s/TJ:
Pablo atribuye
apropiadamente a Dios todo el mérito por el crecimiento de la Congregación. Nos
dice: "... de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega,
sino Dios que lo hace
crecer".
Pero Pablo no está restando importancia a nuestra labor de plantar y regar. Tampoco pretende que concluyamos que "Dios hará crecer las cosas cuando lo crea oportuno" y que simplemente debemos sentarnos a esperar que lo haga. Pablo sabía que la manera de efectuar nuestra labor repercute en el grado de crecimiento que se logra.
Pero Pablo no está restando importancia a nuestra labor de plantar y regar. Tampoco pretende que concluyamos que "Dios hará crecer las cosas cuando lo crea oportuno" y que simplemente debemos sentarnos a esperar que lo haga. Pablo sabía que la manera de efectuar nuestra labor repercute en el grado de crecimiento que se logra.
De ahí su constante
exhortación a los cristianos a que
trabajen con empeño en el
ministerio y mejoren sus aptitudes
docentes. (1Tim 4;16) (2Tim 4;1-5).
(Aunque para ser colaborador de Dios, no
necesitamos tener ninguna
aptitud especial, salvo sentir interés genuino por
la gente y dejar que Dios -o lo que es lo mismo, la Organización de los
TJ- nos use). Un jardinero, por ejemplo,
que no se hubiera esforzado en absoluto
no podría esperar que Dios hiciera
brotar milagrosamente un hermoso jardín. ¿Sería diferente en el caso del crecimiento espiritual?. Claro
que no. Como el labrador que con paciencia sigue esperando el precioso fruto de la tierra, nosotros también tenemos que esforzarnos por plantar
y regar, y aguardar hasta que
Dios lo haga crecer (St 1;22) (St
2;26) (St 5;7)
A ello nos ayudará prestar atención a la dirección que Jehová nos da a través de su Palabra y
organización. Entonces, sin
duda, haremos las cosas a su manera, lo que resultará en que nos ahorremos, por ejemplo, el escollo de
caer en discusiones baladíes con aquellos que lo único que quieren es argüir o
disputar sobre meras palabrerías
(Pr 17;14) (Col 4;6) (2Tim
2;23-26)
Hemos de evitar cometer el error
de salir al ministerio sin primero haber dedicado tiempo a
reflexionar cuidadosamente y
bajo oración en qué objetivos quiero alcanzar y
en qué es lo mejor para
lograrlos. Hemos de meditar, por
ejemplo, en la clase de personas y
problemas que podemos encontrar y prepararnos para saber qué decir (1Cor
9;19-23)
Si apreciamos
el privilegio de
ser colaboradores de
Dios, no escatimaremos esfuerzos
(Ecl 11;6) (Hech
13;48) (2Cor 9;6).
Los resultados finales quedan
en manos de Jehová, pero sólo
segaremos si primero sembramos con diligencia (Ecl 11;4). En realidad, el ministerio cristiano
puede suponer largos períodos de ardua labor sin que veamos resultados inmediatos.
Pero, de pronto, cuando menos lo
esperamos, cosechamos el hermoso fruto de nuestro trabajo. Son momentos de sublime satisfacción cuando hallamos un corazón
que acoge el mensaje de
la verdad, siempre y cuando esté dispuesto a hacer
la labor inicial de cavar, plantar,
escardar y regar (Pr 20;4) ("La Atalaya" de 1.3.93, pág
21)
Cada cristiano un
evangelizador. En su sermón del monte, Jesús subrayó ante las
muchedumbres la responsabilidad que
tenían de iluminar a otros mediante la palabra y la acción. (Mt 5;14-16) ("El hombre en
busca de Dios", pág 247)
Note cómo Jesús relacionó el amor de uno a él con el efectuar la obra ministerial. La
ocasión fue una mañana después de
su resurrección, y siete de sus
discípulos estaban reunidos en la playa del mar de Galilea. Allí Jesús se les apareció y, dirigiéndose al apóstol Pedro, preguntó: "'Simón hijo de
Juan, ¿me amas más que éstos?' Le dijo: 'Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño.' Le dijo: 'Apacienta mis corderos.'" -Juan 21;15.
