jueves, 27 de febrero de 2014

DIOS ES OMNIPRESENTE

 DIOS ES OMNIPRESENTE

s/TJ

“Diversas religiones enseñan que Dios es om­nipresente, es decir, que está en todas partes a la vez. Por ejemplo, el Diccionario Manual Teo­lógico señala que "Dios está completamente presente en todos los lugares".

Asimismo, John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista, escri­bió en un sermón titulado "Sobre la omnipre­sencia de Dios": "No hay un solo punto de es­pacio, ya sea dentro o fuera de los límites del universo creado, donde Dios no esté". ¿Qué enseña la Biblia sobre este asunto? ¿Es Dios omnipresente? ¿Reside al mismo tiempo en cada rincón del cielo y de la Tierra, e incluso en los seres humanos?” (“La Atalaya” del 1/8/2011, pág 27)

Puesto que  Dios es  una persona  que tiene  un cuerpo  espiritual, debe tener un lugar  donde viva.  La Biblia  nos dice que los  cielos son "el lugar establecido  de la  morada" de Dios (Jn 16;28)(Is 66;1)(Is 57;15)(Sl 123;1)(Dt 26;15)(Mt 6;9-10)(1 Re­yes 8:43) Desde luego, "los cielos" que se mencionan en estos textos bíblicos no pueden referirse a la at­mósfera que envuelve la Tierra ni al inmenso es­pacio sideral. ¿Por qué? Porque los cielos físicos no pueden contener al Creador del universo (1 Reyes 8:27). La Biblia enseña que "Dios es un Espíritu" (Juan 4:24). Él vive en los cielos espirituales, un ámbito aparte del universo físico (1 Corintios 15:44)” (“La Atalaya” del 1/8/2011, pág 27)

Por lo tanto: el Dios verdadero no es omnipresente. “El hecho de que Jehová tenga una morada indica que no está en todas partes a la vez”. (“¡Despertad!” de abril 2011, pág 28)

Pero, entonces, si Dios realmente es  una persona que vive en cierto  lugar en el cielo, ¿cómo puede ver todo  lo que sucede en todas partes?,   ¿y cómo puede ser que su poder tenga efecto en todas partes del universo?  (2Cr 16;9) Como ayuda para que entendamos esto, considere los efectos de gran alcance de una central de  energía eléctrica.  Una central de  energía eléctrica se halla en  cierto lugar dentro  de una ciudad o  cerca de ella.   Pero su fuerza eléctrica se distribuye por toda aquella área, y suministra luz y energía.   Con relación  a Dios  sucede algo  similar.  Él  está en  los cielos.   Sin  embargo, su  espíritu  santo,  que  es su  fuerza  activa invisible, puede  tener efecto  en todas partes,  por todo  el universo.  

Dios también tiene bajo su dominio una organización de seres espirituales llamados ángeles, cuyo número, según la Biblia, asciende a cientos —quizás miles— de millones o más (Dan 7;10). El registro bíblico contiene numerosos relatos de ángeles que descendieron a la Tierra como representantes de Dios, hablaron con los seres humanos y volvieron a él con un informe. Un ejemplo es el de los ángeles que bajaron a investigar el clamor contra los habitantes de Sodoma y Gomorra en los días de Abrahán. Fue seguramente después de oír el informe de estos ángeles cuando Dios decidió aniquilar a aquellas ciudades (Génesis 18:20, 21, 33; 19:1, 13).

Como hemos visto, la Biblia pone de manifiesto que no hace falta que Jehová Dios esté presente en todas partes al mismo tiempo. Gracias a la intervención de su espíritu santo y de sus fuerzas angélicas, él está al corriente de todo cuanto sucede en su creación.


No hay duda de lo útil que es la Biblia para conocer mejor a nuestro Creador. En ella aprendemos que él tiene una morada establecida llamada cielo, un ámbito espiritual que está más allá de los cielos físicos; que en dicho ámbito habitan junto con él miríadas de poderosas criaturas celestiales, y que en su morada imperan la serenidad, el poder y la pureza. Además, la Biblia promete que al debido tiempo, la humanidad disfrutará en la Tierra de las mismas condiciones pacíficas que reinan en los cielos (Mateo 6:10) (¡Despertad! abril 2011, pág 28)

Análisis

Aunque a veces se usan indistintamente las palabras inmensidad y ubicuidad, no significan exactamente lo mismo.

INMENSIDAD, en el sentido teológico que aquí nos interesa, significa la aptitud del ser divino para existir en todas las cosas y en todos los lugares.

