s/TJ:
Pero enseguida
veremos que los que van al cielo participarán con Jesús en Su trabajo u obra. Precisamente para esto van al
cielo. ("Usted puede vivir
para siempre...", pág 122-123)
Por otra parte, “serán
sacerdotes de Dios y del
Cristo, y gobernarán como reyes con él
por los mil años" (Ap 20;6). Sí,
los que han sido llevados al cielo gobiernan junto con
Jesucristo. Sirven como reyes y sacerdotes con él (Ap 3;21) (2Tim 2;11-12) ("Usted
puede vivir para siempre...", pág 126)
Mucho antes de que
Jesús viniera a la Tierra, el libro bíblico de Daniel predijo que al "hijo del hombre" se le "daría gobernación". Y Daniel pasó a
decir: "Su gobernación es una gobernación
indefinidamente duradera que no pasará..." (Dn 7;13-14). Sin embargo, es importante que notemos aquí en el libro de Daniel que el
"hijo del hombre" no ha
de gobernar solo. La Biblia dice: "Y el reino y la gobernación... fueron dados al pueblo
que son los santos del Supremo. Su
reino (es decir: el reino de ellos) es un reino indefinidamente duradero" (Dn
7;27). Estas expresiones "el
pueblo" y "su reino" nos
dan a saber que otras personas gobernarán con
Cristo en el gobierno de Dios. ("Usted puede vivir para siempre...", pág 123 y 160)
Análisis:
O
sea, que la máxima aspiración aquí en la tierra de los que luego irán al cielo
es la de, podríamos decir, conseguir esta plaza celeste para seguir trabajando
con Jesús participando en su obra. Nada
de gozar con la presencia de Jehová, cara a cara, ni de lo que jamás ni el ojo vio, ni el oído
oyó, ni haya podido venir a la mente del hombre
y que Dios tiene reservado para
los que le aman (1Cor 2;9). Si
alguien va al cielo, no va a perder el
tiempo con simplezas, precisamente va a
seguir trabajando al lado de Jesús. No
va porque ha sido de los bienaventurados
pobres de espíritu y ahora merecen el
cielo, ni de los que han
sido mansos, o han llorado, o han
sentido hambre y sed
de justicia, ni de
los misericordiosos, ni de
los limpios de
corazón, ni de los
pacíficos, ni de los que han padecido
persecución por la justicia y ahora se merecen
el reino de los cielos y ver a
Dios. No. Si van al cielo no van a recibir ningún premio especial con relación a
Jehová. Van para seguir paso a paso, al
lado de Jesucristo, una criatura de Dios, la obra de salvación sobre la Tierra... Quizá, si el trabajo lo permite, puedan echar una miradita, de cuando en cuando, a la
gloria de Jehová y extasiarse
-solamente por un ratito, eso sí-
ante su presencia.
(Dn
7;14) habla de un "dominio eterno
que no acabará nunca" (NC) y (Dn 7;27) de un "reino eterno" (NC),
expresiones que los TJ quieren suavizar traduciendo "gobernación indefinidamente duradera". Este
esfuerzo literario por parte
de los TJ es muy importante porque el reino que enseñan los TJ termina a los mil años
de gobernación, cuando dicho reino es
entregado a Jehová quien
"lo gobierna directamente como
Rey" ("Usted puede vivir... pág
182), lo que
no se ajusta
a su propia
expresión "indefinidamente duradero" ni mucho
menos a la rotunda "dominio eterno que no acabará nunca"
(Dn 7;14) (NC).
Dios
es el "santo" por excelencia
(Is 6;3) y de esta "santidad" participan según se repite frecuentemente en el AT, aquellos que se acercan a Él o le están
especialmente consagrados (Ex 19;6) (Lv 11; 44-45) (Lv 19;2) (Lv 20;26) (Lv 21;6-8) (Ex 12;16) (Lv 23;2) (Num 28;25).
Parece que la
idea primera del
término "santidad" es la de
separación o trascendencia sobre todo lo
común y profano, a esta idea va unida la
de pureza o ausencia de todo pecado.
En
el libro de los Macabeos
se hace mención al "pueblo
de los santos" que se refiere al pueblo judío. (1Mac 1;49)
En
el fragmento (Dn 7;23-28) se concreta
bien la cuarta bestia en sus luchas
contra el reino de los santos, el pueblo judío.
