s/TJ:
La gobernación
de los países
del mundo dirigida
por gobernantes mundanos, por
hombres imperfectos, pecaminosos y
moribundos, que siguen la "sabiduría del mundo", está dando lugar a
un Orden mundial imperfecto que vuelve
a cometer muchos de los
errores del pasado y que
nunca satisfará todas las necesidades de la humanidad (Rm 3;10-12) (Rm
5;12)
Por otra parte, criaturas espirituales inicuas, ¡sí!, Satanás el Diablo y sus demonios han cegado la mente de las personas para que no crean "las gloriosas buenas nuevas acerca de Cristo" (2Cor 4;3-4) (Ef 6;12)
Por otra parte, criaturas espirituales inicuas, ¡sí!, Satanás el Diablo y sus demonios han cegado la mente de las personas para que no crean "las gloriosas buenas nuevas acerca de Cristo" (2Cor 4;3-4) (Ef 6;12)
Finalmente, el clero de la
cristiandad que predica según la sabiduría de este mundo y no dice a la gente lo que necesita saber acerca del nuevo mundo de Dios y su
gobierno del Reino, colabora en ese Orden mundial.
De esta manera, el mundo lucha y se lastima en su desastroso intento de gobernarse a sí mismo sin
la ayuda de Dios y sin tener en
cuenta la voluntad divina (Jr
10;23) (St 3;15-16) (1Cor 1;21). El
mundo rehúsa reconocer la soberanía divina y
sólo confía en sus
habilidades y proyectos (Dn 4;31-34) (Jn 18;37). El mundo
no ha aprendido que "el
temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría" (Pr 9;10) (Sl 111;10) (Sl 127;1)
Sin embargo, es propósito de Dios fundar un gobierno justo que traerá paz, felicidad y prosperidad a
la humanidad en la Tierra (Is 9;6-7) (Mt
6;10). En principio, es
el mismo propósito de
los que siguen la "sabiduría del mundo", que es, proveer a la gente de
paz, prosperidad y buen gobierno
mediante un supuesto nuevo orden mundial. Pero Dios no tiene nada en común con este mundo (Jn 18;36) (1Jn 2;15-17).
Y ya que Su propósito principal
es vindicarse como Soberano Supremo del universo,
lo logrará mediante un gobierno celestial que eliminará
a todos los gobiernos terrestres (Dn 2;44) (Ap 4;11) (Ap 12;10).
Por esto, los que conocen a
Dios, manifiestan la sabiduría de él y optan por dejarse
guiar por ella
predicando "estas buenas
nuevas del Reino...en toda la
Tierra habitada" (Mt 24;14) (Mt 28;19-20).
Pero, podríamos preguntarnos
¿Es práctico efectuar esta predicación
hoy día cuando la Tierra está llena de
contiendas, contaminaciones, pobreza y sufrimiento humano?.
Para los sabios de este mundo la predicación del Reino de Dios parece ser de pura necedad y no la
consideran práctica. Ven a esta
predicación como una dificultad para el adelanto hacia un gobierno político
ideal.
Sin embargo, para que la
gente de esta generación alcance
la vida es preciso que primero oiga acerca del Reino establecido de Dios, y para que esto suceda alguien tiene que predicar las buenas nuevas acerca de éste (Rm 10;14-15).
Como se ve, la predicación de las buenas nuevas de Dios es la obra más práctica que podemos efectuar hoy (2Tim 3;1-5) (Rm 12;12) (Tito 2;13) (Lc 9;59-60), ya
que con ello se
está haciendo lo que redunda
en verdadero beneficio para
otros seres humanos,
preparándolos para disfrutar de la
vida eterna en el
nuevo mundo que Jehová Dios
ha prometido (Jn 3;16) ((2Pe 3;13).
En efecto, los que muestran sabiduría al obedecer a Cristo no
pueden dejar de cumplir su comisión de
predicar el mensaje del Reino. La
sabiduría divina les hace saber que este mundo y sus gobernantes están condenados a
la destrucción (1Cor 2;6) (1Jn 2;17).
Los apoyadores de la
soberanía de Dios saben que la
única esperanza verdadera para la humanidad, estriba en la intervención de Dios y en su gobernación
(Zac 9;10)
Y así como Jesús cuando estuvo en la Tierra y los judíos le pedían una señal del cielo,
Jesús rehusaba darla (Mt 12;38-39)
(Mt 16;1), los testigos de
Jehová, hoy día, no ejecutan señales que los acrediten. Más bien se
remiten a textos bíblicos (Is 61;1-2)
(Mc 13-10) (Ap 22;17) donde se
registra su comisión de predicar las buenas nuevas.
La Biblia registra siete potencias mundiales que dominan sucesivamente la Tierra. Entonces, uno pensaría que siete potencias mundiales serían todas
las que existirían, pero extraño como
parezca habrá de haber una octava, como
la última y la final. (Ap 17;9-11)
El examen de esta cuestión
nos ayudará a entender dónde nos encontramos
en la corriente del tiempo y nos ayudará
a saber la manera de proceder que ha de
adoptarse en este período en particular.
