¿Qué enseña realmente la Biblia? CAPÍTULO I ¿CUÁL ES LA VERDAD ACERCA DE DIOS?
Iniciando el análisis de los diversos capítulos que componen el actual libro guía de los Testigos de Jehová, “¿Qué enseña realmente la Biblia?, abordamos ahora el capítulo 1 que lleva por título: ¿Cuál es la verdad acerca de Dios?
s/TJ:
A algunas personas les parece que las respuestas que da la
Biblia a las preguntas que podemos hacernos son muy complicadas. Otras
no se atreven a preguntar por miedo a quedar avergonzadas. Y hay
quienes creen que esas cuestiones es mejor dejárselas a los líderes y maestros
religiosos. ¿Qué opina usted? (pág 9/ párrafo 3)
Análisis:
En cuanto a la complicación, es verdad que muchas
de las respuestas de la Biblia son difíciles de captar con exactitud para la
mayoría de las personas, si éstas no han estudiado con profundidad su contenido
general, y si no son conocedoras ni de sus diversos sistemas literarios -fruto del lapso tan amplio de tiempo que
abarcan las Escrituras-, ni de los idiomas originales, hebreo y griego. Por
ello, en muchísimas ocasiones, se tiene que recurrir, en general, a personas
especializadas en estos estudios para llegar a entender muchas de estas
respuestas.
De hecho, es lo que se dice en el párrafo 23 de la pág
17 de este librito: “lógicamente habrá cosas que no entenderán al principio.
Pero no tenga miedo de pedir ayuda…” (Hech
17;11) Yo diría que no sólo al principio
sino también después de años de estudio. Si no fuera así, seguramente no estaríamos ahora dialogando sobre el contenido
de la Biblia y no existirían más de mil interpretaciones diferentes de las
palabras de la Biblia todas ellas convencidas de su verdad y de su rigurosidad
en la interpretación.
Los TJ a pesar de tantas dificultades y de tantas
diferencias de interpretación, dicen en el párrafo 5, pág 9, de "¿Qué enseña realmente la Biblia?", que
“las respuestas existen y están a su
alcance. Se encuentran en la Biblia y no son complicadas”. Aún más, dicen
cuando se habla de este tema que la Biblia “se interpreta sola” e incluso
añaden: “si para algunos es difícil de entenderla, para nosotros, no…” Quizás tendríamos que recordar a los TJ, que
si la Biblia se interpreta sola y sus respuestas no son complicadas, ¿por qué
el eunuco contestó a Felipe: “Cómo voy a entenderla si alguno no me guía”?
(Hech 8; 26-40), o ¿por qué la propia
Biblia dice en (2Pe 3;15-17): “Las escrituras contienen algunas cosas difíciles
de entender las cuales los indoctos, las tuercen, lo mismo que las demás Escrituras,
para su propia perdición…”? o ¿por qué se lee en el párrafo 19 de la pág 55 de "¿Qué enseña realmente la Biblia" que hará bien si estudia “con la ayuda de esta publicación”?
Y aún considerado todo esto, debe tenerse en cuenta
que si Dios inspiró a unas personas para que escribieran sin error todo aquello
que Él nos quería comunicar, después tenía y tiene que asistir a otras
personas, a lo largo de los siglos, para que interpreten correctamente los
escritos que han sido inspirados. Porque si no es así ¿de qué sirve inspirar
los libros sagrados si después cualquiera puede interpretarlo a su manera?
Por tanto, se necesita la intervención de técnicos
especialistas en materias bíblicas pero también se necesita, por encima de
todo, conocer y distinguir a las personas que han recibido de Dios la facultad
de interpretar correctamente su Palabra y de enseñarla con toda propiedad por
todo el mundo.
