de la religión verdadera, para su protección y salvación” (“La Atalaya”, 1955, págs. 405, 412, 413) ¡No sé por qué estas palabras me recuerdan "la parábola del fariseo y del publicano"! (Lc 18;9-14)
Dado que ahora los TJ también se consideran una religión, sus propias palabras, con todo lo que escribieron contra la religión, les condena, y diremos como Pilato: “Lo escrito, escrito está” (Juan,19,21).