Aunque Jesús preguntó si
Pedro le tenía amor (griego, ágape, que se refiere a un
amor altruista, basado en
principios), Pedro contestó
diciendo que le tenía cariño a Jesús
(griego, filia, que se refiere al fuerte
cariño entre amigos íntimos). Pedro
afirmaba tener más que solo amor basado
en principios o ágape para
con Jesús. El afirmaba que estimaba muchísimo a Jesús y que le tenía
mayor cariño a él que aun a su propia madre o padre o esposa.
Con el fin de recalcar la
importancia de ministrar a otros, Jesús nuevamente le preguntó a Pedro.
"'Simón hijo de Juan, ¿me amas?' Le dijo: 'Sí, señor, tú sabes que te tengo cariño.' Le dijo: 'Pastorea mis
ovejitas.'" (Juan 21;16) Note que
Jesús nuevamente usó ágape cuando le
preguntó a Pedro si lo amaba, mientras que Pedro recalcó que él le tenía
filia o cariño intenso a
Jesús. Si realmente era
cierto que Pedro reservaba un
lugar tan especial en su corazón para él, Jesús dijo que lo probara ministrando
a otros.
Note la manera en que, por tercera vez, Jesús se dirige a Pedro. Esta vez él, también, usa el término íntimo filia, preguntando: "¿Me tienes cariño?" Y
nuevamente Pedro responde, muy contristado ahora porque Jesús pusiera tan
persistentemente en tela de juicio su amor: "Señor, tú sabes todas las
cosas; tú bien sabes que te tengo cariño." Si verdaderamente tienes
un lugar tan afectuoso en tu
corazón para mí, Jesús contestó,
"apacienta mis ovejitas." -Juan 21;17.
Desde la primavera del año
de 1919 en adelante se produjo una salida
de los verdaderos cristianos
que estaban desterrados en
Babilonia la Grande. Salió la llamada dada desde el cielo:
"Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus
plagas." (Rev. 18;4) La religiosa
Babilonia la Grande es el imperio
mundial de religión babilónica falsa, e
incluye a la cristiandad, que ha
tratado de mezclar
el cristianismo con la religión
babilónica. Por lo
tanto la llamada del
cielo tenía que incluir el
que salieran de la cristiandad. Los
centenares de millones de
simbólicos peces
"inapropiados" que
permanecen en la cristiandad pronto serán echados en el
simbólico "horno ardiente"
y completamente destruidos. Ya van
en esa dirección,
puesto que los
cristianos hipócritas están dándose a "su llanto y el crujir de sus
dientes." (Mat. 13;50) ¿Por
qué? Porque no han salido de la Gran Babilonia como debe hacerlo el verdadero pueblo de Dios; y por lo tanto están compartiendo los pecados de ella y
ya están sintiendo lo que precede
a sus plagas destructivas. Pronto
perecerán con Babilonia la Grande
y sus amantes políticos al debido tiempo
de Dios.
También podemos aplicar las
palabras paternales que escribió Pablo en
1 Corintios 15;33 con relación a las personas de fuera de la congregación que
promueven enseñanzas falsas. ¿Qué podría llevarnos a tener compañerismo con
ellas? El que no distinguiéramos entre aquellos a los que podemos ayudar a
aprender la verdad y los que solo desean
polemizar para difundir una enseñanza falsa. Por ejemplo, cuando
damos testimonio, quizás encontremos a
una persona que discrepa en algún punto, pero
que está dispuesta a analizarlo
con más detalle. (Hechos 17;32-34) Esta situación en sí
no plantea ningún problema, pues con gusto explicamos la verdad
bíblica a todo el que desea
conocerla, e incluso regresamos a
presentarle pruebas convincentes. (1 Pedro 3;15) No obstante, algunos quizás no tengan verdadero interés en aprender la verdad bíblica. ("La Atalaya" de 1.8.93, pág 16
y 17) ("La Atalaya" de 1.12.93, pág 13)
Muchas personas se pasan horas debatiendo, semana tras semana, pero no porque busquen la verdad,
sino tan solo porque quieren socavar la fe de los demás y
alardear de su supuesta formación
en hebreo, griego o ciencias de la evolución. Algunos Testigos se han
encontrado con ellas, se han sentido desafiados y han acabado pasando mucho
tiempo discutiendo sobre creencias religiosas falsas, filosofías o errores
científicos. Ha de notarse que Cristo no dejó que eso le ocurriera a él, aunque
podría haber ganado debates con
dirigentes religiosos instruidos en hebreo o griego. Cuando lo desafiaban,
Jesús daba una respuesta breve y volvía a dirigir su atención a los humildes, a
las verdaderas ovejas. (Mateo 22;41-46;
1Corintios 1;23-2;2.) ("La Atalaya" de 1.8.93, pág 16 y 17)
Análisis:
Los TJ
insisten en la predicación, a la que dan la máxima
importancia, a pesar de que también nos han dicho: "Por supuesto, el amor
cristiano no ha de manifestarse sólo por
palabras; es más importante manifestarlo por hechos" (El hombre en busca de
Dios", pág 247). La referencia bíblica que aducen los TJ para apoyar
el que cada cristiano debe ser un
evangelizador es el pasaje en el
que Jesús dice a sus seguidores que deben ser "luz del mundo", pasaje
que termina diciendo: "para que los
hombres vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos"
(Mt 5;13-16). No dice para que los
hombres oigan vuestra predicación y se conviertan. Creo que Jesucristo en este
caso les está diciendo que si sus hechos
los armonizan con sus enseñanzas serán
luz del mundo y así esté podrá dar gloria a Dios. Nada más. ¿Pero cuándo
los TJ se harán caso a sí mismo cuando insisten que en la Biblia no
debemos leer más que lo que dice?