La pretensión de mudar los
tiempos y la Ley es una clara alusión a las tentativas de
los reyes seléucidas, sobre todo Antíoco
IV Epífanes, para suprimir la religión judía en lo referente al culto y
a la Ley en general. El opresor se adueñará de los santos por "un tiempo, tiempos y medio tiempo" (v25) es decir, por tres años y medio,
que es lo que
duró la
expoliación del templo
de Jerusalén, desde mediados del 168 aC, al 25 de diciembre (Quisleu)
del 164 aC, en que fue purificado de nuevo el templo.
Será
la máxima prueba de los fieles judíos , pero al fin se les hará justicia, ya
que el tribunal, o consejo judicial divino, arrebatará el dominio al perseguidor y lo dará a los santos, que lo retendrán por los siglos de los
siglos (v27) El desquite de
estos será total.
Antíoco vencido, es
considerado por la tradición cristiana como tipo del
anticristo, derrotado al fin del mundo.
La frase "un tiempo, tiempos y medio
tiempo" reaparece en (Dn
12:7). En (Dn 12;12) se habla de mil trescientos treinta y cinco días.
En (Dn 8;14) se habla de mil ciento cincuenta días, y en (Dn 12;11) de mil
doscientos noventa días, que
vienen, grosso modo, a equivaler a tres años y medio, que duró la
profanación del templo.
Pedro
en (1Pe 1;15-16) dice que la
santificación es una labor ardua que
exige que el espíritu esté libre de las preocupaciones terrenas y preparado
para emprender el largo
camino hacia el cielo. Con este mismo fin no han de preocuparse de los intereses y placeres de
este mundo, sino poner toda su
esperanza en la gracia que
ha traído la revelación de
Jesucristo. Un motivo que ha de impulsar
a los cristianos a la santidad es el hecho de ser Dios santo. Los cristianos han de imitar la santidad de Dios (Mt 5;48) porque
tal es su voluntad (1Tes 4;3)
A
los cristianos se impone, más todavía
que a los israelitas, la máxima del levítico:
"Sed santos, porque santo
soy yo, Yavé, vuestro Dios" (Lv
19;2)(Lv 11;44)(Lv 20;7-8). Pedro había insistido ya en varias ocasiones en
proclamar a Jesús "el Santo de
Dios" (Jn 6;69), "el santo
y justo Siervo del Señor", del
que nos habla Isaías (Hech 3;14) (Hech 4;27-30) (Is 52;13) (Is 53;12)
Con
mucha razón, pues, es aplicado este
término a los cristianos, nuevo "pueblo santo" que sustituye al
antiguo Israel (1Pe 2;9)
sobre los que visiblemente desciende
el Espíritu Santo (Hech 2;17-23) (Hech 4;31) (Hech 8,15) quedando separados del resto de los hombres y pasando
por medio del bautismo a una
especie de consagración a Dios, libres de su pasado profano y culpable.
Por
eso en la Iglesia primitiva era muy corriente denominar con el apelativo "santos" a los cristianos en
general. (Hech 9;13) (Hech 9;32-41)
(Hech 26;10) (Rm 1;7) (Rm 12;13) (Rm 15;26)
(Rm 16;2) (1Cor 1;2) (1Cor 16;1) (2Cor 8;4) (Flp 4;21) (Col 1;4) (1Pe
1;16). Y así ha de seguir.
s/TJ:
Este Rey -Jesús- será también un Juez perfecto. No juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos... El lee los corazones. Nada le pasa inadvertido. La justicia templada por el
amor y la misericordia, no estará
a la venta. Siempre triunfará (Is 11;3-5)
Es
comprensible que la gobernación
del Mesías ejerza una
profunda influencia en sus súbditos, que cambie a la gente.
(Is 11;6-9) muestra lo profundo
que son esos cambios.
En esta profecía se presenta
de manera conmovedora a animales peligrosos, depredadores -osos, lobos, leopardos, leones,
cobras- en compañía
de animales domésticos inofensivos e incluso
de niños. ¡Pero
los depredadores no suponen ningún peligro!. ¿Por qué?.