¿Pueden los TJ acreditar que dispone de estos
técnicos ya que no se conoce el nombre de los traductores de la Versión del
Nuevo Mundo ni de los autores de prácticamente todos sus libros, a excepción de
los primeros escritos por Russell y Rutherford, no se sabe que estudios tienen,
ni cuál ha sido su trayectoria profesional, etc.? Y, sobre todo, ¿pueden los TJ
acreditar ante el mundo que ellos y solamente ellos gozan de la facultad de explicar sin error la
Palabra de Dios, recordando que según Mt 28;16-20, sólo a los once apóstoles
Jesús les dio la orden y la capacidad de enseñar su evangelio por todo el mundo
prometiéndoles su asistencia siempre hasta la consumación de los siglos? ¿Cómo
puedo entroncar yo a los apóstoles de Jesucristo con los actuales Testigos de
Jehová, para ver que se ha cumplido en el pasado y se está cumpliendo en el
presente la promesa de asistencia continuada de Jesús?
s/TJ:
¿Es Dios indiferente o insensible? Muchos creen que sí. Piensan que si él se
preocupara por nosotros, las cosas serían muy diferentes. Vivimos en un mundo
plagado de guerras, odio y dolor. Todos nos enfermamos, sufrimos y perdemos a
seres queridos. Por eso hay quienes dicen: “Si le importáramos Dios, ¿no nos
libraría de todos estos problemas?”. Y lo que es
peor, muchos maestros religiosos hacen pensar a la gente que Dios es
insensible. Por ejemplo, cuando ocurre una tragedia, dicen que fue la voluntad
de Dios. En la práctica, es como si afirmaran que Dios tiene la culpa de
las desgracias. Pero ¿es eso verdad? ¿Qué enseña realmente la Biblia? (pág 10/ párrafos 6 y 7)
Dios es sensible tal como lo entendemos entre las relaciones humanas. Así es, por ejemplo:
(Sl 78;38-41) (Sl 103;8) (Sl 103;13-14) (Pr 27;11) (Zac 2;8) (“Usted puede vivir…” pág 38-39 y
“La Atalaya” del 15.6.93, pág 14 y 15.
(Sl 78;38-41) (Sl 103;8) (Sl 103;13-14) (Pr 27;11) (Zac 2;8) (“Usted puede vivir…” pág 38-39 y
“La Atalaya” del 15.6.93, pág 14 y 15.
Análisis:
Pero Dios no
puede variar sus emociones ni sentimientos según sea nuestra forma de vivir.
Dios no puede estar ahora contento, ahora triste según la forma puntual de
vivir de cada una de las seis mil quinientos millones de personas que habitan
en este momento la tierra. Nadie puede ni contristar el espíritu de Yahvé, ni
añadirle un ápice de regocijo a su inmutabilidad perfecta. Todo ello es
consecuencia necesaria y obligada de su condición de acto puro (sin mezcla de
potencialidad alguna), de su simplicidad y de su absoluta perfección. La
Biblia apoya su inmutabilidad: (Sl
32;11) (Sl 101;26-28) (Mal 3;6) (Sant 1;17).
El sentido de
los versículos que nos presentan los TJ se han de entender antropomórficamente,
como tantos otros versículos de la Biblia. Dios ama siempre la virtud y odia
siempre el pecado dondequiera que estén. Por ejemplo, Dios amó a Judas cuando éste era virtuoso, y le
odió cuando el mismo Judas se metió en el ámbito, odiado por Dios, del pecado. Todo el cambio lo realizó el mismo Judas,
pasándose de la virtud al pecado. Dios permaneció inmutable, como siempre, amando
el bien y odiando el mal.
Por otra parte,
el hombre sí tiene una tendencia natural a sentir emociones, sentimientos, etc.
Y en un momento dado se sentirá triste y en otro cambiará y se sentirá alegre,
porque sus sentimientos varían de un momento al otro según sea lo que le
afecte. Pero como todo lo sujeto a
cualquier clase de cambio está de algún modo en potencia (al menos para ese
cambio), se sigue que en manera alguna es posible que Dios esté sujeto a
mutación, ya que Dios es infinitamente perfecto.
