lunes, 24 de febrero de 2014

CADA CRISTIANO ES UN EVANGELIZADOR. PREDICACIÓN DE LOS TJ

s/TJ:
Pablo atribuye apropiadamente a Dios todo el mérito por el crecimiento de la Congregación. Nos dice: "... de modo que ni el que planta es algo, ni el  que riega,  sino Dios que  lo hace crecer". 

Pero Pablo  no está restando  importancia  a nuestra  labor  de  plantar y  regar. Tampoco pretende que concluyamos que "Dios hará  crecer las cosas cuando lo crea oportuno" y  que simplemente  debemos sentarnos a  esperar que  lo haga. Pablo sabía  que la  manera de  efectuar nuestra  labor repercute  en el grado de crecimiento que se logra. 
De ahí  su constante  exhortación a  los cristianos  a que  trabajen con empeño en el  ministerio y mejoren sus aptitudes  docentes.  (1Tim 4;16) (2Tim  4;1-5).  (Aunque  para ser  colaborador de  Dios, no  necesitamos tener  ninguna aptitud  especial, salvo  sentir interés  genuino por  la gente y dejar que Dios -o lo que es lo mismo, la Organización de los TJ- nos use). Un jardinero, por  ejemplo, que no se hubiera  esforzado en absoluto no  podría esperar que Dios hiciera brotar milagrosamente un hermoso jardín. ¿Sería diferente  en el caso del crecimiento espiritual?. Claro que no. Como el labrador que con paciencia sigue esperando el precioso  fruto de la tierra, nosotros  también tenemos que esforzarnos  por plantar  y regar,  y aguardar  hasta que  Dios lo  haga crecer (St 1;22) (St 2;26) (St 5;7) 
A ello nos ayudará  prestar atención a la dirección que  Jehová nos da a través de  su Palabra y  organización.  Entonces, sin duda,  haremos las cosas a su  manera, lo que resultará en que  nos ahorremos, por ejemplo, el escollo de caer en discusiones baladíes con aquellos que lo único que quieren es  argüir o  disputar sobre meras  palabrerías (Pr  17;14) (Col 4;6) (2Tim 2;23-26) 
Hemos de  evitar cometer  el error  de salir  al ministerio  sin primero haber dedicado  tiempo a  reflexionar cuidadosamente  y bajo  oración en qué  objetivos quiero  alcanzar y  en qué  es lo  mejor para  lograrlos. Hemos de meditar,  por ejemplo, en la clase de  personas y problemas que podemos encontrar y prepararnos para saber qué decir (1Cor 9;19-23) 
Si  apreciamos   el  privilegio  de   ser  colaboradores  de   Dios,  no escatimaremos  esfuerzos  (Ecl  11;6)  (Hech  13;48)  (2Cor  9;6).   Los resultados finales  quedan en  manos de Jehová,  pero sólo  segaremos si primero sembramos con diligencia (Ecl 11;4).  En realidad, el ministerio cristiano puede  suponer largos períodos  de ardua labor sin  que veamos resultados  inmediatos.  Pero,  de  pronto, cuando  menos lo  esperamos, cosechamos el hermoso fruto de nuestro trabajo.  Son momentos de sublime satisfacción  cuando hallamos  un corazón  que  acoge el  mensaje de  la verdad, siempre  y cuando  esté dispuesto  a hacer  la labor  inicial de cavar, plantar, escardar y regar (Pr 20;4)  ("La Atalaya" de 1.3.93, pág 21) 
Cada cristiano un evangelizador.  En  su sermón del monte, Jesús subrayó ante las muchedumbres la responsabilidad  que tenían de iluminar a otros mediante la palabra y la acción.  (Mt 5;14-16)  ("El hombre en busca de Dios", pág 247) 
Note cómo Jesús  relacionó el amor de  uno a él con el  efectuar la obra ministerial.  La  ocasión fue una  mañana después de su  resurrección, y siete de sus discípulos estaban reunidos en la playa del mar de Galilea. Allí Jesús se  les apareció y, dirigiéndose al  apóstol Pedro, preguntó: "'Simón hijo de Juan,  ¿me amas más que éstos?' Le  dijo: 'Sí, Señor, tú sabes que  te tengo cariño.'  Le dijo: 'Apacienta mis  corderos.'" -Juan 21;15. 
Aunque Jesús  preguntó si  Pedro le  tenía amor  (griego, ágape,  que se refiere  a un  amor  altruista, basado  en  principios), Pedro  contestó diciendo que le  tenía cariño a Jesús (griego, filia,  que se refiere al fuerte cariño entre amigos íntimos).   Pedro afirmaba tener más que solo amor  basado en  principios o  ágape para  con Jesús.   El afirmaba  que estimaba muchísimo a Jesús y que le tenía mayor cariño a él que aun a su propia madre o padre o esposa. 