El versículo 9 contesta: "No
harán ningún daño ni causarán ninguna ruína
en toda mi santa montaña; porque la tierra
ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como
las aguas cubren el mismísimo mar".
Por supuesto, el
"conocimiento de Jehová" no puede tener ningún efecto en los animales literales; por ello, esos versículos deben aplicar en primer lugar a seres humanos. La gobernación del Mesías patrocina un programa de educación mundial,
en el que se enseña a la gente acerca de
Jehová y de sus caminos, y a tratar a
sus semejantes con amor, respeto y
dignidad. En el venidero Paraíso, el Mesías eleverá milagrosamente a la
humanidad a la perfección moral y física. Habrán
desaparecido las tendencias animales,
depredadoras, de la naturaleza
humana imperfecta. Y, por fin, la humanidad llegará a estar en paz con
los animales también en sentido literal (Gn 1;28) ("La Atalaya" de 1.10.92, pág 19)
En la última noche que Jesús pasó con sus 11 apóstoles fieles él mostró que
ellos serían gobernantes con él
en el reino de Dios. Les dijo: "Ustedes son los que
con constancia han continuado
conmigo en mis pruebas; y yo
hago un pacto con ustedes, así como
mi Padre ha hecho un pacto conmigo,
para un reino, para que coman y beban en mi mesa en mi reino, y se
sienten sobre tronos para juzgar
a las doce tribus de Israel" (Lc 22;28-30).
Más tarde, el apóstol Pablo y
Timoteo fueron incluídos en este pacto, o acuerdo, para un reino. Por esta razón Pablo escribió a Timoteo:
"Si seguimos aguantando, también
gobernaremos juntos como reyes" (2Tim 2;12). Además, el apóstol Juan escribió acerca de
los que han de "gobernar como reyes sobre la tierra" junto con Jesucristo (Ap 5;9-10) (Ap 20;6) ("Usted puede vivir para
siempre...", pág 123)
Análisis:
Los TJ en ("La Atalaya" de 1.6.1965, pág 329) dicen: "'Dios es el
Juez de todos' (Hb 12;23)
Dios, por tanto, tiene derecho
de nombrar a otros jueces, y el
nombró a su Hijo Jesucristo para ser el
futuro juez de toda
la humanidad porque él
había muerto sacrificatoriamente
para ella...'porque el Padre no juzga a nadie,
sino que ha encargado todo el juicio
al Hijo, para que todos
honren al Hijo así como
honran al Padre' (Jn 5;19-24)". Los TJ nos vienen a decir que serán tantas las personas a las que habrá que juzgar que como si se tratara de un juicio humano, presuponen que
Jesucristo solo no podrá con tan ingente tarea y por ello debe rodearse de un
instruido grupo de jueces humanos que colaboren con él.
s/TJ:
¿Cómo podría
juzgarse de un modo apropiado a
todos los resucitados en una día
de veinticuatro horas, aun
haciéndolo los 144.000
jueces asociados junto con su juez
superior, Jesucristo?. El DIA DEL JUICIO durará mil años. (1Cor 15;23) ("La Atalaya" de 1.6.65, pág 337)
El texto
que habla del "Nuevo pacto" es (Jr 31;31):
"¡Mira! Vienen días!, es la
expresión de Jehová y "yo ciertamente celebraré con la casa de Israel y
con la casa de Judá un nuevo pacto".
Análisis:
Los TJ, primero creyeron y pregonaron (año 1923) que
el "nuevo pacto" se
haría con los judíos naturales después del Armagedón ("La Atalaya" de 1966,
pág 437/9). Hoy (desde 1932) enseñan que no, que aplica a los
144.000, ese grupito de TJ que tiene la exclusiva para ir al cielo ("La
Atalaya" de 1966, pág 439/16-18). Cuando los TJ
enseñaban que el pacto se haría
con los judíos naturales, aseguraban se
lo había revelado Dios y
que era la verdad pura de Dios
y de la Biblia. ("Los falsos manejos de
los TJ", pág 52-53)
s/TJ:
Entonces,
tomando Pedro la palabra, le
dijo: Pues nosotros lo hemos dejado
todo y te hemos seguido, ¿qué tendremos? Jesús les
dijo: En verdad os digo
que vosotros, los
que me habéis
seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente sobre el trono de su gloria, os sentaréis también vosotros sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo
el que dejare hermanos o hermanas, o padre o madre o hijos o campos , por amor de mi nombre , recibirá el céntuplo y heredará la vida eterna." (NC) (Mt 19;27-29) (Mc 10;28-31) (Lc 18;28-30)
Fue
respecto a la congregación de jueces
asociados (congregación de
creyentes a quienes Dios el Padre
celestial habría de escoger de entre los
hombres para llegar a ser jueces
asociados con Jesucristo en los
cielos) que Jesús dijo a sus apóstoles las palabras de (Mt 19;27-29)
Por supuesto
habrá más de doce jueces asociados con Jesucristo en su reino celestial. La
entera congregación de asociados
juzgará a muchos más que las doce tribus literales de Israel.
