s/TJ:
El primer ser creado por Jehová, fue el
arcángel Miguel.(“Perspicacia”
vol. 1, pág 569/570)
Por este hecho es denominado Hijo “primogénito” de Dios,
ya que él fue lo primero que Dios creó, antes de “todas las demás cosas” en los
cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles.
Después de una cantidad desconocida de millones de años (“Qué enseña realmente… “, pág 42) en que este primer Hijo vive junto a
su creador, participa posteriormente con Él en crear todas las demás cosas (“Usted puede vivir...”, pág 58 y 59).
Éste fue posteriormente elegido
por Dios para que naciera como criatura humana perfecta (“El
propósito eterno de Dios … “, pág 137) recibiendo el nombre de Jesús.
Ahora bien, ¿cómo podemos estar seguros de que Miguel es el propio Jesús? Veamos las
siguientes pruebas bíblicas. Las Santas Escrituras indican que fue aquél a
quien un ángel, mientras le hablaba al profeta
Daniel, llamó "el príncipe de ustedes", "el gran
príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo", a saber,
Miguel (Dan 10;21) (Dan 12;1).
El que su fuerza de vida fuera transferida al óvulo de María
por el poder del Dios Todopoderoso que cubrió con
su sombra a María significaba que él, Miguel, desapareció del
cielo. Por nacer como humano de María, la virgen
judía, él llegaría a ser un alma humana. Esto lo
hacía disponible para el cumplimiento de (Is 53;10) acerca del
"siervo sufriente" de Jehová. ("El propósito eterno de
Dios va triunfando ahora", pág 136 y ss)
Según la Biblia, Jesucristo había vivido anteriormente
como espíritu con Dios en los cielos, sí, como
un ángel, al que se llama en la Biblia el Arcángel (1Tes
4;16) (Jud 9) ("La Atalaya" de 15.2.92,
pág 11) ("El propósito eterno de Dios va triunfando ahora", pág
137) ("La Atalaya" de 15.2.79, pág 31)
El nombre de "arcángel" significa mensajero-jefe, y
nuestro Señor fue ungido como mensajero-jefe
de Jehová: el mensajero de la alianza. Daniel
habla de Él, llamándole Miguel. Este
nombre significa "quien como Dios", nombre apropiado
para el que es "la imagen misma de la persona del
Padre" y que le representa con autoridad y poder. ("Estudios
de las Escrituras" II, 147) (Ap 12;7)
("La Atalaya" de 1.2.67, pág 733) ("El propósito
eterno de Dios va triunfando ahora", pág 137)
Antes de su venida a la tierra, a Jesús se le llamaba
EL VERBO o LA PALABRA DE DIOS. Este título muestra que en
el cielo él servía como el vocero de Dios ("Usted puede vivir...pág
58) ("¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?", pág 12)
De modo que el arcángel Miguel es Jesús antes de venir a la tierra.
Después que resucitó y volvió al cielo, Jesús retomó su servicio como Miguel,
el jefe de los ángeles “para la gloria de Dios el Padre” (Flp 2;11) (“La
Atalaya” de 1 de abril de 2010, pág 19).
Análisis:
Que Jesús
había estado previamente en el cielo es difícil aceptar desde la óptica de
los TJ, porque si -como defienden- Jesús fue totalmente humano ("La
Atalaya" de 15.1.92; pág 21), Jesús no pudo estar
antes en el cielo. La Palabra, el Verbo, es un ser
totalmente distinto a Jesús. La Palabra, el Verbo,
era una persona puramente espiritual. Jesús era
puramente una persona humana. Y aunque los TJ digan que el
Hijo, "desapareció del cielo" ("El propósito eterno de Dios...", pág 136 y ss)
no pudo entrar en el cuerpo de Jesús, porque éste era "totalmente
humano". ¿Cómo podemos hacer coherentes todos estos pasajes?
La sociedad de la Atalaya
enseña a los TJ que Jesucristo fue sólo un ángel, que nació
como humano, murió como sacrificio por los pecados y
resucitó como ángel. Se refieren a él como "Jesucristo, de
quien sabemos por las Escrituras que es Miguel el arcángel..." ("La
Atalaya" de 15.2.79, pág 31); pero, ¿es eso lo que enseña la
Biblia? O ¿es una enseñanza que los directores de Atalaya la
acomodan a las Escrituras?