Con el fin de recalcar la importancia de ministrar a otros, Jesús nuevamente le preguntó a Pedro. "'Simón hijo  de Juan, ¿me  amas?' Le dijo: 'Sí, señor, tú sabes que  te tengo cariño.' Le dijo: 'Pastorea mis ovejitas.'" (Juan 21;16)  Note que Jesús nuevamente usó  ágape cuando le preguntó a Pedro si lo amaba, mientras que Pedro recalcó que él le tenía filia  o cariño  intenso a  Jesús.  Si  realmente era  cierto que  Pedro reservaba un lugar tan especial en su corazón para él, Jesús dijo que lo probara ministrando a otros. 
Note la manera en  que, por tercera vez, Jesús se  dirige a Pedro.  Esta vez él, también,  usa el término íntimo filia,  preguntando: "¿Me tienes cariño?" Y nuevamente Pedro responde, muy contristado ahora porque Jesús pusiera tan persistentemente en tela de juicio su amor: "Señor, tú sabes todas las cosas;  tú bien sabes que te tengo  cariño." Si verdaderamente tienes un  lugar tan afectuoso  en tu  corazón para mí,  Jesús contestó, "apacienta mis ovejitas." -Juan 21;17. 
Desde la primavera del año de 1919  en adelante se produjo una salida de los  verdaderos  cristianos  que  estaban desterrados  en  Babilonia  la Grande.  Salió la llamada dada desde el cielo: "Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren  participar con ella en sus pecados,  y si no quieren recibir parte  de sus  plagas." (Rev.  18;4)  La religiosa  Babilonia la Grande es el  imperio mundial de religión babilónica falsa,  e incluye a la  cristiandad,  que ha  tratado  de  mezclar  el cristianismo  con  la religión  babilónica.  Por  lo  tanto  la llamada  del  cielo tenía  que incluir el que  salieran de la cristiandad.  Los  centenares de millones de  simbólicos peces  "inapropiados"  que permanecen  en la  cristiandad pronto serán  echados en el  simbólico "horno ardiente"  y completamente destruidos.   Ya  van  en  esa  dirección,  puesto  que  los  cristianos hipócritas están dándose a "su llanto y el crujir de sus dientes." (Mat. 13;50) ¿Por  qué?  Porque no han  salido de la Gran  Babilonia como debe hacerlo el verdadero  pueblo de Dios; y por lo  tanto están compartiendo los pecados  de ella y  ya están sintiendo lo  que precede a  sus plagas destructivas.  Pronto  perecerán con Babilonia  la Grande y  sus amantes políticos al debido tiempo de Dios. 
También podemos aplicar las palabras  paternales que escribió Pablo en 1 Corintios 15;33 con relación a las personas de fuera de la congregación que promueven enseñanzas falsas. ¿Qué podría llevarnos a tener compañerismo con ellas? El que no distinguiéramos entre aquellos a los que podemos ayudar a aprender la  verdad y los que solo desean polemizar para  difundir  una enseñanza falsa. Por ejemplo, cuando damos testimonio,  quizás encontremos a una persona que discrepa en algún punto, pero  que está dispuesta  a analizarlo con más  detalle.  (Hechos 17;32-34)  Esta situación  en sí  no plantea  ningún problema,  pues con gusto explicamos  la verdad  bíblica a  todo el  que desea  conocerla, e incluso regresamos  a presentarle pruebas convincentes. (1 Pedro 3;15) No obstante, algunos  quizás no tengan verdadero interés  en aprender la verdad bíblica.  ("La Atalaya" de 1.8.93, pág 16 y 17) ("La Atalaya" de 1.12.93, pág 13) 
Muchas personas se  pasan horas debatiendo, semana tras  semana, pero no porque busquen la verdad, sino tan solo porque quieren socavar la fe de los  demás y  alardear  de su supuesta formación en hebreo, griego o ciencias de la evolución. Algunos Testigos se han encontrado con ellas, se han sentido desafiados y han acabado pasando mucho tiempo discutiendo sobre creencias religiosas falsas, filosofías o errores científicos. Ha de notarse que Cristo no dejó que eso le ocurriera a él, aunque podría haber ganado  debates con dirigentes religiosos instruidos en hebreo o griego. Cuando lo desafiaban, Jesús daba una respuesta breve y volvía a dirigir su atención a los humildes, a las verdaderas ovejas.  (Mateo 22;41-46; 1Corintios 1;23-2;2.)   ("La Atalaya" de 1.8.93, pág 16 y 17)
Análisis:
Los  TJ  insisten en  la  predicación, a la que dan la máxima importancia, a pesar de que también nos han dicho: "Por supuesto, el amor cristiano no ha de  manifestarse sólo por palabras; es más importante manifestarlo por hechos" (El  hombre en busca de Dios", pág 247). La referencia bíblica que aducen los TJ para apoyar el que cada cristiano debe ser un  evangelizador es el pasaje  en el que Jesús dice a sus seguidores que deben ser "luz del mundo", pasaje que termina diciendo: "para que los hombres vean vuestras buenas obras y den gloria a  vuestro Padre que está en los cielos" (Mt  5;13-16). No dice para que los hombres oigan vuestra predicación y se conviertan. Creo que Jesucristo en este caso les está diciendo que  si sus hechos los armonizan  con sus enseñanzas serán luz del mundo y así esté podrá dar gloria a Dios. Nada más. ¿Pero cuándo los  TJ se harán caso a sí  mismo cuando insisten que en la Biblia no debemos leer más que lo que dice? 
