s/TJ:
Los cristianos verdaderos no transigirán, no
permitirán que la sangre, en forma alguna, sea
transfundida, porque al hacerlo incurrirán en la desaprobación de
Jehová. Sería irrazonable perder la vida eterna en el Nuevo Mundo
sólo por vivir unas semanas más en este tiempo. ("La Atalaya" de 1958, pág 121/6) ("Verdad", pág 165)
Análisis:
Los TJ, pues, prohíben la transfusión de sangre, afirmando
que la sagrada Escritura no permite comer sangre. Por ello,
los TJ afirman que la transfusión de sangre no está en conformidad con las
enseñanzas de la Sagrada Escritura y, por consiguiente,
es necesario abstenerse de ella.
Esta prohibición es de origen bastante reciente, ya que, por
ejemplo, en ("Consolación"
-revista que más tarde se llamó ¡Despertad!- de setiembre de 1945, pág 29), los TJ llegan a escribir: "Dios
nunca ha justificado determinaciones que prohíban el uso de medicinas,
inyecciones o transfusiones de sangre. Es una invención de
hombres que, igual que los fariseos, dejan fuera de consideración la
misericordia y el amor de Jehová. Servir a Jehová con toda nuestra mente
significa no excluir nuestro entendimiento, especialmente si se trata de una
vida humana que está dedicada a Jehová, y por eso es santa" (?).
Por otra parte, los testigos de Jehová han dejado
escrito que “… los testigos de Jehová han sido el blanco de acusaciones
falsas, tanto de mentiras descaradas como de tergiversaciones de sus creencias…
La acusación de que anualmente mueren muchos hijos de testigos de Jehová por
rechazar transfusiones de sangre carece por completo de fundamento” (La
Atalaya 1/12/1998, p.14).
Sin embargo, solo cuatro años antes, los testigos de Jehová habían
escrito: “En el pasado, miles de jóvenes murieron por poner a Dios en primer
lugar. En nuestros días la historia se repite, solo que ahora tiene como
escenarios los hospitales y los tribunales, y como desencadenante, la cuestión de
las transfusiones de sangre.” (¡Despertad! 22/5/1994, p.2) ¿En qué quedamos?
FUNDAMENTO BIBLICO DE ESTA CUESTION
La doctrina oficial actual de la organización de los TJ fundamenta esta
prescripción sobre diversos textos de las Escrituras que hablan de la sangre.
Hay tres grupos de pasajes en la Biblia que tratan el tema de la sangre, y que
sirven a los TJ de fundamento para la mencionada prohibición de
transfusiones sanguíneas. Estos grupos son:
a) (Gn 9;4)
b) La ley de Moisés
c) La prohibición apostólica de Hechos 15
a) GRUPO DE PASAJES DE: (Gn 9;4)
s/TJ:
La humanidad come para vivir. ¿Por cuanto
tiempo, pues, ha autorizado Dios el Creador a la humanidad a comer
la carne de animales? No desde la creación del primer
hombre, sino por los últimos 4.335 años de la existencia de
la humanidad. En el paraíso del Jardín de Edén el hombre y la
mujer perfectos fueron autorizados a comer y vivir
de frutas, nueces y productos vegetales del suelo (Gn
1;29-30). Por eso no se necesitaba una ley contra vivir de la
sangre de los animales.
Aun cuando Dios expulsó al hombre del Jardín de
Edén porque éste pecó rebeldemente contra El al comer el
fruto prohibido, Dios no dijo que desde entonces en adelante
el hombre debería comer carne animal. Dios le dijo al hombre:
"Tienes que comer la vegetación del campo. Con el sudor
de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, por que de él fuiste
tomado. Porque polvo eres y a polvo
volverás" (Gn 3;18-19). Años más tarde cuando
el segundo hijo de Adán, Abel, ofreció el
sacrificio de ovejas a Jehová Dios, hubo el derramamiento de sangre
de tales víctimas sacrificatorias, pero Abel no se bebió
la sangre. De modo que Dios aceptó su sacrificio (Gn 4;3-11)
Más de mil quinientos años
después... Noé al salir del arca...
inmediatamente ofreció un sacrificio de entre
todos los animales y pájaros limpios a Jehová Dios. Pero
Noé y su familia no bebieron de la sangre de las víctimas
sacrificatorias; ni siquiera comieron de la carne de ellas. Dios
estuvo complacido con esto. El los bendijo y les dijo que
llenaran la Tierra entera con su prole.
