sábado, 2 de septiembre de 2023

REFLEXIÓN AL TEMA 46: "¿Por qué dedicarse y bautizarse? ¡DISFRUTE DE LA VIDA PARA SIEMPRE!

 DIFERENCIAS ENTRE EL BAUTISMO QUE NOS PROPONE LA BIBLIA Y EL QUE NOS ENSEÑA LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ (1ª parte)

Según los testigos de Jehová, el bautismo es el paso que indica públicamente que usted se ha dedicado a Dios y ha pasado a ser testigo de Jehová. (“¿Qué enseña realmente la Biblia?”, pág. 182)

La fórmula cristiana, establecida por Jesús mismo, de bautizar en representación o en nombre de las distintas manifestaciones divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, hoy no forma parte central de la ceremonia del bautismo de los TJ. Sin embargo, desde 1870 hasta 1956, o sea durante setenta y seis años, han estado aplicando en sus bautismos la fórmula que Cristo ordenó, o sea, bautizar “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”, un rito que posteriormente, según ellos, resultó ser falso, y fue, sencillamente, eliminado. De hecho, no podían continuar recitando estas palabras ya que sería estar imitando al cristianismo establecido, tanto católico como evangélico, cosa que los TJ rechazan. Por otra parte, estaban invocando una fórmula trinitaria, cosa inadmisible ya que este invento es… cosa del diablo (“Mentiras y disparates de los Testigos de Jehová”, pág 142)

De hecho, en la actualidad, cuando los testigos de Jehová realizan sus bautismos -normalmente en las asambleas anuales- suele pronunciarse un discurso en el que se explica el significado de este paso. Al final de dicho discurso, el orador hace dos preguntas sencillas a los candidatos al bautismo, y estos las contestan afirmativamente en voz alta. Al contestar “Sí” a estas preguntas, los candidatos manifiestan que tienen una condición de corazón correcta y están listos para el bautismo cristiano. A este paso los testigos de Jehová le llaman “Declaración pública” de la fe (Rom 10;10). A continuación, se les sumerge por completo en agua para mostrar ante todos que se han dedicado a Jehová (“¿Qué enseña realmente la Biblia?”, pág 182).

Bautizarse es algo más que sumergirse en agua. Es un acto simbólico muy importante. El hecho de que usted se sumerja simbolizará que “muere”, es decir, que abandona su estilo de vida anterior. Y el que salga del agua indicará que a partir de ese momento vive para hacer la voluntad de Dios. Nunca deberá olvidar que se ha dedicado al propio Jehová Dios, y no a una obra, una causa, un ser humano o una organización. Su dedicación y su bautismo son el comienzo de una amistad íntima con Dios, de una estrecha relación con Él. (Sl 25;14)

Pero el bautismo no garantiza la salvación. El apóstol Pablo escribió: “Sigan obrando su propia salvación con temor y temblor” (Flp 2;12). El bautismo es solo el comienzo.