viernes, 21 de marzo de 2014

RECOGIENDO UNA "GRAN MUCHEDUMBRE" DE "OTRAS OVEJAS"

s/TJ:

Con el tiempo, la organización de Jehová empezó a centrar la atención en otras personas aparte de los seguidores ungidos de Cristo.


A mediados de la década de 1930 tuvo lugar un notable suceso al respecto. Antes de esa fecha, el pueblo de Dios creía que los miembros de la “gran muchedumbre” mencionada en Revelación 7:9 componían una clase espiritual secundaria que se juntaría en el cielo con los 144.000 ungidos resucitados, como si fueran damas de honor o compañeras de la novia de Cristo (Salmo 45:14, 15; Revelación 7:4; 21:2, 9). Pero el 31 de mayo de 1935, en un discurso pronunciado en una asamblea de los testigos de Jehová celebrada en Washington, D.C. (EE.UU.), se explicó con las Escrituras que la “gran muchedumbre” se refiere a las “otras ovejas” que viven durante el tiempo del fin (Juan 10:16). Después de aquella asamblea, algunos que anteriormente habían participado de los emblemas de la Conmemoración dejaron de hacerlo, pues comprendieron que su esperanza era terrenal y no celestial.

Particularmente desde el año 1935 se ha estado buscando a los que componen la clase de las “otras ovejas”, los cuales tienen fe en el rescate, se dedican a Dios y apoyan al “rebaño pequeño” de ungidos en la predicación del Reino (Lucas 12:32). Estas otras ovejas esperan vivir para siempre en la Tierra, siendo este el único aspecto en el que difieren del actual resto de herederos del Reino. A semejanza de los residentes forasteros del antiguo Israel que adoraban a Jehová y se sometían a la Ley, las otras ovejas de nuestros días aceptan los deberes propios del cristiano, entre ellos predicar las buenas nuevas junto con los miembros del Israel espiritual (Gálatas 6:16). Pero así como ningún extranjero podía ser rey o sacerdote de Israel, ninguna de las otras ovejas como tal puede gobernar en el Reino celestial ni oficiar de sacerdote (Deuteronomio 17:15).


Para la década de 1930 quedó claro que, en general, la clase celestial ya había sido escogida. Los siguientes decenios se han empleado en la búsqueda de las otras ovejas, que abrigan la esperanza terrenal. Si un ungido se vuelve infiel, lo más probable es que se llame a alguien de entre las otras ovejas que haya servido fielmente a Dios por mucho tiempo para ocupar la vacante producida en el número de los 144.000.

