CUÁNDO LE ENCARGA JESÚS AL ESCLAVO QUE CUIDE DE TODOS SUS BIENES
s/TJ:
En tiempos bíblicos, el esclavo de más confianza de una casa
tenía que cuidar de todo lo que tenía su amo (Lc 12;42).
De igual
modo, el esclavo fiel y discreto tiene la
importante tarea de cuidar de todo lo que Cristo tiene en la Tierra para
alimentar a los domésticos. Esto incluye administrar el dinero y las
propiedades, dirigir la predicación y preparar los programas de las
asambleas. También incluye preparar las publicaciones bíblicas que usamos en la
predicación, en el estudio personal y en las reuniones. Los
domésticos dependen del alimento espiritual que
da el esclavo fiel y discreto.
¿Cuándo le encarga Jesús al esclavo fiel que cuide de “todos sus bienes”?
Según (Mat 24; 46, 47),
le encarga esta segunda responsabilidad después de que Jesús llega y ve que el
esclavo ha estado haciendo lo que le mandó. ¿Y qué fue lo que le mandó
hacer? Dar alimento espiritual. Así que cuando Jesús llegue y vea que el
esclavo obedeció, entonces le encargará la segunda responsabilidad: cuidar de
todos sus bienes. Estas palabras indican que pasa un tiempo desde que Jesús le
manda al esclavo que dé alimento espiritual hasta que le encarga que cuide de
todos sus bienes. Para saber cuándo exactamente le encarga la segunda
responsabilidad y qué implica, tenemos que averiguar dos cosas: cuándo llega
Jesús y cuáles son sus bienes.
Veamos primero cuándo llega Jesús. La respuesta está en (Mat 24;30, 42, 44).
Estos versículos hablan de cuando Jesús viene a juzgar y destruir a la gente
malvada de este mundo. Esto será durante la gran tribulación. Justo después,
Jesús da la profecía del esclavo fiel y discreto. Así que en esta profecía,
cuando Jesús habla de llegar, también tiene que ser durante la gran
tribulación.
Veamos ahora cuáles son los bienes de Jesús. Jesús tiene bienes en la Tierra,
pero también en el cielo. Una vez dijo: “Toda
autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra” (Mat 28;18) (Ef 1;20-23).
Desde 1914, el Reino mesiánico es parte de los bienes de Jesús (Ap 11;15).
Y él pronto lo compartirá con sus hermanos ungidos.
Cuando Jesús venga a juzgar y destruir a las personas malas durante la gran
tribulación, verá que el esclavo ha estado dando alimento espiritual al tiempo
apropiado a los domésticos. Al ver que ha sido fiel, Jesús decidirá
encargarle que cuide de todos sus bienes. ¿Y cuándo exactamente recibirán
esta responsabilidad los ungidos que forman el esclavo fiel? Cuando suban al
cielo y empiecen a gobernar con Cristo.
Análisis:
De
todos estos temas podemos fijar una especie de hoja de ruta de los acontecimientos
previstos en los últimos tiempos, ya que son tantas las cosas que han de
ocurrir, entre simbólicas, literales e invisibles, que podemos perder el norte
a poco que nos despistemos. Lo primero que ha de ocurrir, sin ningún plazo a la
vista y siempre según la doctrina de los TJ, es la Gran Tribulación que se
iniciará con el ataque de la Organización de las Naciones Unidas a Babilonia la
Grande (La cristiandad y toda la religión falsa) con lo que simbólicamente la
tierra huirá, pero la destrucción y muerte tiene que ser real u muy real. Después
de un cierto tiempo, tendrá lugar la Venida invisible, vuelta o revelación de
Nuestro Señor Jesucristo como juez. Después vendrá el encargo de Jesús al
esclavo fiel y discreto de que se cuide de todos sus bienes (Esto será lo más
pacífico que ocurra). Después el Arnagedón con el ataque masivo de muchos pueblos
contra los siervos de Dios que desencadenará la guerra simbólica del gran día
de Dios el Todopoderoso, el cortamiento de los “cabras”, etc, etc. hasta
desembocar en el Día del Juicio de Mil Años que tiene, digamos, su propia hoja
de ruta.