Todo lo que
ocurre es permitido por Dios, porque si no, no ocurriría, esto está claro. Pero
también está claro que muchos de los males (o que al menos se han percibido
como tales) que ha sufrido el hombre, han sido causados directamente por el
propio Dios. Hablo del mal no de lo que entendemos por maldad. La Biblia está
llena de casos: El Diluvio Universal, Sodoma y Gomorra, pestes diversas, esposa
de Lot, Onán, etc, etc….
Yo creo que Dios
es eterno, y por tanto conoce desde la eternidad todo cuanto nos ocurre en nuestra corta historia. Y al decir
todo, comprendo lo pasado, lo presente y lo futuro, nada se ha escapado, se
escapa ni se escapará a su conocimiento. Y si en alguna ocasión –como nos
enseña la Biblia- Dios ha intervenido
personalmente ¿por qué no puede hacerlo, por ejemplo, ahora en nuestro tiempo? Dios sabía de antemano que intervendría
personalmente en cada uno de los casos que han quedado registrados en la
Biblia, ¡quién sabe si tenía y si tiene prevista otras intervenciones en el
futuro que puntualmente haya ejecutado o vaya a ejecutar! Dios, desde la eternidad, quiere todo lo
bueno para la humanidad y hará lo imposible para que su deseo sea un éxito sin
menoscabar nuestra libertad. Creo que el hecho de la Redención es suficiente
para darnos cuenta de que esto es así.
Por lo tanto,
tampoco es de extrañar que en algunas ocasiones, hayan personas que vean en una
gran catástrofe o en una muerte, directamente la mano o la voluntad de Dios.
Pero en general, los lamentos van más en la dirección del por qué Dios permite
tal o cual acontecimiento que en el de aceptar su acción directa como causa del
mismo.
s/TJ:
¿Qué es lo primero que usted hace cuando quiere que alguien
lo conozca? ¿Verdad que le dice su nombre? Pues bien, ¿tiene nombre Dios?
Muchas religiones enseñan que él se llama “Dios” o “Señor”, pero estos
no son en realidad nombres propios. Son títulos, como “rey” o
“presidente”. La Biblia revela que Dios posee muchos títulos, entre ellos
“Dios” y “Señor”. Pero también enseña que tiene un nombre personal: Jehová. Salmo 83:18 dice así: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el
Altísimo sobre toda la tierra” (pág 13, párrafo 14)
Análisis:
Por mi parte, no
creo que tenga ninguna importancia el nombre propio de Dios, en el sentido que
enseñan los TJ, o sea, en el puramente onomástico, porque sé por Jesucristo que
Dios es Padre y que además le complace que se le llame Padre.
Ahora bien, si
los TJ insisten en que a Dios hay que fijarle un nombre propio, un nombre personal,
creo que el más adecuado es Yahweh o Yavé y no solamente porque a mí me parezca
que éste es el más adecuado –que sí me parece- sino porque también se lo parece
a los propios TJ. Veamos qué es lo que dicen los TJ en “La Atalaya” del 1.12.64, pág 711, con relación a este tema: “¿Qué pronunciación consideran los TJ como
más correcta? En la página 25 del
prefacio de la Traducción del Nuevo
Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en
inglés, publicada por la Sociedad
Watch Tower Bible and Tract en 1950, los traductores declararon que se inclinaban
a ‘considerar la pronunciación 'Yahweh' como
la manera más correcta”. Si
la agencia editora para los Testigos de Jehová reconoce que 'Yahweh' es más correcta,
¿por qué usan 'Jehová' en su traducción, escritura y adoración aunque la forma
errónea “Jehová” haya sido conocida de
la gente por muchos siglos?
O sea, que los TJ, en algo que -según
dicen- constituye la primera razón por
la que el Hijo de Dios vino a la Tierra: 'dar a conocer el nombre de su Padre' ("Usted puede vivir...", pág 60),
hacen la concesión de aceptar
como nombre de Dios el de 'Jehová', a pesar de "considerar la pronunciación 'Yahweh' como la manera más
correcta", y ello a pesar, además, de que los propios TJ reconocen que
“Toda persona
desea no solamente que su nombre sea tratado con el debido respeto, sino
también, que se pronuncie correctamente” (“Santificado sea tu nombre”, pág 15) ¿Por qué no llaman a Dios Yavé, en vez de Jehová?