El único medio de salvación para los TJ es predicar la palabra de Dios, imitar a  Cristo, casi únicamente como predicador de la verdad. Y si no, véase ("La Atalaya" de 15.6.68, pág 363) en dónde los TJ nos vienen a decir que, en vez de  perder el tiempo siendo caritativos y obrando justamente con nuestros semejantes, hemos de dedicarnos a estudiar la Biblia. Todo testigo es, según ellos, un ministro de Dios. Como hizo Cristo, dicen, hay que predicar en todas partes, sobre todo en las casas. Y como un primer contacto no basta, hay que renovar las visitas a ejemplo de S. Pablo (Hech 15;36). En su traducción del NM  insisten en unas palabras griegas (Hech 5;42) (Hech  20;20) cuyo sentido es "a la casa" y que ellos traducen "de puerta en puerta". 
Basándose en el texto de (Jn 21;15-17) en que Jesús ordena a Pedro apacentar su  rebaño, dicen  que el  pastor debe  ir a  buscar las ovejas  y que  sólo  a  domicilio las  encontrará. Acusan a los ministros cristianos de no ir a buscarlas, sino  de llamarlas con la campana y esperar a que los  laicos vayan a sentarse un rato en un banco y a dar algo para el culto creyendo salvarse por eso. Respondiendo a estos ataques, cuesta poco demostrar que los sacerdotes no se limitan a tocar la campana. Y los laicos no responden al sentir de la Iglesia si se  contentan con su mera presencia sin unirse al sacrificio de Cristo.  
Insisten los TJ en criticar las colectas destinadas la culto. ¿No es lo mismo que lo que la  Sociedad Watch Tower pide a los TJ para ayudar a la  expansión de sus doctrinas? La Iglesia propone como medio de salvación la imitación de  Cristo, pero no en un solo aspecto de su vida, la predicación, sino en todos. Jesús dio a su Iglesia los medios para lograrlo, la oración y los sacramentos. Sin duda todo cristiano por el ejemplo de su vida y a veces de su palabra, debe irradiar la verdad y la edificación a su alrededor. Pero Jesús escogió un grupo de sus discípulos, los apóstoles, y los  hizo "ministros" de su doctrina. A ellos les  dio poderes excepcionales sobre el memorial de su Pasión y el perdonar los pecados; sobre ellos hizo descender el Espíritu Santo. Hay, pues, una jerarquía en la Iglesia de Jesucristo. 
s/TJ:
Desde 1922  en adelante se  publicaron y distribuyeron entre  el público verdades  bíblicas  contundentes que denunciaban la religión  falsa babilónica, en particular a las iglesias  de la cristiandad. Se vio que se tenía  que gravar  en la  mente del  pueblo limpiado  de Dios  que el rompimiento con toda  forma de religión falsa tenía que  ser total.  Por eso, por años hasta que se evitó  el uso de la palabra "religión" cuando se hablaba de  la adoración pura.  En las calles  de ciudades grandes se organizaron marchas  con pancartas que  llevaban lemas por el  estilo de "La religión es  un lazo y un fraude".  Libros  como "Gobierno" (1928) y "La  verdad  os hará  libres"  (1943)  hicieron distinción  clara  entre "cristianismo" y "religión".  Se puede comprender por qué se adoptó esta postura extrema,  pues había que  romper completamente con  los sistemas religiosos de Babilonia la Grande, que se hallaban por todas partes.