Los TJ
consideran la muerte de Jesús como una terminación absoluta de lo que él era,
ya que dejó de existir. En la revista ¡Despertad! Dicen lo siguiente: “Cuando
Jesús murió, no pudo seguir hablando de su Padre celestial… estaba muerto,
inconsciente; no existía… En el caso de Jesús, la muerte no significó una
transición a otra vida; más bien quiso decir inexistencia.” (¡Despertad!
22/12/1979, pág 26). Así, pues, según los TJ, Jesús había sido el arcángel
Miguel antes de venir a la tierra. Miguel dejó de existir mientras Jesús
vino a la tierra. A la muerte de Jesús, Miguel fue creado de nuevo y el
Jesús que estuvo en la tierra se extinguió por completo. Pero está claro que si
Jesús dejó de existir no podía ir al padre.
Entre los
muchos pasajes que contradicen la supuesta aniquilación de Jesucristo se
puede considerar (Hb 4;14,15): “Teniendo, pues, un gran sacerdote que
penetró en los cielos, Jesús el Hijo de Dios, mantengámonos adheridos a la
confesión. No es nuestro sacerdote tal que no pueda compadecerse de nuestras
flaquezas, antes fue tentado en todo a semejanza nuestra, fuera del pecado”.
También: “Salí del Padre y he venido al mundo. Además, dejo el mundo y sigo
mi camino al Padre” (Jn 16;28). Por otra parte ¿cómo ha de entenderse el
versículo (Hech 2;34-35) en cuanto el Señor está sentado a la diestra de Dios
hasta que ponga “a tus enemigos por escabel de tus pies” (Sl 110;1). En
el versículo 36 se dice que es “este Jesús” a quien vosotros habéis
crucificado. Y, finalmente podemos leer que Jesucristo: "es el mismo ayer,
hoy y siempre" (Hb 13;8)
¿Cómo saben
los TJ que Miguel fue la primera creación de Dios? Porque interpretan en este
sentido (Dan 10;21) y (Dan 12:1). Y ¿cómo llegan a la conclusión que Miguel, el
primer ángel creado, fue el elegido posteriormente por Dios para que naciera
como criatura humana perfecta? Por la misma razón anterior (“El propósito eterno de Dios … pág 137).
Pero es que en ningún punto de la Biblia se dice, ni
implícita ni explícitamente, que Miguel fue el primer ángel creado y que,
además, fue el elegido por Dios para que, desapareciendo del cielo -s/TJ-
llegara a ser un alma humana como lo fue Jesucristo. Un tema tan trascendental
como el origen de la personalidad del Hijo de Dios, los TJ creen haberlo
solucionado con el resultado de cábalas y suposiciones planteadas ante un par
de referencias bíblicas. ¡O lo tomas o lo dejas! Lo que sí está claro en la
Biblia, es que cuando Dios inicia la creación que allí se narra –“En el
principio creo Dios los cielos y la tierra” (Jn 1;1) (Gn 1;1)- ya existe “en Dios” (Jn 1;1-2) el Verbo (la
Palabra), que es reconocido como el Unigénito del Padre (Jn 1;14b) (Jn 1;18) y
de quien se dice que “todas las cosas
vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una cosa vino a
existir” (NM)(Jn 1;3) (¡Despertad!
8/5/1968, pág 27). No son necesarias cábalas para entender lo que se lee, y
hasta se podría decir aquello que tanto les gusta a los TJ: “La Biblia se interpreta sola”.
La Palabra inspirada de Dios menciona a Miguel cinco
veces como:
1.- "Uno de los príncipes prominentes"
(Dan 10;13) (NM)
2.- "El príncipe de ustedes" (Dan
10;21) (NM)
3.- "El gran príncipe que está plantado
a favor de los hijos de tu pueblo"
(Dan 12;1) (NM)
4.- "Cuando Miguel tuvo una
diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no
se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos" (Jd 9) (NM)
5.- "Miguel y sus ángeles combatieron
con el dragón" (Ap 12;7) (NM)
¿Cuál de estos versículos afirma que el arcángel
Miguel es Jesucristo? ¡Ninguno! ¿Cuál afirma que es el Hijo de Dios? ¡Ninguno! Y es que la propia Biblia,
nos dice: "Por ejemplo, ¿a cuál de los ángeles dijo él (Dios) alguna
vez: Tú eres mi hijo yo hoy, yo, he llegado a ser tu padre ?” Y otra vez:”
¿Yo mismo llegaré a ser su padre, y él mismo llegará a ser mi hijo?” Pero
cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: “Y
que todos los ángeles de Dios le adoren”. (Hb 1;5-6) (NM 1967).