Bajo el Juez Superior
Jesucristo ellos juzgarán a toda
la humanidad, a los vivos y
a los muertos. Sobre este punto
el apóstol Pablo escribió a la congregación.: "¿O no saben ustedes que los
santos juzgarán al mundo? Y si el mundo
ha de ser juzgado por ustedes, ¿son
ustedes incapaces de juzgar asuntos de ínfima importancia" ahora?
(1 Cor 6;2) Por eso, los jueces asociados serán muchos. ("La
Atalaya" de 1.6.65, pág 331)
Análisis:
Jesucristo promete a los
apóstoles que se "sentarán en doce
tronos para gobernar las doce
tribus de Israel". ¿Cuándo?.
Cuando el Hijo del hombre
se siente es
su trono de
gloria, en la
regeneración.
La literatura judía era
bastante oscilable y oscura sobre
la renovación del mundo. Se
confundían a veces las perspectivas escatológicas -mesiánica y
final- y se hacía en una o en otra , o
confusa y mixtificadamente, una "renovación" o "regeneración" del mundo. Pero
en el texto
evangélico, esta "renovación" o "regeneración"
(palingenesia) que dice Mt queda bien precisada por los lugares paralelos de
Mc-Lc al contraponer lo que recibirán "ahora" (Mc) que es, "en
este siglo" (Lc), los que dejen las cosas del mundo por El, y lo
que recibirán "en el otro
mundo" (Mc), que es "el siglo
venidero" (Lc) en el que reciben "la
Vida eterna".
Por eso, esta "regeneración",
en que todo se renovará (2Pe 3;13) (Ap
21;1-5) (Rm 8;17), es la
hora de la "Vida eterna", y
este juicio de Cristo glorioso es su juicio final. La literatura judía reservaba este trono de
gloria a Dios. El Hijo del hombre
aparece aquí, como en
otros pasajes, situándose
es una esfera trascendente. En esa
hora triunfal, los apóstoles, por haber dejado todas sus cosas por El, cuando el Hijo del hombre venga en su
trono de gloria, también ellos "se sentarán en doce tronos".
Conforme al estilo apocalíptico, indica
su glorificación. Cuando Cristo, en
su juicio final, juzgue a la humanidad, también ellos "juzgarán
a las doce tribus de Israel". De hecho
el lenguaje específico judío podía hacer creer que el pensamiento de
Cristo se dirige sólo a las "doce
tribus". Pero parece, más
bien que las "doce tribus" representan todo el mundo; pero el Salvador puede ser que se atenga
a la perspectiva del
momento; El no ha sido enviado más que a ellas (Mt 15;24); es también un índice precioso de autenticidad. También puede ser
que, en el pensamiento de Cristo, en ellas se incluyese todo el
"Israel de Dios" (Gl 6;16).
El término
griego que se
traduce por "regeneración" (nuevo nacimiento) no aparece en la
Biblia griega más que en (Mt 19;28) y (Tito 3;5). Etimológicamente, la palabra usada, indica o bien el retorno a la
vida, la resurrección, o bien
la renovación que supone el
renacer a una vida superior.
Los TJ nos enseñan que se juzgará a toda la humanidad..., a los vivos y a los muertos...,
al mundo... ¿También, pues, a los
inicuos?. ¿O es que estos no forman
parte de la humanidad?, ¿no estarán
entre los vivos y los
muertos?, ¿no forman parte del mundo?.