A la mayoría  de los herederos  ungidos (los  144.000) del Reino  se les "pescó" de  las naciones  antes de  1935, así que  la cantidad  total de ellos está  fundamentalmente completa. Por eso los TJ, en particular desde 1935, han estado en busca de personas humildes a quienes se les pudiera describir como 'mansas'  que 'poseerán  la tierra'.   Estas son personas que 'están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo'. Obran a favor de la gobernación del Reino de Dios antes de que  la 'gran tribulación' derribe el depravado y corrupto sistema de cosas de Satanás y se eche a  sus adoradores en 'el horno de fuego' de la destrucción final. 
¿Ha tenido éxito ahora la pesca mundial? En 1943 sólo había 126.329 TJ que participaban  activamente en la pesca de hombres en 54  países. En diez años había pasado esta cifra a 519.329 TJ y en 1991, los TJ cuentan con más de 550.000 precursores (Trabajadores de tiempo completo de los TJ) que dedican entre 60 y 140 horas como promedio a la predicación cada mes, además de más de 3.500.000 TJ que no están en el servicio de tiempo completo, pero que hacen cuanto pueden al servir a Jehová según sus circunstancias. ¿Qué otro grupo religioso cuenta con más de 4.000.000 de voluntarios que  -sin que se les pague- predican cada mes las buenas nuevas de la gobernación del Reino de Dios?. 
¿Cómo se ha logrado todo esto?. Recordemos lo que dijo Jesús: "Nadie puede venir a  mí a menos que  el Padre, que me envió,  lo traiga". Así que no es sólo por esfuerzo humano  que uno responde a la pesca mundial. Jehová percibe la condición de corazón de las personas y atrae así a las merecedoras.  Sin  embargo los  pescadores humanos  son los  agentes que Jehová utiliza para atraer a la gente a él. 
Refiriéndose,  no a  los 144.000  sino a  otros cristianos,  Jesús dijo: "Tengo otras ovejas, que no son de este redil, (del "rebaño pequeño") a esas también  tengo que traer  y escucharán mi voz  y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor" (Jn 10;16)  
Ahora, se  está recogiendo  a "una grande  muchedumbre" de  estas "otras ovejas" .Estas personas serán las primeras de la "nueva Tierra". Jehová las protegerá a través de la "grande tribulación" al fin de este sistema inicuo  para  que sigan  viviendo y entren en el  paraíso terrestre.  ("Usted puede vivir..." pág 164) (Ap7;9-15)
CÓMO ES LA PREDICACIÓN DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
a)  CONOCIMIENTO EXACTO  
'Desnúdense de la vieja personalidad  con sus prácticas' dice la Biblia. Esta  debe reemplazarse con  'la  nueva   personalidad  que  mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según  la imagen de Aquel que la ha creado" (Col 3;9-10) (2Cor 7;1) (Flp 4;8) (Tit 2;14) (2Pe 1;2-3).  ("La Atalaya" de 1.4.93, pág 7) ("La Atalaya" de 15.8.93, pág 12 y 13) 
Análisis:
Los  TJ  imparten  "conocimiento  exacto"  de  la  Biblia 
¿Por qué, pues,  han  cometido  y cometen  tantos  errores y  han presentado  tantos cambios  de su  pensamiento en  sus folletos  y libros a lo largo de su corta historia?  
(Pr  4;18)  Es un  versículo  de  la  Biblia  que los  TJ  siempre presentan cuando quieren justificar sus continuos y graves errores para demostrar  que la revelación  es progresiva.  Los TJ  dicen a los miembros de  su congregación que tengan paciencia  que hay que seguir esperando que  se nos de más luz y  entendimiento.  Pero en ese versículo  no se habla  de nada que  vaya cambiando,  sino de algo que va en aumento. 
Y veamos  hasta qué  punto  están  convencidos los  TJ  de que  su doctrina es la "verdad bíblica":  
s/TJ:
Jehová ha enriquecido  a sus Testigos con muchas  dádivas.  Como nuestro Magnífico Instructor, nos ha iluminado con abundante conocimiento acerca de su  voluntad y sus  propósitos.  Mediante  su espíritu santo,  nos ha capacitado para resplandecer con denuedo. ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 21) 
Para adquirir la  sabiduría que resulta de la  enseñanza divina, tenemos que usar  diligentemente las facultades  mentales que Dios no  ha dado. Es  posible  adquirirla  debido  a la  tremenda  capacidad  del  cerebro humano...   ¿cómo podemos  utilizar la  mente de  la mejor  manera?.  No sumiéndonos sólo  en el  estudio arduo de  idiomas, historia,  ciencia o religión comparada.  Ante todo, debemos  hacer uso de nuestra facultades mentales  para  aprender la  enseñanza  divina.   Es  la única  que  nos proporcionará sabiduría  verdadera.  Pero ¿qué es  sabiduría verdadera?. En sentido bíblico,  la sabiduría pone de relieve el  juicio sano basado en el conocimiento  exacto y el entendimiento  verdadero.  La sabiduría nos permite  usar el  conocimiento y  el entendimiento  debidamente para resolver problemas, evitar o impedir peligros, ayudar a otros y alcanzar metas.    
