martes, 9 de diciembre de 2014

¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO 01 ¿CUÁL ES LA VERDAD ACERCA DE DIOS?

¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO I ¿CUÁL ES LA VERDAD ACERCA DE DIOS?

Iniciando el análisis de los diversos capítulos que componen el actual libro guía de los Testigos de Jehová, “¿Qué enseña realmente la Biblia?, abordamos ahora el capítulo 1 que lleva por título: ¿Cuál es la verdad acerca de Dios?

s/TJ:

A algunas personas les parece que las respuestas que da la Biblia a las preguntas que podemos hacernos son muy complicadas. Otras no se atreven a preguntar por miedo a quedar avergonzadas. Y hay quienes creen que esas cuestiones es mejor dejárselas a los líderes y maestros religiosos. ¿Qué opina usted? (pág 9/ párrafo 3)

Análisis:

En cuanto a la complicación, es verdad que muchas de las respuestas de la Biblia son difíciles de captar con exactitud para la mayoría de las personas, si éstas no han estudiado con profundidad su contenido general, y si no son conocedoras ni de sus diversos sistemas literarios  -fruto del lapso tan amplio de tiempo que abarcan las Escrituras-, ni de los idiomas originales, hebreo y griego. Por ello, en muchísimas ocasiones, se tiene que recurrir, en general, a personas especializadas en estos estudios para llegar a entender muchas de estas respuestas.

De hecho, es lo que se dice en el párrafo 23 de la pág 17 de este librito: “lógicamente habrá cosas que no entenderán al principio. Pero no tenga miedo de pedir ayuda…”  (Hech 17;11)  Yo diría que no sólo al principio sino también después de años de estudio. Si no fuera así, seguramente  no estaríamos ahora dialogando sobre el contenido de la Biblia y no existirían más de mil interpretaciones diferentes de las palabras de la Biblia todas ellas convencidas de su verdad y de su rigurosidad en la interpretación.

Los TJ a pesar de tantas dificultades y de tantas diferencias de interpretación, dicen en el párrafo 5, pág 9, de "¿Qué enseña realmente la Biblia?", que “las respuestas  existen y están a su alcance. Se encuentran en la Biblia y no son complicadas”. Aún más, dicen cuando se habla de este tema que la Biblia “se interpreta sola” e incluso añaden: “si para algunos es difícil de entenderla, para nosotros, no…”  Quizás tendríamos que recordar a los TJ, que si la Biblia se interpreta sola y sus respuestas no son complicadas, ¿por qué el eunuco contestó a Felipe: “Cómo voy a entenderla si alguno no me guía”? (Hech 8; 26-40),  o ¿por qué la propia Biblia dice en (2Pe 3;15-17): “Las escrituras contienen algunas cosas difíciles de entender las cuales los indoctos, las tuercen, lo mismo que las demás Escrituras, para su propia perdición…”? o ¿por qué se lee en el párrafo 19 de la pág 55 de "¿Qué enseña realmente la Biblia" que hará bien si estudia “con la ayuda de esta publicación”?

Y aún considerado todo esto, debe tenerse en cuenta que si Dios inspiró a unas personas para que escribieran sin error todo aquello que Él nos quería comunicar, después tenía y tiene que asistir a otras personas, a lo largo de los siglos, para que interpreten correctamente los escritos que han sido inspirados. Porque si no es así ¿de qué sirve inspirar los libros sagrados si después cualquiera puede interpretarlo a su manera?

Por tanto, se necesita la intervención de técnicos especialistas en materias bíblicas pero también se necesita, por encima de todo, conocer y distinguir a las personas que han recibido de Dios la facultad de interpretar correctamente su Palabra y de enseñarla con toda propiedad por todo el mundo.