Aparte de las cinco referencias bíblicas que recogemos
más arriba, la Sociedad de la Atalaya acude en busca de apoyo a otro
versículo que no usa el nombre Miguel, pero dice
literalmente que "el Señor mismo descenderá del cielo con una
llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios"
(1Tes 4;16) (NM). No obstante, si, como dicen los TJ,
el usar la voz de arcángel convierte al Señor en
arcángel, entonces el tener la trompeta de Dios lo hará Dios,
con más razón sin duda. La interpretación que parece más correcta y la más
ampliamente aceptada, es que el descenso del Señor se iniciará cuando se oiga
una orden que sonará con voz de arcángel y con trompeta de Dios.
Tampoco hay base para decir que ese arcángel, el de
(1Tes 4;16), es el mismo que el arcángel Miguel de (Jd 9). Es cierto que la
Biblia sólo da el nombre de este arcángel, pero en ningún lugar dice que sólo
existe este arcángel. (Dan 10;13) describe a Miguel como uno de los "príncipes prominentes", lo que
indica que hay otros que se clasifican como él. De hecho, Judas identifica por
un lado a Jesús y por otro a Miguel, sin hacer ninguna conexión entre los dos. Pero
la identidad de Jesucristo es clara.
Y si comparamos (1Tes 4;16) con otros pasajes de la
Biblia que describen el mismo evento, se encuentra que también estos
contradicen la interpretación de los testigos. En (Mt 25;31) se dice: "Cuando el Hijo del hombre llegue en su
gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso
trono." Si todos los ángeles vendrán con él, Jesús no puede ser uno de
ellos. Obviamente, el arcángel Miguel es uno de los ángeles, cosa que se
comprueba en la literatura de los testigos (“Ayuda para entender la Biblia”,
págs. 1.125).
Otra prueba que presentan los TJ en cuanto a que
Jesús es el arcángel Miguel, proviene de (Ap 12;7-12), que dice: "Miguel y sus ángeles harían guerra contra
Satanás y expulsarían del cielo a él y a sus ángeles inicuos." Luego
en (Ap 19;11-16), se describe a Jesús “dirigiendo
los ejércitos del cielo en una guerra contra las naciones del mundo".
Dicen sobre estos pasajes: "Ya que
el Hijo de Dios tiene que luchar contra las naciones, es razonable que él fuese
aquel que, con sus ángeles, combatiera previamente contra el dragón sobrehumano
Satanás el Diablo y sus—ángeles" (“Ayuda para entender la Biblia”,
págs. 1.125). De nuevo hay que señalar que, solo los TJ dicen que los dos
pasajes hablan de Jesús al que identifican con Miguel, los textos ni siquiera
hablan de la misma batalla.
Y todavía otra prueba la obtienen los TJ de (Hb
10;12-13), donde Jesús, después de ofrecerse por los pecados, se sienta a la
diestra del Padre. Al unir ese pasaje al de (Dan 10;13), donde en el tiempo del
fin, Miguel se pone de pie, obtienen el siguiente resultado: "Esto implica que hubo un período en el cual
estuvo sentado, período anterior al tiempo en que él se pondría en pie."
Parece inverosímil que puedan decir que es el mismo porque Jesús se sienta y
Miguel se pone de pie (“Ayuda para entender la Biblia”, págs. 1.125). Sería
difícil encontrar una conexión más débil y rebuscada. Estas pruebas muestran mucho sobre la forma
que los testigos interpretan la Biblia, pero nada en cuanto a que Jesús sea el
arcángel Miguel.
En este tema, como en tantos otros, anteriormente
los TJ alegaban todo lo contrario: que Jesús no podía ser Miguel. Escribieron
lo siguiente sobre Jesús: "Su
posición se contrasta con la de los hombres y los ángeles porque es Señor de
ambos ya que tiene 'todo poder en el cielo y en la tierra'. (Eso tiene que
incluir a Miguel, el ángel principal, por lo cual Miguel no es el Hijo de Dios)
y la razón es porque él ha 'heredado más excelente nombre que ellos."