Es interesante que la Biblia contrasta la sabiduría con la tontedad y la estupidez, características que de seguro queremos evitar.  (Dt 32;6) (Pr 11;29) (Ecl 6;8)...  Cuando los  seguidores ungidos de Cristo enseñan lo mismo  que  Cristo enseñó,  obedecen  a  su Magnífico  Instructor,  cuya voluntad es que "la grandemente diversificada sabiduría de Dios" se dé a conocer mediante la congregación.  (Ef 3;10-11) (Ef 5;1) (Lc 6;40).  ("La Atalaya" de 1.2.94, pág 9) 
Análisis:
Lógicamente, ya que  los TJ son los únicos  que mediante los "seguidores ungidos de  Cristo" enseñan lo mismo  que Jesús enseñó -aunque, digo yo, diferente a lo largo del tiempo según sea la luz que vayan recibiendo-,  prácticamente vienen a decirnos  que no es necesario que perdamos el tiempo  estudiando el hebreo o el griego para entender exactamente el sentido de las palabras que se no han transmitido  en la  Biblia, ni  leyendo la  historia para  al menos fijar las  fechas que la Biblia  no nos da, ni  aprendiendo lo que nos dice la ciencia para mejor entender tantos y tantos pasajes de la Biblia en que parecen  contradecirla, ni mucho menos comparando religiones, porque  para todo esto  está el "cuerpo  gobernante" y los "cristianos ungidos" que son los únicos que, desde finales del siglo pasado, han recibido  esta autoridad directamente del propio Dios. La Iglesia Católica, que desde hace siglos está enseñando la Palabra de Dios, es una tremenda impostora que no merece ningún crédito.  (?) 
s/TJ:
Sin embargo, el conocimiento intelectual de la Biblia no es lo mismo que la sabiduría  verdadera y la  obediencia a la enseñanza  divina... mucho más importante que  memorizar la Palabra de Dios  es comprenderla.  Para beneficiarnos  plenamente de  la  enseñanza divina  y mostrar  verdadera sabiduría, necesitamos  conocimiento exacto de las  Escrituras.  También tenemos que seguir la dirección del  espíritu santo, o fuerza activa, de Jehová.  Su  espíritu santo nos  ayudará a aprender  verdades profundas, "las  cosas profundas  de Dios"  (1Cor 2;10).   Por eso,  estudiemos con diligencia el  gran Libro de  Texto de Jehová  (la Biblia) y  pidamos en oración que nos guíe mediante su espíritu santo.  En conformidad con (Pr 2;1-6),  prestemos atención  a la  sabiduría, inclinemos  el corazón  al discernimiento y clamemos por el entendimiento.  ("La Atalaya" de 1.2.94, pág 9) 
Análisis:
Como  hemos  dicho,   a  pesar  de  todas   estas  palabras,  este conocimiento  exacto sólo  nos lo  pueden proporcionar...  los TJ. Por lo  tanto, si la  sabiduría mundana  nos dice que  tal palabra del griego  utilizada en la  Biblia quiere  decir esto o  lo otro, está equivocada  si no  coincide con  lo que los  Tj nos  dicen al respecto.  Si  los historiadores  nos dice  que la  destrucción de Jerusalén  fue  en  el  586/7 aC,  están  equivocados  porque  los historiadores de la  Watch Tower -que no sabemos quiénes son-, no la Biblia, nos  aseguran que fue en el 607  aC.   
Si la Arqueología nos dice que un diluvio global en el momento que lo sitúan los TJ no fue posible,  hemos de decir que no saben nada del tema porque los científicos (?) de los TJ nos dicen que sí que fue posible,  etc, etc. El espíritu santo puede decirnos  lo que quiera que si no coincide con la doctrina de los TJ, está equivocado o nosotros no sabemos, o peor,  no queremos escucharlo (?). 
