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¿Qué es “el gran día de Jehová”? Por toda la
Biblia, la expresión “día de Jehová” designa momentos especiales en los
que Jehová ejecutó su sentencia contra sus enemigos y glorificó su gran nombre. Los infieles habitantes de Judá y Jerusalén, así como las
potencias opresoras de Babilonia y Egipto, se enfrentaron a
distintos ‘días de Jehová’ cuando sufrieron la ejecución del
juicio divino (Is 2;1) (Is 2;10-12) (Is 13;1-6) (Jer 46;7-10).
Sin embargo, el “día de Jehová” más grandioso está todavía por venir.
Será el “día” en que Dios dará su merecido a
todos los que han difamado Su nombre. Comenzará con la destrucción de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa, y culminará con la aniquilación del resto de este malvado sistema de cosas en la guerra de Armagedón (Ap 16;14-16) (Ap 17;5) (Ap 17;15-17) (Ap 19;11-21) (Ap 14;6-7) (Sof 1;14).
Sea que se den
cuenta o no de que ese día es inminente, la mayoría de los seres humanos
deberían temer su llegada. ¿Por qué razón? Jehová responde mediante el profeta
Sofonías: “Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de
tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y
de densas tinieblas”. ¡Qué día tan temible! La profecía continúa: “Ciertamente
causaré angustia a la humanidad, [...] porque han pecado contra Jehová” (Sof 1;15) (Sof 1;17).
No obstante, hay millones de personas que anhelan la llegada del día de Jehová. ¿Por qué? Porque saben que será un día de salvación y liberación para los justos, un día en el que Jehová será alabado y se santificará su
glorioso nombre (Joel 3;16-17) (Sof 3;12-17).
¿Por qué es que algunas personas temen ese día mientras que otras anhelan su
llegada? Eso depende en gran medida de lo que estén haciendo con su vida ahora. (La Atalaya 15/12/2006, pág 15-19)
Al final de ese día de Jehová, el mundo de Satanás y sus apoyadores habrán sido aniquilados. Lo primero en
desaparecer será la religión falsa, y luego, la sentencia de Jehová se ejecutará contra el sistema político y el económico del Diablo (Ap 17;12-14) (Ap 19;17-18).
Ezequiel profetiza: “En las calles arrojarán su plata misma, y su propio oro
llegará a ser una cosa aborrecible. Ni la plata ni el oro de ellos podrá librarlos en el día del furor de Jehová” (Ez 7;19).
Por inspiración divina, el apóstol Pablo relacionó ese día con la presencia de Cristo, que comenzó con la coronación de Jesús como Rey celestial en 1914 (2 Tes
2;1-2) (La Atalaya 15/12/2007, pag 11-15)
Análisis:
Pueden leerse el tema de
la Gran Tribulación de esta misma etiqueta y ver el gráfico correspondiente a
los “Últimos acontecimientos”