¿QUIÉN ES EL ANTICRISTO? LA ATALAYA 1 junio 2015 (pág 14-15)
s/TJ:
SE DESENMASCARA AL ANTICRISTO
El
único escritor bíblico que usa la palabra “anticristo” es el apóstol Juan…
Los
anticristos aparecerán en la última hora…. En la que ya estamos…
Ellos
salieron de entre nosotros, pero no eran de nuestra clase…
Los
anticristos niegan que Jesús es el Cristo…
Los
anticristos niegan al Padre y al Hijo…
Los
anticristos esparcen mentiras acerca de lo que Jesucristo enseñó…
Juan habla de muchos anticristos dando
a entender que el anticristo lo forman varias personas.
Pueden, pues, ser individuos que
engañen a la gente fingiendo ser el Cristo u organizaciones que proclaman ser
sus representantes a fin de ganar adeptos.
Según Juan, los que lo integran
esparcen mentiras, como que Jesús no es el Cristo, o intentan esconder la verdadera
identidad de Jesucristo y su Padre, no confesando a Jesucristo como venido en
carne
Juan dice que todas estas personas
“salieron de entre nosotros”, lo que indica que han rechazado las enseñanzas
cristianas.
Este grupo ya existía en el tiempo de
Juan ya que al parecer, “la última hora” se refería a los años previos a la
muerte del último apóstol de Jesús.
Por su
parte, ya Jesús advirtió antes de que Juan escribiera del anticristo: “Guárdense de los falsos profetas que vienen
a ustedes en ropa de oveja, pero por dentro son lobos voraces” (Mt 7;15)…
Esto nos indica que en el siglo primero ya había falsos profetas y maestros que
trataban de debilitar la fe de los cristianos. Todos aquellos que esparcían
mentiras sobre Cristo así como doctrinas contrarias a las que él enseñó estaban
incluidos en lo que Juan Llamó “el
anticristo”. (LA ATALAYA 1 de
junio de 2015, ¿Quién es el anticristo? pág 14 y 15)
ANÁLISIS:
Puedo decir que estoy de acuerdo
prácticamente en toda esta primera parte del artículo que desarrollan los TJ
para hablar del “anticristo”.
Solamente hay un tema que me parece
importante matizar alguno de sus aspectos.
San
Juan advierte a sus lectores que en el mundo existen ya muchos anticristos, conforme
a la predicación de nuestro Señor (Mt 24;24) (Mc 13;21) (Lc 17;23).
Son
todos aquellos que se oponen a Jesucristo y a su doctrina. Son todos los
impostores, los falsos profetas y falsos mesías, que circulan por un
lado y por otro difundiendo falsas doctrinas contra la divinidad de Jesucristo
(2Jn 7). De la existencia de
muchos anticristos, los fieles han de concluir que ésta
es la hora postrera (1Jn 2;18).
La
expresión no ha de tomarse literalmente, como si se
tratase del tiempo inmediatamente anterior al juicio. San Juan no
quiere decir que la venida del Señor sea inminente. Se propone
simplemente afirmar que la última fase de la historia humana, la
decisiva, que se extiende desde la encarnación de Cristo hasta la segunda
venida (Hech 2;17) (Hb 1;2) (1Pe 1;20), ya ha comenzado. El apóstol no se
pronuncia sobre el momento de la parusía. El Apocalipsis
da pie para suponer que San Juan pensaba que antes del fin
del mundo habían de verificarse muchas cosas.
Los TJ no
apoyan con alguna cita bíblica su opinión de que la expresión “la última hora”
se refería a los años previos a la muerte del último apóstol de Jesús.
Veamos la
segunda parte.
s/TJ:
El
anticristo sigue activo en la actualidad. Hoy también hay personas y
organizaciones que se oponen a Jesús y a
sus enseñanzas. Difunden a propósito mentiras y doctrinas falsas que hacen que la gente no pueda
distinguir a Jesús de su Padre, Jehová. Hay que tener cuidado para no dejarnos engañar por estas mentiras. A
continuación veremos dos engaños que han confundido a muchas personas.
Por siglos, muchas Iglesias "cristianas" han promovido la
doctrina de la Trinidad. Han afirmado que el Padre y el Hijo son un solo Dios. Así pues,
estas Iglesias han obrado como anticristos al envolver en un velo de misterio la identidad de Dios y de Jesús. Este misterio
impide que personas sinceras conozcan a Dios e imiten a Jesucristo, como
enseña la Biblia (1 Corintios 11:1; Santiago 4:8).