Los TJ después  de enseñarnos que los 144.000 es  una cifra que ha de aceptarse como literal y que en cambio los sumandos que la componen, 12 veces 12.000, de forma simbólica, nos dicen:  
s/TJ:
Así  al estudiar  nosotros el  altamente simbólico  libro de  Revelación así como  otras partes  de la  Palabra de Dios,  tenemos que  aprender a distinguir  lo que  es literal  de lo  que es  simbólico con  el fin  de obtener un  conocimiento exacto de lo  que Dios ha hecho  que se escriba para nuestro provecho. Con la ayuda de su espíritu y su organización, podemos hacer esto, y mediante  ello ser "llenos del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual" (Col 1;9)  ("¡Despertad!" de 22.6.64, pág 28)  
No es el propósito ni intención de los TJ el solo ganar una disputa. Su interés es  demostrar el amor sincero  que Dios les tiene  a sus ovejas. Su mira es presentar  la verdad de la Palabra de Dios  de tal manera que sus oyentes la  acepten o por lo  menos se sientan impulsados  a dar más consideración a  las buenas  nuevas del Reino  que alientan  el corazón. Esto  les  proporcionará  una  visión  verdadera de  ese  reino  y  cuán importante es servir sus intereses. ("La Atalaya" de 1.12.59, pág 726) 
b) PALABRAS CONSISTENTES 
Los TJ  dicen en el Prólogo de su "Traducción del Nuevo Mundo de las escrituras Griegas": "... en esta versión en español...  cuando se introducen palabras consistentes con el contexto para hacer la traducción clara y comprensible, se encierran las palabras insertadas entre corchetes." 
Análisis:
Esto no  es verdad en  muchísimos casos trascendentales:  (Jn 1;1) (Mt 26;26 y  28) (Tito 2;13) (2Pe 1;1) (Jn  6;56), etc, etc.
c) JUICIO CRITICO
s/TJ:  
Dicen los  TJ: "A los cristianos se les insta a adorar a Dios 'con su facultad de raciocinio', de modo  que deben asegurarse que sus creencias sean ciertas (Rm 12;1-2) (1Tes 5;21). Sus creencias deben ser sometidas al 'juicio crítico' antes de  aceptarlas" ("La Atalaya" de 15.11.92, pág 3).  También  han escrito: "El simple  hecho de que una  religión use la Bíblia no prueba por sí mismo que todo lo que  esa religión enseña y practica  se halle  en la  Biblia. Es importante  que nosotros mismos investiguemos para ver si está ahi o no"  ("Usted puede vivir..." pág 31) 
No sólo tenemos que examinar  lo que creemos personalmente, sino también lo  que enseña  cualquier  organización religiosa  con  la cual  estemos asociados.  ¿Están  sus enseñanzas  en plena armonía  con la  Palabra de Dios,  o se  basan en  las  tradiciones de  los hombres?   Si amamos  la verdad, no  tenemos nada  que temer  de tal examen.   Debe ser  el deseo sincero de cada uno  de nosotros aprender lo que es  la voluntad de Dios para nosotros, y entonces hacerla (Jn 8;22)  ("La verdad que lleva a vida eterna", pág 13) 
Sin embargo,  quizá usted crea  que no sabe  lo suficiente acerca  de su religión, y  no quiere ser  hallado falto.   Eso se comprende,  pero ¿es buena  razón  para  rehusar  hablar acerca  de  religión,  para  rehusar compartir la  información que tenga?   El mejor derrotero será  llegar a entender  las enseñanzas  de  la  Biblia para  que  usted pueda  ofrecer razones y textos en apoyo de su creencia. De otra manera, es exactamente como si uno estuviera  disfrazado de cristiano, mientras que de  hecho  sabe  muy  poco  en  cuanto  al  cristianismo.   ¡Cuanto  más satisfactorio es saber lo que usted cree y por qué lo cree!"  ("¡Despertad! de 22.2.68, pág 6) 
Análisis:
Estas normas,  los TJ sólo  entienden que deben aplicarla  los que todavía no  han entrado en la  organización de los TJ,  porque una vez en ella, los TJ han de someterse a lo que diga la organización (Hb 13;17) (1Cor  1;10), sin que lean "la  literatura religiosa de la gente  que encuentran" ("La  Atalaya" de 1.5.84), ni  "lean las críticas a la  organización de Jehová" ("La  Atalaya" de 15.5.84), lo que  está en  contra, flagrantemente,  del "juicio  crítico" al que, según ellos mismos enseñan, los cristianos han de someter sus creencias. 
