s/TJ:
Cuando inicie el Día del Juicio de Mil Años,
primero se juzgará a los VIVOS, o sea, a quienes sobrevivan al Armagedón y que
constituirán “la grande muchedumbre”, así como a los hijos que estos puedan
tener (2Tim 4;1) (“Usted puede vivir…” pág 181) (D,327)
¿Y quiénes sobrevivirán al Armagedón?
Quienes respondan favorablemente a las buenas nuevas podrán sobrevivir al
Armagedón y vivir para siempre en perfección en la tierra (Ez 18;23,32) (Sof
2;3) (Rom 10;13) (1Jn 4;8) (Sant 2;23-26) (La Atalaya 1/12/2005, pág 4-7)
Después se iniciará el juicio de los MUERTOS
a medida que vayan siendo resucitados de las tumbas conmemorativas (2Tim 4;1)
¿Y quiénes se encuentran en las tumbas
conmemorativas? Los otros justos de antes y después de Jesucristo, y la gran masa
de injustos de todos los tiempos.
Tanto unos como otros, VIVOS y MUERTOS
resucitados, no serán juzgados por sus hechos del pasado. Más bien se les
juzgará sobre la base de lo que harán durante el Día de Juicio, o sea, durante los
mil años que durará este Día (“Usted
puede vivir…”, pág175-180)
No se les juzgará por los hechos del pasado,
porque al morir -los muertos que han
resucitado- se les ha perdonado los pecados (Rom 6;7)
Por las "cosas buenas" que hagan
muchos de los juzgados, progresarán hasta la perfección humana para el fin del
Día del Juicio de 1.000 años. Y si,
finalmente, además, superarán la última prueba cuando se suelte a
Satanás y a sus demonios, su juicio, resultará ser “de vida", porque alcanzarán
la vida perfecta sin pecado. ("Usted puede vivir...", pág 175
y 180)
Por las “cosas
viles o malas” que practicarán, a su vez, el resto de los juzgados, rehusando tercamente aprender y practicar la justicia durante el Día de
juicio, o bien, porque aun habiendo alcanzado la perfección humana no serán
capaces de superar la última prueba cuando se suelte a Satanás y a sus
demonios, su juicio resultará ser “de
muerte porque será destruidas, o durante el propio Día de juicio, o hacia el
fin de este, una vez hayan “practicado cosas viles” ("Usted puede
vivir...", pág 180)
Así, pues, el
juicio no se pronuncia y se ejecuta inmediatamente después de ponerse de pie
delante del gran trono blanco y del que está sentado en él al principio del Día
del Juicio de los Mil Años, sino cuando las cosas hechas ya sean “buenas” o “malas”
estén en el pasado. Entonces, es cuando se determinará si las personas juzgadas
fueron de las que “hicieron cosas buenas” o de las que “hicieron cosas viles o
malas”. (La Atalaya 1/6/1965, pág 340,345)
("La Atalaya" 1968, pág 46) ("La Atalaya" de 15/1/79,
pág 23).
Pero podríamos preguntar: en
la expresión de Jesús "resurrección de juicio",
¿significa la palabra "juicio" una oportunidad para que el juez del
tribunal decida a favor de la persona
enjuiciada? ¡No! "Juicio" aquí no significa un
proceso judicial con dos posibilidades, o que el juez declare
a una persona no culpable y la deje en libertad o que el juez
la condene y le aplique castigo. "Juicio"
significa el acto de juzgar, el proceso intelectual o
mental de formarse una opinión por considerar los hechos del
caso, la decisión judicial de un caso en el tribunal. Tiene
que ser favorable o desfavorable. ¿Cuál es el "juicio" aquí en
(Jn 5;29)?... es un juicio desfavorable, un juicio
condenatorio ("La Atalaya" de 1/6/65, pág 342)
Análisis:
Todo este tema está realmente complicado,
y parece que, aparte de todas las explicaciones que han ido dando los TJ a lo
largo de los años algunas de ellas contradictorias, lo que los TJ realmente
quieren decirnos es que, a lo largo de los mil años, todos los que estén
sobre la Tierra bajo el Reino de Dios tendrán la oportunidad de
demostrar, por sus obras, que su resurrección ha merecido considerarse
finalmente de vida o de juicio.
El grupo
inicial, el de los vivos, alcanzará seguramente los quince o veinte millones de
personas. Supongo
que los TJ no saben cómo se realizará el juicio
de los vivos y en qué plazo se desarrollará ya que estos han de ser
juzgados con anterioridad a los muertos resucitados.
