viernes, 17 de octubre de 2014

JUICIO DE LAS OVEJAS Y LAS CABRAS

s/TJ: 


La ilustración de  Jesús acerca de las ovejas y  las cabras, que aparece en el capítulo 25 de Mateo, se refiere  a esta gran obra de juntar a los súbditos terrestres del  Reino de Dios.  En la parábola  que la precede, es decir, la parábola de los  talentos, Jesús ilustra que los discípulos ungidos que  esperan gobernar  con él  en su  Reino celestial  tienen que trabajar para adelantar Sus bienes  terrestres.  Es muy apropiado, pues, que en la siguiente parábola Jesús indique lo que se requiere de los que desean llegar a ser súbditos de su Reino celestial.  

Fíjese en lo que dijo en (Mt 25;31-46):  
"Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él entonces  se sentará sobre su glorioso trono.  Y todas  las naciones serán juntadas delante de  él, y separará a la gente  unos de otros, así como el pastor separa a las ovejas  de las cabras.  Y pondrá a las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda. 
Entonces dirá el rey a los de  su derecha: "Vengan ustedes que tienen la bendición de mi  Padre hereden el reino preparado para  ustedes desde la fundación del mundo.  Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me  dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron.   Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y ustedes vinieron a mí. Entonces los justos le contestarán con las palabras: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?" Y en respuesta el rey les dirá:" En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron. 
Entonces dirá, a su vez, a los  de su izquierda: "Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego  eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque me dio hambre y ustedes no me dieron de comer, y me dio sed  pero no me dieron de beber. Fui extraño pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve pero no me  vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron." Entonces ellos también contestarán con las palabras:" Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te servimos?   Entonces les contestará con las palabras:" Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron  a mí". Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna" (Mt 25; 31-46) (NM)  
Lo que sucede después en su parábola nos ayuda a comprender que el que Jesús se siente en un  trono glorioso representa una situación  de juicio durante su presencia. La reunión de todas  las naciones delante de él significa que Jesús las trata como si fueran su rebaño, en sentido figurado. Es un rebaño compuesto de ovejas y cabras. Aunque separar las ovejas de las cabras en un rebaño literal quizás tome sólo parte de un día, la separación por toda la Tierra de personas que tienen libre albedrío toma mucho más tiempo. Esto se debe a que se basa en el derrotero que cada individuo escoge.  
En la parábola, el Pastor-Rey pone a su derecha a los que son semejantes a ovejas, y a los que son como cabras, a su izquierda. El lado derecho resulta en un fallo favorable: vida eterna. El lado izquierdo representa una sentencia desfavorable: destrucción eterna. Como se ve la decisión del Rey tiene consecuencias serias.  
La invisibilidad del Hijo del hombre en su Reino durante su presencia, o parusía, no excusa a nadie. Hoy día, cada vez más personas mansas como ovejas se unen a la clase del esclavo para predicar las buenas nuevas del Reino de Dios por todo el mundo, dejando así brillar su luz. Verdaderamente su testimonio ha llegado a todas partes de la Tierra (Mt 24;14)  
¿Por qué recompensa  el Pastor- Rey a  la clase de ovejas  con un futuro bendito?  Por  el apoyo  de todo  corazón que dan  a la  predicación del Reino, y  por la  bondad que  muestran a Sus  hermanos ungidos, la cual considera Jesús como  manifestada a él mismo.  Por  ello, el entronizado Hijo del hombre  les dice: "Vengan, ustedes que han  sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo" (Mt 25;34) (Mt 28;19,20)  
Fíjese que estas ovejas se sorprenden cuando el Rey las invita a heredar el ámbito terrestre del Reino de Dios.  Le preguntan: 'Señor, ¿cuándo te hicimos todas estas cosas?'.  El responde: "En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a  uno de los más pequeños de estos  hermanos míos, a mí me lo hicieron" (Mt 25;40) Cuando Jesús se apareció a María Magdalena el día de su  resurrección, habló de sus hermanos espirituales al decirle: "Ponte  en camino  a mis  hermanos"  (Jn 20;17).   Durante la  presencia invisible  de Jesús,  sólo  un  resto pequeño  de  sus 144.000  hermanos espirituales viven todavía en la Tierra.  
