lunes, 29 de junio de 2020

¿SERÁ DESTRUIDA LA TIERRA O LOS JUSTOS LA POSEERÁN ETERNAMENTE?

s/TJ:
La Web JW.org pregunta: ¿Será destruida la tierra? E inmediatamente nos indica que la respuesta de la Biblia es: “No. Nuestro planeta nunca será destruido … la Biblia enseña que Dios creó la Tierra para que fuera habitada para siempre”, “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella (Sl 37;29)”.
Análisis:
Si nuestro planeta nunca será destruido, quiere decir que es eterno… será "habitado para siempre", los justos residirán "para siempre" sobre ella.
Si la Tierra aguanta eternamente, lo será por la actuación milagrosa directa que el propio Dios quiera hacer en un determinado momento sobre la misma. Pero por lo que actualmente conocemos de la Tierra y del Sistema solar no parece que hasta el día de hoy Dios haya actuado especialmente sobre la misma en el sentido de que se eternice su existencia.
Así, por ejemplo, la tierra se ralentiza 12 segundos cada 15.000 años. Esto se debe a los efectos de la gravedad lunar. Como resultado de estos cambios el día medio solar que nominalmente tiene 86.400 segundos se está volviendo progresivamente más largo y es actualmente medible mediante relojes atómicos de gran precisión.

Por otra parte, el futuro del planeta está estrechamente ligado al del sol. La luminosidad del Sol va creciendo de manera que el aumento de la radiación tendrá consecuencias nefastas en la Tierra, incluyendo la pérdida de los océanos del planeta.

Sin embargo, se calcula que la Tierra, si no ocurre ningún cataclismo en el espacio, será habitable “todavía” por alrededor de otros 500 millones de años. El Sol, siguiendo su evolución natural, como ha ocurrido ya con otros astros, se convertirá en una gigante roja expandiéndose hasta unas 250 veces su tamaño actual, alcanzando un radio cercano a unos 150 millones de km. El destino que sufrirá la Tierra entonces no está claro, pero se supone que la órbita de la Tierra decaerá ocasionando que el planeta penetre en la atmósfera estelar y se vaporice.

Las referencias bíblicas que los TJ presentan a favor de la eternidad de la Tierra, son expresiones poéticas de acuerdo con la concepción del universo que se tenía en el momento en que se escribieron. De hecho, todo el Salmo 104 es un maravilloso poema de profunda sensibilidad lírica y religiosa.

Ya dice Jesús en (Mt 5;18) que “antes pasarán el cielo y la tierra que falte una jota o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla” y por otra parte en (Mt 24;35) nos dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Y de acuerdo con esta afirmación, nos aconseja: “no alleguéis tesoros en la Tierra” (Mt 6;19). Por otra parte, San Pedro confirma: “nosotros esperamos otros cielos nuevos y otra tierra nueva” (2Pe 3;13).

Los testigos de Jehová entienden literalmente, palabra a palabra, que “los justos mismos poseerán la tierra y residirán para siempre sobre ella”. Y, por otra parte, enseñan esta creencia como si ello tuviera que ocurrir formando una continuidad sin problemas con la actual vida, ya que bajo el gobierno del Reino de Dios la Tierra se convertirá en un pacífico paraíso incluso para el ladrón que moriría al lado de Jesús. Muchos testigos, en efecto, creen que, después de esta vida, si son contados entre los justos, pasarán sin duda a vivir eterna y felizmente después de la resurrección, en ese maravilloso paraíso.

Pero esta no es la doctrina de los Testigos de Jehová. Su doctrina dice que una vez se haya iniciado el Día del Señor, su famoso milenio, se procederá a la resurrección gradual de justos e injustos por millones de personas, pero nadie en este momento será perfecto, ni unos ni otros. Y aun teniendo en cuenta que Satanás y sus diablos habrán sido encarcelados, incomprensiblemente muchos cometerán cosas malas y viles graves que menoscabarán sin duda la felicidad de muchas personas y cuyo desafuero dará lugar a que sus causantes deban ser eliminados, cortados, a lo largo de los mil años.

Y al final, serán de nuevo soltados Satanás y sus diablos para que efectúen una prueba definitiva a la humanidad sobre su grado de perfección obtenido a lo largo del milenio. Según la Biblia, el diablo conseguirá apartar de Jehová a una cantidad de personas como “la arena del mar”. Podemos imaginarnos que millones de personas serán cortadas en este momento final. Entonces, sí. Solo quienes hayan superado todos estos obstáculos a lo largo de los últimos mil años, entrarán como justos en la vida eterna.