s/TJ:
La ilustración de Jesús acerca de las ovejas y las cabras, que aparece en el capítulo
25 de Mateo, se refiere a
esta gran obra de juntar a los súbditos terrestres del Reino de Dios. En la parábola que la precede, es decir, la parábola
de los talentos, Jesús
ilustra que los discípulos ungidos que esperan
gobernar con él en su Reino celestial tienen que trabajar para adelantar Sus
bienes terrestres. Es muy apropiado, pues, que en la
siguiente parábola Jesús indique lo que se requiere de los que desean llegar a
ser súbditos de su Reino celestial.
Fíjese en lo que dijo en
(Mt 25;31-46):
"Cuando el Hijo del
hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él entonces se sentará sobre su glorioso
trono. Y todas las naciones serán juntadas delante
de él, y separará a la
gente unos de otros, así
como el pastor separa a las ovejas de
las cabras. Y pondrá a las
ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los
de su derecha: "Vengan
ustedes que tienen la bendición de mi Padre
hereden el reino preparado para ustedes
desde la fundación del mundo. Porque
me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui
extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me
vistieron. Enfermé y
me cuidaron. Estuve en prisión y ustedes vinieron a mí. Entonces los justos le
contestarán con las palabras: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te
alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te
recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos
enfermo, o en prisión y fuimos a ti?" Y en respuesta el rey les
dirá:" En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más
pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron.
Entonces dirá, a su vez, a
los de su izquierda:
"Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles. Porque me dio hambre y ustedes no me dieron de comer, y me dio sed pero no me dieron de beber. Fui
extraño pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve pero no
me vistieron; enfermo y en
prisión, pero no me cuidaron." Entonces ellos también contestarán con las
palabras:" Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o extraño, o
desnudo, o enfermo, o en prisión, y no te servimos? Entonces les contestará con las
palabras:" Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me
lo hicieron a mí". Y
estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna"
(Mt 25; 31-46) (NM)
Lo que sucede después en
su parábola nos ayuda a comprender que el que Jesús se siente en un trono glorioso representa una
situación de juicio durante
su presencia. La reunión de todas las
naciones delante de él significa que Jesús las trata como si fueran su rebaño,
en sentido figurado. Es un rebaño compuesto de ovejas y cabras. Aunque separar
las ovejas de las cabras en un rebaño literal quizás tome sólo parte de un día,
la separación por toda la Tierra de personas que tienen libre albedrío toma
mucho más tiempo. Esto se debe a que se basa en el derrotero que cada individuo
escoge.
En la parábola, el
Pastor-Rey pone a su derecha a los que son semejantes a ovejas, y a los que son
como cabras, a su izquierda. El lado derecho resulta en un fallo favorable:
vida eterna. El lado izquierdo representa una sentencia desfavorable:
destrucción eterna. Como se ve la decisión del Rey tiene consecuencias serias.
La invisibilidad del Hijo
del hombre en su Reino durante su presencia, o parusía, no excusa a nadie. Hoy
día, cada vez más personas mansas como ovejas se unen a la clase del esclavo
para predicar las buenas nuevas del Reino de Dios por todo el mundo, dejando
así brillar su luz. Verdaderamente su testimonio ha llegado a todas partes de
la Tierra (Mt 24;14)
¿Por qué recompensa el Pastor- Rey a la clase de ovejas con un futuro bendito? Por el apoyo de todo corazón que dan a la predicación del Reino, y por la bondad que muestran a Sus hermanos ungidos, la cual
considera Jesús como manifestada
a él mismo. Por ello, el entronizado Hijo del
hombre les dice:
"Vengan, ustedes que han sido
bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la
fundación del mundo" (Mt 25;34) (Mt 28;19,20)
Fíjese que estas ovejas se
sorprenden cuando el Rey las invita a heredar el ámbito terrestre del Reino de
Dios. Le preguntan: 'Señor,
¿cuándo te hicimos todas estas cosas?'. El
responde: "En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo
hicieron" (Mt 25;40) Cuando Jesús se apareció a María Magdalena el día de
su resurrección, habló de
sus hermanos espirituales al decirle: "Ponte en camino a mis hermanos" (Jn 20;17). Durante la presencia invisible de Jesús, sólo un resto pequeño de sus 144.000 hermanos espirituales viven todavía en
la Tierra.