Como Jesús es invisible en los  cielos, las personas semejantes a ovejas le  muestran ese  amor sólo  de manera  indirecta.  Lo  ven en  su trono únicamente con los ojos de la  fe.  Jesús valora todos los esfuerzos que hacen por  ayudar a sus  hermanos espirituales,  que llegarán a  ser sus coherederos en el cielo. Considera lo que se hace  a sus hermanos como hecho   él personalmente. Las personas semejantes a ovejas  hacen deliberadamente el  bien a los  hermanos de Cristo porque  los reconocen como tales. Comprenden  que los hermanos espirituales de  Jesús son los embajadores del Reino de Jehová, y  quieren dar prueba específica de que están de parte de ese Reino junto con ellos.
Jehová previó que  aparecería esta clase de personas  mansas como ovejas durante la presencia de su Hijo, y tiene una maravillosa recompensa para ellas.  La gran  muchedumbre heredará las bendiciones de paz aquí en la Tierra durante el  feliz Reinado Milenario del Rey  nombrado por Jehová, Jesucristo.  
Cuando  tomamos en  cuenta las  profecías bíblicas  que corresponden  al tiempo de la  presencia de Cristo, junto con la  parábola de Jesús sobre las ovejas y  las cabras, ¿qué vemos? Que hacer el bien sin saberlo y por  casualidad a alguno de los hermanos espirituales del Rey no convierte a nadie en  una oveja justa delante de Dios y  de su Rey. Los que forman parte de la clase de las ovejas saben lo que hacen, aunque no ven con los ojos literales al Rey entronizado. Se esfuerzan por ayudar a los hermanos del Rey de manera espiritual, no sólo material.  ¿Cómo? Ayudándolos a predicar las buenas nuevas del Reino de Dios y a conducir estudios bíblicos para hacer  discípulos cristianos. Como resultado hoy hay más de cuatro millones de proclamadores del Reino de Dios que son portadores de luz.  
(...) Actualmente la clase del esclavo está trabajando con más vigor que nunca en los deberes que Dios le ha asignado. El tiempo que queda antes de que estalle la "gran tribulación" casi ha terminado (Mt 24;21) ¡Qué importante es que todos los que son las ovejas de Dios permanezcan a la diestra del favor de su Pastor-Rey! Por  lo tanto, que todos sigan apoyando celosamente al esclavo fiel y discreto. Obrando de este modo, algún día, dentro de muy poco, todas las personas mansas como ovejas oirán las alegres palabras: "Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo".  ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 18-21)  
Las "cabras" serán destruidas porque  no ayudan a los "hermanos" ungidos de Cristo en el servicio de éstos  a Dios.  Con el tiempo estas "cabras" muestran que son pecadores que no se arrepienten, inicuos, endurecidos en su  práctica de la injusticia. Las "ovejas" por otra parte, serán bendecidas con vida bajo la gobernación del Reino porque apoyan en todo sentido a los "hermanos" de Cristo.  ("Usted puede vivir para siempre...", pág 183)  
En este "día del juicio actual" las "cabras", al morir, van al Gehena por las cosas que han hecho, son destruidos y  por lo tanto ya no resucitarán más. Los inicuos "partirán al cortamiento eterno, sin posibilidad alguna de resurrección"   
Las "ovejas" van al Hades por las cosas que han hecho. Allí, Jehová, los retendrá en su memoria, y el "Día del  juicio de mil  años" resucitarán unos para "resurrección de  vida" y otros para "resurrección de juicio" (Jn 5;29) ("Fuego del infierno: Verdad bíblica o susto pagano?" , pág 5)  
A medida que se  acerca ese tiempo, el  encolerizado Satanás intensifica la  presión sobre nosotros.   Como león  rugiente, intenta  devorarnos. Tenemos que  estar firmes  (1Pe 5;8-10) Cuando  nuestros hermanos de la antigua Tesalónica eran  nuevos en  la verdad,  sufrieron tribulaciones similares a las que sufren hoy muchos testigos de Jehová.  Por lo tanto, lo que el  apóstol Pablo les escribió a ellos  es muy significativo para nosotros: "Es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que le causan  tribulación, pero,   ustedes que  sufren  la tribulación,  con alivio  juntamente con  nosotros al  tiempo de  la revelación  del Señor Jesús desde  el cielo con sus  poderosos ángeles en fuego  llameante, al traer él  venganza sobre los que  no conocen a  Dios y sobre los  que no obedecen las buenas nuevas acerca  de nuestro Señor Jesús" (2Tes 1;6-8). Sí habrá alivio.  
En el tiempo de Pablo, gran parte  de la tribulación fue causada por los líderes  religiosos judíos.   Hoy, de  igual  manera, la  oposición a  los apacibles testigos  de Jehová  es instigada frecuentemente  por aquellos que afirman  ser representantes de  Dios, en  particular el clero  de la cristiandad.  Estas personas aseguran que  conocen a Dios, pero rechazan al Dios Jehová de  la Biblia, que es 'uno solo' y  lo reemplazan por una misteriosa Trinidad.  (Mc 12;29) No obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor  Jesús, pues  acuden al  gobierno del  hombre en  busca de alivio y rechazan las buenas nuevas  del entrante Reino justo de Cristo. Todos estos opositores religiosos perecerán  al tiempo de "la revelación de nuestro Señor Jesús desde el cielo". ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 22)