Suponiendo que quienes hayan de resucitar lo hagan a
lo largo de 800 años (de los mil que dura el Día del Juicio), representará,
aproximadamente, una resurrección diaria de 205.000 personas (Contando que
todos los nacidos en la tierra alcancen los cien mil millones, como parece ser
la cantidad más aceptada por los especialistas del tema) que deberán ser atendidas debidamente… (Véase el esquema de quienes poseerán la
tierra)
¿Y por qué no se han perdonado los pecados de los
impíos? ¿O es que ahora resultará que todos los pecados son contra el Espíritu
Santo? En (Rom 6;7) no se hacen distinciones. Por otra parte, se debe tener en
cuenta que los impíos en esta vida han tenido muchas más dificultades que las
que podrán tener los impíos en el Nuevo mundo ya que Satanás y sus diablos
están ahora en acción y después estarán atados por lo que no podrán tentar a
las personas que se estén juzgando. Por
otra parte, los impíos han dispuesto de mucho menos tiempo en esta vida para
arrepentirse de sus pecados y enderezar sus caminos, que el que dispondrán en
el nuevo mundo quienes intenten vivir fuera de la ley de Dios. No parece, pues,
en consecuencia, que estén en igualdad de condiciones los impíos de este mundo y
los del Nuevo Mundo…
s/TJ:
¿Y cómo se realiza este
juicio? En su visión Juan vio cómo se les juzga.
"Y se abrieron rollos",
escribió. "Y los muertos fueron juzgados de
acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus
hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y
el Hades entregaron los muertos que había en
ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos (Ap
20;12-13) ("Usted puede vivir...", pág 181)
Patentemente serán algo que va
más allá de nuestra Santa Biblia de la actualidad. Son
escritos o libros inspirados que contienen las leyes e instrucciones de
Jehová. Por la lectura de éstos toda la gente que esté en la Tierra
podrá conocer la voluntad de Dios. Durante el Dia del
Juicio toda la gente aprenderá acerca de Jehová y recibirá
oportunidad plena de obedecerle y servirle, aunque a unos será más fácil que a
otros practicar la justicia (Mt 10;5) (Gn
19; 1-26) (Mt 11;22-24) (Mt 12;41-42) (Hech
24,15). Entonces, con las leyes e instrucciones de estos
"rollos" como base, toda persona en la Tierra será
juzgada. Los que obedezcan las cosas escritas allí
recibirán los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo, y
gradualmente alcanzarán la perfección humana ("Usted puede
vivir...", pág 181)
Estos rollos, por otra
parte, no son el registro de la vida terrestre pasada
de los que estén siendo juzgados. No habría razón en sacar
ese registro. porque, puesto que nadie es justo en sus propias
obras, sólo lo condenaría. Es esta imperfección
de la que están tratando de librarse. Los rollos
son los libros de leyes de Jehová, publicaciones que
manifiestan su voluntad para toda la gente en la Tierra
durante el reinado milenario de Cristo. Bajo el gobierno pleno
del arreglo del Reino habrá muchas innovaciones y muchas
cosas que hacer, requiriendo estos libros de instrucción que
provendrán de Jehová por medio de su gobierno del
Reino bajo Cristo. Dependiendo de la manera en que
obedezcan los que se enfrentan al juicio lo que está
escrito en estos rollos, según estos hechos, serán juzgados.
¡Qué agradable será vivir en paz,
disfrutar de buena salud y recibir instrucción acerca
de los propósitos de Dios!. Durante el Día del
Juicio toda la gente aprenderá acerca de Jehová, y recibirá oportunidad
plena de obedecerle y servirle (Is 26;9) ("Usted puede
vivir...", pág, 177)
Análisis:
"Vi a los muertos,
grandes y pequeños, que estaban delante del trono; y fueron
abiertos los libros, y fue abierto otro libro, que es el libro de
la vida. Fueron juzgados los muertos según sus obras,
según las obras que estaban escritas en los libros. Entregó el mar
los muertos que tenía en su seno, y asimismo la muerte y el
infierno entregaron los que tenían, y fueron juzgados cada
uno según sus obras. La
muerte y el infierno fueron arrojados al
estanque de fuego; esta es la segunda muerte, el
estanque de fuego, y todo el que no fue hallado
escrito en el libro de la vida fue arrojado en
el estanque de fuego." (Ap
20;11-15) Como dice el libro de
Henoc 98;7 (apócrifo): "Todo pecado es
anotado día por día
en el cielo en presencia del
Altísimo".