Pero
lo primero es lo primero. Y lo primero ha de ser el ataque de la Organización
de las Naciones Unidas contra la cristiandad y similares. Centrémonos pues en
ello, y sigamos esperando… Mientras no ocurra este hecho que tendrá que ser de
los más sonado en la historia humana, los TJ se verán precisados a ir dorando
la píldora de la espera… como en tantas ocasiones a lo largo de su relativamente
reducida historia.
s/TJ:
¿Es la recompensa que el esclavo fiel recibe en los cielos, mayor que la
del resto de los ungidos? La respuesta es no. Aunque una recompensa se le
haya prometido a un grupo pequeño en un momento determinado, también pueden
acabar recibiéndola otras personas. Por ejemplo, piense en lo que Jesús les
dijo a sus 11 apóstoles fieles la noche antes de morir (Lc 22;28-30). Él le prometió a ese pequeño grupo de hombres una magnífica
recompensa por su lealtad: compartiría con ellos su autoridad de Rey. Sin
embargo, años después indicó que todos los ungidos, los
144.000 sin excepción, se sentarían en tronos y reinarían con él (Ap 1;1) (Ap 3;21). De modo parecido, según (Mat 24;47), Jesús le prometió a un pequeño grupo de hombres —los hermanos ungidos
que componen el esclavo fiel— que lo nombraría sobre todos sus bienes. Pero,
realmente, son los 144.000 en su totalidad los que compartirán la inmensa autoridad
celestial de Cristo (Ap
20;4, 6).
Análisis:
Las
explicaciones y razones que ofrecen lo
TJ nos llegan al fondo del alma.
s/TJ:
En el siglo primero, Jesús alimentó a muchos por medio de unos
pocos. Hoy día también alimenta a muchos por medio de un grupo
pequeño: el esclavo fiel y discreto. Él eligió a
este esclavo para que los ungidos y el grupo de las
otras ovejas recibieran alimento espiritual justo cuando lo necesitaran durante
los últimos días. ¿Cómo podemos demostrar nosotros que estamos agradecidos?
Apoyando al pequeño grupo de ungidos que
forman el esclavo fiel y discreto (Heb 13;7, 17)
(“La Atalaya” 15/7/2013, pág 20-25)
El libro
bíblico de Zacarías habla de “diez
hombres” que se acercan a “un hombre
que [es] judío” y le dicen: “Iremos
con ustedes” (Zac 8;23). Notemos que para dirigirse a él,
emplean la expresión “ustedes”, lo
que indica que ese “hombre” simboliza
a un grupo de personas. En nuestro tiempo, ese “hombre” representa al resto de cristianos ungidos por espíritu,
los cuales forman parte del “Israel de
Dios” (Gál. 6:16).
Por otro lado, los “diez hombres de todos
los lenguajes de las naciones” representan a la gran muchedumbre de otras
ovejas. Tal como los cristianos ungidos siguen a Jesús sin importar adónde
vaya, la gran muchedumbre acompaña al esclavo fiel y discreto. Los miembros de
la gran muchedumbre jamás deben avergonzarse de colaborar con los
“participantes del llamamiento celestial” (Heb. 3:1).
No olvidemos que Jesús no se avergüenza de llamar “hermanos” a los
cristianos ungidos por espíritu (Heb. 2:11).
Jesucristo
dijo que cuando alguien ayuda a sus hermanos es como si lo ayudara a él (Mat 25;40). ¿Y cómo pueden quienes tienen la
esperanza terrenal ayudar a los hermanos de Cristo? Principalmente, apoyándolos
en la predicación del Reino (Mat. 24:14; Jn 14:12).
Análisis:
Ahí
está lo que más le interesa a la Congregación de los TJ: que las Otras Ovejas,
la Gran Muchedumbre, demuestren su agradecimiento al Cuerpo Gobernante y apoyen
sin condiciones al pequeño grupo de ungidos que forman el esclavo fiel y discreto…
principalmente, apoyándolos en la
predicación del Reino. Nada de poner el amor a Dios y al prójimo en primer
lugar… lo principal es la predicación, que aumenten los números de las
estadísticas en el informe anual de cada año. Todo lo demás actos de amor son
secundarios.