Así  enseñan los  Tj  en ("La  Atalaya" de  1.3.93,  pág 22):  "Si prestamos atención a la dirección que Jehová nos da a través de su Palabra  y organización,  haremos las  cosas a  su manera,  lo que resultará en que nos ahorremos, por ejemplo, el escollo de caer en discusiones  baladíes con  aquellos que  lo único  que quieren  es argüir o  disputar sobre  meras palabrerías”  (Pr 17;14)  (Col 4;6) (2Tim 2;23-26) 
Los dirigentes  de los TJ,  amparándose en (1Cor 1;10),  imponen a sus seguidores un grado de completa  conformidad a todo lo que les venga  dicho  desde  la  Sociedad   de  La  Atalaya.   Esa  es  la "evidencia"  de que  ellos son  los únicos  cristianos verdaderos, porque "todos hablan  de acuerdo" y están "aptamente  unidos en la misma mente  y en la  misma forma  de pensar".  Cuando  el apóstol Pablo  escribió a  los  corintios pidiéndoles  que terminaran  sus divisiones, ¿les dijo  también que debían someterse del  todo a un líder humano, en obediencia ciega,  como máquinas sin mente?  ¡No!  Los mismos pasajes aducidos por los  TJ de (Rm 12;1-2) (1Tes 5;21) demuestran todo lo contrario, y en general toda la carta a los romanos revela que los individuos de la Iglesia primitiva gozaban de mucha libertad. 
¿Por qué un TJ no ha de poder revisar la Historia y la Arqueología para convencerse a  sí mismo de si Jesucristo murió  en una cruz o en  un madero?.   Pero  no los  apuntes  de la  Historia  o de  la Arqueología que  le proporcionan  los mismos TJ,  sino libremente, consultando aquellos libros o  aquellos estudios que considere más objetivos, más  técnicos, más  especializados. Y más  teniendo en cuenta que los TJ primero creían,  al respecto, una cosa y después otra y no  han justificado científicamente las  razones del porqué en un momento determinado cambiaron de parecer. 
Por otra parte, ¿por qué un TJ ha de aceptar sin posibilidad ni de dudarlo, que la destrucción de Jerusalén ocurrió en el año 607 aC, cuando todos los historiadores antiguos y modernos, enciclopedias, libros  de texto  modernos y  de  de hace  más de  cien años,  etc enseñan que ocurrió en el año 586/7 aC?.  E, incluso, confrontando la  propia literatura de los TJ se puede demostrar que están equivocados, pero  que mantienen su  cronología para no  tener que reconocer  que 1914  a pesar  de que  fue un  año nefasto  para la humanidad, no coincide -por veinte  años de diferencia- con el que se deduce de la interpretación que los TJ dan a las profecías que consideran para el caso.  Etc, etc...
En ("La  Atalaya" de  15.1.83) se  les dice a  los TJ  que "luchen contra el  pensamiento independiente".  Pero cuando  le interesa a la  Sociedad  emplea  este "pensamiento  independiente"  para  sus fines,  como es  el  caso que  podemos leer  en  ("Vida eterna  en libertad de los hijos de Dios", pág 28-35): "En este siglo veinte se ha efectuado un estudio independiente que no sigue ciegamente a cálculos  cronológicos tradicionales  de la cristiandad...  Según esta cronología bíblica fidedigna ..." 
En esta  misma línea nos  dicen los TJ: "...Esos  mismos registros antiguos...  escritos por  hombres  imperfectos  y hambrientos  de poder...no tienen  verdadero derecho a nuestra  confianza" (¿Es la Biblia realmente  la Palabra de  Dios"?, pág 61).   Pero, entonces ¿de dónde han sacado los TJ la fecha absoluta del año 539 aC de la que se sirven para calcular  las fechas de las Escrituras hebreas, sino  de un  registro ¡nada  menos que  de un  rey pagano!?   ("La Atalaya" de 15.9.68, pág 556) 
Y se podrían mencionar tantos y tantos casos...
Podríamos recordar a  los TJ que no es la  conformidad ciega, sino el amor, lo que es "un vínculo perfecto de unión" (Col 3;14)
s/TJ:
PODEMOS LLAMARNOS CRISTIANOS, PERO ¿PODEMOS DEMOSTRAR QUE LO SOMOS? 
Dicen los TJ: Es necesario que los cristianos crezcan espiritualmente de forma  individual.  Existe  un  verdadero peligro  de  permanecer en  la infancia espiritual en vez de progresar hacia la madurez cristiana.  Por eso, Pablo nos insta: "Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que  ustedes mismos son" (2Cor 13;5) ¿Se ha autoexaminado para  ver si  ha estado progresando  espiritualmente desde que se bautizó?  ¿O se ha quedado estancado?  ¿Cómo se puede saber? 