Entonces, como había hecho con Adán y Eva en
Edén, Dios estableció una ley acerca del alimento
de toda la futura familia humana, entre ella nosotros de hoy día.
Dijo: "Todo animal moviente que está vivo
puede servirles a ustedes de alimento. Como en el caso de
la vegetación verde, de veras se lo doy todo a ustedes. Sólo
carne con su alma -su sangre- no deben comer... (Gn 8;18) a (Gn
9;4-5). Después de eso apareció el primer arco iris, y Dios hizo un
pacto eterno de nunca más traer un diluvio global contra la humanidad (Gn
9;8-17). Esto ocurría en el año 2369 aC ó 1856 antes de que Jehová
diera la ley al profeta Moisés, los Diez mandamientos
inclusive, para que la entregara a la nación de Israel.
Por consiguiente la Ley de Dios que prohibía el ingerir sangre
animal en nuestro cuerpo no vino a la existencia
por medio de la ley divina entregada mediante Moisés en
1513 aC. Esto hace seguro que la ley de Dios sobre este
asunto vital no estaba restringida y no está restringida a los hebreos,
israelitas o judíos. ("La Atalaya" de 1.6.68,
pág 331 y ss.)
Sin embargo, ¿era el mandato a Noé -(Gn
9;4)- sólo una restricción limitada o temporánea?
¿Tiene que ver con generaciones posteriores, entre ellas la
nuestra? Muchos doctos bíblicos reconocen que Dios aquí puso
un reglamento que no aplicaba únicamente a
Noé y su familia inmediata, sino también a toda
la humanidad desde aquel tiempo en adelante... la
realidad es que todo el que ha vivido desde el Diluvio viene de la
familia de Noé (Gn 10;32) ("Los
Testigos de Jehová y la cuestión de la sangre", pág 7)
Análisis:
Así, pues, queda claro que para los TJ el mandato de (Gn 9;4) es
una prohibición universal y eterna de comer sangre. (Dt 12;23)
Sin embargo, en ("La
Atalaya" de 15.10.83, pág 30), los TJ nos citan (Dt 14;21), versículo
en el que Dios permite que los forasteros coman animales muertos sin
sangrar. Así, pues, este texto, aducido por los propios TJ, muestra que las
personas al comer estos animales comían sangre, contradiciéndose con
la interpretación universal que hacen de (Gn 9;4). Aquí debo recordar a
los TJ que Dios no es parcial y si en (Gn 9;4) hace una prohibición eterna y
universal de comer sangre no puede mandar ahora que se coma en algún lugar, no
importa la condición ni la conciencia de la persona.
También puedo añadir que parece que lo que prohíbe (Gn 9;4) es
comer animales vivos (el pasaje dice textualmente "carne con su
alma –su sangre-” (NM). Así
interpretaban antiguamente los TJ este pasaje. Cambiaron su enfoque cerca del
año 1935 cuando prohibieron las vacunas, apoyándose para esa nueva postura en
esta nueva interpretación del pasaje, “carne con su alma” (es decir con su
vida) por “carne son su sangre”. Parece
obvio que (Gn 9;4) no se puede utilizar para negar las
transfusiones.