Jesucristo en (Mt 25;40,45)
hizo destinatario de la ayuda ofrecida o denegada “a uno de los más pequeños de
estos mis hermanos” (v 40) y “a uno de estos más pequeños”. Jesucristo habla de hermanos, pero de ellos
señala a los “más pequeños” ¿Quiénes son estos para los TJ? Lo he tratado de
hallar en su literatura pero no lo he encontrado. En Mat 25 está claro quiénes
son sus hermanos más pequeños: los que tienen hambre, los sedientos, los faltos
de vivienda, los faltos de vestido, los enfermos, los presos, en suma todos los
marginados de la sociedad. No se refiere de ninguna de las maneras en especial a
los cristianos ungidos. ¡A no ser que se considere que todos los marginados son
cristianos ungidos…! Jesús, simplemente,
está repitiendo de otra manera la parábola del buen samaritano, añadiendo, en
este caso, el destino final de los actores que intervienen en ella.
s/TJ:
Mientras que
la cantidad de ungidos en la Tierra ha disminuido a lo largo de las décadas, el
número de las otras ovejas ha aumentado.
Análisis:
La cantidad de ungidos
en la tierra en vez de disminuir, como debería ser, y así lo exponen los TJ en el párrafo
anterior, ha aumentado desde el año 2003 pasando sostenidamente de 8.565 a
13.204 en 2013. ¿Cómo puede ser esto? El Cuerpo Gobernante de los TJ tendría
que dar una explicación convincente.
s/TJ:
Cuando los
miembros de la gran muchedumbre predican el Reino, ayudan a los ungidos a
cumplir su comisión de hacer discípulos. De hecho, si les es posible, los
apoyan como evangelizadores de tiempo completo (Mat. 28:19, 20).
Y no debemos pasar por alto las diversas maneras en que podemos colaborar
económicamente con esta obra.
¿Qué pensamos
personalmente del alimento espiritual que el esclavo fiel dispensa al tiempo
apropiado mediante las publicaciones bíblicas y las reuniones cristianas? ¿Lo
recibimos con gratitud y ponemos en práctica enseguida lo que aprendemos? ¿Cómo
respondemos a las decisiones sobre cuestiones de organización? Si seguimos de
buena gana la guía del esclavo, demostramos que confiamos en Jehová y en su
manera de hacer las cosas (Sant 3;17).
Jesús declaró:
“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las
conozco, y ellas me siguen” (Jn 10;27).
Ciertamente, esto puede decirse de los cristianos ungidos. ¿Qué tienen que
hacer, entonces, las otras ovejas? Tienen que escuchar a Jesús, pero también a
los hermanos de Jesús, a quienes se les ha confiado el cuidado espiritual del
pueblo de Dios. (“La Atalaya” 15/2/2009, pág 24-28)
Mediante el esclavo fiel y discreto,
Jesús está siguiendo el mismo patrón que estableció
en el siglo primero: alimentar a muchos por medio de unos pocos.
Nombró a ese esclavo para asegurarse de que en estos últimos días sus
verdaderos discípulos —sean de los ungidos o de las otras ovejas— tuvieran un
suministro constante de alimento espiritual “al
tiempo apropiado”. ¡Cuánto lo agradecemos! Pues bien, demostremos nuestra
gratitud apoyando lealmente a los hermanos ungidos que componen ese esclavo
fiel y discreto (Heb. 13;7, 17). (“La Atalaya” 15/7/2013 pág 20-25)
Análisis:
“Al tiempo
apropiado” lo sería si lo que se dice en determinado momento se mantiene a lo
largo del tiempo. La profecía del esclavo fiel y prudente es una prueba
clarísima de que los Testigos de Jehová no son el vehículo que ha elegido Dios para
darnos a entender su Palabra, ya que aparte de la inconsistencia de sus explicaciones,
ha sufrido desde el primer momento, como
tantas otras materias, diversas variaciones
demostrando en cada una de ellas que no era el “tiempo apropiado” para su
promulgación.