Como Jesús es invisible en
los cielos, las personas
semejantes a ovejas le muestran
ese amor sólo de manera indirecta. Lo ven
en su trono únicamente con
los ojos de la fe. Jesús valora todos los esfuerzos que
hacen por ayudar a
sus hermanos
espirituales, que llegarán
a ser sus coherederos en el
cielo. Considera lo que se hace a
sus hermanos como hecho a él personalmente. Las personas
semejantes a ovejas hacen
deliberadamente el bien a
los hermanos de Cristo
porque los reconocen como
tales. Comprenden que los
hermanos espirituales de Jesús
son los embajadores del Reino de Jehová, y quieren dar prueba específica de que
están de parte de ese Reino junto con ellos.
Jehová previó que aparecería esta clase de
personas mansas como ovejas
durante la presencia de su Hijo, y tiene una maravillosa recompensa para
ellas. La gran muchedumbre heredará las bendiciones
de paz aquí en la Tierra durante el feliz Reinado Milenario del Rey nombrado por Jehová, Jesucristo.
Cuando tomamos en cuenta las profecías bíblicas que corresponden al tiempo de la presencia de Cristo, junto con
la parábola de Jesús sobre
las ovejas y las cabras,
¿qué vemos? Que hacer el bien sin saberlo y por casualidad a alguno de los hermanos
espirituales del Rey no convierte a nadie en una oveja justa delante de Dios
y de su Rey. Los que forman
parte de la clase de las ovejas saben lo que hacen, aunque no ven con los ojos
literales al Rey entronizado. Se esfuerzan por ayudar a los hermanos del Rey de
manera espiritual, no sólo material. ¿Cómo?
Ayudándolos a predicar las buenas nuevas del Reino de Dios y a conducir
estudios bíblicos para hacer discípulos
cristianos. Como resultado hoy hay más de cuatro millones de proclamadores del
Reino de Dios que son portadores de luz.
(...) Actualmente la clase
del esclavo está trabajando con más vigor que nunca en los deberes que Dios le
ha asignado. El tiempo que queda antes de que estalle la "gran
tribulación" casi ha terminado (Mt 24;21) ¡Qué importante es que todos los
que son las ovejas de Dios permanezcan a la diestra del favor de su Pastor-Rey!
Por lo tanto, que todos
sigan apoyando celosamente al esclavo fiel y discreto. Obrando de este modo,
algún día, dentro de muy poco, todas las personas mansas como ovejas oirán las
alegres palabras: "Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre,
hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo". ("La Atalaya" de
1.5.93, pág 18-21)
Las "cabras"
serán destruidas porque no
ayudan a los "hermanos" ungidos de Cristo en el servicio de
éstos a Dios. Con el tiempo estas "cabras"
muestran que son pecadores que no se arrepienten, inicuos, endurecidos en
su práctica de la
injusticia. Las "ovejas" por otra parte, serán bendecidas con vida
bajo la gobernación del Reino porque apoyan en todo sentido a los
"hermanos" de Cristo. ("Usted
puede vivir para siempre...", pág 183)
En este "día del
juicio actual" las "cabras", al morir, van al Gehena por las
cosas que han hecho, son destruidos y por
lo tanto ya no resucitarán más. Los inicuos "partirán al cortamiento
eterno, sin posibilidad alguna de resurrección"
Las "ovejas" van
al Hades por las cosas que han hecho. Allí, Jehová, los retendrá en su memoria,
y el "Día del juicio
de mil años"
resucitarán unos para "resurrección de vida" y otros para
"resurrección de juicio" (Jn 5;29) ("Fuego
del infierno: Verdad bíblica o susto pagano?" , pág 5)
A medida que se acerca ese tiempo, el encolerizado Satanás intensifica
la presión sobre
nosotros. Como
león rugiente,
intenta devorarnos. Tenemos
que estar firmes (1Pe 5;8-10) Cuando nuestros hermanos de la antigua
Tesalónica eran nuevos
en la verdad, sufrieron tribulaciones similares a
las que sufren hoy muchos testigos de Jehová. Por lo tanto, lo que el apóstol Pablo les escribió a
ellos es muy significativo
para nosotros: "Es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que
le causan tribulación,
pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas
acerca de nuestro Señor
Jesús" (2Tes 1;6-8). Sí habrá alivio.
