miércoles, 26 de febrero de 2014

COMO SE DESARROLLARÁ EL JUICIO A LOS VIVOS Y A LOS MUERTOS

s/TJ:

Cuando inicie el Día del Juicio de Mil Años, primero se juzgará a los VIVOS, o sea, a quienes sobrevivan al Armagedón y que constituirán “la grande muchedumbre”, así como a los hijos que estos puedan tener (2Tim 4;1) (“Usted puede vivir…” pág 181) (D,327)
¿Y quiénes sobrevivirán al Armagedón? Quienes respondan favorablemente a las buenas nuevas podrán sobrevivir al Armagedón y vivir para siempre en perfección en la tierra (Ez 18;23,32) (Sof 2;3) (Rom 10;13) (1Jn 4;8) (Sant 2;23-26) (La Atalaya 1/12/2005, pág 4-7)

Después se iniciará el juicio de los MUERTOS a medida que vayan siendo resucitados de las tumbas conmemorativas (2Tim 4;1)

¿Y quiénes se encuentran en las tumbas conmemorativas? Los otros justos de antes y después de Jesucristo, y la gran masa de injustos de todos los tiempos.

Tanto unos como otros, VIVOS y MUERTOS resucitados, no serán juzgados por sus hechos del pasado. Más bien se les juzgará sobre la base de lo que harán durante el Día de Juicio, o sea, durante los mil años que durará este Día  (“Usted puede vivir…”, pág175-180)

No se les juzgará por los hechos del pasado, porque al morir  -los muertos que han resucitado- se les ha perdonado los pecados (Rom 6;7)

Por las "cosas buenas" que hagan muchos de los juzgados, progresarán hasta la perfección humana para el fin del Día del Juicio de 1.000 años. Y si,  finalmente, además, superarán la última prueba cuando se suelte a Satanás y a sus demonios, su juicio, resultará ser “de vida", porque alcanzarán la vida perfecta sin pecado. ("Usted puede vivir...", pág 175 y 180) 

Por las “cosas viles o malas” que practicarán, a su vez, el resto de los juzgados, rehusando tercamente  aprender  y practicar la justicia durante el Día de juicio, o bien, porque aun habiendo alcanzado la perfección humana no serán capaces de superar la última prueba cuando se suelte a Satanás y a sus demonios, su juicio resultará ser  “de muerte porque será destruidas, o durante el propio Día de juicio, o hacia el fin de este, una vez hayan “practicado cosas viles” ("Usted puede vivir...", pág 180) 

Así, pues, el juicio no se pronuncia y se ejecuta inmediatamente después de ponerse de pie delante del gran trono blanco y del que está sentado en él al principio del Día del Juicio de los Mil Años, sino cuando las cosas hechas ya sean “buenas” o “malas” estén en el pasado. Entonces, es cuando se determinará si las personas juzgadas fueron de las que “hicieron cosas buenas” o de las que “hicieron cosas viles o malas”. (La Atalaya  1/6/1965, pág 340,345) ("La Atalaya" 1968, pág 46) ("La Atalaya" de 15/1/79, pág 23).

Pero  podríamos preguntar: en la  expresión de  Jesús "resurrección  de juicio", ¿significa la palabra "juicio" una oportunidad para que el juez del tribunal  decida a favor  de la persona enjuiciada? ¡No! "Juicio" aquí no  significa un proceso judicial  con dos posibilidades, o  que el juez declare a  una persona no culpable  y la deje en libertad  o que el juez la  condene y le  aplique castigo.   "Juicio" significa el  acto de juzgar,  el proceso  intelectual o  mental de  formarse una  opinión por considerar los  hechos del caso, la  decisión judicial de un  caso en el tribunal.  Tiene que ser favorable o desfavorable.  ¿Cuál es el "juicio" aquí en (Jn 5;29)?... es un juicio desfavorable, un juicio condenatorio  ("La Atalaya" de 1/6/65, pág 342)

Análisis:

Todo este tema está realmente complicado, y parece que, aparte de todas las explicaciones que han ido dando los TJ a lo largo de los años algunas de ellas contradictorias, lo que los TJ realmente quieren decirnos es que,  a lo largo de los mil años, todos los que estén sobre la  Tierra bajo el Reino de Dios tendrán la oportunidad de demostrar, por sus obras, que su resurrección ha merecido considerarse finalmente de vida o de juicio. 

El  grupo inicial, el de los vivos, alcanzará seguramente los quince o veinte millones de personas.  Supongo que los TJ no saben cómo se realizará el juicio  de los vivos y en qué plazo se desarrollará ya que estos han de ser juzgados con anterioridad a los muertos resucitados.