Desde 1935 en particular, la clase del esclavo ha visto con gozo el cumplimiento continuo de la visión de Juan anotada en (Ap 7;9-17).  Procedente de todas partes de la Tierra, "una gran muchedumbre"  de millones de personas  llena ahora los recintos del templo espiritual de Jehová para adorarlo.  El ángel de Jehová dijo a Juan que ningún hombre podía contra esta gran muchedumbre. Esto  significa que  la  cantidad de  personas a  quienes  la clase  del esclavo ha  de llevar al  templo espiritual  de Jehová no  tiene límite. Mientras el camino esté abierto, se las seguirá recolectando.
La clase del esclavo fiel tiene la gran responsabilidad de atender a la cantidad creciente de  las "otras ovejas", pues sabe que  el Amo, Jesús, quiere mucho a  estas personas mansas como ovejas que  proceden de todas las naciones.  Son verdaderamente su rebaño (Jn 10;16) (Hech 20;28) (1Pe 5;2-4) Por  eso, con amor al  Amo y a  las ovejas, la clase  del esclavo atiende con gozo las necesidades espirituales de la "gran muchedumbre"   ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 18)  
Con relación a la  asamblea de 1935 que hemos visto  más arriba, los TJ, escriben:  
"Pronto la asamblea había terminado,  pero había dado comienzo a algo... una  búsqueda.   Con mucho  entusiasmo  y  una espiritualidad  renovada, volvimos a nuestros  territorios a buscar a estas  personas semejantes a ovejas que había que recoger todavía".   ("Anuario de 1975", pág 156)  
Análisis
Pero la siega, la recogida de estas ovejas, ha tenido mil y una fechas en la evolución histórica de los TJ. Veamos:  
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La cosecha ( o  siega) es 'el fin de la era'; y  la cosecha, tal como ha sido,  es  el  período de  40  años  desde  la  caída de  1874  dC.;  la terminación de los 1135 días, hasta la caída de 1914 dC.   ("Estudios...", tomo III, pág 94)  
Análisis
Los que  escribieron la obra  póstuma de Russell, le  enmendaron la plana diciendo que eso sucedió en 1878, y no en 1874:  
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"...la resurrección de los Santos, dormidos  en la muerte, es indicada y seguida inmediatamente  después de la  Cosecha.  Esto sugiere  que dicha cosecha comienza en 1878"  ("The finished..." pág 226)  
"Todos  los  hechos  modernos  que   corresponden  a  la  profecía,  'la consumación del  siglo' y tiempo  para la siega  comenzó en 1914  dC. De modo que la siega comienza con  el establecimiento del reino de Dios por Cristo Jesús al  tiempo que los 'tiempos de los  gentiles' terminaron en el otoño de 1914".   ("La Atalaya" de 1947, pág 12)  
La Siega, 'la Consumación del  siglo'.  Este discurso fue una exposición completa de la ilustración  de Jesús acerca del trigo y  la cizaña en el capítulo 13 de  Mateo.  Por medio de hechos bien  conocidos y vistos por todos se probó que desde 1918 dC. ha estado en progreso esta siega.   ("Los Testigos de Jehová en el propósito divino", pág 235)  
En 1919 comienza la siega.   ("La Atalaya" de 1966, pág 666/13)  
Todos  los hechos  modernos  que correspondan  con  la profecía  bíblica demuestran que el tiempo para la siega comenzó en 1919 dC.  ("¡Despertad!", de 8.5.1958, pág 26)  
Análisis
O sea, que  tenemos siega en 1874,  1878, 1914, 1918 y  1919 ¿Cuál será la  próxima fecha? Pues  todo depende  de lo que  el "esclavo fiel  y prudente"  de turno  se  le ocurra  para reestructurar  el conjunto de la doctrina de los TJ que en vista de que el Armagedón no llega,  algo tendrán  que hacer...   ¡Cómo en  tantas ocasiones anteriores!.  
La doctrina actual de los TJ es:  
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Refiriéndose,  no a  los 144.000  sino a  otros cristianos,  Jesús dijo: "Tengo otras ovejas  que no son de este redil,  (del "rebaño pequeño") a esas también  tengo que traer  y escucharán mi voz  y llegarán a  ser un solo rebaño, un solo pastor" (Jn 10;16)   ("Usted puede vivir...", pág 164)  
Ahora  se está  recogiendo a  "una grande  muchedumbre" de  estas "otras ovejas"  . Estas  personas  serán  las primeras  de  la "nueva  Tierra". Jehová las protegerá a través de  la "grande tribulación" al fin de este sistema inícuo para que sigan viviendo y entren en el paraíso terrestre. (Ap 7;9-15)   ("Usted puede vivir...", pág 164)  
Jesús aclaró lo importante que es proclamar el Reino de los cielos... el gobierno de Dios sobre la humanidad sumisa (Mt 10;7) (Mc 13;10) (Mt 28;18-20)  ("El hombre en busca de Dios",, pág 247)  
La ilustración de  Jesús acerca de las ovejas y  las cabras, que aparece en el capítulo 25 de Mateo, se refiere  a esta gran obra de juntar a los súbditos terrestres del  Reino de Dios.  En la parábola  que la precede, es decir, la parábola de los  talentos, Jesús ilustra que los discípulos ungidos que  esperan gobernar  con él  en su  Reino celestial  tiene que trabajar para adelantar Sus bienes  terrestres.  Es muy apropiado, pues, que en la siguiente parábola Jesús indique lo que se requiere de los que desean llegar a ser súbditos de su Reino celestial.   Fíjese en lo que dijo en (Mt 25;31-46):  
" Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él entonces  se sentará sobre su  glorioso trono.  Y todas  las naciones serán juntadas delante de  él, y separará a la gente  unos de otros, así como el pastor separa a las ovejas  de las cabras.  Y pondrá a las ovejas a su derecha , pero las cabras a su izquierda. 
Entonces dirá el rey a los de  su derecha: "Vengan ustedes que tienen la bendición de mi  Padre hereden el reino preparado para  ustedes desde la fundación del mundo.  Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me  dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron.   Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y ustedes vinieron a mí. Entonces los justos le contestarán con las palabras: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?" Y en respuesta el rey les dirá:" En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron."  
Entonces dirá, a su vez, a los  de su izquierda: "Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego  eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque me dio hambre y ustedes no me dieron de comer, y me dio sed  pero no me dieron de beber. Fui extraño pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve pero no me  vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron." Entonces ellos también contestarán con las palabras:" Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te servimos?   Entonces les contestará con las palabras:" Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron  a mí". Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna" (Mt 25;31-46)(NM)  
Jesús llegó en su  gloria en 1914.  Tomando la ofensiva,  él y todos sus ángeles atacaron y echaron del cielo  a sus enemigos demoníacos. Lo que sucede después en su parábola nos ayuda a comprender que el que Jesús se siente en un  trono glorioso representa una situación  de juicio durante su presencia. La reunión de todas  las naciones delante de él significa que Jesús las trata como si fueran su rebaño, en sentido figurado. Es un rebaño compuesto de ovejas y cabras. Aunque separar las ovejas de las cabras en un rebaño literal quizás tome sólo parte de un día, la separación por toda la Tierra de personas que tienen libre albedrío toma mucho más tiempo. Esto se debe a que se basa en el derrotero que cada individuo escoge.  
En la parábola, el Pastor-Rey pone a su derecha a los que son semejante a ovejas, y a los que son como cabras, a su izquierda. El lado derecho resulta en un fallo favorable: vida eterna. El lado izquierdo representa una sentencia desfavorable: destrucción eterna. Como se ve la decisión del Rey tiene consecuencias serias.  
La invisibilidad del Hijo del hombre en su Reino durante su presencia, o parusía, no excusa a nadie.  Hoy  día, cada vez más personas mansas como ovejas se unen a la clase del esclavo para predicar las buenas nuevas del Reino de Dios por todo el mundo, dejando así brillar su luz. Verdaderamente su testimonio ha llegado a todas partes de la Tierra (Mt 24;14)  
¿Por qué recompensa  el Pastor- Rey a  la clase de ovejas  con un futuro bendito?  Por  el apoyo  de todo  corazón que dan  a la  predicación del Reino, y  por la  bondad que  muestran a Sus  hermanos ungidos,  la cual considera Jesús como  manifestada a él mismo.  Por  ello, el entronizado Hijo del hombre  les dice: "Vengan, ustedes que han  sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo" (Mt 25;34) (Mt 28;19,20)  
Fíjese que estas ovejas se sorprenden cuando el Rey las invita a heredar el ámbito terrestre del Reino de Dios.  Le preguntan: 'Señor, ¿cuando te hicimos todas estas cosas?'.  El responde: "En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a  uno de los más pequeños de estos  hermanos míos, a mí me lo hicieron" (Mt 25;40) Cuando Jesús se apareció a María Magdalena el día de su  resurrección, habló de sus hermanos  espirituales al decirle: "Ponte  en camino  a mis  hermanos"  (Jn 20;17).   Durante la  presencia invisible  de Jesús,  sólo  un  resto pequeño  de  sus 144.000  hermanos espirituales viven todavía en la Tierra.  
Como Jesús es invisible en los  cielos, las personas semejantes a ovejas le  muestran ese  amor sólo  de manera  indirecta.  Lo  ven en  su trono únicamente con los ojos de la  fe.  Jesús valora todos los esfuerzos que hacen por  ayudar a sus  hermanos espirituales,  que llegarán a  ser sus coherederos en el  cielo.  Considera lo que se hace  a sus hermanos como hecho  a  él personalmente.   Las  personas  semejantes a  ovejas  hacen deliberadamente el  bien a los  hermanos de Cristo porque  los reconocen como tales.  Comprenden  que los hermanos espirituales de  Jesús son los embajadores del Reino de Jehová, y  quieren dar prueba específica de que están de parte de ese Reino junto con ellos.