Análisis:

En el evangelio de Mateo, c 24, está claro que Jesucristo hace una descripción de una serie de acontecimientos que deben ocurrir antes de su segunda y definitiva venida para juzgar al mundo (Juicio final)

“Luego, en seguida, después de la tribulación de aquellos días... aparecerá el estandarte del Hijo del  hombre en el cielo y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con  poder y majestad grande” (Mt 24;29-30)... y esta venida, la única, será “como la del relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente” (Mt  24;27-28) Sólo el Padre sabe cuándo va a ocurrir todo esto.  Será en el momento más inesperado, como en los días de Noé (Mt 24;36-41). Por eso Jesús recomienda que velemos porque no sabemos cuándo vendrá Nuestro Señor (Mt 24;42). 

El Hijo del hombre vendrá "en su gloria" "con  todos los ángeles" (Mt 13;39-41, 49,50)  (Mt 24;31) Cristo se sentará sobre un trono de gloria (Henoc 45;3) (55;8) (62;2) Se reunirán delante de él "todas las  gentes" Cristo, Hijo del hombre, proclamado aquí abiertamente Rey, es el Rey Mesías (Jn 6;15) y como Rey va a dar posesión o  exclusión de entrar en su reino (v.34) a todas las gentes. Y aparece aquí como juez del mundo, y en cuanto "Hijo del hombre" (Jn 5;27) Cristo separa a las personas, en una imagen probablemente inspirada en (Ez  34;17), en dos grupos: a la derecha y a la izquierda. En el uso rabínico, a la  derecha se pone siempre lo mejor.  Hay dos motivos para esta separación: 

a) La primera es una  predestinación.  Son aquellos a quienes el Padre  se lo "tiene  preparado" ya "desde  la constitución del mundo" (Jn 17;24) (Ef 1;4) (Ap 13;8) (Pr 8;22,23)  

b) La  segunda, son las  obras que haya realizado  el hombre: las obras de misericordia.  El dejará en la última cena, como característica  de los  suyos, el  amor de  unos a  otros (Jn 13;35) (1Jn 4;20,21) ( Is 58;7) (Job 22;6)

Finalmente las ovejas irán a la vida eterna y los cabritos al suplicio eterno. (Mt 25;31-46) (Mt 24;30-31). El  esquema es sencillísimo, sólo es necesario leerlo sin prejuicios ni ideas preconcebidas.