¿Pueden los TJ acreditar que dispone de estos técnicos ya que no se conoce el nombre de los traductores de la Versión del Nuevo Mundo ni de los autores de prácticamente todos sus libros, a excepción de los primeros escritos por Russell y Rutherford, no se sabe que estudios tienen, ni cuál ha sido su trayectoria profesional, etc.? Y, sobre todo, ¿pueden los TJ acreditar ante el mundo que ellos y solamente ellos  gozan de la facultad de explicar sin error la Palabra de Dios, recordando que según Mt 28;16-20, sólo a los once apóstoles Jesús les dio la orden y la capacidad de enseñar su evangelio por todo el mundo prometiéndoles su asistencia siempre hasta la consumación de los siglos? ¿Cómo puedo entroncar yo a los apóstoles de Jesucristo con los actuales Testigos de Jehová, para ver que se ha cumplido en el pasado y se está cumpliendo en el presente la promesa de asistencia continuada de Jesús? 

s/TJ:
¿Es Dios indiferente o insensible? Muchos creen que sí. Piensan que si él se preocupara por nosotros, las cosas serían muy diferentes. Vivimos en un mundo plagado de guerras, odio y dolor. Todos nos enfermamos, sufrimos y perdemos a seres queridos. Por eso hay quienes dicen: “Si le importáramos Dios, ¿no nos libraría de todos estos problemas?”. Y lo que es peor, muchos maestros religiosos hacen pensar a la gente que Dios es insensible. Por ejemplo, cuando ocurre una tragedia, dicen que fue la voluntad de Dios. En la práctica, es como si afirmaran que Dios tiene la culpa de las desgracias. Pero ¿es eso verdad? ¿Qué enseña realmente la Biblia? (pág 10/ párrafos 6 y 7)
Dios es sensible tal como lo entendemos entre las relaciones humanas. Así es, por ejemplo:
(Sl 78;38-41) (Sl 103;8) (Sl 103;13-14) (Pr 27;11) (Zac 2;8) (“Usted puede vivir…” pág 38-39 y
“La Atalaya” del 15.6.93, pág 14 y 15.

Análisis:

Pero Dios no puede variar sus emociones ni sentimientos según sea nuestra forma de vivir. Dios no puede estar ahora contento, ahora triste según la forma puntual de vivir de cada una de las seis mil quinientos millones de personas que habitan en este momento la tierra. Nadie puede ni contristar el espíritu de Yahvé, ni añadirle un ápice de regocijo a su inmutabilidad perfecta. Todo ello es consecuencia necesaria y obligada de su condición de acto puro (sin mezcla de potencialidad alguna), de su simplicidad y de su absoluta perfección. La Biblia  apoya su inmutabilidad: (Sl 32;11) (Sl 101;26-28) (Mal 3;6) (Sant 1;17).

El sentido de los versículos que nos presentan los TJ se han de entender antropomórficamente, como tantos otros versículos de la Biblia. Dios ama siempre la virtud y odia siempre el pecado dondequiera que estén. Por ejemplo, Dios  amó a Judas cuando éste era virtuoso, y le odió cuando el mismo Judas se metió en el ámbito, odiado por Dios, del pecado.  Todo el cambio lo realizó el mismo Judas, pasándose de la virtud al pecado. Dios permaneció inmutable, como siempre, amando el bien y odiando el mal.

Por otra parte, el hombre sí tiene una tendencia natural a sentir emociones, sentimientos, etc. Y en un momento dado se sentirá triste y en otro cambiará y se sentirá alegre, porque sus sentimientos varían de un momento al otro según sea lo que le afecte. Pero como todo lo sujeto  a cualquier clase de cambio está de algún modo en potencia (al menos para ese cambio), se sigue que en manera alguna es posible que Dios esté sujeto a mutación, ya que Dios es infinitamente perfecto.

Todo lo que ocurre es permitido por Dios, porque si no, no ocurriría, esto está claro. Pero también está claro que muchos de los males (o que al menos se han percibido como tales) que ha sufrido el hombre, han sido causados directamente por el propio Dios. Hablo del mal no de lo que entendemos por maldad. La Biblia está llena de casos: El Diluvio Universal, Sodoma y Gomorra, pestes diversas, esposa de Lot, Onán, etc, etc….

