viernes, 26 de septiembre de 2014

CUÁNDO LE ENCARGA JESÚS AL ESCLAVO QUE CUIDE DE TODOS SUS BIENES

CUÁNDO LE ENCARGA JESÚS AL ESCLAVO QUE CUIDE DE TODOS SUS BIENES

s/TJ:

En tiempos bíblicos, el esclavo de más confianza de una casa tenía que cuidar de todo lo que tenía su amo (Lc 12;42). De igual modo, el esclavo fiel y discreto tiene la importante tarea de cuidar de todo lo que Cristo tiene en la Tierra para alimentar a los domésticos. Esto incluye administrar el dinero y las propiedades, dirigir la predicación y preparar los programas de las asambleas. También incluye preparar las publicaciones bíblicas que usamos en la predicación, en el estudio personal y en las reuniones. Los domésticos dependen del alimento espiritual que da el esclavo fiel y discreto.

¿Cuándo le encarga Jesús al esclavo fiel que cuide de “todos sus bienes”? Según (Mat 24; 46, 47), le encarga esta segunda responsabilidad después de que Jesús llega y ve que el esclavo ha estado haciendo lo que le mandó. ¿Y qué fue lo que le mandó hacer? Dar alimento espiritual. Así que cuando Jesús llegue y vea que el esclavo obedeció, entonces le encargará la segunda responsabilidad: cuidar de todos sus bienes. Estas palabras indican que pasa un tiempo desde que Jesús le manda al esclavo que dé alimento espiritual hasta que le encarga que cuide de todos sus bienes. Para saber cuándo exactamente le encarga la segunda responsabilidad y qué implica, tenemos que averiguar dos cosas: cuándo llega Jesús y cuáles son sus bienes.

Veamos primero cuándo llega Jesús. La respuesta está en (Mat 24;30, 42, 44). Estos versículos hablan de cuando Jesús viene a juzgar y destruir a la gente malvada de este mundo. Esto será durante la gran tribulación. Justo después, Jesús da la profecía del esclavo fiel y discreto. Así que en esta profecía, cuando Jesús habla de llegar, también tiene que ser durante la gran tribulación.

Veamos ahora cuáles son los bienes de Jesús. Jesús tiene bienes en la Tierra, pero también en el cielo. Una vez dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra” (Mat 28;18) (Ef 1;20-23). Desde 1914, el Reino mesiánico es parte de los bienes de Jesús (Ap 11;15). Y él pronto lo compartirá con sus hermanos ungidos.

Cuando Jesús venga a juzgar y destruir a las personas malas durante la gran tribulación, verá que el esclavo ha estado dando alimento espiritual al tiempo apropiado a los domésticos. Al ver que ha sido fiel, Jesús decidirá encargarle que cuide de todos sus bienes. ¿Y cuándo exactamente recibirán esta responsabilidad los ungidos que forman el esclavo fiel? Cuando suban al cielo y empiecen a gobernar con Cristo.

Análisis:

De todos estos temas podemos fijar una especie de hoja de ruta de los acontecimientos previstos en los últimos tiempos, ya que son tantas las cosas que han de ocurrir, entre simbólicas, literales e invisibles, que podemos perder el norte a poco que nos despistemos. Lo primero que ha de ocurrir, sin ningún plazo a la vista y siempre según la doctrina de los TJ, es la Gran Tribulación que se iniciará con el ataque de la Organización de las Naciones Unidas a Babilonia la Grande (La cristiandad y toda la religión falsa) con lo que simbólicamente la tierra huirá, pero la destrucción y muerte tiene que ser real u muy real. Después de un cierto tiempo, tendrá lugar la Venida invisible, vuelta o revelación de Nuestro Señor Jesucristo como juez. Después vendrá el encargo de Jesús al esclavo fiel y discreto de que se cuide de todos sus bienes (Esto será lo más pacífico que ocurra). Después el Arnagedón con el ataque masivo de muchos pueblos contra los siervos de Dios que desencadenará la guerra simbólica del gran día de Dios el Todopoderoso, el cortamiento de los “cabras”, etc, etc. hasta desembocar en el Día del Juicio de Mil Años que tiene, digamos, su propia hoja de ruta.