En el tiempo de Pablo,
gran parte de la
tribulación fue causada por los líderes religiosos
judíos. Hoy, de igual manera, la oposición a los apacibles testigos de Jehová es instigada frecuentemente por aquellos que afirman ser representantes de Dios, en particular el clero de la cristiandad. Estas personas aseguran que conocen a Dios, pero rechazan al Dios
Jehová de la Biblia, que es
'uno solo' y lo reemplazan
por una misteriosa Trinidad. (Mc
12;29) No obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús, pues acuden al gobierno del hombre en busca de alivio y rechazan las buenas
nuevas del entrante Reino
justo de Cristo. Todos estos opositores religiosos perecerán al tiempo de "la revelación de
nuestro Señor Jesús desde el cielo". ("La Atalaya" de 1.5.93,
pág 22)
Análisis:
En el evangelio de Mateo, c 24, está claro
que Jesucristo hace una descripción de una serie de acontecimientos que deben
ocurrir antes de su segunda y definitiva venida para juzgar al mundo (Juicio final)
“Luego, en seguida, después de la
tribulación de aquellos días... aparecerá el estandarte del Hijo del
hombre en el cielo y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo
con poder y majestad grande” (Mt
24;29-30)... y esta venida, la única, será “como la del relámpago que sale
del oriente y brilla hasta el occidente” (Mt 24;27-28) Sólo el
Padre sabe cuándo va a ocurrir todo esto. Será en el momento más
inesperado, como en los días de Noé (Mt 24;36-41). Por eso Jesús recomienda que
velemos porque no sabemos cuándo vendrá Nuestro Señor (Mt 24;42).
El Hijo del hombre vendrá "en su
gloria" "con todos los ángeles" (Mt 13;39-41,
49,50) (Mt 24;31) Cristo se sentará sobre un trono de gloria (Henoc 45;3)
(55;8) (62;2) Se reunirán delante de él "todas las gentes" Cristo,
Hijo del hombre, proclamado aquí abiertamente Rey, es el Rey Mesías (Jn 6;15) y
como Rey va a dar posesión o exclusión de entrar en su reino (v.34) a
todas las gentes. Y aparece aquí como juez del mundo, y en cuanto "Hijo
del hombre" (Jn 5;27) Cristo separa a las personas, en una imagen
probablemente inspirada en (Ez 34;17), en dos grupos: a la derecha y a la
izquierda. En el uso rabínico, a la derecha se pone siempre lo
mejor. Hay dos motivos para esta separación:
a) La primera es una
predestinación. Son aquellos a quienes el Padre se lo "tiene
preparado" ya "desde la constitución del mundo"
(Jn 17;24) (Ef 1;4) (Ap 13;8) (Pr 8;22,23)
b) La segunda, son las obras
que haya realizado el hombre: las obras de misericordia. El dejará
en la última cena, como característica de los suyos, el amor
de unos a otros (Jn 13;35) (1Jn 4;20,21) ( Is 58;7) (Job 22;6)
Finalmente las ovejas irán a la vida eterna y los cabritos al suplicio eterno.
(Mt 25;31-46) (Mt 24;30-31). El esquema es sencillísimo, sólo es
necesario leerlo sin prejuicios ni ideas preconcebidas.