Las siete potencias bíblicas mundiales que han existido una tras otra, es decir, dominando cada una
por un tiempo y cediendo su dominación a la subsiguiente potencia mundial han
sido:
Primera: Egipto Segunda: Asiria Tercera: Babilonia Cuarta: Medo Persia Quinta: Grecia antigua o
Macedonia Sexta: Roma Séptima: Gran Bretaña con los EE.UU.
Todas estas potencias mundiales vinieron a estar
bajo la influencia poderosa de
la religión, que fue religión
babilónica, de modo que como imperio
religioso Babilonia la Grande de la Biblia dominó todo el tiempo y sobrevive
hasta el día de hoy como un imperio religioso.
Cuando Juan tuvo la visión
que nos explican todas estas cosas, Roma
era la potencia mundial dominante o sexta.
Realmente el Imperio Romano pasó por
muchos cambios pero existió como
la Sexta Potencia Mundial por muchos siglos. Esta potencia fue sustituida en el
siglo XIX por la potencia binaria
de Inglaterra y EE.UU., la más poderosa
de la historia humana, más fuerte y más
mundial que cualquiera de las anteriores
seis potencia mundiales.
Con relación a esta Séptima
potencia, el ángel le dijo a Juan: "...tiene que permanecer un corto
tiempo" (Ap 17;10). Por mucho la
mayor parte de este "corto tiempo" está en el pasado. Se acerca su fin señalado.
Pero, ¿qué hay de
la Octava? La Biblia indica que
la séptima y la octava potencias
mundiales ejercen autoridad
contemporáneamente durante los últimos
años del término de la
Séptima Potencia Mundial. Pero, ¿cómo
es posible que estas dos potencias
mundiales existan al mismo
tiempo?
La Biblia muestra que
la Séptima Potencia Mundial
es la principal promotora de la
octava , que existe actualmente en forma de las Naciones Unidas (Ap 13;11-15)
(Ap 17;11)
Puesto que
la Biblia representa
la Séptima Potencia
Mundial en conjunción con la
octava hasta la batalla del
Armagedón, -que como veremos más
abajo debe tener lugar al "fin
de los Tiempos"- ¿significa
esto que
la Séptima Potencia
Mundial derrotará al
poder mundial comunista para mantener su posición de dominación? No, y
muestra que tampoco el poder mundial comunista derrotará militarmente a la potencia
mundial binaria de la Gran
Bretaña y los EE.UU., sino que
tanto la Séptima Potencia
Mundial -Gran Bretaña y los
EE.UU.- como el bloque comunista
existirán como fuertes rivales hasta el fin, con
el octavo "rey", las
Naciones Unidas, haciendo un
esfuerzo inútil por reunir a estos reyes para una paz genuina que
sea duradera (Dn 11;40-45)
Por tanto, la
organización internacional
de paz y seguridad es
una abominación, una cosa repugnante para Jehová Dios, como lo es un ídolo. Los TJ comprenden
que la cólera de Dios se encenderá
contra ellos si la adoran.
Por otra parte, el clero religioso de la cristiandad imita a los que rechazaron a
Jesucristo en 33 dC
y que aceptaron la
cosa pagana abominable en
vez de su rey, Jesucristo, cuando clamaron al gobernador romano Poncio Pilato: "No tenemos más rey
que Cesar" (Jn 19;15). La Séptima
Potencia Mundial, respaldada por el
clero, llegó a ser
el instrumento del "dios
de este sistema de cosas".
Satanás el diablo, para erigir
la "imagen" de la bestia
salvaje, como se
predice simbólicamente en (Ap 13;14,15)
"Dios da a su
pueblo que pone fe en él
y que estudia su Palabra la sabiduría y el buen sentido para entender las cosas que
están escritas en su Palabra". (Ef 1;8) (Mt 16;17) ("La
Atalaya" de 15.7.67, pág436-440)
De hecho, pese a la
ausencia de los dones milagrosos del espíritu, la congregación cuenta hoy con
un conocimiento más completo y con
razones para tener una mayor grado de fe,
esperanza y amor (1Cor 13;13), ya que el poder profético de Dios nunca ha desaparecido y Su Palabra contiene todas las profecías que
necesitamos en la actualidad (1Cor 13;8b).
La organización, pues, ha dejado atrás la visión
nebulosa. El cumplimiento de la profecía
y el tipo saltan a la vista, pues
ahora es el tiempo en que Dios
revela el significado de éstas (1Cor
13;12). Ahora que la Biblia está
completa y extensamente asequible, tenemos
lo que necesitamos en la Palabra de
Dios. Esto nos permite
obtener un conocimiento exacto de Jehová y de su Hijo que conduce a la
vida eterna. ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 19)