Suponiendo que quienes hayan de resucitar lo hagan a lo largo de 800 años (de los mil que dura el Día del Juicio), representará, aproximadamente, una resurrección diaria de 205.000 personas (Contando que todos los nacidos en la tierra alcancen los cien mil millones, como parece ser la cantidad más aceptada por los especialistas del tema)  que deberán ser atendidas debidamente…  (Véase el esquema de quienes poseerán la tierra)

¿Y por qué no se han perdonado los pecados de los impíos? ¿O es que ahora resultará que todos los pecados son contra el Espíritu Santo? En (Rom 6;7) no se hacen distinciones. Por otra parte, se debe tener en cuenta que los impíos en esta vida han tenido muchas más dificultades que las que podrán tener los impíos en el Nuevo mundo ya que Satanás y sus diablos están ahora en acción y después estarán atados por lo que no podrán tentar a las personas  que se estén juzgando. Por otra parte, los impíos han dispuesto de mucho menos tiempo en esta vida para arrepentirse de sus pecados y enderezar sus caminos, que el que dispondrán en el nuevo mundo quienes intenten vivir fuera de la ley de Dios. No parece, pues, en consecuencia, que estén en igualdad de condiciones los impíos de este mundo y los del Nuevo Mundo…

s/TJ: 

¿Y cómo  se realiza  este juicio?   En su  visión Juan  vio cómo  se les juzga. "Y  se  abrieron  rollos", escribió. "Y los muertos  fueron juzgados  de acuerdo con las cosas escritas  en los  rollos según  sus hechos.  Y el mar entregó los muertos que  había en él, y la muerte y el Hades  entregaron los  muertos que  había  en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos  (Ap 20;12-13)  ("Usted puede vivir...", pág 181) 

Patentemente serán  algo que va más  allá de nuestra Santa  Biblia de la actualidad. Son escritos o libros inspirados que contienen las leyes e instrucciones de Jehová.  Por la lectura de éstos toda la gente que esté en la  Tierra podrá  conocer la  voluntad de Dios. Durante el  Dia del Juicio toda la  gente aprenderá acerca de Jehová  y recibirá oportunidad plena de obedecerle y servirle, aunque a unos será más fácil que a otros practicar  la justicia  (Mt  10;5) (Gn 19; 1-26) (Mt 11;22-24) (Mt 12;41-42) (Hech 24,15). Entonces, con las  leyes e  instrucciones de estos "rollos" como  base, toda persona en la Tierra será juzgada. Los que obedezcan las  cosas escritas allí  recibirán  los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo, y gradualmente alcanzarán la perfección humana  ("Usted puede vivir...", pág 181) 

Estos  rollos, por  otra  parte, no son el registro de la vida terrestre pasada de los que estén siendo juzgados. No habría razón en sacar ese registro. porque, puesto que nadie es justo en sus propias obras,  sólo  lo condenaría. Es  esta  imperfección  de la  que  están tratando de  librarse. Los rollos  son los libros de leyes  de Jehová, publicaciones  que manifiestan  su voluntad para toda la  gente en  la Tierra durante el  reinado milenario de Cristo. Bajo  el gobierno pleno del  arreglo del  Reino habrá muchas innovaciones y muchas cosas que hacer, requiriendo estos libros de instrucción que provendrán de Jehová por  medio de su gobierno  del Reino bajo Cristo. Dependiendo de la manera  en que  obedezcan los que se enfrentan al  juicio lo  que está escrito en estos rollos, según estos hechos, serán juzgados.

¡Qué agradable será vivir en paz, disfrutar de buena salud y recibir instrucción  acerca de los propósitos  de  Dios!. Durante  el Día del Juicio toda la gente aprenderá  acerca de Jehová, y recibirá oportunidad plena de obedecerle  y servirle (Is 26;9)  ("Usted puede vivir...", pág, 177) 

Análisis:

"Vi a  los muertos,  grandes y pequeños,  que estaban  delante del trono; y fueron abiertos los libros, y fue abierto otro libro, que es el  libro de la  vida.  Fueron  juzgados los muertos  según sus obras, según las obras que estaban escritas en los libros. Entregó el  mar los muertos  que tenía en  su seno, y  asimismo la muerte y el infierno entregaron  los que tenían, y fueron juzgados cada  uno  según  sus  obras. La muerte y el infierno fueron arrojados  al estanque de fuego;  esta es  la segunda  muerte, el estanque de  fuego, y  todo el que no fue  hallado escrito  en el libro  de la  vida  fue arrojado  en el  estanque  de fuego."  (Ap 20;11-15)  Como dice  el libro  de Henoc  98;7 (apócrifo): "Todo pecado  es anotado  día  por  día en  el  cielo  en presencia  del Altísimo".