Otra forma en que estas mismas Iglesias de la cristiandad han tratado
de engañar a la gente es eliminando de sus Biblias el
nombre de Dios, Jehová, y criticando el uso de Biblias que sí lo incluyen. Han actuado con descaro, pues originalmente el nombre Jehová aparecía unas siete mil veces en la Biblia. ¿Cuál ha
sido el resultado de este engaño? Para muchas personas, la identidad del Dios
verdadero sigue siendo un misterio.
A lo largo
de los siglos, el anticristo ha mantenido a millones de personas en oscuridad
espiritual.
Si
investigamos lo que dice la Biblia, descubriremos quién es el verdadero
anticristo y nos libraremos de sus mentiras (Juan 17:17). (LA
ATALAYA 1 de junio de 2015, ¿Quién es el anticristo? pág 15)
Análisis:
En
esta segunda parte del artículo “¿Quién es el anticristo?” ya la conversación
no es tan pacífica. Y es que los TJ vuelven a poner sobre la mesa los temas de
la “Trinidad” y del “Nombre de Dios” que les mola particularmente.
Los
TJ dicen que el Padre y el Hijo son un solo Dios y yo les digo, no solo el
Padre y el Hijo sino también el Espíritu Santo. Son tres personas en un solo
Dios. Muy difícil de explicar pero muy fácil de entender. Jesucristo dijo a sus
apóstoles: “Id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…”
No hay duda, son tres personas diferentes que Jesucristo las coloca al
mismo nivel, al nivel de Dios. La Biblia
presenta multitud de versículos en los que queda claro la naturaleza divina de estas tres personas. Si quieren
mirar en esta misma web los temas que se agrupan bajo las etiquetas “Jesucristo.
Pruebas de su divinidad”, “Trinidad”, “Espíritu Santo”, encontrarán
innumerables citas de todo ello.
Y
qué decir del nombre de Dios.
La Biblia no dice por ninguna parte que el nombre del creador es Jehová.
Sí dice que su nombre es YHWH. Pero ¿cómo se pronunciaban estas cuatro letras?
Resumiendo, podemos decir que actualmente hay dos opiniones: Yahveh y Jehová.
Los propios TJ se preguntan en “La Atalaya” del 1.12.64, pág 711, con
relación a este tema: “¿Qué pronunciación consideran los TJ como más
correcta? En la página 25 del prefacio de la Traducción del Nuevo
Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en inglés, publicada por
la Sociedad WatchTower BibleandTract en 1950,
los traductores declararon que se inclinaban
a ‘considerar la pronunciación 'Yahweh' como la manera más
correcta’. Si la agencia editora para los Testigos de Jehová
reconoce que 'Yahweh' es más correcta, ¿por qué usan
'Jehová' en su traducción, escritura y adoración?
A causa de que la forma 'Jehová' ha sido conocida
de la gente por muchos siglos.”
O sea, que los TJ que tanto critican la Tradición a la que los católicos
le dan su importancia, resulta que en algo que -según dicen- constituye
la primera razón por la que el Hijo de Dios vino a la Tierra:
'dar a conocer el nombre de su Padre' ("Usted puede
vivir...", pág 60), hacen la concesión de aceptar como
nombre de Dios el de 'Jehová', a pesar de "considerar la
pronunciación 'Yahweh' como la manera más
correcta", porque la expresión 'Jehová' ha sido
conocida de la gente por muchos siglos... o sea,
para entendernos, porque la Tradición de muchos siglos así lo exige. Y ello,
además, a pesar de que los propios TJ reconocen que “Toda persona desea
no solamente que su nombre sea tratado con el debido respeto, sino también, que
se pronuncie correctamente” (“Santificado sea tu nombre”, pág 15)
Por otra
parte, en todos los antiguos textos griegos del NT que se
conservan -y algunos de ellos son muy cercanos al tiempo de los
apóstoles- se emplea la palabra "Kyrios" = Señor. Esto ocurre
en las casi 700 veces en que en el NT se refiere a Dios,
aparte de las 235 veces en que se le da a Dios el nombre de
"Padre"...Ni una sola vez aparece el nombre de Jehová. ¿Cómo puede
ser que Jesucristo reivindicara el nombre de Jehová y le diera la importancia
que dicen los TJ, si ni en una sola ocasión pone este nombre en sus
labios?. A pesar de ello, los TJ escriben: "¡Ciertamente
es evidente que el propio Hijo amado de Dios, Jesucristo, siempre
engrandeció el nombre de su Padre... JEHOVA! ("¡Despertad!" de 8.8.68,
pág 28). Defender, como hacen los TJ,
que en los originales de los textos griegos aparecía el nombre de Dios y
que fueron los traductores de la cristiandad quienes los cambiaron por
"Señor" no tiene ningún apoyo real, porque no existe ningún original
donde puedan apoyar esta teoría.