El
único medio de salvación para los TJ es predicar la palabra de Dios, imitar
a Cristo, casi únicamente como
predicador de la verdad. Y si no, véase ("La
Atalaya" de 15.6.68, pág 363) en dónde los TJ nos vienen a decir que,
en vez de perder el tiempo siendo
caritativos y obrando justamente con nuestros semejantes, hemos de dedicarnos a
estudiar la Biblia. Todo testigo es, según ellos, un ministro de Dios. Como
hizo Cristo, dicen, hay que predicar en todas partes, sobre todo en las casas.
Y como un primer contacto no basta, hay que renovar las visitas a ejemplo de S.
Pablo (Hech 15;36). En su traducción del NM
insisten en unas palabras griegas (Hech 5;42) (Hech 20;20) cuyo sentido es "a la casa" y que ellos traducen "de puerta en puerta".
Basándose
en el texto de (Jn 21;15-17) en que Jesús ordena a Pedro apacentar su rebaño, dicen
que el pastor debe ir a
buscar las ovejas y que sólo a domicilio las
encontrará. Acusan a los ministros cristianos de no ir a buscarlas,
sino de llamarlas con la campana y
esperar a que los laicos vayan a
sentarse un rato en un banco y a dar algo para el culto creyendo salvarse por
eso. Respondiendo a estos ataques, cuesta poco demostrar que los sacerdotes no
se limitan a tocar la campana. Y los laicos no responden al sentir de la
Iglesia si se contentan con su mera
presencia sin unirse al sacrificio de Cristo.
Insisten
los TJ en criticar las colectas destinadas la culto. ¿No es lo mismo que lo que
la Sociedad Watch Tower pide a los TJ
para ayudar a la expansión de sus
doctrinas? La Iglesia propone como medio de salvación la imitación de Cristo, pero no en un solo aspecto de su
vida, la predicación, sino en todos. Jesús dio a su Iglesia los medios para
lograrlo, la oración y los sacramentos. Sin duda todo cristiano por el ejemplo
de su vida y a veces de su palabra, debe irradiar la verdad y la edificación a
su alrededor. Pero Jesús escogió un grupo de sus discípulos, los apóstoles, y
los hizo "ministros" de su
doctrina. A ellos les dio poderes
excepcionales sobre el memorial de su Pasión y el perdonar los pecados; sobre
ellos hizo descender el Espíritu Santo. Hay, pues, una jerarquía en la Iglesia
de Jesucristo.
s/TJ:
Desde 1922 en adelante se publicaron y distribuyeron entre el público verdades bíblicas
contundentes que denunciaban la religión
falsa babilónica, en particular a las iglesias de la cristiandad. Se vio que se tenía que gravar
en la mente del pueblo limpiado de Dios
que el rompimiento con toda forma
de religión falsa tenía que ser
total. Por eso, por años hasta que se
evitó el uso de la palabra
"religión" cuando se hablaba de
la adoración pura. En las
calles de ciudades grandes se
organizaron marchas con pancartas
que llevaban lemas por el estilo de "La religión es un lazo y un fraude". Libros
como "Gobierno" (1928) y "La verdad
os hará libres" (1943)
hicieron distinción clara entre "cristianismo" y
"religión". Se puede
comprender por qué se adoptó esta postura extrema, pues había que romper completamente con los sistemas religiosos de Babilonia la
Grande, que se hallaban por todas partes.