Es interesante el "detalle" de que tanto (NC) como (NM) en el pasaje que estamos revisando cuando habla de las "ovejas" dice que éstas son los "justos" (v37 y 46).  Por lo que lógicamente debemos concluir -en sentido contrario- que las "cabras" son los "injustos". Pero no, en "Justos vs injustos" veremos que los TJ tienen sobre este tema -como en casi todo- su particularísima   interpretación  de  las  Sagradas Escrituras. Entonces, ¿en que lado estarán en este juicio los que son considerados injustos por los TJ, o sea, los que han hecho el mal pero sin saberlo? El bien no lo han hecho, luego no pueden estar entre las ovejas. Si no están entre las ovejas han de estar entre las cabras, porque solo hay dos grupos. Pero las cabras ya sabemos como acaban y este no es el final que los TJ reservan para aquellos a quienes denominan injustos. (¿?)

DESARROLLO DEL JUICIO:

La  sentencia que  dará Cristo  es eterna: Los malvados  "irán al suplicio (o  al castigo) eterno  (en griego: kolasin  aionion), y los justos a la vida eterna (en griego: zooin aionion)"  

La palabra "aionion"  no tiene atenuación alguna  posible, en este contexto.   Los unos  y  los otros  tienen  un destino  igualmente eterno;  si queremos arrancar a los condenados de su pena,  es menester arrancar a los elegidos de su vida.  

Los  malvados  tendrán un  "suplicio" o "castigo" (v 46) que  es "separación de Cristo",  "fuego", y "compañía del Diablo  y de sus ángeles" (v 41). De este "fuego eterno" se dice que está preparado para el "Diablo y sus ángeles". En el ambiente judío se admitía un Demonio  de rango superior, que concretaba  en sí todas las maldades,  al que se le  dan diversos nombres y  que ejerce un cierto reinado sobre los inferiores, incluso para dirigirlos. Los demonios, conforme a la tradición, lo  cual también  sostenía la teología rabínica, son "ángeles", espíritus (Ap 12;7-9). 

"Kolasin" = castigo. Puede comprobarse este significado en tantos sitios como aparece  en la Biblia: (Hech 4;21)=hago castigar, (2 Pe 2;9) = soy  castigado, (Mt 25;46)(1Jn  4;18) =  tormento, pena, castigo, (Mt 26;67) (Mc 14;65) (1Cor 4;11) (2Cor 12;7) (1Pe 2;20) = abofeteo, doy bofetadas, hiero de golpes.  

Los TJ traducen en (Mt 25;46) "kolasin" por "cortamiento" o "arrasamiento" de la vida.   (Podríamos hacer el ejercicio de traducir en los versículos anteriores "kolasin" por "cortamiento" o "arrasamiento" y veríamos como  caemos en contradicción con todo el resto del pasaje). 

La traducción de los TJ es totalmente sectaria ya que "kolasin" en griego no tiene  nada que ver ni con "podar",  ni con "desgajar", ni con "cortar"  que es la traducción que  ellos presentan.  Pero, por otra  parte, ¿qué indica  la palabra "cortamiento" que  los TJ traducen en el NM?.  ¿Acaso no  significa una cosa que es cortada, desprendida de  algo, y que  por ende  puede ser arrojada  a algún lugar? Por tanto, tampoco se ve que pueda entenderse una idea de aniquilamiento, sino más bien de separación eterna. 