Pero lo primero es lo primero. Y lo primero ha de ser el ataque de la Organización de las Naciones Unidas contra la cristiandad y similares. Centrémonos pues en ello, y sigamos esperando… Mientras no ocurra este hecho que tendrá que ser de los más sonado en la historia humana, los TJ se verán precisados a ir dorando la píldora de la espera… como en tantas ocasiones a lo largo de su relativamente reducida historia.

s/TJ:

¿Es la recompensa que el esclavo fiel recibe en los cielos, mayor que la del resto de los ungidos? La respuesta es no. Aunque una recompensa se le haya prometido a un grupo pequeño en un momento determinado, también pueden acabar recibiéndola otras personas. Por ejemplo, piense en lo que Jesús les dijo a sus 11 apóstoles fieles la noche antes de morir (Lc 22;28-30). Él le prometió a ese pequeño grupo de hombres una magnífica recompensa por su lealtad: compartiría con ellos su autoridad de Rey. Sin embargo, años después indicó que todos los ungidos, los 144.000 sin excepción, se sentarían en tronos y reinarían con él (Ap 1;1) (Ap 3;21). De modo parecido, según (Mat 24;47), Jesús le prometió a un pequeño grupo de hombres —los hermanos ungidos que componen el esclavo fiel— que lo nombraría sobre todos sus bienes. Pero, realmente, son los 144.000 en su totalidad los que compartirán la inmensa autoridad celestial de Cristo (Ap 20;4, 6).

Análisis:

Las explicaciones  y razones que ofrecen lo TJ nos llegan al fondo del alma.

s/TJ:

En el siglo primero, Jesús alimentó a muchos por medio de unos pocos. Hoy día también alimenta a muchos por medio de un grupo pequeño: el esclavo fiel y discreto. Él eligió a este esclavo para que los ungidos y el grupo de las otras ovejas recibieran alimento espiritual justo cuando lo necesitaran durante los últimos días. ¿Cómo podemos demostrar nosotros que estamos agradecidos? Apoyando al pequeño grupo de ungidos que forman el esclavo fiel y discreto (Heb 13;7, 17) (“La Atalaya” 15/7/2013, pág 20-25)

El libro bíblico de Zacarías habla de “diez hombres” que se acercan a “un hombre que [es] judío” y le dicen: “Iremos con ustedes” (Zac 8;23). Notemos que para dirigirse a él, emplean la expresión “ustedes”, lo que indica que ese “hombre” simboliza a un grupo de personas. En nuestro tiempo, ese “hombre” representa al resto de cristianos ungidos por espíritu, los cuales forman parte del “Israel de Dios” (Gál. 6:16). Por otro lado, los “diez hombres de todos los lenguajes de las naciones” representan a la gran muchedumbre de otras ovejas. Tal como los cristianos ungidos siguen a Jesús sin importar adónde vaya, la gran muchedumbre acompaña al esclavo fiel y discreto. Los miembros de la gran muchedumbre jamás deben avergonzarse de colaborar con los “participantes del llamamiento celestial” (Heb. 3:1). No olvidemos que Jesús no se avergüenza de llamar “hermanos” a los cristianos ungidos por espíritu (Heb. 2:11).

Jesucristo dijo que cuando alguien ayuda a sus hermanos es como si lo ayudara a él (Mat 25;40). ¿Y cómo pueden quienes tienen la esperanza terrenal ayudar a los hermanos de Cristo? Principalmente, apoyándolos en la predicación del Reino (Mat. 24:14; Jn 14:12).

Análisis:

Ahí está lo que más le interesa a la Congregación de los TJ: que las Otras Ovejas, la Gran Muchedumbre, demuestren su agradecimiento al Cuerpo Gobernante y apoyen sin condiciones al pequeño grupo de ungidos que forman el esclavo fiel y discreto… principalmente, apoyándolos en la predicación del Reino. Nada de poner el amor a Dios y al prójimo en primer lugar… lo principal es la predicación, que aumenten los números de las estadísticas en el informe anual de cada año. Todo lo demás actos de amor son secundarios.