Si la orden que Dios dio de no comer carne con su sangre aplica
también a nosotros y hemos de seguirla, todavía hoy en día, hemos de aceptar,
también, que debiéramos defender hoy la pena de muerte para todo caso de
homicidio, y no sólo cuando el homicida es un hombre, sino también cuando es un
animal, ya que esta orden sigue a la de la sangre (Gn 9;5-6). ¿Defienden esto
hoy los TJ?
b) GRUPO DE PASAJES DE: LA LEY DE MOISÉS
s/TJ:
En esta porción de la Biblia se
encuentran la gran mayoría de los pasajes que mandan la abstención
de sangre. Pero con relación a estas prohibiciones los TJ han dicho:
En el día de Pentecostés del año 33 dC el viejo pacto de la Ley
fue quitado y el nuevo pacto inaugurado por Jesucristo en el cielo tomó su
lugar (Ef 2;14-15) (Col 2;13-14) (Hb 10;8-10) ¿Quiere decir esto, entonces, que
la prohibición contra el comer y beber sangre según estaba contenida en el
viejo pacto de la Ley mosaica fue quitada? ¡Sí! ¿Quiere decir esto, entonces,
que los discípulos de Jesucristo no están bajo ninguna prohibición contra comer
y beber sangre? ¡No! ("Vida eterna en libertad de los hijos
de Dios", pág 330)
Esta ley particular -la del día de Noé- no pasó de la existencia
ni quedó sin vigor en el año 33 de nuestra era común, cuando Dios clavó la Ley
de Moisés al madero de muerte de Jesucristo y la abolió. La ley del día de Noé
todavía aplica a toda la humanidad.(Gn 1;29-30) (Gn 2;15-17). ("La Atalaya" de
1.6.68, pág 333)
Análisis:
En consecuencia, pues, todos los pasajes de la Ley de Moisés sobre
la sangre no se pueden utilizar para prohibir las transfusiones,
porque, según los TJ, fue sencillamente
abolida.
De todas maneras, es irónico que los TJ señalen la no
vigencia de la Ley de Moisés para los cristianos, y simultáneamente utilicen
esos mismos pasajes para prohibir las transfusiones de sangre, haciendo un
sorprendente caso omiso a sus propias palabras.
A tener en cuenta que los judíos ortodoxos modernos, que todavía
observan con escrupulosidad las reglas para el sacrifico de animales y desangre
de la carne, no tienen objeciones religiosas contra las transfusiones de
sangre.
Finalmente, a un TJ se le puede mostrar que (Lv 3;17), dice:
"No deben comer grasa alguna ni sangre alguna" (NM). ¿Por qué los directores de La
Atalaya no les permiten las transfusiones y en cambio les permiten comer
manteca?.
c) GRUPO DE PASAJES DE: LA PROHIBICIÓN APOSTÓLICA DE HECHOS 15
s/TJ:
Sí, tanto los cristianos como los judíos, los no
cristianos como los no judíos, están bajo esta ley acerca de comer según se le
dio a nuestro antepasado Noé después del diluvio. Los cristianos apostólicos
del primer siglo de nuestra era común reconocieron ese hecho e
insistieron en él. Dieciséis años después que la Ley de Moisés fue,
hablando figuradamente, clavada al madero de muerte de Cristo como cumplida y
abolida, el discípulo cristiano Santiago, recomendó al Concilio de Jerusalén
de apóstoles y otros hermanos de mayor edad escribir a los cristianos no
judíos, a saber, "que se abstengan de las cosas contaminadas por los
ídolos y de la fornicación y de lo estrangulado y de la sangre".
La recomendación de abstenerse de "animales estrangulados y
de la sangre" no fue sólo la idea del discípulo Santiago, sino que también
fue dictada por el espíritu santo de Dios. Este grave hecho recibe énfasis por
la manera en que se fraseó el decreto oficial a los cristianos no judíos.