Nuestro  deseo  o apetito  de  alimento  espiritual  sólido es  un  buen indicador  de si  hemos crecido  en sentido  espiritual o  si aún  somos pequeñuelos  espirituales  y sólo  queremos  leche  como alimento.   (Hb 5;12-14) (1Cor 13;11) 
¿Cómo está  su apetito  espiritual?  ¿Que  opina del  abundante alimento espiritual  que Jehová  provee regularmente  mediante las  publicaciones basadas en la Biblia y las reuniones y asambleas cristianas?  (Is 65;13) ¿Qué hace cuando recibe un nuevo número de "La Atalaya" o "¡Despertad!"? ¿Aparta tiempo  para leer estas  publicaciones, o simplemente  las hojea para ver  los rasgos sobresalientes,  y luego  las coloca con  las demás publicaciones  en   el  estante?   ¿Asiste  regularmente   a  todas  las reuniones?  ¿Se prepara  para ellas y participa en ellas?   Es obvio que el grado de aprecio que tenemos  por las provisiones espirituales es una indicación de nuestro progreso espiritual. 
Pablo  señala  otra característica  del  que  es pequeñuelo  en  sentido espiritual cuando  advirtió: "Ya  no seamos pequeñuelos,  aventados como por olas y llevados  de aquí para allá por todo  viento de enseñanza por medio de las  tretas de los hombres,  por medio de astucia  en tramar el error" (Ef 4;14). 
Pablo nos  quiere decir  que constantemente  se presentan  ante nosotros nuevas ideas y actividades  que pudieran parecer inofensivas, atractivas e incluso provechosas. Las palabras de Pablo  aplican principalmente a asuntos  relacionados con  nuestra  fe:  movimientos ecuménicos, causas sociales y políticas y actividades semejantes (1Jn 4;1).   Estas actividades pudieran distraer demasiado  al pequeñuelo espiritual debido a su  falta  de  experiencia y buen juicio, e impedir que adelante espiritualmente y cumpla con sus obligaciones cristianas que  son más importantes (Mt 6;22-25) 
Aunque Timoteo  era un  superintendente cristiano  maduro, Pablo  le dio esta exhortación: "Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para que tu adelantamiento sea manifiesto a todos" (1Tim 4;15). Si usted desea que su adelantamiento espiritual sea manifiesto, es indispensable ese esfuerzo. 
No  debemos, pues,  pensar  que  todo irá  bien  porque  estamos 'en  la verdad'.  Podemos  llamarnos cristianos, pero ¿podemos  demostrar que lo somos?  Por ejemplo, ¿hacemos las cosas que sabemos que debería hacer un cristiano: estudiar  la Biblia;  asistir a  la reuniones  cristianas con regularidad para  consumir la información nutritiva  que puede estimular su  crecimiento interno,  espiritual;  participar en  el ministerio  del campo; etc?  Si  así es, mereceremos encomio, y  debemos esforzarnos por perseverar en tales hábitos excelentes.  Ahora bien, ¿es posible que nos beneficiemos  más de  lo  que hacemos?   Por  ejemplo, ¿estamos  siempre preparados  para aportar  algo en  las reuniones?   ¿Nos esforzamos  por aplicar en nuestra vida lo que aprendemos?  ¿Nos preocupamos por mejorar nuestras  aptitudes de  modo que  podamos dar  un testimonio  completo a pesar  de  los  obstáculos  que   encontramos  en  el  campo?   ¿Estamos dispuestos  a aceptar  el desafío  de volver  a visitar  a las  personas interesadas en el  mensaje y conducir estudios bíblicos  en sus hogares? "Corran de tal modo que lo alcancen", instó Pablo (1Cor 9;24b)  ("La Atalaya" de 1.8.92, pág 8-18) 
Análisis:
Está claro que para los TJ  ser un buen cristiano estriba fundamentalmente en "consumir la información que facilitan 'basada en la Biblia'", "asistir a las reuniones cristianas" y "participar en  el ministerio  del campo". La respuesta que Jesucristo dio cuando le preguntaron que de bueno se tenía que hacer para alcanzar la vida eterna, la desoyen por completo, ¡ni se han enterado!. Es como  si los católicos dijéramos: Para  ser un buen cristiano lo que se debe hacer es ir a misa los domingos y apuntarse a alguna de las asociaciones que tiene la Iglesia para el apostolado seglar... 
Finalmente,  ¿Por qué  cuando los  TJ van  por primera  vez a  una casa dicen que pueden seguir la conversación con cualquier Biblia, si  ellos  saben de  sobras que la Traducción del  Nuevo Mundo -específicamente  de los TJ- tiene más de un centenar de diferencias fundamentales con la Traducción, por ejemplo, de Nacar Colunga, muy leída en el ambiente católico?