El destino final: "Vida eterna" y "Cortamiento eterno" (NM) o "suplicio eterno" (NC), viene precedido, en el momento que sea, y entendiéndose de  la manera que se  quiera, de una revisión  de la vida de determinadas personas (Mt 25;34-46).  Lo que realmente nos importa  aquí, es: ¿Qué cosas  son las  que se  examinan en  esta revisión?  Pues exactamente han de ser, y son, las que Jesucristo -que será quien  nos juzgará-  nos dice en los propios evangelios que son necesarias para "alcanzar la vida eterna", que es, precisamente, lo que ahora se va a conceder. (Mt 19;16-29) (Mc 10;17-21) (Lc 18;18-22) Está claro que en el juicio  que Jesucristo hará a la humanidad, según el capítulo 25 de Mateo, dictará sentencia según hayan sido las obras de cada uno de los humanos en relación a los demás, en relación al prójimo, en  relación a los hermanos, en fin en relación a cualquiera que pasa  por nuestro lado y que necesite nuestro amor..  Pero,  ¿cuál es el premio en este  juicio?, ¿no es la "Vida eterna"?. 

En el (v 46) se dice que los "justos irán a la vida eterna" pero esto no será así -según los TJ- ya que el "Día  del juicio de mil años" tomarán posesión del Reino de Dios en el que durante mil años tendrán la oportunidad de demostrar que realmente se lo merecen. Si su comportamiento no está de acuerdo con el contenido de las normas que se establezcan entonces, serán destruidos. 

Según los TJ puede haber dos juicios y dos muertes. Ello está en contra totalmente del contexto  general de las Sagradas Escrituras y en particular de (Hb 9;27) en dónde claramente se dice:" Y por cuanto a los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto el juicio".
  
Cuando en el juicio final  (Mt 25;31-46) Jesús separa los "buenos" de los "malos", queda claro que estos  lo son sin saber que lo eran, porque preguntan:  "¿Y cuándo....?" Está claro  que lo único que le  interesa a Jesucristo  son las  obras buenas que  se hayan efectuado, siempre a favor de los  demás, y tanto si sabías que se las hacías a Jesucristo, en la persona de los necesitados, como si no  lo  sabías.   Yo  creo  que aquí  está  toda  la  esencia  del cristianismo  y  que  se  resume  en: AMAR,  AMAR  Y  AMAR  y  que Jesucristo poniéndose como ejemplo para sus discípulos, que tienen que ser la luz del mundo, añadirá...   como yo os he amado, o sea, hasta la muerte si es preciso.
  
¿Y qué dice  el propio Jesucristo que hemos de  hacer para alcanzar la  "Vida  eterna"?.  Si  leemos  (Mt  19;16-29)(Mc 10;17-21)  (Lc 18;18-22) que son relatos paralelos de un mismo hecho, veremos que para  alcanzar la  "Vida eterna"  nos dice:  "Amarás al  Señor, tu Dios,  con todo  tu  corazón,  con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y con toda  tu mente, y al prójimo como  a tí mismo", "no matarás, no adulterarás, no hurtarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre". En efecto, Juan nos dice: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a tí, solo Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17;3). Y el mismo Juan en (1Jn 2;5) nos aclara:  "Sabemos que le hemos conocido si guardamos sus mandamientos...  el que  dice que le conoce y  no guarda sus mandamientos, miente y la verdad no está en él" 

Jesucristo dice "amar al prójimo", no dice "amar a los 144.000". Si queremos ser perfectos,  Jesucristo nos  dice: "vende  cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y sígueme". Dice: "...y dalo a los pobres..." no dice "...y dalo a la congregación de los  144.000...". Dice: "...y tendrás un tesoro en el cielo...", no dice: "... y tendrás un tesoro en la Tierra en el Reino de los mil años..."  

Y si leemos (Mt 22;34 y ss) (Mc  12;28 y ss) (Lc 10;25-29) que son asimismo  relatos paralelos  de  otro hecho  similar al  anterior, veremos también, como  en el anterior, que para  alcanzar la "Vida eterna" es  necesario amar  a Dios  y al  prójimo como  a nosotros mismos.  Y para que no haya  dudas acerca de quién es el prójimo, Jesucristo nos expone la parábola  del samaritano (Lc 10,30-37) en donde queda claro que prójimo es todo aquel que pasa por mi lado y necesita de mi amor.  