La Sagrada Escritura nos habla
con frecuencia de los libros de Dios, como para indicar que
en el juicio divino se sabrán todas las cosas que
hicieron los mortales. Es un modo humano
de concebir y expresar las cosas divinas. En
realidad, Dios no necesita de libros ni memoria para acordarse
de lo que ha hecho cada uno. Su presciencia divina lo conoce todo y
nada podrá escapar a su juicio infalible. Todos serán
juzgados según sus obras. No basta la sola fe para
salvarse. En otro libro -como veremos más adelante-, según la
visión de Jn, en el "libro de la vida" , están escritos
los nombres de los predestinados para la vida
eterna. Cuantos no estén en este libro serán arrojados al "lago de
fuego".
Todos los muertos tendrán
que comparecer a juicio. Nadie se librará de él.
Porque tanto el Mar, como la Muerte y el Infierno o Seol
entregaron los muertos que tenían en su seno para
que fueran juzgados según sus obras. El Mar, el Seol (Infierno) y
la Muerte están aquí personificados como tres monstruos insaciables
(Ap 1;18) (Pr 27;20) o como poderosos carceleros que tenían a los muertos
encerrados en remotísimas prisiones. Sin embargo, ante el mandato
de Dios, tienen que entregar dócilmente las presas que consideraban suyas. El
estanque de fuego, adonde fueron arrojados la muerte y el Seol, es
identificado con la segunda muerte, es decir la condenación eterna. Se le
llama segunda muerte por contraposición a la primera
muerte, que se da cuando el hombre sale de este mundo. Esta segunda muerte, que
supone la condenación eterna, es lo mismo que el infierno
o estanque de fuego. En el serán arrojados todos los hombres
culpables y en él padecerán eternos suplicios los que no están inscritos en el
libro de la vida (Mt 25;41-45) (Mt 8;12) (Mt
13;42) (Mt 13;50) (Mt 22;13) (Ap 20;9 y ss). Con esto termina
la historia del mundo.
Nuestro Señor no habló nunca
de una segunda posibilidad que se daría a algunos
hombres en los mil años futuros después de su venida
para juzgar al mundo. Esta cifra de mil años, sacada de
Apocalipsis, es una cifra simbólica. Designa únicamente un largo
período de tiempo que debe abarcar desde la
vida terrena de Nuestro Señor hasta su vida triunfal como juez del
mundo. (Véase ,por ejemplo, (Ps 72;5) claramente
mesiánico - y aunque no lo fuera- "Vivirá
mientras perdure el sol, mientras permanezca la
luna"..." ¿Pero no ha de durar mil años el
reinado de Cristo?. "El (Cristo) tiene que reinar hasta que
Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies" (1Cor
15;25-26). Los TJ deberían darse cuenta que la mayor parte de
citas básicas que aportan en estos temas son
entresacadas del Apocalipsis, libro que se
escribió muchos años después de Jesucristo. Estas citas no pueden
trastocar, como ellos tranquilamente hacen, la doctrina clara de
Jesucristo. Pueden, si acaso, dar luz para acabar de
comprender algunos aspectos de la misma, pero no pueden darle la vuelta.
Si en la actualidad, en
que la posibilidad de actos de amor ayudando a las mil
y una necesidades que tiene nuestro prójimo es desbordante, los TJ nos
dicen que ser caritativo y tratar de obrar justamente para con nuestros
semejantes es hacer ni más ni menos que lo que hacen los
paganos y que por lo tanto lo que debemos hacer es dar total
prioridad al estudio de la Biblia ("La Atalaya" de 15.6.68,
pág 363), me imagino que durante el Reino de Dios en el
que, s/TJ, habrá paz y felicidad por todas partes y una gran
necesidad de que rápidamente se conozca el contenido de los rollos que se
abrirán para su cumplimiento y no olvidando, por
otra parte, que los 144.000 tendrán todas sus
necesidades cubiertas, as numerosas obras que nos indican tendrán
tiempo de realizar a lo largo de los mil años serán sin duda
enseñar, enseñar y enseñar el contenido misterioso de los rollos.
La intervención de Dios en la
historia de la humanidad no puede dejar de hacerse sin que los
accidentes geográficos del cosmos se conmuevan. El cataclismo está en
razón directa con la importancia de la intervención. "Huir" la
tierra y el cielo y, en frase muy semítica, no hallar más a los
accidentes geográficos en su lugar, indica la trascendencia y gravedad
del juicio. Una escena semejante se ha
narrado en el sexto sello (Ap 6;12-14). El presente pasaje
alude a ésta, con matices hiperbólicos, o a otra mayor. Quiere
decirse en el fondo que Dios actúa como juez y que va a tener ahora
la intervención suprema como tal en toda la
humanidad.
Espero sus comentarios que puede enviar a: Análisis Testigos (potablava@hotmail.com)