Es interesante el "detalle" de
que tanto (NC) como (NM) en el pasaje que estamos revisando cuando habla de las
"ovejas" dice que éstas son los "justos" (v37 y 46).
Por lo que lógicamente debemos concluir -en sentido contrario- que las "cabras"
son los "injustos". Pero no, en "Justos vs
injustos" veremos que los TJ tienen sobre este tema -como en casi
todo- su particularísima interpretación de las
Sagradas Escrituras. Entonces, ¿en que lado estarán en este juicio los que son considerados injustos por los TJ, o sea, los que han hecho el mal pero sin saberlo? El bien no lo han hecho, luego no pueden estar entre las ovejas. Si no están entre las ovejas han de estar entre las cabras, porque solo hay dos grupos. Pero las cabras ya sabemos como acaban y este no es el final que los TJ reservan para aquellos a quienes denominan injustos. (¿?)
DESARROLLO DEL JUICIO:
La sentencia que dará
Cristo es eterna: Los malvados "irán al suplicio (o al
castigo) eterno (en griego: kolasin aionion), y los justos a la
vida eterna (en griego: zooin aionion)"
La palabra "aionion" no
tiene atenuación alguna posible, en este contexto. Los
unos y los otros tienen un destino igualmente
eterno; si queremos arrancar a los condenados de su pena, es
menester arrancar a los elegidos de su vida.
Los malvados tendrán
un "suplicio" o "castigo" (v
46) que es "separación de Cristo", "fuego", y
"compañía del Diablo y de sus ángeles" (v 41). De
este "fuego eterno" se dice que está preparado para el "Diablo
y sus ángeles". En el ambiente judío se admitía un Demonio de
rango superior, que concretaba en sí todas las maldades, al que se
le dan diversos nombres y que ejerce un cierto reinado sobre los
inferiores, incluso para dirigirlos. Los demonios, conforme a la tradición,
lo cual también sostenía la teología rabínica, son "ángeles",
espíritus (Ap 12;7-9).
"Kolasin" = castigo.
Puede comprobarse este significado en tantos sitios como aparece en la
Biblia: (Hech 4;21)=hago castigar, (2 Pe 2;9) = soy castigado, (Mt
25;46)(1Jn 4;18) = tormento, pena, castigo, (Mt 26;67) (Mc 14;65)
(1Cor 4;11) (2Cor 12;7) (1Pe 2;20) = abofeteo, doy bofetadas, hiero de golpes.
Los TJ traducen en (Mt 25;46) "kolasin" por
"cortamiento" o "arrasamiento" de la vida.
(Podríamos hacer el ejercicio de traducir en los versículos anteriores "kolasin" por
"cortamiento" o "arrasamiento" y
veríamos como caemos en contradicción con todo el resto del
pasaje).
La traducción de los TJ es totalmente
sectaria ya que "kolasin" en griego no tiene nada
que ver ni con "podar", ni con "desgajar",
ni con "cortar" que es la traducción que
ellos presentan. Pero, por otra parte, ¿qué indica la palabra
"cortamiento" que los TJ traducen en el NM?.
¿Acaso no significa una cosa que es cortada, desprendida de algo, y
que por ende puede ser arrojada a algún lugar? Por tanto,
tampoco se ve que pueda entenderse una idea de aniquilamiento, sino más bien de
separación eterna.