Jesucristo en (Mt 25;40,45) hizo destinatario de la ayuda ofrecida o denegada “a uno de los más pequeños de estos mis hermanos” (v 40) y “a uno de estos más pequeños”.  Jesucristo habla de hermanos, pero de ellos señala a los “más pequeños” ¿Quiénes son estos para los TJ? Lo he tratado de hallar en su literatura pero no lo he encontrado. En Mat 25 está claro quiénes son sus hermanos más pequeños: los que tienen hambre, los sedientos, los faltos de vivienda, los faltos de vestido, los enfermos, los presos, en suma todos los marginados de la sociedad. No se refiere de ninguna de las maneras en especial a los cristianos ungidos. ¡A no ser que se considere que todos los marginados son cristianos ungidos…!  Jesús, simplemente, está repitiendo de otra manera la parábola del buen samaritano, añadiendo, en este caso, el destino final de los actores que intervienen en ella.

s/TJ:

Mientras que la cantidad de ungidos en la Tierra ha disminuido a lo largo de las décadas, el número de las otras ovejas ha aumentado.

Análisis:

La cantidad de ungidos en la tierra en vez de disminuir, como debería ser,  y así lo exponen los TJ en el párrafo anterior, ha aumentado desde el año 2003 pasando sostenidamente de 8.565 a 13.204 en 2013. ¿Cómo puede ser esto? El Cuerpo Gobernante de los TJ tendría que dar una explicación convincente.

s/TJ:

Cuando los miembros de la gran muchedumbre predican el Reino, ayudan a los ungidos a cumplir su comisión de hacer discípulos. De hecho, si les es posible, los apoyan como evangelizadores de tiempo completo (Mat. 28:19, 20). Y no debemos pasar por alto las diversas maneras en que podemos colaborar económicamente con esta obra.

¿Qué pensamos personalmente del alimento espiritual que el esclavo fiel dispensa al tiempo apropiado mediante las publicaciones bíblicas y las reuniones cristianas? ¿Lo recibimos con gratitud y ponemos en práctica enseguida lo que aprendemos? ¿Cómo respondemos a las decisiones sobre cuestiones de organización? Si seguimos de buena gana la guía del esclavo, demostramos que confiamos en Jehová y en su manera de hacer las cosas (Sant 3;17).

Jesús declaró: “Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen” (Jn 10;27). Ciertamente, esto puede decirse de los cristianos ungidos. ¿Qué tienen que hacer, entonces, las otras ovejas? Tienen que escuchar a Jesús, pero también a los hermanos de Jesús, a quienes se les ha confiado el cuidado espiritual del pueblo de Dios. (“La Atalaya” 15/2/2009, pág 24-28)

Mediante el esclavo fiel y discreto, Jesús está siguiendo el mismo patrón que estableció en el siglo primero: alimentar a muchos por medio de unos pocos. Nombró a ese esclavo para asegurarse de que en estos últimos días sus verdaderos discípulos —sean de los ungidos o de las otras ovejas— tuvieran un suministro constante de alimento espiritual “al tiempo apropiado”. ¡Cuánto lo agradecemos! Pues bien, demostremos nuestra gratitud apoyando lealmente a los hermanos ungidos que componen ese esclavo fiel y discreto (Heb. 13;7, 17). (“La Atalaya” 15/7/2013 pág 20-25)

Análisis:

“Al tiempo apropiado” lo sería si lo que se dice en determinado momento se mantiene a lo largo del tiempo. La profecía del esclavo fiel y prudente es una prueba clarísima de que los Testigos de Jehová no son el vehículo que ha elegido Dios para darnos a entender su Palabra, ya que aparte de la inconsistencia de sus explicaciones, ha sufrido desde  el primer momento, como tantas otras materias,  diversas variaciones demostrando en cada una de ellas que no era el “tiempo apropiado” para su promulgación.