UBICUIDAD, en cambio, significa la presencia actual de Dios en todas las cosas y lugares. Supone la creación y existencia de las cosas. Es, sencillamente, la omnipresencia actual de Dios en todo cuanto existe. Así, en el orden natural y filosófico cabe distinguir una triple manera de estar presente en una cosa o lugar:

a)      POR PRESENCIA, VISIÓN O CONOCIMIENTO, cuando las cosas están presentes ante nuestra mirada o conocimiento. En este sentido se dice que los alumnos de una clase están presentes a la mirada de su profesor, que los está viendo a todos desde su tarima.

b)      POR POTENCIA, INFLUJO O PODER, cuando se deja sentir el poder o influjo de una persona en algún lugar aunque no esté materialmente presente en él Y así, por ejemplo, el poder del rey se extiende a todos los lugares de su reino aunque no esté personalmente presente en todos ellos.

c)  POR ESENCIA O SUBSTANCIA, cuando una cosa está realmente presente en el lugar que ocupa.

Dios –por su infinidad  e inmensidad- está presente en todas las cosas y lugares por esencia, presencia y potencia. Y que Dios es infinito e inmenso, está reiteradamente expuesto en las Sagradas Escrituras. He aquí algunos textos impresionantes, que podrían multiplicarse con abundancia:

«¿Dónde podría alejarme de tu espíritu? ¿Adónde huir de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú. Si bajare a los abismos, allí estás presente. Si, robando las plumas a la aurora, quisiera habitar al extremo del mar, también allí me cogería tu mano y me tendería tu diestra. Si dijere: «Las tinieblas me ocultarán, será la noche mi luz en torno mío», tampoco las tinieblas son densas para ti, y la noche luciría como el día, pues tinieblas y luz son iguales para ti» (Sl 139;7-12).

«¿Soy yo, por ventura, Dios sólo de cerca? Palabra de Yavé. ¿No lo soy también de lejos? Por mucho que uno se oculte en escondrijos, ¿no le veré yo? Palabra de Yavé. ¿No lleno yo los cielos y la tierra? Palabra de Yavé»  (Jer  23;23-24)

«¿Crees tú poder sondear a Dios, llegar al fondo de su omnipotencia? Es más alto que los cielos. ¿Qué harás?  Es más profundo que el abismo. ¿Qué entenderás? Es más extenso que la tierra, más ancho que el mar» (Job 11;7-9) «Los cielos y los cielos de los cielos no son capaces de contenerte» (1Re 8;27) (2Par 2;6)(2Par 6;18) «El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, ése, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por mano del hombre... No está lejos de nosotros, porque en El vivimos y nos movemos y existimos» (Hech 17;24 y 27-28).

Y es que Dios, como espíritu, está en todas partes.  

Dios no  es sólo eterno (Rm  16;26) (1Tim 1;17), sin  principio ni fin, trascendente al tiempo e invisible (Jn 1;18) (1Tim 6;16), sino que también es, explícitamente, espíritu, "es el Gran Espíritu, aquél  cuya  existencia es eterna" (Jn 4;24) (Sl 90;1-2) , por lo cual no está atado al tiempo y al espacio.

Antes de  Jesucristo, y aun  en su  tiempo, el espacio  encima del firmamento  se consideraba  la  morada de  Dios  (Gn 11;1-10)  (Gn 11;28) (Eclo  5;1) (Sl  2;4) (Sl  11;5) (Sl  14;2) (Jb  22;12) (Mt 5;15,45) (Ef 6;9) etc...  El firmamento se llama entonces trono de Dios, como la tierra  es el escabel de sus pies  (Is 66;1).  De la forma  gramatical  de  la  palabra (dual  en  hebreo),  dedujo  la literatura posterior la existencia de  dos cielos, y fundada en el giro "el cielo  y los más altos cielos" (1Re  8;27), hasta de tres cielos , de  los que el más  alto, el tercero, sería  la morada de Yahvéh.  Así vemos  que de conformidad con  la ciencia astronómica de entonces, que distinguía el cielo atmosférico, el de los astros y  el superior  o empíreo,  Pablo nos  explica que  fue arrebatado hasta el tercer cielo (2Cor 12;2)

¿Pero no se dice en la Biblia:  "...los cielos y los cielos de los cielos no son  capaces de contenerte" (1Re 8;27)  (2Par 2;6) (2Par 6;18);  "...¿Adónde  huir de  tu  presencia? (Sl  139;7-12).  Ver también: (Jr 23;23-24) (Jb 11;7-9) (Hech 17;24) (Hech 17;  27-28)  Claramente Dios, como espíritu, está en todas partes.


¿Cómo explican los  TJ los versículos en los que  se dice que Dios baja personalmente a la Tierra  para cumplir algún cometido?.  Por ejemplo (Gn 3;8) en el que  se presenta a Yahvé Dios "paseando por el jardín al fresco  del día", o (Gn 11; 5) en el  que se dice que "bajó Yahvé  a ver la ciudad  y la torre que  estaban haciendo los hijos de los hombres", o en (Gn 18;20) en dónde hablando de Sodoma y Gomorra, Dios dice: "Voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde en todo al  clamor que ha llegado hasta mí...", etc, etc.  En todos estos casos, ¿Dios abandonaba su morada en los cielos  y  bajaba, en  persona,  a  la  Tierra?   ¿Es que con su  espíritu santo en acción y sus millones de ángeles no tenía bastante?