El destino final: "Vida eterna"
y "Cortamiento eterno" (NM) o "suplicio
eterno" (NC), viene precedido, en el momento que sea, y
entendiéndose de la manera que se quiera, de una revisión de
la vida de determinadas personas (Mt 25;34-46). Lo que realmente nos
importa aquí, es: ¿Qué cosas son las que se
examinan en esta revisión? Pues exactamente han de ser, y son, las
que Jesucristo -que será quien nos juzgará- nos dice en los propios
evangelios que son necesarias para "alcanzar la vida eterna",
que es, precisamente, lo que ahora se va a conceder. (Mt 19;16-29) (Mc
10;17-21) (Lc 18;18-22) Está claro que en el juicio que Jesucristo hará a
la humanidad, según el capítulo 25 de Mateo, dictará sentencia según hayan sido
las obras de cada uno de los humanos en relación a los demás, en relación al prójimo,
en relación a los hermanos, en fin en relación a cualquiera que
pasa por nuestro lado y que necesite nuestro amor.. Pero,
¿cuál es el premio en este juicio?, ¿no es la "Vida eterna"?.
En el (v 46) se dice que los "justos
irán a la vida eterna" pero esto no será así -según los TJ- ya que
el "Día del juicio de mil años" tomarán posesión
del Reino de Dios en el que durante mil años tendrán la oportunidad de
demostrar que realmente se lo merecen. Si su comportamiento no está de acuerdo
con el contenido de las normas que se establezcan entonces, serán
destruidos.
Según los TJ puede haber dos juicios y dos
muertes. Ello está en contra totalmente del contexto general de las
Sagradas Escrituras y en particular de (Hb 9;27) en dónde claramente se
dice:" Y por cuanto a los hombres les está establecido morir una
vez, y después de esto el juicio".
Cuando en el juicio final (Mt
25;31-46) Jesús separa los "buenos" de los "malos",
queda claro que estos lo son sin saber que lo eran, porque
preguntan: "¿Y cuándo....?" Está claro que lo
único que le interesa a Jesucristo son las obras buenas
que se hayan efectuado, siempre a favor de los demás, y tanto si
sabías que se las hacías a Jesucristo, en la persona de los necesitados, como
si no lo sabías. Yo creo que aquí
está toda la esencia del cristianismo y
que se resume en: AMAR, AMAR Y AMAR
y que Jesucristo poniéndose como ejemplo para sus discípulos, que tienen
que ser la luz del mundo, añadirá... como yo os he amado, o sea,
hasta la muerte si es preciso.
¿Y qué dice el propio Jesucristo que
hemos de hacer para alcanzar la "Vida eterna"?.
Si leemos (Mt 19;16-29)(Mc 10;17-21) (Lc 18;18-22) que son
relatos paralelos de un mismo hecho, veremos que para alcanzar
la "Vida eterna" nos dice: "Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda
tu alma, con todas tus fuerzas, y con toda tu mente, y al prójimo
como a tí mismo", "no matarás, no adulterarás, no hurtarás, no
levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre". En
efecto, Juan nos dice: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a tí,
solo Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo" (Jn 17;3). Y el
mismo Juan en (1Jn 2;5) nos aclara: "Sabemos que le hemos
conocido si guardamos sus mandamientos... el que dice que le conoce
y no guarda sus mandamientos, miente y la verdad no está en él"
Jesucristo dice "amar al
prójimo", no dice "amar a los 144.000". Si
queremos ser perfectos, Jesucristo nos dice: "vende
cuanto tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y ven y
sígueme". Dice: "...y dalo a los pobres..." no
dice "...y dalo a la congregación de los 144.000...".
Dice: "...y tendrás un tesoro en el cielo...", no
dice: "... y tendrás un tesoro en la Tierra en el Reino de los mil
años..."
Y si leemos (Mt 22;34 y ss) (Mc
12;28 y ss) (Lc 10;25-29) que son asimismo relatos paralelos
de otro hecho similar al anterior, veremos también,
como en el anterior, que para alcanzar la "Vida eterna"
es necesario amar a Dios y al prójimo como a
nosotros mismos. Y para que no haya dudas acerca de
quién es el prójimo, Jesucristo nos expone la parábola del samaritano (Lc
10,30-37) en donde queda claro que prójimo es todo aquel que pasa por mi lado y
necesita de mi amor.