A la mayoría de los herederos ungidos (los
144.000) del Reino se les
"pescó" de las naciones antes de
1935, así que la cantidad total de ellos está fundamentalmente completa. Por eso los TJ, en
particular desde 1935, han estado en busca de personas humildes a quienes se
les pudiera describir como 'mansas' que
'poseerán la tierra'. Estas son personas que 'están suspirando y
gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo'. Obran a favor
de la gobernación del Reino de Dios antes de que la 'gran tribulación' derribe el depravado y
corrupto sistema de cosas de Satanás y se eche a sus adoradores en 'el horno de fuego' de la
destrucción final.
¿Ha tenido éxito ahora la
pesca mundial? En 1943 sólo había 126.329 TJ que participaban activamente en la pesca de hombres en 54 países. En diez años había pasado esta cifra
a 519.329 TJ y en 1991, los TJ cuentan con más de 550.000 precursores
(Trabajadores de tiempo completo de los TJ) que dedican entre 60 y 140 horas
como promedio a la predicación cada mes, además de más de 3.500.000 TJ que no
están en el servicio de tiempo completo, pero que hacen cuanto pueden al servir
a Jehová según sus circunstancias. ¿Qué otro grupo religioso cuenta con más de
4.000.000 de voluntarios que -sin que se
les pague- predican cada mes las buenas nuevas de la gobernación del Reino de
Dios?.
¿Cómo se ha logrado todo
esto?. Recordemos lo que dijo Jesús: "Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo traiga". Así que no es sólo por
esfuerzo humano que uno responde a la
pesca mundial. Jehová percibe la condición de corazón de las personas y atrae así
a las merecedoras. Sin embargo los
pescadores humanos son los agentes que Jehová utiliza para atraer a la
gente a él.
Refiriéndose, no a
los 144.000 sino a otros cristianos, Jesús dijo: "Tengo otras ovejas, que no
son de este redil, (del "rebaño pequeño") a esas también tengo que traer y escucharán mi voz y llegarán a ser un solo rebaño, un solo
pastor" (Jn 10;16)
Ahora, se está recogiendo a "una grande muchedumbre" de estas "otras ovejas" .Estas
personas serán las primeras de la "nueva Tierra". Jehová las
protegerá a través de la "grande tribulación" al fin de este sistema
inicuo para que sigan
viviendo y entren en el paraíso
terrestre. ("Usted puede vivir..." pág 164) (Ap7;9-15)
CÓMO ES
LA PREDICACIÓN DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
'Desnúdense de la vieja
personalidad con sus prácticas' dice la
Biblia. Esta debe reemplazarse con 'la nueva
personalidad que mediante conocimiento exacto va haciéndose
nueva según la imagen de Aquel que la ha
creado" (Col 3;9-10) (2Cor 7;1) (Flp 4;8) (Tit 2;14) (2Pe 1;2-3). ("La
Atalaya" de 1.4.93, pág 7) ("La Atalaya" de 15.8.93, pág
12 y 13)
Análisis:
Los TJ
imparten "conocimiento exacto" de
la Biblia
¿Por qué, pues,
han cometido y cometen
tantos errores y han presentado tantos cambios de su
pensamiento en sus folletos y libros a lo largo de su corta historia?
(Pr 4;18)
Es un versículo de la Biblia
que los TJ siempre presentan cuando quieren justificar
sus continuos y graves errores para demostrar
que la revelación es
progresiva. Los TJ dicen a los miembros de su congregación que tengan paciencia que hay que seguir esperando que se nos de más luz y entendimiento. Pero en ese versículo no se habla
de nada que vaya cambiando, sino de algo que va en aumento.
Y
veamos hasta qué punto
están convencidos los TJ de
que su doctrina es la "verdad bíblica":
s/TJ:
Jehová ha enriquecido a sus Testigos con muchas dádivas.
Como nuestro Magnífico Instructor, nos ha iluminado con abundante
conocimiento acerca de su voluntad y
sus propósitos. Mediante
su espíritu santo, nos ha
capacitado para resplandecer con denuedo. ("La Atalaya" de
1.5.93, pág 21)
Para adquirir la sabiduría que resulta de la enseñanza divina, tenemos que usar diligentemente las facultades mentales que Dios no ha dado. Es
posible adquirirla debido
a la tremenda capacidad
del cerebro humano... ¿cómo podemos utilizar la
mente de la mejor manera?.
