s/TJ:
“Los primeros padres de la Iglesia, entre
ellos Tertuliano y Orígenes, afirmaban que los cristianos no podían quitar la
vida humana, un principio que le impedía servir en el ejército romano” (The
enciclopedia of Religion). (La Atalaya 1/7/13, pág 5).
Análisis:
s/Nuevo Testamento:
“También le preguntaron unos soldados (a Juan
Bautista), diciendo: y nosotros ¿qué haremos? Y les dijo: no hagáis extorsión a
nadie, ni calumniéis, y contentaos con vuestra soldada” (Lc 3;14) Ni un
solo reproche por ser soldados.
Cristo alaba la fe
del centurión de Cafarnaún (Mt 8;5-10) (Lc 7;1-10) Ni un solo reproche a su
carrera.
Los Hechos de los
apóstoles relatan la conversión del centurión Cornelio, varón temeroso de Dios
(Hech 10). No hay ningún reproche a que su labor esté en la milicia.
s/Antiguo testamento:
El primer ejemplo de servicio militar
se encuentra en el Antiguo Testamento (Génesis 14) cuando Lot, el sobrino de
Abraham fue secuestrado por Quedorlaomer rey de Elam y sus aliados. Abraham
acudió al rescate de Lot, reuniendo a 318 hombres entrenados nacidos en su casa
y desafió a las fuerzas extranjeras.
Más tarde en su historia, la nación de Israel formó un ejército permanente. El
sentir que Dios era el Guerrero Divino que protegería a Su pueblo sin importar
su fuerza militar, pudo haber sido la razón por la que Israel se tardó en
formar un ejército. La formación de un ejército permanente en Israel sólo
sucedió después de un fuerte y centralizado sistema político que fue desarrollado
por Saúl, David y Salomón. Saúl fue el primero en formar un ejército permanente
(1 Samuel 13:2; 24:2; 26:2). Sin embargo, el ejército tenía que ser mantenido
con alimentos y otros suplementos que provenían de las casas de los mismos
soldados (1 Samuel 17:17-19).
Lo que inició Saúl, lo continuó David. Él incrementó el ejército, integrando
también a tropas contratadas de otras regiones que solo le eran leales a él (2
Samuel 15:19-22), y entregó el mando directo de sus ejércitos a un comandante
en jefe (Joab). Bajo David, Israel también se volvió más agresivo en sus
políticas de ofensivas militares, anexándose estados vecinos como la tierra de
los amonitas (2 Samuel 11:1; 1 Crónicas 20:1-3). David estableció un sistema
rotatorio de tropas con 12 grupos de 24,000 hombres que servían un mes del año
(1 Crónicas 27). Aunque el reinado de Salomón fue pacífico, él expandió aún más
el ejército, añadiéndole carros y caballos (1 Reyes 10:26). El ejército
permanente continuó (aunque dividido junto con el reino después de la muerte de
Salomón) hasta el 586 a.C., cuando Israel dejó de existir como una entidad
política.
s/Otros testimonios:
Clemente Romano (fallecido en el año
97) en su carta a los Corintios 37, escribe: “Consideremos los soldados que se han alistado
bajo nuestros gobernantes, de qué modo tan exacto, pronto y sumiso ejecutan las
órdenes que se les dan. No todos son perfectos, ni jefes de millares, ni aun de
centenares, ni de grupos de cincuenta, etc.; sino que cada hombre en su propio
rango ejecuta las órdenes que recibe del rey y de los gobernantes. Los grandes
no pueden existir sin los pequeños, ni los pequeños sin los grandes. Hay una
cierta mezcla en todas las cosas, y por ello es útil. Pongamos como ejemplo nuestro propio cuerpo. La cabeza sin los pies no
es nada; del mismo modo los pies sin la cabeza no son nada; incluso los
miembros más pequeños de nuestro cuerpo son necesarios y útiles para el cuerpo
entero; pero todos los miembros cooperan y se unen en sumisión, para que todo
el cuerpo pueda ser salvo”. Es un elogio incondicionado de la estructura
militar.
Tertuliano (160-220) afirma que sus
correlegionarios llenaban las decurias de los romanos. “Si quisiéramos vengarnos, no como ocultos, sino declarados enemigos,
¿faltaríannos por ventura fuerzas de numerosos soldados y de ejércitos? ¿Son
más los mauros, los marcomanos, los partos que rebeló Severo, que los
cristianos de todo el mundo? Estos bárbaros numerosos son, pero están
encerrados en los límites de un reino; los cristianos habitan provincias sin
fronteras. Ayer nacimos, y hoy llenamos el imperio, las ciudades, las islas, los
castillos, las villas, las aldeas, los reales, las tribus, las decurias, el
palacio, el Senado, el consistorio. Solamente dejamos vacíos los templos para
vosotros” (Tertuliano.Apología 37). Y las decurias son grupos de diez
soldados romanos de caballería y un cabo.
En el ejército la frecuencia de
cristianos se encuentra abiertamente a fines del siglo II cuando nos hallamos
con gran multitud de soldados con nombres como Marcelo, Nereos, Teodoro,
Mauricio, Sebastián, etc.
La historia habla de que en la segunda
mitad del siglo II, la Legión XII romana que se encontraba en Melitene
(Turquía) y la III que se encontraba en Lambese (África del Norte) estaban
compuestas exclusivamente de cristianos. Por otra parte, la denominada Legión
Tebana es diezmada y masacrada a finales del siglo III, al no obedecer la orden
de perseguir a los cristianos.
En el acta del 21 de enero de 259 que
refleja el martirio del obispo de Tarragona y sus diáconos Augurio y Eulogio,
se habla de un soldado cristiano llamado Félix que le pide se acuerde de él.