Cuando Jesucristo juzga a la
humanidad, según el capítulo 25 de Mt, está claro que nos está
separando según hayamos cumplido o no con el mandamiento de amar al prójimo:
dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, visitar al enfermo, al
que está en la cárcel, etc.; hambriento, sediento, enfermo,
prisionero, personalizados por "el más pequeño de estos mis
hermanos". Y es que "quien no ama a su hermano, a
quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve" (1Jn 4;20).
Es interesante leer todo el capítulo 18 de Ezequiel dónde se confirma lo que
estamos exponiendo, ¿acaso el justo que vivirá, según Yavé, es el que ha
cumplido sus leyes sólo con los miembros de los 144.000 ?.
Y no podemos caer en la
interpretación restringida que los TJ dan a la palabra "hermano"
en todos lo aspectos generales de la doctrina de Jesucristo, considerando
que cuando en ella aparece esta palabra sólo se refiriere a quienes tienen su
misma fe. Nos convertiríamos en sujetos de la amonestación de Jesucristo
quien dice: "Porque si amáis (sólo) a los que os aman, ¿qué recompensa
vais a tener? ¿No hacen también otro tanto los publicanos Y si
saludáis únicamente a vuestros hermanos ¿qué hacéis de
extraordinario? ¿No hacen otro tanto los gentiles? (Mt 5;46-47) A parte de que
muchos pasajes de la doctrina de Jesucristo quedarían tremendamente
restringidos, sin pies ni cabeza.
Por ejemplo todo el sermón de la montaña
dirigido a las "turbas" de (Mt 5,6 y 7)
¿Qué sentido tiene la palabra "hermano" en
este largo sermón? Si Jesucristo, al enseñar a orar a las turbas, no a
sus discípulos, les dice que se dirijan a Dios con las palabras:
"Padre nuestro..." (Mt 6;9) es lógico que todos
los humanos que tengamos conciencia de Dios nos consideremos "hermanos"
tal como Jesucristo consideró a toda aquella multitud.
Es verdad que Jesucristo en (Jn 13;34) les
dice a sus apóstoles: "amaos los unos a los otros como
yo os he amado". Pero no les dice que dejen
de amar a los demás, tengan o no tengan su fe. También
para ellos y para todos los que en adelante serán
sus discípulos rigen las palabras que hemos visto más
arriba. Por eso, podemos resumir: 'Para alcanzar la Vida eterna debemos
amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos y además, entre nosotros, los
que confesamos la misma fe en Cristo, debemos intensificar
esta relación amorosa de forma recíproca a fin de que como dice el propio
Jesucristo: "Para que todos conozcan que sois discípulos
míos"'.
Los propios TJ en ("El hombre
en busca de Dios", pág 246 y 247) nos dicen que para
hallar el camino que nos conduce a Dios hemos de tener en cuenta el
contenido de (Mt 5;43-45) donde se nos dice que hemos de amar al prójimo, a
buenos y a malos, no solamente a nuestros "hermanos"
en el sentido restringido que lo emplean los TJ.
También los propios TJ, reconocen
que "muchos fueron ganados primero por actos de bondad antes
de responder a la predicación directa", aportando,
a continuación, ejemplos de Testigos de Jehová que
ayudaron a sus vecinos en Francia después de una inundación y también de
Testigos de Jehová que se interesaron por el bienestar de otras personas y que
mostraron sus sentimientos mediante acciones en un campo de concentración
nazi) ("La Atalaya" de 1.7.93, pág 19)
Por lo tanto, cuando se nos juzgue, se nos
juzgará por nuestra actuación ante el prójimo -repito, buenos y
malos, hermanos o no, de nuestra fe o de otra fe- y según haya sido
esta actuación se nos dirigirá hacia la derecha o hacia la
izquierda. Es un craso error creer que se nos va a juzgar por nuestra
actuación solamente en relación a un sólo grupo de personas (los
144.000). ¡Casi toda la enseñanza de Jesucristo perdería su sentido
esencial!