Jehová previó que  aparecería esta clase de personas  mansas como ovejas durante la presencia de su Hijo, y tiene una maravillosa recompensa para ellas.  La gran  muchedumbre heredará las bendiciones de paz  aquí en la Tierra durante el  feliz Reinado Milenario del Rey  nombrado por Jehová, Jesucristo.  
Cuando  tomamos en  cuenta las  profecías bíblicas  que corresponden  al tiempo de la  presencia de Cristo, junto con la  parábola de Jesús sobre las ovejas y  las cabras, ¿qué vemos? Que hacer el bien sin saberlo y por  casualidad a alguno de los hermanos espirituales del Rey no convierte a nadie en  una oveja justa delante de Dios y  de su Rey. Los que forman parte de la clase de las ovejas saben lo que hacen, aunque no ven con los ojos literales al Rey entronizado. Se esfuerzan por ayudar a los hermanos del Rey de manera espiritual, no sólo material.  ¿Cómo? Ayudándolos a predicar las buenas nuevas del Reino de Dios y a conducir estudios bíblicos para hacer  discípulos cristianos. Como resultado hoy hay más de cuatro millones de proclamadores del Reino de Dios que son portadores de luz.  
(...) Actualmente la clase del esclavo está trabajando con más vigor que nunca en los deberes que Dios le ha asignado. El tiempo que queda antes de que estalle la "gran tribulación" casi ha terminado (Mt 24;21) ¡Qué importante es que todos los que son las ovejas de Dios permanezcan a la diestra del favor de su Pastor-Rey! Por  lo tanto, que todos sigan apoyando celosamente al esclavo fiel y discreto. Obrando de este modo, algún día, dentro de muy poco, todas las personas mansas como ovejas oirán las alegres palabras: "Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo".   ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 18-21)  
Desde que Cristo  regresó (en 1914) y se sentó  sobre su trono celestial se inició el "día del juicio actual"  y toda la humanidad ha estado bajo juicio (2 Pe 3;7)  
Este "día  de juicio actual" viene antes de que comience el "Día del juicio de mil años"  
Durante el "día del juicio actual" se está efectuando una separación de la gente como "cabras" a la izquierda de Cristo o como "ovejas" a su derecha.  
Las "cabras" serán destruidas porque  no ayudan a los "hermanos" ungidos de Cristo en el servicio de éstos  a Dios.  Con el tiempo estas "cabras" muestran que son pecadores que no se arrepienten, inicuos, endurecidos en su  práctica de la injusticia. Las "ovejas" por otra parte, serán bendecidas con vida bajo la gobernación del Reino porque apoyan en todo sentido a los "hermanos" de Cristo.  ("Usted puede vivir para siempre...", pág 183)  
En este "día del juicio actual" las "cabras", al morir, van al Gehena por las cosas que han hecho, son destruidos y  por lo tanto ya no resucitarán más. Los inícuos "partirán al cortamiento eterno, sin posibilidad alguna de resurrección"   
Las "ovejas" van al Hades por las cosas que han hecho. Allí, Jehová, los retendrá en su memoria, y el "Día del  juicio de mil  años" resucitarán unos para "resurrección de  vida" y otros para "resurrección de juicio" (Jn 5;29)   ("Fuego del infierno: Verdad bíblica o susto pagano?" , pag 5)  
A medida que se  acerca ese tiempo, el  encolerizado Satanás intensifica la  presión sobre  nosotros.   Como león  rugiente, intenta  devorarnos. Tenemos que  estar firmes  (1Pe 5;8-10) Cuando  nuestros hermanos  de la antigua  Tesalónica eran  nuevos en  la verdad,  sufrieron tribulaciones similares a las que sufren hoy muchos testigos de Jehová.  Por lo tanto, lo que el  apóstol Pablo les escribió a ellos  es muy significativo para nosotros: "Es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que le causan  tribulación, pero,  a  ustedes que  sufren  la tribulación,  con alivio  juntamente con  nosotros al  tiempo de  la revelación  del Señor Jesús desde  el cielo con sus  poderosos ángeles en fuego  llameante, al traer él  venganza sobre los que  no conocen a  Dios y sobre los  que no obedecen las buenas nuevas acerca  de nuestro Señor Jesús" (2Tes 1;6-8). Sí habrá alivio.  
En el tiempo de Pablo, gran parte  de la tribulación fue causada por los líderes  religiosos judíos.   Hoy, de  igual  manera, la  oposición a  los apacibles testigos  de Jehová  es instigada frecuentemente  por aquellos que afirman  ser representantes de  Dios, en  particular el clero  de la cristiandad.  Estas personas aseguran que  conocen a Dios, pero rechazan al Dios Jehová de  la Biblia, que es 'uno solo' y  lo reemplazan por una misteriosa Trinidad.  (Mc 12;29) No obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor  Jesús, pues  acuden al  gobierno del  hombre en  busca de alivio y rechazan las buenas nuevas  del entrante Reino justo de Cristo. Todos estos opositores religiosos perecerán  al tiempo de "la revelación de nuestro Señor Jesús desde el cielo" ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 22)