Por otra parte, a los TJ les podríamos preguntar por qué no aplican el mismo criterio que
aplican al nombre de Dios, a tantos y tantos otros
puntos de su doctrina, por ejemplo, la muerte en cruz de Jesucristo... ¿O es que
acaso no cree la mayoría de gente cristiana y no cristiana que Jesucristo murió crucificado? ¿Por qué no
rectifican?
s/TJ:
El nombre divino de Jehová se halla miles de veces en los
manuscritos bíblicos antiguos. Por eso, Jehová desea que usted sepa su nombre y
lo use. Podría decirse que Dios utiliza la Biblia para que usted sepa quién es
él (pág 14, párrafo 14)
Análisis:
Dicen
los TJ que “los traductores de la
cristiandad siguieron la misma práctica que los judíos cuando en las Escrituras
hebreas sustituyeron el nombre de Dios – JHVH- por el de ‘Señor’” (¡Despertad! 8.8.68).
Pero esta afirmación no tiene ningún apoyo real, porque no existe ningún
original donde se pueda cimentar esta teoría. De hecho, en todos los antiguos textos griegos del NT
que se conservan –y algunos de ellos son muy cercanos al tiempo de los
apóstoles- se emplea la palabra “Señor”
en las casi 700 veces en que en el NT se
refiere a Dios, aparte de las casi 350 veces en que se le da a Dios el nombre
de “Padre”. ¿Cómo puede ser que Jesucristo reivindicara el nombre de Jehová y le diera la importancia
al nombre concreto que dicen los TJ, si ni en una sola ocasión pone este nombre
en sus labios? Y cuando está muriéndose en la cruz, Jesucristo le sigue clamando
¡Padre…!
Si
como dicen los TJ en “Despertad” del 8 de agosto de 1968, pág 27, “no es el
propósito de Dios permitir que su nombre precioso –Jehová- sea arrinconado y
olvidado”, entonces lo que deben hacer los TJ es empezar a pensar en cambiarse
su nombre y ponerse el de “Testigos de Yahweh” y a partir de aquí tratar de
imponer el hecho, que ellos mismos aceptan, de que el nombre de Dios que debe
venerarse es Yhaweh como más cercano a la realidad. En una palabra, no se sabe
cual es la exacta pronunciación del nombre de Dios, pero sí sabemos, por
consenso general de los científicos hebraístas y de los propios TJ, que la
pronunciación más segura es la de Yhaweh (Flp 2;9)
s/TJ:
¿Cómo puede usted acercarse al Creador? Para empezar,
no deje de hacer lo que está haciendo ahora mismo: aprender todo lo que
pueda acerca de Dios. Jesús dijo: “Esto significa vida eterna, el que
estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a
quien tú enviaste, Jesucristo” (Jn 17;3).
En efecto, según enseña la Biblia, el conocimiento de Jehová y Jesús lleva
a la “vida eterna” (pág 16; párrafo 19)
Análisis:
Adquirir
conocimiento de Dios, en la Sagrada Escritura, implica su amor y la guarda de
sus mandamientos. No es simplemente saber acerca de Dios.
Por eso en (1Jn 2;3,4) se dice: "Sabemos que le hemos conocido si guardamos sus mandamientos. El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente y la
verdad no está en él". Por lo
tanto, lo importante y decisivo está en
"guardar sus mandamientos". (Mt
19;16-26) (Mc 10; 17-27) (Lc 18;18-27). Otra cosa es como cada hombre llega a
conocer estos mandamientos… Claro
que para los TJ –según “La Atalaya de
15.6.68”, pág 363- no hay otra manera que estudiando la Biblia
aconsejados por sus intérpretes
de la Watch Tower, no sirviendo para nada –por otra parte- "ser caritativo
y tratar de obrar justamente con nuestros semejantes... porque esto
también lo han hecho personas de naciones llamadas paganas...". Lo único
que vale es "asistir con
regularidad a cualquier Salón del Reino
de los Testigos de Jehová".