sábado, 8 de marzo de 2014

NO SIEMPRE SE LE APLICA AL ESPÍRITU SANTO EL ARTÍCULO DETERMINADO "EL"

NO SIEMPRE SE LE APLICA AL ESPÍRITU SANTO EL ARTÍCULO DETERMINADO "EL"
s/TJ:
Bajo el título "Falta de identificación personal" los TJ dicen lo siguiente: "Como Dios mismo es Espíritu y es santo, y como todos sus hijos angélicos fieles son espíritus y son santos, es evidente que si el "espíritu santo" fuese una persona, en las Escrituras razonablemente se daría algún medio por el cual distinguir e identificar a tal persona espíritu de todos los demás 'espíritus santos'.

Se esperaría que, al menos, el artículo definido se usase con esta expresión en todos los casos donde no se llamase "espíritu santo de Dios" o no estuviese modificado por alguna expresión similar. Al menos esto lo distinguiría como EL ESPIRITU SANTO. Pero, por el contrario, en muchos casos la expre­sión 'espíritu santo' aparece en el griego original sin el artículo, indicando de este modo que no tiene identificación personal. Así, pues, el Espíritu Santo es una fuerza y no un ser personal." ("Ayuda para entender la Biblia", pág 549)
Análisis:
También aquí es necesario comparar este argumento con lo que expone la Biblia sobre otros seres espíritu. Si en el griego original no se les aplica siempre a los demonios el artículo determinado es porque a los seres personales en la Biblia se les describe de esta forma, a pesar de la exigencia que establecen los testigos. La Biblia, como habría de esperarse, no concuerda con dicha exigencia, dado que, se encuentran numerosas escrituras que al referirse a los demonios no usan el artículo determinado en el griego original (Mt 12;45) (Mc 1;23) (Mc 3;30) (Lc 4;33) (Lc 6;18), etc.
Es interesante comprobar que en el griego original también "Dios", "Jesús" y "Satanás" pueden aparecer sin el artículo determinado. Esto, al igual que con los sustantivos "demonio" o "Espíritu Santo" se debe a las posibilidades del idioma griego, y no tiene nada que ver con una supuesta falta de personalidad de ninguno de ellos. La ausencia del artículo determinado en el griego original no le quita la personalidad a nadie, ni a Jesús ni a los demonios ni al Espíritu Santo. Lo que sí demuestra este argumento es que los testigos tienen una gran falta de conocimiento del griego, con el agravante de que levantan doctrinas sobre esta ignorancia y, a causa de ella, niegan enseñanzas bíblicas básicas.