Decía como sigue: "Los apóstoles y los hermanos de mayor edad a los
hermanos... que son de las naciones: ¡Saludos!... Porque al espíritu santo y a
nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo
estas cosas necesarias: que se abstengan de cosas sacrificadas a ídolos y de
sangre y de cosas estranguladas y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente
de estas cosas, prosperarán, ¡Buena salud a ustedes!" (Hech 15;19-29) (“La
Atalaya” de 1.6.68. pág 331 y ss)
Análisis:
Los versículos (Hech 15;19-29), que los TJ presentan, deben ser
interpretados en el contexto histórico de la época. Los judíos recién
convertidos al cristianismo, dudaban de abandonar las prácticas judías.
Además se escandalizaban fácilmente de las libertades que se tomaban los
paganos convertidos, respecto a esta práctica -la de la abstención de la
sangre-. ¿Era necesario guardarla o no?. El problema fue discutido. Los
apóstoles, por caridad y para evitar el escándalo de los judíos convertidos,
pidieron a los gentiles llegados al cristianismo adaptarse a las prácticas
judías relativas a la alimentación: abstenerse de la carne ahogada y de
la sangre. Pero se trataba más bien de una medida temporal, impuesta por las
circunstancias. Incluso no parece que el decreto fuese promulgado en todas
partes, sino solamente entre los cristianos dónde los judíos podían
escandalizarse de ver a los paganos comer toda clase de carne (Gl
2;12-14) (1Cor 8;1-13) (1Cor 10;14-30). Sea lo que fuere, una vez pasado el
peligro de escándalo, los cristianos comían toda clase de carne, teniendo en
cuenta: "Que no lo que
entra por la boca ensucia al hombre, sino lo que sale de ella" (Mt 15;11).
Si, por otra parte, examinamos (1Cor 10;14-30) encontramos que la
Biblia permite comer lo sacrificado a los ídolos. Vemos, pues, que lo que
establece la Biblia es una prohibición de comer sangre o lo sacrificado a
ídolos (y podríamos añadir que cualquier otra cosa)... si con ello se causa
tropiezo. Este es el motivo del decreto apostólico de (Hech 15; 19-29). Si no
existía una situación de tropiezo, Pablo podía decir que se comiera lo
sacrificado a ídolos o cualquier otra cosa. Es el texto de (1Cor 10;14-30). Los
dos textos se refieren a la misma prohibición. Cristo presentó el mismo
principio: ninguna comida contamina espiritualmente (Lc 7;18-23). Véase también
la disputa entre Pedro y Pablo en (Gl 2;1-14).
Hay que tener en cuenta que, en todo caso, las Escrituras sólo se
refieren a una dieta, no a las transfusiones de sangre. El tomar una regla
dietética y extenderla a tal punto que se niegue un procedimiento médico para
salvar la vida de un moribundo, me trae a la memoria el caso de los fariseos
que se pusieron furiosos cuando Jesús sanó a un hombre en un día de reposo (Lc
6;6-11).
Así, pues, la interpretación de (Hechos 15) que hacen los TJ no me
parece aceptable porque además de una interpretación incorrecta, ésta no
armoniza con los demás pasajes de la Biblia que tratan el tema. Ya se ha visto
que la contradice (1Cor 10;14-30). Tampoco armoniza con (Dt 14;21), porque este
versículo indica que Dios permite a los gentiles comer sangre. Y, finalmente,
tampoco armoniza con el concepto nuevotestamentario sobre los alimentos
(Mc 7;18-19) (Lc 7;18-23) (Rm 14) (1Tim 4;1-5).
Los TJ se han esforzado por dar respuesta a esta contradicción. En
el libro ("Ayuda para
entender la Biblia", pág 768) alegan
que (1Cor 10) se refiere a comer los sacrificado a ídolos con un sentimiento
de reverencia. Aunque esta explicación es una suposición de ellos, se
observa el valor muy diferente que la Biblia le asigna a la abstención de
(Hechos 15). Si el mandato de abstenerse de comer lo sacrificado a los ídolos
sólo tiene que ver con la actitud con que se hace, ¿por qué no la sangre, que
también es un alimento? ¿Por qué han establecido sin base bíblica una
diferencia en la forma de abstenerse entre estos dos alimentos? Es triste
que para los TJ, se puede cumplir con la abstención a lo sacrificado a ídolos
comiéndolo alegremente, siempre y cuando se hace con un sentimiento correcto;
pero en cuanto a abstenerse de la sangre, y me refiero a las transfusiones,
cosa que es mucho más seria porque entraña la vida misma de la gente, se
exige la aplicación más drástica e inflexible. No me parece ni consistente ni
lógico.