Jesucristo claramente nos exige mucho más
que nada más amar a los 144.000 y a las otras ovejas de su rebaño.
¡Pero si nos exige amar a nuestros enemigos y rogar por
los que nos persiguen, si queremos ser hijos de Dios que hace salir
el sol sobre buenos y malos y hace llover sobre justos y pecadores! (Mt
5;43-44) ¿Pero de verdad, con los evangelios en la mano, podemos llegar a
creer que Jesucristo sólo va a conceder la "Vida eterna" a
quienes hayan "amado" a los 144.000 sin tener
en cuenta su comportamiento con relación al resto de la humanidad?
Los TJ, con relación al tema de la "Vida
eterna", olvidan las concluyentes palabras de Jesucristo que hemos
visto más arriba.
La conclusión de este juicio, sea
cual sea la interpretación que se haga del mismo, es terminante y
clarísima: Como resultado del juicio unos van a la "vida
eterna" y otros a la "condenación - o cortamiento
s/TJ- eterno". (Mt 25;46) Como luego veremos, los TJ enseñan que
quienes ahora reciben "vida eterna" después,
en el Reino de Dios, podrán ser merecedores de "cortamiento eterno",
dejando sin valor la eternidad de la vida recibida en primer lugar. ¿Cómo puede
entenderse esto?
Refiriéndose a este Juicio Actual, los TJ
nos dicen en ("La Atalaya" de 15.5.68, pág 296-297) que
hay dos grupos implicados en el juicio:
a) El justo o santo que es el que está
dedicado a El y practica la justicia, "positivamente seguirá
viviendo" (Ez 18;5-9) (Ez 18; 21-22).
b) El que está haciendo
injusticia... Los injustos recibirán su debida recompensa -la muerte- a
más tardar cuando el Señor Jesús venga a pelear la guerra del gran día de
Dios el Todopoderoso (Ap 16;14).
En este artículo, y en las páginas
reseñadas, se está hablando del efecto que nuestras obras hechas van a
tener en el resultado del juicio divino. Por eso digo que "creo"
se están refiriendo al Juicio actual (ya que luego veremos que en
el Juicio de los 1.000 años serán juzgados por las obras que han de
hacer, no por las ya hechas). Pero, no sé si estoy en lo cierto
porque al final de la pág 296, dicen: "La 'venida' de Jehová
para ejecutar juicio sobre sus enemigos... está a sólo unos cuantos breves años
en el futuro". Ahora parece que están hablando del Armagedón. A
continuación, ya dentro de la pág 297, dicen: "Lo que somos claramente
será puesto de manifiesto" (Hb 4;13) (2Tim 2;19). Otra vez parece
que estamos hablando del Juicio Actual. "El juicio está en progreso
y el Gran Juez está determinando los resultados eternos sobre
la base de nuestras obras" (pág 300). Definitivamente hemos de
decir que están refiriéndose al Juicio Actual. Pero, entonces,
¿por qué dicen que "el Gran Juez está determinando los
'resultados eternos' sobre la base de nuestras obras" Los
resultados eternos sólo lo serán para los inicuos, pero no
para los "justos" y para los "injustos" quienes
a lo largo del Juicio de los mil años podrán, por sus malas obras, ser
merecedores, s/TJ, de la destrucción. Realmente todo este tema está
tremendamente confuso en los escritos de los TJ.
Finalmente, después de este juicio está claro que se han acabado las pruebas.
El destino, tanto para unos como para otros, es definitivo porque es eterno...
"partirán al cortamiento eterno... a la vida eterna. Mt dice que los
justos partirán a la vida eterna, no partirán hacia una vida de la que puede
resultar todo lo contrario, o sea, una muerte eterna. Según los TJ, en los mil
años del Juicio final podría ocurrir este cambio de rumbo y ello no es posible
porque el destino inicial es de vida eterna... La Biblia, dice: "Y
por cuanto a los hombres les está establecido morir una vez, y después de esto
el juicio" (Hb 9;27)