Yo creo que Dios es eterno, y por tanto conoce desde la eternidad todo cuanto nos  ocurre en nuestra corta historia. Y al decir todo, comprendo lo pasado, lo presente y lo futuro, nada se ha escapado, se escapa ni se escapará a su conocimiento. Y si en alguna ocasión –como nos enseña la Biblia-  Dios ha intervenido personalmente ¿por qué no puede hacerlo, por ejemplo, ahora en nuestro tiempo?  Dios sabía de antemano que intervendría personalmente en cada uno de los casos que han quedado registrados en la Biblia, ¡quién sabe si tenía y si tiene prevista otras intervenciones en el futuro que puntualmente haya ejecutado o vaya a ejecutar!  Dios, desde la eternidad, quiere todo lo bueno para la humanidad y hará lo imposible para que su deseo sea un éxito sin menoscabar nuestra libertad. Creo que el hecho de la Redención es suficiente para darnos cuenta de que esto es así.

Por lo tanto, tampoco es de extrañar que en algunas ocasiones, hayan personas que vean en una gran catástrofe o en una muerte, directamente la mano o la voluntad de Dios. Pero en general, los lamentos van más en la dirección del por qué Dios permite tal o cual acontecimiento que en el de aceptar su acción directa como causa del mismo.

s/TJ:

¿Qué es lo primero que usted hace cuando quiere que alguien lo conozca? ¿Verdad que le dice su nombre? Pues bien, ¿tiene nombre Dios? Muchas religiones enseñan que él se llama “Dios” o “Señor”, pero estos no son en realidad nombres propios. Son títulos, como “rey” o “presidente”. La Biblia revela que Dios posee muchos títulos, entre ellos “Dios” y “Señor”. Pero también enseña que tiene un nombre personal: Jehová. Salmo 83:18 dice así: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra” (pág 13, párrafo 14)

Análisis:

Por mi parte, no creo que tenga ninguna importancia el nombre propio de Dios, en el sentido que enseñan los TJ, o sea, en el puramente onomástico, porque sé por Jesucristo que Dios es Padre y que además le complace que se le llame Padre.

Ahora bien, si los TJ insisten en que a Dios hay que fijarle un nombre propio, un nombre personal, creo que el más adecuado es Yahweh o Yavé y no solamente porque a mí me parezca que éste es el más adecuado –que sí me parece- sino porque también se lo parece a los propios TJ. Veamos qué es lo que dicen los TJ en “La Atalaya” del 1.12.64, pág 711, con relación a este tema: “¿Qué pronunciación consideran los TJ como más correcta?  En la página 25 del prefacio de la Traducción del  Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en  inglés, publicada por  la Sociedad Watch Tower  Bible and Tract  en 1950, los traductores declararon que se inclinaban a ‘considerar la pronunciación 'Yahweh' como  la manera más correcta”.  Si la agencia editora para los Testigos de Jehová reconoce que 'Yahweh' es más correcta, ¿por qué usan 'Jehová' en su traducción, escritura y adoración aunque la forma errónea “Jehová”  haya sido conocida de la gente por muchos siglos?

O sea, que los TJ, en algo que -según  dicen- constituye la primera razón por  la que el Hijo de  Dios vino  a la Tierra: 'dar a conocer  el nombre  de su Padre' ("Usted  puede vivir...",  pág 60),  hacen la  concesión de aceptar como nombre de Dios el de 'Jehová', a pesar de "considerar la pronunciación 'Yahweh' como la manera más correcta", y ello a pesar, además, de que los propios TJ reconocen que “Toda persona desea no solamente que su nombre sea tratado con el debido respeto, sino también, que se pronuncie correctamente” (“Santificado sea tu nombre”, pág 15) ¿Por qué no llaman a Dios Yavé, en vez de Jehová?

