LA RELIGIÓN, ¿UN GRAN NEGOCIO? LOS TESTIGOS Y EL DINERO
En JW.org se puede leer un artículo titulado: “La
religión, ¿un gran negocio?” Dice así: “¿Se ha fijado en que muchas
religiones parecen estar más centradas en ganar dinero que en darle guía
espiritual a la gente? Ofrecen productos y servicios a cambio de dinero. Muchos
de sus líderes cobran salarios muy altos y viven rodeados de lujo. Veamos
algunos ejemplos: Una investigación sacó a la luz que un obispo católico estuvo
más de trece años usando los fondos de la Iglesia para pagarse casi 150 viajes
en jet privado y unos 200 en limusina. También se gastó más de 4 millones de
dólares en remodelar la casa de la iglesia donde él vivía.”
Queda claro en estas pocas líneas que, según los TJ, la iglesia católica
está dirigida por “muchos” líderes que, aprovechándose de su situación o cargo,
han usado fondos de la Iglesia para su escandaloso beneficio personal. Como
ejemplo, exponen el conocido caso del obispo norteamericano Michael Bransfield.
No es mi intención entrar en un rifirrafe con los
testigos de Jehová para dirimir en que grupo religioso cristiano podríamos
contar con más aprovechados de su situación de liderato. ¡Seguro que todos
tenemos de qué avergonzarnos y de qué pedir perdón al Padre!
A veces he pensado que el rifirrafe podríamos
mantenerlo, a fin de espolearnos mutuamente con buenas intenciones y sin ánimo
vanidoso, para ver qué grupo cristiano invierte más recursos económicos y
personales en programas de ayuda a personas y grupos necesitados. Quien no
tiene nada que esconder, tiene sus informes publicados y, por lo tanto, visibles
y comparables.
Pero creo que tampoco nos sentiríamos satisfechos
moralmente si realizáramos esta competición. Los cristianos sabemos que ni una
cosa ni otra daría tranquilidad de ánimo a nuestras vidas. Por lo tanto ¿por
qué no dejamos las críticas y las acusaciones a un lado -de ellas se cuidan los
medios de comunicación- y nos dedicamos a algo tan sencillo como lo que Cristo
nos ordenó que hiciéramos, ¡amarnos los unos a los otros!?
Yo no me siento capaz de acusar a los TJ de una
actitud malévola en este escabroso tema, fundamentalmente porque no he tenido
ninguna relación económica de calado con ellos. Sí he leído algunos libros y
artículos de extestigos de Jehová en los que la organización de los mismos no
queda muy bien parada, pero no creo que pueda acusar a uno u a otro en temas
graves que no pueda demostrar fehacientemente.
Por otra parte, los TJ insisten que en sus
reuniones no hacen colectas, pero sí admiten donativos de todos los colores:
seguros, cuentas bancarias, acciones, bonos, bienes raíces, testamentos,
fideicomisos… etc. ¡No están por minucias! En una fotografía que acompaña a un
artículo sobre este tema, una mano está colocando un billete doblado en una
especie de cajetín. No son unos céntimos o unas monedas de uno o dos euros, se
trata de un billete de veinte euros ¡muchos de estos billetes se tendrían que
ver en las colectas de las diversas iglesias!