La Sagrada  Escritura nos  habla con frecuencia  de los  libros de Dios, como  para indicar que en  el juicio divino se  sabrán todas las  cosas  que hicieron  los  mortales. Es  un modo  humano  de concebir  y expresar  las  cosas divinas. En  realidad, Dios no necesita de libros ni memoria para  acordarse de lo que ha hecho cada uno. Su presciencia divina lo conoce  todo y nada podrá escapar a su juicio  infalible.  Todos serán  juzgados según sus  obras.  No  basta la sola  fe para salvarse.  En otro libro  -como veremos más adelante-, según la visión de Jn, en el "libro de la vida" , están escritos los  nombres de  los predestinados  para la  vida eterna. Cuantos no estén en este libro serán arrojados al "lago de fuego". 

Todos  los muertos  tendrán que  comparecer a  juicio.  Nadie  se librará de él.  Porque tanto el  Mar, como la Muerte y el Infierno o  Seol entregaron  los muertos  que tenían  en su  seno para  que fueran juzgados según sus obras.  El  Mar, el Seol (Infierno) y la Muerte están  aquí personificados como tres  monstruos insaciables (Ap 1;18) (Pr 27;20) o como  poderosos carceleros que tenían a los muertos encerrados en remotísimas prisiones.  Sin embargo, ante el mandato  de Dios, tienen que entregar dócilmente las presas que consideraban suyas. El estanque de fuego, adonde fueron arrojados la muerte  y el Seol, es identificado con la segunda muerte, es decir la condenación  eterna. Se le llama  segunda muerte  por contraposición a  la primera  muerte, que se da cuando el hombre sale de este mundo. Esta segunda muerte, que supone la condenación eterna, es  lo mismo  que el  infierno o  estanque de fuego.  En el serán arrojados todos  los hombres culpables y en él padecerán eternos suplicios los que no están inscritos en el libro de  la vida  (Mt 25;41-45)  (Mt 8;12)  (Mt 13;42)  (Mt 13;50)  (Mt 22;13) (Ap 20;9 y ss).  Con esto termina la historia del mundo. 

Nuestro Señor  no habló  nunca de una  segunda posibilidad  que se daría a  algunos hombres  en los  mil años  futuros después  de su venida para  juzgar al mundo.  Esta  cifra de mil años,  sacada de Apocalipsis, es una cifra  simbólica.  Designa únicamente un largo período  de tiempo  que  debe  abarcar desde  la  vida terrena  de Nuestro Señor hasta su vida  triunfal como juez del mundo.  (Véase ,por  ejemplo, (Ps  72;5) claramente  mesiánico -  y aunque  no lo fuera-  "Vivirá mientras  perdure el  sol, mientras  permanezca la luna"..." ¿Pero  no ha de  durar mil  años el reinado  de Cristo?. "El (Cristo) tiene  que reinar hasta que Dios haya  puesto a todos los enemigos debajo de sus pies" (1Cor 15;25-26).  Los TJ deberían darse cuenta  que la mayor parte  de citas básicas que  aportan en estos  temas  son  entresacadas  del  Apocalipsis,  libro  que  se escribió muchos años después de Jesucristo.  Estas citas no pueden trastocar, como  ellos tranquilamente hacen, la  doctrina clara de Jesucristo.  Pueden, si  acaso, dar luz para  acabar de comprender algunos aspectos de la misma, pero no pueden darle la vuelta.

Si  en la  actualidad,  en que  la posibilidad  de  actos de  amor ayudando a las mil y una  necesidades que tiene nuestro prójimo es desbordante, los TJ nos dicen que ser caritativo y tratar de obrar justamente para con  nuestros semejantes es hacer ni  más ni menos que lo  que hacen los  paganos y que por  lo tanto lo  que debemos hacer es dar total prioridad al estudio de la Biblia ("La Atalaya" de 15.6.68, pág  363), me imagino que durante el  Reino de Dios en el que,  s/TJ, habrá paz y  felicidad por todas partes  y una gran necesidad de que rápidamente se conozca el contenido de los rollos que  se abrirán  para su  cumplimiento  y no  olvidando, por  otra  parte, que  los 144.000  tendrán todas sus  necesidades cubiertas, as numerosas obras  que nos indican tendrán tiempo  de realizar a lo largo de los mil años serán sin duda enseñar, enseñar y enseñar el contenido misterioso de los rollos.


La intervención  de Dios en la  historia de la humanidad no puede dejar de hacerse sin que  los accidentes geográficos del cosmos se conmuevan.  El cataclismo está en razón directa con la importancia de la intervención. "Huir" la tierra y el cielo  y, en frase muy semítica, no hallar más a  los accidentes geográficos en su lugar, indica la trascendencia y gravedad del  juicio. Una  escena semejante  se ha  narrado  en  el sexto sello (Ap 6;12-14). El presente pasaje alude  a ésta, con matices hiperbólicos, o a otra mayor. Quiere decirse en el fondo  que Dios actúa como juez y que va  a tener ahora la  intervención suprema  como tal  en toda  la humanidad.

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