viernes, 1 de septiembre de 2023

REFLEXIÓN AL TEMA 35: "Cómo tomar buenas decisiones" ¡DISFRUTE DE LA VIDA PARA SIEMPRE!

 EDUQUEMOS NUESTRA CONCIENCIA

 Los TJ inician su artículo “Eduquemos nuestra conciencia”, de “La Atalaya (Edición de Estudio) de 15.9.2015, pág 8 y ss, escribiendo: ”Jehová creó a los seres humanos con la libertad de decidir por sí mismos. Además, les dio una herramienta que, bien usada, les ayudaría a tomar buenas decisiones: la conciencia. ¿Qué es la conciencia? Es una voz interna que nos ayuda a distinguir lo bueno de lo malo...  Todos los seres humanos tenemos una conciencia (Rom 2;14,15) … A diferencia de la gente en general, los siervos de Jehová se esfuerzan para que su conciencia esté bien educada. Por eso tratan de conocer la opinión de Dios sobre lo que está bien y lo que está mal, lo cual les ayuda a tomar buenas decisiones”. (“La Atalaya, edición de estudio, de 15.9.2015, pág 8 y ss) 

“Hay miles de millones de personas que no conocen a Jehová.  Muchas de ellas no saben que practican cosas que la Palabra de Dios dice que son malas.  Si persisten en este derrotero, estarán entre las que perecerán en la gran tribulación.  Ahora bien, Jehová no se deleita en la muerte de los inicuos, y tampoco deberíamos hacerlo nosotros. (Ez 33;11) Mientras haya tiempo, nos esforzaremos por ayudar a esas personas a aprender y seguir los caminos de Jehová”. ("La Atalaya" de 1.10.1993, pág 19) 

O sea, que, como hemos leído, los TJ ya nos enseñaban hace años que si alguien hace cosas malas sea que esté al tanto de la enseñanza bíblica sobre el pecado o no, se le deberá computar como pecado "porque... todos tenemos un sentido interno de lo que es pecado" y, por lo tanto, este pecador, "no alcanza la gloria de Dios(La Atalaya de 15.6.1992). En cambio, cuando los TJ analizan en sus libros la actitud, por ejemplo, del conocido como "buen ladrón" (Lc 23; 39-43), nos dicen, en sentido contrario (Véase “Vd puede vivir para siempre…”, pág 170-171), que sí puede alcanzar la gloria de Dios aún sin estar al tanto de la enseñanza bíblica. En este caso "se le debe dar otra oportunidad". Posteriormente, en ("La Atalaya de 1.10.1993), nos dicen que "las personas que no conocen a Jehová... si persisten en este derrotero" están "entre las que perecerán en la gran tribulación". Por eso los TJ "se esfuerzan por ayudar a esas personas a seguir los caminos de Jehová". ¡El lío es tremendo! 

¿Pero, no nos han dicho, que "lo sepamos o no, las personas tenemos –todas- un sentido interno de lo que es pecado"? ¿Tenía este sentido el "buen ladrón"? Hemos de responder que sí, no hay otra respuesta. Luego... sí pecó, ¡sabía que estaba pecando!  Conclusión: no necesita otra oportunidad para saber lo que tiene o no que hacer. ¡Ya la ha tenido! Su conciencia se lo ha ido dictando indefectiblemente.  Y, por eso, su confesión a Jesucristo le depara el perdón de sus pecados y el premio inmediato: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". 

Yo creo que (Rom 2;12-16) que citan los propios TJ está clarísimo en su exposición. No hay una nueva prueba para la humanidad. Dice Pablo: "Cuantos hubiesen pecado sin Ley, sin Ley también perecerán; y los que pecaron en la Ley, por la Ley serán juzgados; porque no son justos ante Dios los que oyen la Ley, sino los cumplidores de la Ley, ésos serán declarados justos. En verdad, cuando los gentiles, guiados por la razón natural, sin Ley, cumplen los preceptos de la Ley, ellos mismos, sin tenerla, son para sí mismos Ley. Y con esto muestran que los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia y las sentencias conque entre sí unos y otros se acusan o se excusan. Así se verá el día en que Dios, por Jesucristo, según mi evangelio, juzgará las acciones secretas de los hombres". Ver también (1Jn 3;18-24) (Jn 5;22-30) (Hech 17;31) (1Cor 4;5)  

Pablo  recalca el  principio, señalado  ya antes  en el  v6 del mismo  capítulo, de  que lo  que  realmente pesará  en la  balanza divina  en el  día  del  juicio, lo mismo para judíos que  para gentiles, serán las obras de cada  uno, con la única diferencia de que los  judíos serán juzgados  de conformidad  con la Ley  dada a ellos, es decir, la ley mosaica, mientras que los gentiles, que no han recibido  ninguna ley positiva, serán  juzgados de conformidad con  la ley  natural impresa  en sus  corazones. Y podemos añadir que los cristianos seremos juzgados de acuerdo con el gran mandamiento del amor que Cristo nos indicó.  Las leyes: cristiana, mosaica y la natural, son expresiones de la voluntad de Dios, y el pecado está en no obrar de conformidad con esta voluntad. 