Cuando Jesucristo  juzga a la  humanidad, según el capítulo  25 de Mt, está claro que nos está  separando según hayamos cumplido o no con el mandamiento de amar al prójimo: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, visitar al enfermo, al que está en la cárcel, etc.;   hambriento, sediento, enfermo, prisionero, personalizados por "el más pequeño de estos mis  hermanos".  Y es que "quien no ama a su hermano,  a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no  ve" (1Jn 4;20). Es interesante leer todo el capítulo 18 de Ezequiel dónde se confirma lo que estamos exponiendo, ¿acaso el justo que vivirá, según Yavé, es el que  ha cumplido sus leyes sólo con los miembros de los 144.000 ?.  

Y no podemos caer en la  interpretación restringida que los TJ dan a  la palabra  "hermano"  en  todos lo aspectos generales de la doctrina de Jesucristo, considerando que cuando en ella aparece esta palabra sólo se refiriere a quienes tienen su misma fe. Nos convertiríamos en  sujetos de la amonestación de Jesucristo quien dice: "Porque si amáis (sólo) a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen también otro tanto los publicanos Y si saludáis   únicamente a vuestros hermanos ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen otro tanto los gentiles? (Mt 5;46-47) A parte de que muchos pasajes de la doctrina de Jesucristo quedarían tremendamente restringidos, sin pies ni cabeza.  

Por ejemplo todo el sermón de la montaña dirigido  a las "turbas" de (Mt  5,6 y 7) ¿Qué  sentido tiene la palabra  "hermano" en este largo sermón?  Si Jesucristo, al enseñar a orar a las turbas, no a sus discípulos, les  dice que se dirijan a Dios  con las palabras: "Padre nuestro..."  (Mt 6;9) es  lógico que todos los  humanos que tengamos conciencia  de Dios nos consideremos "hermanos" tal como Jesucristo consideró a toda aquella multitud.  

Es verdad que Jesucristo en (Jn 13;34) les dice a sus apóstoles: "amaos los  unos a los  otros como yo os  he amado".  Pero  no les dice que  dejen de  amar a los  demás, tengan o  no tengan  su fe. También para  ellos y  para todos  los que  en adelante  serán sus discípulos rigen  las palabras  que hemos  visto más  arriba.  Por eso, podemos resumir: 'Para alcanzar la Vida eterna debemos amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos y además, entre nosotros, los que  confesamos la  misma fe  en Cristo, debemos intensificar esta relación amorosa de forma recíproca a fin de que como dice el propio Jesucristo: "Para que todos conozcan que sois discípulos míos"'.
  
Los propios TJ en ("El hombre en  busca de Dios", pág  246 y 247) nos dicen que para hallar el camino que nos  conduce a Dios hemos de tener en cuenta el contenido de (Mt 5;43-45) donde se nos dice que hemos de amar al prójimo, a buenos y a malos, no solamente a nuestros "hermanos" en  el sentido restringido que  lo emplean los TJ.  

También los propios TJ, reconocen que "muchos fueron ganados primero por actos de bondad  antes de responder a  la predicación directa",  aportando,  a  continuación, ejemplos  de  Testigos  de Jehová que ayudaron a sus vecinos en Francia después de una inundación y también de Testigos de Jehová que se interesaron por el bienestar de otras personas y que mostraron sus sentimientos mediante acciones en un campo de concentración nazi) ("La Atalaya" de 1.7.93, pág 19)  

Por lo tanto, cuando se nos juzgue, se nos juzgará  por nuestra actuación ante el prójimo -repito,  buenos y malos, hermanos o no, de nuestra fe o de otra fe-  y según haya sido  esta actuación se nos dirigirá hacia  la derecha o hacia la izquierda.  Es un craso error creer que se nos va a juzgar por nuestra actuación solamente en relación a un sólo grupo de personas (los 144.000).  ¡Casi toda la enseñanza de Jesucristo perdería su sentido esencial!  