No sumiéndonos sólo en el estudio arduo de idiomas, historia, ciencia o religión comparada. Ante todo, debemos hacer uso de nuestra facultades mentales para
aprender la enseñanza divina.
Es la única que
nos proporcionará sabiduría
verdadera. Pero ¿qué es sabiduría verdadera?. En sentido
bíblico, la sabiduría pone de relieve
el juicio sano basado en el
conocimiento exacto y el entendimiento verdadero.
La sabiduría nos permite usar
el conocimiento y el entendimiento debidamente para resolver problemas, evitar o
impedir peligros, ayudar a otros y alcanzar metas.
Es interesante que la Biblia
contrasta la sabiduría con la tontedad y la estupidez, características que de
seguro queremos evitar. (Dt 32;6) (Pr
11;29) (Ecl 6;8)... Cuando los seguidores ungidos de Cristo enseñan lo
mismo que Cristo enseñó, obedecen
a su Magnífico Instructor,
cuya voluntad es que "la grandemente diversificada sabiduría de
Dios" se dé a conocer mediante la congregación. (Ef 3;10-11) (Ef 5;1) (Lc 6;40). ("La
Atalaya" de 1.2.94, pág 9)
Análisis:
Lógicamente,
ya que los TJ son los únicos que mediante los "seguidores ungidos de Cristo"
enseñan lo mismo que Jesús enseñó
-aunque, digo yo, diferente a lo largo del tiempo según sea la luz que vayan
recibiendo-, prácticamente vienen a decirnos que no es necesario que perdamos el
tiempo estudiando el hebreo o el griego
para entender exactamente el sentido de las palabras que se no han transmitido en la
Biblia, ni leyendo la historia para
al menos fijar las fechas que la
Biblia no nos da, ni aprendiendo lo que nos dice la ciencia para
mejor entender tantos y tantos pasajes de la Biblia en que parecen contradecirla, ni mucho menos comparando
religiones, porque para todo esto está el "cuerpo gobernante" y los "cristianos
ungidos" que son los únicos que, desde finales del siglo pasado, han
recibido esta autoridad directamente del
propio Dios. La Iglesia Católica, que desde hace siglos está enseñando la
Palabra de Dios, es una tremenda impostora que no merece ningún crédito. (?)
s/TJ:
Sin embargo, el conocimiento
intelectual de la Biblia no es lo mismo que la sabiduría verdadera y la obediencia a la enseñanza divina... mucho más importante que memorizar la Palabra de Dios es comprenderla. Para beneficiarnos plenamente de
la enseñanza divina y mostrar
verdadera sabiduría, necesitamos
conocimiento exacto de las
Escrituras. También tenemos que
seguir la dirección del espíritu santo,
o fuerza activa, de Jehová. Su espíritu santo nos ayudará a aprender verdades profundas, "las cosas profundas de Dios"
(1Cor 2;10). Por eso, estudiemos con diligencia el gran Libro de
Texto de Jehová (la Biblia)
y pidamos en oración que nos guíe
mediante su espíritu santo. En
conformidad con (Pr 2;1-6), prestemos
atención a la sabiduría, inclinemos el corazón
al discernimiento y clamemos por el entendimiento. ("La
Atalaya" de 1.2.94, pág 9)
Análisis:
Como hemos
dicho, a pesar
de todas estas
palabras, este conocimiento exacto sólo
nos lo pueden
proporcionar... los TJ. Por lo tanto, si la
sabiduría mundana nos dice
que tal palabra del griego utilizada en la Biblia quiere
decir esto o lo otro, está
equivocada si no coincide con
lo que los Tj nos dicen al respecto. Si los
historiadores nos dice que la
destrucción de Jerusalén fue en
el 586/7 aC, están
equivocados porque los historiadores de la Watch Tower -que no sabemos quiénes son-, no la Biblia, nos aseguran que fue en el 607 aC.
Si
la Arqueología nos dice que un diluvio global en el momento que lo sitúan los
TJ no fue posible, hemos de decir que no
saben nada del tema porque los científicos (?) de los TJ nos dicen que sí que
fue posible, etc, etc. El espíritu santo
puede decirnos lo que quiera que si no
coincide con la doctrina de los TJ, está equivocado o nosotros no sabemos, o
peor, no queremos escucharlo (?).