Otro texto que podemos considerar prueba adicional de que (Hech
15) se formuló con el propósito único de no causar tropiezo a los judíos es el
propio (Hech 15) dónde se establece indirectamente que los cristianos gentiles
no tenían que circuncidarse ni guardar la Ley (Hech 15;28). En cambio en (Hech
16;3). Pablo toma a Timoteo, un gentil, y le circuncida, precisamente
para no causar tropiezo a los judíos. Es el mismo principio que rige para la
sangre y lo sacrificado a los ídolos.
Si descartamos (Hech 15) como base para prohibir las transfusiones
de sangre, no les queda a los TJ otro pasaje en la Biblia para
fundamentar su postura.
FINALIZANDO EL COMENTARIO
La prohibición de tomar sangre de animales se repite
hasta siete veces en el Levítico y en el Deuteronomio.
Una de las razones de esta prohibición, según se desprende
de (Lv 19;26), era para evitar el peligro de idolatría, ya
que algunos pueblos paganos tomaban la sangre de las víctimas ofrecidas a
los ídolos. Por otra parte una creencia, que llega hasta los primeros
siglos de nuestra era, veía en la sangre el alimento de los dioses y
demonios. Los judíos permanecieron fieles a esta prescripción, aun
después de su dispersión por el mundo, de tal manera que el decreto
del Concilio de Jerusalén (Hech 15,20,29;21,25) prohíbe a los convertidos
de entre los paganos, a fin de no escandalizar a los
judío-cristianos, comer animales sin sangrar. Poco a poco, a
medida que los cristianos fueron desligándose del
judaísmo y purificando sus conceptos, esta prescripción cayó en desuso.
Hemos de tener en cuenta que en las páginas de los libros sagrados
se refleja la vida de un pueblo en
constante progreso; para gobernar a este pueblo y conservar
incontaminada su religión se dictan normas y
prescripciones, según las circunstancias y
peligros de idolatría en que se encuentra dicho pueblo. Beber la
sangre de animales podía encerrar un peligro de
contaminación idolátrica.
Estas prescripciones y normas pierden
su vigencia cuando las circunstancias que las motivaron han
desaparecido o el legislador dicta otras que las transforman o dejan en desuso.
Así sucede con la prescripción que nos ocupa. Cristo,
legislador de la Ley nueva, cumple, perfecciona y suprime de la Ley
antigua lo que cree conveniente según las exigencias de los nuevos tiempos y en
virtud del poder que ha recibido del Padre. Los textos de Pablo son
bien claros; lo mismo los pasajes evangélicos donde se habla de
la promesa e institución de la Eucaristía; con estos
textos de la nueva Ley queda abrogada la antigua.
LOS TJ TAMBIEN HABIAN PROHIBIDO TODAS LAS
VACUNAS (DESDE 1931 HASTA 1952) Y LOS TRASPLANTES (DESDE 1967 HASTA 1980)
Cuando se consideran otras prohibiciones de los líderes de los TJ
sobre sus fieles, se descubre que esta inflexibilidad dañina se repite a través
de su historia. Causa asombro ver la gran similitud entre los argumentos usados
para aquellas prohibiciones y los de la sangre. En 1931 prohibieron todas las
vacunas por ser una "violación directa del pacto eterno que Dios hizo
con Noé después del diluvio" ("La Edad Dorada", de
4.2.1931, pág 293). A pesar
de los TJ que enfermaron de polio, tosferina, viruela, y un largo etc. el
Cuerpo Gobernante se mantuvo inflexible. No levantaron la prohibición hasta el
año 1952, brillando por su ausencia la debida disculpa a los que murieron
o padecieron enfermedades por haber obedecido a sus líderes.