Jesucristo claramente nos exige mucho más que nada más amar a los 144.000 y a las otras  ovejas de su  rebaño. ¡Pero si  nos exige amar a  nuestros enemigos y  rogar por  los que nos  persiguen, si queremos ser  hijos de Dios que hace salir el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre  justos y pecadores! (Mt 5;43-44) ¿Pero de verdad, con los evangelios en la mano, podemos  llegar a creer que Jesucristo sólo va a conceder la "Vida eterna" a quienes hayan "amado" a  los 144.000 sin  tener en cuenta su  comportamiento con relación al resto de la humanidad? 

Los TJ, con relación al tema de la "Vida eterna", olvidan las concluyentes palabras de Jesucristo que hemos visto más arriba. 

La conclusión de  este juicio, sea cual sea  la interpretación que se haga del  mismo, es terminante y clarísima: Como resultado del juicio unos van a  la "vida eterna" y otros a  la "condenación - o cortamiento s/TJ- eterno". (Mt 25;46) Como luego veremos, los TJ enseñan que quienes ahora  reciben "vida eterna" después, en el Reino de Dios, podrán ser merecedores de "cortamiento eterno", dejando sin valor la eternidad de la vida recibida en primer lugar. ¿Cómo puede entenderse esto? 

Refiriéndose a este Juicio Actual, los TJ nos dicen en ("La Atalaya" de 15.5.68, pág 296-297) que hay dos grupos implicados en el juicio: 

a) El justo o santo que es el que está dedicado a El y practica la justicia,  "positivamente seguirá viviendo" (Ez 18;5-9) (Ez 18; 21-22).
  
b)  El que está haciendo injusticia... Los injustos recibirán su debida recompensa -la  muerte- a más tardar cuando el Señor Jesús venga a pelear la guerra del gran día de Dios  el Todopoderoso (Ap 16;14).

En este artículo, y en las páginas reseñadas, se está hablando del efecto que nuestras  obras hechas van a tener en  el resultado del juicio divino. Por eso digo que "creo"  se están  refiriendo al Juicio actual (ya que luego veremos  que en el Juicio de los 1.000 años serán juzgados por las obras que  han de hacer, no por las ya hechas).  Pero, no sé si estoy en  lo cierto porque al final de la pág 296, dicen: "La 'venida'  de Jehová para ejecutar juicio sobre sus enemigos... está a sólo unos cuantos breves años en el futuro". Ahora parece que están hablando del Armagedón. A continuación, ya dentro de la pág 297, dicen: "Lo que somos claramente será puesto de manifiesto" (Hb 4;13) (2Tim 2;19). Otra vez parece que estamos  hablando del Juicio Actual. "El juicio está en progreso y el Gran Juez está  determinando los  resultados eternos  sobre la  base de nuestras obras" (pág  300). Definitivamente hemos de decir que están refiriéndose al Juicio  Actual.  Pero, entonces, ¿por  qué dicen que "el Gran Juez está determinando los 'resultados eternos' sobre la base de nuestras  obras" Los resultados eternos  sólo lo serán para los  inicuos, pero  no para  los "justos" y para los "injustos" quienes a lo largo del Juicio de los mil años podrán, por sus malas obras, ser merecedores, s/TJ, de la destrucción. Realmente todo este tema  está tremendamente confuso en los escritos de los TJ.

Finalmente, después de este juicio está claro que se han acabado las pruebas. El destino, tanto para unos como para otros, es definitivo porque es eterno... "partirán al cortamiento eterno... a la vida eterna. Mt dice que los justos partirán a la vida eterna, no partirán hacia una vida de la que puede resultar todo lo contrario, o sea, una muerte eterna. Según los TJ, en los mil años del Juicio final podría ocurrir este cambio de rumbo y ello no es posible porque el destino inicial es de vida eterna...  La Biblia, dice: "Y por cuanto a los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto el juicio" (Hb 9;27)