Los
TJ después de enseñarnos que los 144.000
es una cifra que ha de aceptarse como
literal y que en cambio los sumandos que la componen, 12 veces 12.000, de forma
simbólica, nos dicen:
s/TJ:
Así al estudiar
nosotros el altamente
simbólico libro de Revelación así como otras partes
de la Palabra de Dios, tenemos que
aprender a distinguir lo que es literal
de lo que es simbólico con
el fin de obtener un conocimiento exacto de lo que Dios ha hecho que se escriba para nuestro provecho. Con la
ayuda de su espíritu y su organización, podemos hacer esto, y mediante ello ser "llenos del conocimiento exacto
de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual" (Col
1;9) ("¡Despertad!" de 22.6.64, pág 28)
No es el propósito ni
intención de los TJ el solo ganar una disputa. Su interés es demostrar el amor sincero que Dios les tiene a sus ovejas. Su mira es presentar la verdad de la Palabra de Dios de tal manera que sus oyentes la acepten o por lo menos se sientan impulsados a dar más consideración a las buenas
nuevas del Reino que
alientan el corazón. Esto les
proporcionará una visión
verdadera de ese reino
y cuán importante es servir sus
intereses. ("La Atalaya" de 1.12.59, pág 726)
Los TJ dicen en el Prólogo de su "Traducción
del Nuevo Mundo de las escrituras Griegas": "... en esta versión en
español... cuando se introducen palabras
consistentes con el contexto para hacer la traducción clara y comprensible, se
encierran las palabras insertadas entre corchetes."
Análisis:
Esto
no es verdad en muchísimos casos trascendentales: (Jn 1;1) (Mt 26;26 y 28) (Tito 2;13) (2Pe 1;1) (Jn 6;56), etc, etc.
s/TJ:
Dicen los TJ: "A los cristianos se les insta a
adorar a Dios 'con su facultad de raciocinio', de modo que deben asegurarse que sus creencias sean
ciertas (Rm 12;1-2) (1Tes 5;21). Sus creencias deben ser sometidas al 'juicio
crítico' antes de aceptarlas"
("La Atalaya" de 15.11.92, pág 3).
También han escrito: "El
simple hecho de que una religión use la Bíblia no prueba por sí mismo
que todo lo que esa religión enseña y
practica se halle en la
Biblia. Es importante que nosotros
mismos investiguemos para ver si está ahi o no" ("Usted
puede vivir..." pág 31)
No sólo tenemos que
examinar lo que creemos personalmente,
sino también lo que enseña cualquier
organización religiosa con la cual
estemos asociados. ¿Están sus enseñanzas en plena armonía con la
Palabra de Dios, o se basan en
las tradiciones de los hombres?
Si amamos la verdad, no tenemos nada
que temer de tal examen. Debe ser
el deseo sincero de cada uno de
nosotros aprender lo que es la voluntad
de Dios para nosotros, y entonces hacerla (Jn 8;22) ("La verdad
que lleva a vida eterna", pág 13)
Sin embargo, quizá usted crea que no sabe
lo suficiente acerca de su
religión, y no quiere ser hallado falto. Eso se comprende, pero ¿es buena razón
para rehusar hablar acerca
de religión, para
rehusar compartir la información
que tenga? El mejor derrotero será llegar a entender las enseñanzas de la Biblia para
que usted pueda ofrecer razones y textos en apoyo de su creencia.
De otra manera, es exactamente como si uno estuviera disfrazado de cristiano, mientras que de hecho
sabe muy poco
en cuanto al
cristianismo. ¡Cuanto más satisfactorio es saber lo que usted cree
y por qué lo cree!" ("¡Despertad! de 22.2.68, pág 6)
Análisis:
Estas
normas, los TJ sólo entienden que deben aplicarla los que todavía no han entrado en la organización de los TJ, porque una vez en ella, los TJ han de
someterse a lo que diga la organización (Hb 13;17) (1Cor 1;10), sin que lean "la literatura religiosa de
la gente que encuentran"
("La Atalaya" de 1.5.84),
ni "lean las críticas a la organización de Jehová" ("La Atalaya" de 15.5.84), lo que está en
contra, flagrantemente, del
"juicio crítico" al que, según ellos mismos
enseñan, los cristianos han de someter sus creencias.
