AÑO 586 aC (Revisión de este año)
s/TJ:
Los historiadores seglares por lo general dan el año 586 a. de la E.C. como la fecha correcta para la desolación de Jerusalén. “¡Despertad!” de 8/8/1972, pág 27 y 28)
Análisis:
Podríamos
decir que desde hace siglos no sólo los historiadores, sino también los
arqueólogos y los astrónomos –a
excepción de los que se mueven en el mundillo de los TJ- dan el año 586 aC como
fecha correcta para la destrucción de Jerusalén, y esto tanto los que creen en
la Biblia como los que no creen en ella. Por otra parte, no sólo los “cronólogos de la cristiandad”,- como
despectivamente los TJ llaman a todos aquellos autores que no están de acuerdo
con su particular cronología (La Atalaya, 1 de febrero de 1966, pág 89)-,
dan el año 586 aC, sino también los historiadores y autores del mundo judío que
cada año recuerdan la catástrofe de Jerusalén ocurrida en el 586 aC en el ayuno
que celebran el 10 de tebet.
s/TJ:
¿Por
qué es, entonces, que los testigos cristianos de Jehová dicen que ese suceso
ocurrió en 607 a. de la E.C.? Se debe a confiar en lo que la Biblia dice en
cuanto a la duración del tiempo que Jerusalén yació desolada.
Las
Escrituras asignan un período de setenta años a la desolación de Judá y
Jerusalén. Después de describir la conquista de Jerusalén por los babilonios, 2
Crónicas 36:21 informa: «Todos los días
de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años.» Por medio del
profeta Jeremías, Jehová había declarado: "Toda esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto
de pasmo, y estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años”
Jer. 25:11.
¿Fue
éste verdaderamente un período de setenta años literales? Sí, esa es la manera
en que el profeta Daniel lo entendió, pues cerca del término del período de
desolación de Jerusalén, dijo: «Yo mismo,
Daniel, discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la
palabra de Jehová le había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las
devastaciones de Jerusalén, a saber, setenta años.» (Dan. 9;2) Note que
aquí Daniel dice que «el número de los años» de la devastación fueron setenta.
Con seguridad él no podría haber dicho eso si los setenta años hubieran sido
simbólicos o un número redondo exagerado.
El
libro de Zacarías suministra evidencia adicional. Leemos: "Cuando ustedes ayunaron y hubo plañido en el
quinto mes y en el séptimo mes, y esto por setenta años, ¿ayunaron ustedes
realmente para mí, aun para mí?" (Zac. 7:5; 1:12) La construcción de
esta pregunta, con referencia a meses específicos, ciertamente indica que un
período de setenta años literales estaba envuelto. ("¡Despertad!" 8/8/1972, pág 27 y 28)
Análisis:
“Toda esta tierra
tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo, y estas naciones
tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años. Y tiene que ocurrir que
cuando se hayan cumplido setenta años pediré cuentas al rey de Babilonia y a
aquella nación.” (TNM) (Jer 25;11-12) “Esto es lo que ha dicho Jehová:
'Conforme se cumplan setenta años en Babilonia yo dirigiré mi atención a
ustedes, y ciertamente estableceré para con ustedes mi buena palabra
haciéndolos volver a este lugar” (TNM) (Jer 29;10)
Si
leemos con atención esta profecía, veremos que Jeremías profetiza dos
acontecimientos:
1) “Toda
esta tierra tiene que llegar a ser un lugar devastado, un objeto de pasmo…
2) “…y
estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años.
Evidentemente,
Jeremías anuncia por una parte, la devastación de la tierra, y, por otra parte,
la cautividad. Por tanto, es necesario estudiar esos dos hechos por separado, para
ver cómo y cuándo se cumplió cada uno de ellos. Empecemos por la cautividad.