Por otra parte, a los TJ les podríamos preguntar  por qué no aplican el mismo criterio que aplican al nombre de Dios, a tantos y  tantos otros  puntos de su doctrina, por ejemplo, la muerte en cruz de  Jesucristo... ¿O  es que  acaso  no cree la mayoría de  gente cristiana y no    cristiana que Jesucristo murió crucificado? ¿Por qué no rectifican?  


s/TJ:

El nombre divino de Jehová se halla miles de veces en los manuscritos bíblicos antiguos. Por eso, Jehová desea que usted sepa su nombre y lo use. Podría decirse que Dios utiliza la Biblia para que usted sepa quién es él (pág 14, párrafo 14)

Análisis:

Dicen los TJ que “los traductores de la cristiandad siguieron la misma práctica que los judíos cuando en las Escrituras hebreas sustituyeron el nombre de Dios – JHVH-  por el de ‘Señor’” (¡Despertad! 8.8.68). Pero esta afirmación no tiene ningún apoyo real, porque no existe ningún original donde se pueda cimentar esta teoría. De hecho,  en todos los antiguos textos griegos del NT que se conservan –y algunos de ellos son muy cercanos al tiempo de los apóstoles-  se emplea la palabra “Señor” en las casi 700 veces  en que en el NT se refiere a Dios, aparte de las casi 350 veces en que se le da a Dios el nombre de “Padre”. ¿Cómo puede ser que Jesucristo reivindicara  el nombre de Jehová y le diera la importancia al nombre concreto que dicen los TJ, si ni en una sola ocasión pone este nombre en sus labios? Y cuando está muriéndose en la cruz, Jesucristo le sigue clamando ¡Padre…!

Si como dicen los TJ en “Despertad” del 8 de agosto de 1968, pág 27, “no es el propósito de Dios permitir que su nombre precioso –Jehová- sea arrinconado y olvidado”, entonces lo que deben hacer los TJ es empezar a pensar en cambiarse su nombre y ponerse el de “Testigos de Yahweh” y a partir de aquí tratar de imponer el hecho, que ellos mismos aceptan, de que el nombre de Dios que debe venerarse es Yhaweh como más cercano a la realidad. En una palabra, no se sabe cual es la exacta pronunciación del nombre de Dios, pero sí sabemos, por consenso general de los científicos hebraístas y de los propios TJ, que la pronunciación más segura es la de Yhaweh (Flp 2;9)

s/TJ:

¿Cómo puede usted acercarse al Creador? Para empezar, no deje de hacer lo que está haciendo ahora mismo: aprender todo lo que pueda acerca de Dios. Jesús dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo” (Jn 17;3). En efecto, según enseña la Biblia, el conocimiento de Jehová y Jesús lleva a la “vida eterna” (pág 16; párrafo 19)

Análisis:

Adquirir conocimiento de Dios, en la Sagrada Escritura, implica su amor y la guarda de sus mandamientos. No es simplemente saber acerca de  Dios.  Por eso en (1Jn 2;3,4) se dice: "Sabemos  que le hemos conocido si guardamos sus mandamientos. El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente y la verdad no está en él".  Por lo tanto, lo importante  y decisivo está en "guardar sus mandamientos". (Mt  19;16-26) (Mc 10; 17-27) (Lc 18;18-27). Otra cosa  es como cada hombre  llega a  conocer estos mandamientos… Claro que para los TJ –según “La Atalaya de 15.6.68”, pág 363- no hay otra manera que estudiando la  Biblia  aconsejados por  sus intérpretes de la Watch Tower, no sirviendo para nada –por otra parte- "ser caritativo y tratar de obrar justamente con nuestros semejantes... porque esto también  lo han hecho personas de  naciones llamadas paganas...".  Lo único  que vale es  "asistir con regularidad a cualquier  Salón del Reino de los Testigos de Jehová".