Así enseñan los
Tj en ("La Atalaya" de 1.3.93,
pág 22): "Si prestamos
atención a la dirección que Jehová nos da a través de su Palabra y organización, haremos las
cosas a su manera, lo que resultará en que nos ahorremos, por
ejemplo, el escollo de caer en discusiones
baladíes con aquellos que lo único
que quieren es argüir o disputar sobre meras palabrerías” (Pr 17;14)
(Col 4;6) (2Tim 2;23-26)
Los
dirigentes de los TJ, amparándose en (1Cor 1;10), imponen a sus seguidores un grado de
completa conformidad a todo lo que les
venga dicho desde
la Sociedad de
La Atalaya. Esa
es la "evidencia" de que
ellos son los únicos cristianos verdaderos, porque "todos hablan de acuerdo" y están "aptamente unidos en la misma mente y en la
misma forma de pensar". Cuando
el apóstol Pablo escribió a los
corintios pidiéndoles que
terminaran sus divisiones, ¿les
dijo también que debían someterse
del todo a un líder humano, en obediencia
ciega, como máquinas sin mente? ¡No! Los mismos pasajes aducidos por
los TJ de (Rm 12;1-2) (1Tes 5;21)
demuestran todo lo contrario, y en general toda la carta a los romanos revela
que los individuos de la Iglesia primitiva gozaban de mucha libertad.
¿Por
qué un TJ no ha de poder revisar la Historia y la Arqueología para convencerse
a sí mismo de si Jesucristo murió en una cruz o en un madero?.
Pero no los apuntes
de la Historia o de
la Arqueología que le
proporcionan los mismos TJ, sino libremente, consultando aquellos libros
o aquellos estudios que considere más
objetivos, más técnicos, más especializados. Y más teniendo en cuenta que los TJ primero
creían, al respecto, una cosa y después
otra y no han justificado científicamente
las razones del porqué en un momento
determinado cambiaron de parecer.
Por
otra parte, ¿por qué un TJ ha de aceptar sin posibilidad ni de dudarlo, que la
destrucción de Jerusalén ocurrió en el año 607 aC, cuando todos los
historiadores antiguos y modernos, enciclopedias, libros de texto
modernos y de de hace
más de cien años, etc enseñan que ocurrió en el año 586/7
aC?. E, incluso, confrontando la propia literatura de los TJ se puede
demostrar que están equivocados, pero
que mantienen su cronología para
no tener que reconocer que 1914
a pesar de que fue un
año nefasto para la humanidad, no
coincide -por veinte años de diferencia-
con el que se deduce de la interpretación que los TJ dan a las profecías que
consideran para el caso. Etc, etc...
En
("La
Atalaya" de 15.1.83)
se les dice a los TJ
que "luchen contra el pensamiento independiente". Pero cuando
le interesa a la Sociedad emplea
este "pensamiento independiente" para
sus fines, como es el
caso que podemos leer en ("Vida eterna en libertad de los hijos de Dios", pág
28-35): "En este siglo veinte se ha efectuado un estudio independiente que
no sigue ciegamente a cálculos cronológicos
tradicionales de la cristiandad... Según esta cronología bíblica fidedigna
..."
En
esta misma línea nos dicen los TJ: "...Esos mismos registros
antiguos... escritos por hombres
imperfectos y hambrientos de poder...no tienen verdadero derecho a nuestra confianza" (¿Es la Biblia realmente la Palabra de
Dios"?, pág 61). Pero,
entonces ¿de dónde han sacado los TJ la fecha absoluta del año 539 aC de la que
se sirven para calcular las fechas de
las Escrituras hebreas, sino de un registro ¡nada menos que
de un rey pagano!? ("La
Atalaya" de 15.9.68, pág 556)
Y
se podrían mencionar tantos y tantos casos...
Podríamos
recordar a los TJ que no es la conformidad ciega, sino el amor, lo que es "un vínculo perfecto de unión"
(Col 3;14)
s/TJ:
PODEMOS
LLAMARNOS CRISTIANOS, PERO ¿PODEMOS DEMOSTRAR QUE LO SOMOS?
Dicen los TJ: Es necesario
que los cristianos crezcan espiritualmente de forma individual.
Existe un verdadero peligro de
permanecer en la infancia
espiritual en vez de progresar hacia la madurez cristiana. Por eso, Pablo nos insta: "Sigan poniéndose
a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son" (2Cor 13;5) ¿Se ha
autoexaminado para ver si ha estado progresando espiritualmente desde que se bautizó? ¿O se ha quedado estancado? ¿Cómo se puede saber?