Asombrosamente, ni siquiera admitieron que se habían equivocado,
dijeron sencillamente que lo de las vacunas era un asunto de la
conciencia de cada individuo. En 1967 prohibieron cualquier trasplante de
órganos por ser esto una "forma prohibida de canibalismo" ("La Atalaya" de
15.11.67, pág 702-704) ("¡Despertad!" de 8.6.68, pág 21). Los fieles se quedaron sin trasplantes
hasta 1980 ("La
Atalaya" de 15.3.80, pág 31).
La historia se repite el 22 de octubre de 1948, cuando estos
mismos líderes recibieron "nueva
luz" y prohibieron las transfusiones de sangre. Espero que siga
el mismo ciclo de las vacunas y los trasplantes, pero mientras, se suceden las
muertes inútiles de personas que creen que obedecen a Dios. Pero ya hemos
visto al principio de este tema que los propios TJ en la revista
"Consolación" de setiembre de 1945 se juzgan a sí mismos en
todo lo referente a este tema: "La prohibición de transfusiones de
sangre es propio de hombres fariseos que dejan fuera de consideración la misericordia
y el amor de Jehová".
De 2003 (¡Despertad! 8/12/2003) en adelante tienen permitido a sus adeptos el uso de componentes de sangre... ¡Pero miles murieron antes de 2003 inútilmente!
De 2003 (¡Despertad! 8/12/2003) en adelante tienen permitido a sus adeptos el uso de componentes de sangre... ¡Pero miles murieron antes de 2003 inútilmente!
La
negativa de parte de los Testigos de aceptar transfusiones de sangre, en cierto
modo ha fomentado la búsqueda de sustitutos de la sangre. Incluso existen
algunos médicos que aseguran que hay una mayor efectividad y seguridad a la
hora de utilizar algunas de estas alternativas. Este posicionamiento, sin embargo, contrasta con la opinión de
la OMS que es
claramente favorable de las transfusiones.
Con el
fin de fomentar esta práctica se ha llevado a cabo la producción de una serie
documental en DVD por
parte de la sociedad. En él explican al cuerpo médico las posibles ventajas de
usar estas técnicas, así como la creación del "Comité de enlace con
hospitales" que da apoyo a los miembros de dicho comité para que puedan
estar atentos a la disponibilidad de médicos preparados, que estén dispuestos a
tratarlos sin sangre. Al mismo tiempo ayuda a los médicos que lo deseen a
capacitarse en el uso de estas técnicas. Según ellos, quien no desea ser
engañado por "enemigos religiosos" que poseen motivos para
difamarlos, procurará comprender su postura y reconocer que no es cuestión de
avances en la ciencia ni de conveniencia personal, sino de lo que dice
Dios en la Biblia de forma clara.
Los dos
grupos principales formados por los Testigos son el SIH (Servicio de Información sobre Hospitales),
creado en enero de 1988 en Brooklyn N. Y. y posteriormente implementado en
otros países. Su función principal es investigar técnicas médicas sin uso de
sangre utilizadas en el mundo y llevar esta información a médicos y
especialistas, mediante cursos y seminarios. También se procura mostrar a los
médicos la postura de los Testigos referente a la sangre y llevar un registro
de aquellos que estén dispuestos a atender a pacientes testigos, respetando su
postura (Anuario de los TJ de 1991, pág 35)
El otro grupo llamado CEH (Comité de Enlace con los Hospitales), está principalmente dirigido
a la visita de pacientes Testigos internados, y el diálogo con los
facultativos, ellos son entrenados por el SIH (¡Despertad! 22/3/1995, pág 19)