La postura anterior de los testigos era correcta, Jesús no podía ser un ángel;
en la Biblia se le contrasta y distingue de ellos en muchos pasajes (Hb 1;4-13)
(Hb 2;5-8) (Jn 1;3) etc., pero es muy chocante que los TJ se contradigan en
algo tan fundamental como es la identidad de Jesucristo. La Biblia en lugar de
hacer de Jesús un ángel, dice que él es Dios. (Hb 1;6) aclara tal punto: "Pero cuando introduce de nuevo a su
Primogénito en la tierra habitada, dice: 'Y que todos los ángeles de Dios le
adoren." Se observa que, en lugar de ser un ángel, Jesús recibe la
adoración de todos los ángeles, y esto por mandato del Padre. A la luz de (Ex
20;5), donde Dios exige devoción exclusiva, y (Mt 4;10) que muestra que sólo
Dios puede ser adorado, ¿cómo se explica que los ángeles adoren a Jesús? ¿Cómo
se puede entender que la devoción que pertenece sólo a Dios sea tributada a
Jesús? Solo si Jesús es Dios. Esa realidad, y no la de Jesús arcángel, es el
testimonio de la Biblia. Por eso, para evitar esta conclusión, actualmente los TJ traducen (Hb 1;6): “Y que
todos los ángeles de Dios le rindan homenaje” (Contrastar TNM edición 1963 y
1967 con ediciones posteriores).
¿Enseña quizás la Biblia en otro lugar que
Jesucristo es sólo un ángel? Al contrario, todo el primer capítulo de Hebreos
se escribió para demostrar la superioridad del Hijo de Dios en comparación
con los ángeles. Claro que lo TJ pasarán de este primer capítulo e irán de
cabeza al segundo capítulo en el que a partir del v5 hasta el final, el autor
de la carta escribe una especie de objeción a la superioridad de Cristo sobre
los ángeles que ha expuesto en su capítulo primero. Pero es a Cristo, no a los
ángeles, a quien todo ha sido sometido (v5-v8a); sin embargo, antes de la plena
manifestación de ese dominio, Dios ha querido que Cristo sufra y muera,
apareciendo así momentáneamente en condición inferior a la de los ángeles
(v8b-v18).
¿Han notado los TJ la diferencia en autoridad de Jesús sobre Satanás en
(Lc 4;8) y de Miguel, también sobre Satanás, en (Jd 1;9)? (Véase: Jd vers. 1,4,9,24
y 25).
Pero ahora podemos preguntar a los TJ: ¿Quién, pues, resucitó? ¿Cómo
podrá ser Jesús Rey de los Cielos si ha dejado de existir? ¿Pero no dice
la Biblia: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y para siempre” (Heb
13;8)? Y, por otra parte ¿no dice la Biblia: “Dios lo ensalzó… para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla… y reconozca que Jesús es Señor para
gloria de Dios Padre (Flp 2;3-11)? No dice nada de Miguel.
Después de su resurrección, Jesús (como Jesús, no como Miguel) se aparece
por primera vez a los once (Jn 20;19-25), por segunda vez a los once (Lc
24;36-42) y en la ascensión a los cielos en (Hech 1;9). Por otra parte, en
(1Tim 2;5) Jesús es nombrado como solo mediador entre Dios y los hombres, “un
hombre, Cristo Jesús”, no dice un arcángel llamado Miguel. Y Esteban (Hech 7;55) mira al
cielo y alcanza a ver la gloria de Dios y a Jesús (no a Miguel) de pie a la
diestra de Dios. Está claro que Jesús, el Hijo de Dios, sigue en el cielo como
tal, no como un arcángel que nunca fue. Miguel siguió su curso, y el Hijo de
Dios el suyo, infinitamente más excelso.
(Véase como complemento a este estudio el “RESUMEN DE LA DOCTRINA DE LOS
TESTIGOS DE JEHOVÁ EN RELACIÓN AL ARCÁNGEL MIGUEL Y PREGUNTAS CONSECUENTES” bajo
la etiqueta “Miguel arcángel”)