Nuestro deseo
o apetito de alimento
espiritual sólido es un
buen indicador de si hemos crecido
en sentido espiritual o si aún
somos pequeñuelos espirituales y sólo
queremos leche como alimento. (Hb 5;12-14) (1Cor 13;11)
¿Cómo está su apetito
espiritual? ¿Que opina del
abundante alimento espiritual que
Jehová provee regularmente mediante las
publicaciones basadas en la Biblia y las reuniones y asambleas
cristianas? (Is 65;13) ¿Qué hace cuando
recibe un nuevo número de "La Atalaya" o "¡Despertad!"?
¿Aparta tiempo para leer estas publicaciones, o simplemente las hojea para ver los rasgos sobresalientes, y luego
las coloca con las demás
publicaciones en el
estante? ¿Asiste regularmente
a todas las reuniones? ¿Se prepara
para ellas y participa en ellas?
Es obvio que el grado de aprecio que tenemos por las provisiones espirituales es una
indicación de nuestro progreso espiritual.
Pablo señala
otra característica del que es
pequeñuelo en sentido espiritual cuando advirtió: "Ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error" (Ef 4;14).
Pablo nos quiere decir
que constantemente se
presentan ante nosotros nuevas ideas y
actividades que pudieran parecer
inofensivas, atractivas e incluso provechosas. Las palabras de Pablo aplican principalmente a asuntos relacionados con nuestra
fe: movimientos ecuménicos, causas
sociales y políticas y actividades semejantes (1Jn 4;1). Estas actividades pudieran distraer
demasiado al pequeñuelo espiritual
debido a su falta de
experiencia y buen juicio, e impedir que adelante espiritualmente y
cumpla con sus obligaciones cristianas que
son más importantes (Mt 6;22-25)
Aunque Timoteo era un
superintendente cristiano maduro,
Pablo le dio esta exhortación:
"Reflexiona sobre estas cosas; hállate intensamente ocupado en ellas, para
que tu adelantamiento sea manifiesto a todos" (1Tim 4;15). Si usted desea
que su adelantamiento espiritual sea manifiesto, es indispensable ese
esfuerzo.
No debemos, pues, pensar
que todo irá bien
porque estamos 'en la verdad'.
Podemos llamarnos cristianos,
pero ¿podemos demostrar que lo
somos? Por ejemplo, ¿hacemos las cosas
que sabemos que debería hacer un cristiano: estudiar la Biblia;
asistir a la reuniones cristianas con regularidad para consumir la información nutritiva que puede estimular su crecimiento interno, espiritual;
participar en el ministerio del campo; etc? Si así
es, mereceremos encomio, y debemos
esforzarnos por perseverar en tales hábitos excelentes. Ahora bien, ¿es posible que nos
beneficiemos más de lo que
hacemos? Por ejemplo, ¿estamos siempre preparados para aportar
algo en las reuniones? ¿Nos esforzamos por aplicar en nuestra vida lo que
aprendemos? ¿Nos preocupamos por mejorar
nuestras aptitudes de modo que
podamos dar un testimonio completo a pesar de
los obstáculos que
encontramos en el
campo? ¿Estamos dispuestos a aceptar
el desafío de volver a visitar
a las personas interesadas en
el mensaje y conducir estudios
bíblicos en sus hogares? "Corran de
tal modo que lo alcancen", instó Pablo (1Cor 9;24b) ("La
Atalaya" de 1.8.92, pág 8-18)
Análisis:
Está
claro que para los TJ ser un buen
cristiano estriba fundamentalmente en "consumir
la información que facilitan 'basada en la Biblia'", "asistir a las
reuniones cristianas" y "participar en el ministerio
del campo". La respuesta que Jesucristo dio cuando le
preguntaron que de bueno se tenía que hacer para alcanzar la vida eterna, la
desoyen por completo, ¡ni se han enterado!. Es como si los católicos dijéramos: Para ser un buen cristiano lo que se debe hacer es
ir a misa los domingos y apuntarse a alguna de las asociaciones que tiene la
Iglesia para el apostolado seglar...
Finalmente, ¿Por qué
cuando los TJ van por primera
vez a una casa dicen que pueden
seguir la conversación con cualquier Biblia, si
ellos saben de sobras que la Traducción del Nuevo Mundo -específicamente de los TJ- tiene más de un centenar de
diferencias fundamentales con la Traducción, por ejemplo, de Nacar Colunga, muy
leída en el ambiente católico?