Ahora, los TJ nos dicen: “… A diferencia de la gente en general, los siervos de Jehová se esfuerzan para que su conciencia esté bien educada. Por eso, tratan de conocer la opinión de Dios sobre lo que está bien y lo que está mal, lo cual les ayuda a tomar buenas decisiones”. (“La Atalaya”, edición de estudio, de 15.9.2015, pág 8 y ss) Pero ya sabemos que para los TJ quien no siga la doctrina que ellos enseñan, no trata de conocer la opinión de Dios sobre lo que está bien y lo que está mal.  O sea, que para los TJ la conciencia solo funciona correctamente si lo hace en una persona que es TJ, que acepta la doctrina de la Watch Tower, en otro caso, la conciencia se comporta como una brújula desnortada que no sabe qué dirección señalar. 

Y los TJ, razonan: Pero alguien, quizás pregunte: "Si uno es sincero en sus creencias ¿no tendrá la aprobación de Dios aunque su religión esté equivocada?" Pues bien, Jesús dijo que él no aprobaría a los "obreros del desafuero" aunque ellos creyeran que estuvieran haciendo lo correcto". Por eso, Dios tampoco aprobaría solamente sinceridad.  (Mt 7;22-23) ("Usted puede vivir ...", pág 31) 

Los TJ no interpretan correctamente, con relación a este tema, el pasaje (Mt 7; 22-23).  Veamos:  

Lo que Jesús nos está enseñando en este pasaje es que aquel que escucha sus palabras y las pone por obra, entrará en el reino de los cielos.   No, en cambio, aquel que asimismo escucha sus palabras y no las pone por obra.   Por lo tanto, la lección es que por mucho que digamos ¡Señor, Señor!, o que incluso hagamos maravillosos milagros, si no ponemos por obra sus palabras nos estamos mereciendo las terribles palabras: "apartaos de mí, obradores de iniquidad". Aquí no se habla para nada de la sinceridad. Se nos está diciendo que no basta con estudiar la Palabra de Dios: hay que ponerla en práctica. 

Los TJ, insisten: Antes de convertirse al cristianismo, el apóstol Pablo contribuyó al asesinato de Esteban.   Más tarde buscó maneras de matar más cristianos (Hech 8;1) (Hech 9;1-2).  Pablo explicó: "Hasta el punto de exceso seguí persiguiendo a la congregación de Dios y devastándola, y estaba haciendo mayor progreso en el judaísmo que muchos de mi propia edad en mi raza, puesto que era mucho más celoso por las tradiciones de mis padres" (Gl 1;13-14) Sí, Pablo era sincero, pero eso no hizo que su religión fuera correcta. ("Usted puede vivir...", pág 32)  

En el caso de Pablo, su religión no era correcta. Pero aquí hablamos de las personas y...  Pablo nos dice en (1Tim 1;13): "fui perseguidor violento, mas, fui recibido a misericordia, porque lo hacía por ignorancia en mi incredulidad; y sobreabundó la gracia de nuestro Señor...".  Se confirma, pues, que, sin Ley, nuestra conciencia es la Ley.  No hacen falta nuevas oportunidades.   

También es interesante en este sentido (Rom 14;14): "Yo sé y confío en el Señor Jesús que nada hay de suyo impuro; pero el que juzga que algo es impuro, para ése lo es". Y también (Rom 14;5).

 Por otra parte, podemos leer (Lc 12;47-48) donde Jesucristo explicándonos en una parábola la actuación de un siervo, dice: "Ese siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no se preparó ni hizo conforme a ella, recibirá muchos azotes.   El siervo que no conociéndola hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos."   

Tanto el siervo que conoce la voluntad de su amo como el que no la conoce, si hacen cosas dignas de azotes, los recibirán.  Aquí, sin embargo, hay un matiz importante ya que se considera más grave el hacer cosas dignas de azote conociendo la voluntad del amo que hacerlas sin conocerla. Es la misma idea que se refleja en (Rom 2;9) en donde se dice: "Tribulación y angustia para todo el que hace el mal, primero sobre el judío, luego sobre el gentil; pero gloria, honor y paz para todo el que hace el bien, primero para el judío, luego para el gentil".

 Curiosamente, si se busca "conciencia"   en el índice de la traducción del "Nuevo Mundo" de los TJ, hay varias entradas, pero la principal, la de (Rm 2;12-16) que hemos visto más arriba, no figura (?)