ÁNGELES. HIJOS DE LA REGIÓN DE LOS ESPÍRITUS
s/TJ:
Dios crea a
muchas personas de espíritu,
celestiales, similares a él. En la Biblia a estos espíritus se les llama ángeles. También
se les llama "hijos de Dios" (Jb 38;7) (Sl 104;4) (Hb 1;7,13,14) Dios los creó
perfectos a todos. Ninguno
de ellos era un diablo
o un satanás. (Usted puede
vivir ...., pág 18)
Análisis:
Estos seres de naturaleza nobilísima, espíritus puros, elevados al
orden sobrenatural, subsistentes
como personas, parte de los
cuales alcanzaron la
bienaventuranza con Dios
y parte son eternamente desgraciados
por su culpa,
¿cómo vinieron a la
existencia?
A esta pregunta
contesta la razón y la fe que fueron creados por Dios de la nada. En cuanto a la razón, véase ("La
Creación", pág 133 y ss). La fe nos dice que los ángeles existen realmente
y que han sido creados. En primer lugar,
la Biblia nos asegura que los ángeles son muchísimos y de naturaleza
distinta cada uno de ellos, quiero decir
que no es una sola naturaleza en
muchas personas, sino muchos seres
independientes unos de otros. Por otra parte, la Biblia afirma, que "en El fueron creadas todas las cosas del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, los tronos, las dominaciones, los
principados, las potestades; todo fue creado por El
y para El."
(Col 1;16) (Jn 1;3),
que las milicias
celestiales, o sea, los ángeles
deben alabar al Señor
"porque fueron creados a su
mandato" (Sl 148;5). La tradición está de acuerdo
con esta doctrina
de la Biblia.
Tenemos muchísimos testimonios. Los Padres no sólo
enseñaron esta verdad en su predicación ordinaria, sino que la defendieron
valientemente contra sus impugnadores. La
doctrina de la creación
de los ángeles era
tan común en
oriente en tiempo
del emperador Justiniano, que
castigó con el
destierro a algunos que se atrevieron a ponerla en duda.
En lo que sí duda la
tradición es en lo que podríamos
denominar la posibilidad de multiplicación autónoma
de los ángeles -como ocurre con
el hombre o con los
animales- , pero ello no
contradice el hecho de su
creación inicial. Los documentos eclesiásticos no cambian en nada esta
censura.
Resumiendo, pues, toda la
doctrina de la existencia y creación de
los ángeles, pueden establecerse estas conclusiones:
a) Es verdad de fe, por
la Sagrada Escritura y por
la Tradición e implícitamente definida en el
Concilio Lateranense IV (D.428) y en el Concilio Vaticano I (D.1783),
que los ángeles existen
b) Es teológicamente cierto que los ángeles son puros espíritus
c) Es de fe definida en
el Concilio Vaticano I que los ángeles
no proceden de Dios por emanación
d) Es teológicamente cierto
que no proceden unos de otros
e) Es de fe
definida en el Concilio
Lateranense IV y en el Concilio Vaticano
I que, al menos algunos ángeles, han sido creados de la nada
f) Es teológicamente cierto
que todos y cada uno de los
ángeles distintos entre sí por
naturaleza y por la
persona han sido creados por Dios
de la nada.(Este punto quizá pueda considerarse doctrinalmente de fe y hasta de fe
definida (D.1805))
g) Es totalmente incierta la
posibilidad de que un ángel produzca otra persona angélica, comunicándole
por generación o espiración, su misma sustancia.
¿Cuándo fueron creados
los ángeles?. La cuestión no puede
resolverse con los textos de la Sagrada
Escritura, sencillamente, porque no lo dice.
Por lo tanto, los TJ no pueden ser categóricos en este aspecto, como
cuando aseguran que:
s/TJ:
"Mucho antes de que Dios 'empezara a hacer la tierra', creó los ángeles como
personas invisibles... La creación de los ángeles aconteció antes de que el planeta
tierra fuera preparado para habitación humana." ("De paraíso
perdido a paraíso recobrado", pág 29 y 30) ("La Atalaya" de
1.5.68, pág 263)
Análisis:
El Concilio Lateranense IV enseña que el hombre fue creado después de
las criaturas espirituales y las materiales, luego no cabe duda que los ángeles ciertamente fueron creados antes que el hombre. (D.428). Ahora bien,
¿fueron creados también antes que
el mundo visible? Los Padres andan
divididos ante esta pregunta: hay quienes lo afirman y quienes lo niegan.
s/TJ:
En años recientes se
ha confirmado de manera
concluyente mediante conocimiento
aumentado que no es posible que existan criaturas ni en Marte ni en los otros planetas de
nuestro sistema solar con la excepción de la
Tierra. La base de la creencia de muchos científicos sobre la existencia de criaturas inteligentes
en otros planetas es la convicción de
que la vida inteligente es el producto
de inevitables procesos evolutivos... La
realidad es que aun la vida en la Tierra no evolucionó de materia inanimada.
Los humanos inteligentes no son producto
de centenares de millones de años de desarrollo evolutivo. Más bien el hombre fue creado divinamente. La
vida sólo procede de vida ya existente, y Jehová Dios es la fuente de toda la vida, como escribió el
inspirado salmista bíblico:
"Contigo está la fuente de la
vida" (Sl 36;9).
Pero a pesar del hecho de que no hay formas
"evolucionadas" de vida, ¡sí existen criaturas maravillosas e
inteligentes en la región de lo que los hombres llaman "espacio exterior"!. Además, ¡se
ha logrado establecer comunicación con ellas!." "Las criaturas
sobrehumanas e inteligentes que existen en el espacio exterior
fueron creadas por Jehová Dios. La creación de éstas aconteció antes de que el
planeta Tierra fuera preparado para habitación humana. En su Palabra, la
Biblia, Jehová Dios habla del tiempo en que él fundó la Tierra. En ese tiempo,
según explica él, 'las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y
todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso" (Jb 38;4-7). Estos
hijos de Dios son poderosas criaturas angelicales que verdaderamente son
"mucho más hábiles e inteligentes que nosotros". En el pasado
Dios a menudo las usó para comunicarse con los humanos. ('La Atalaya' de
1.5.68, pág 261-264)
"Antes del diluvio algunos ángeles cultivaron deseos que eran
contranaturales para las criaturas celestiales, llegaron a estar descontentos
debido a que no podían casarse y materializaron cuerpos carnales para
tomar mujeres como esposas. En vista de que aquellos ángeles "no
guardaron su posición original ... Dios
los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio
del gran día' (Jd 6) (Gn 6;1-2)."('La Atalaya' de 15.5.92, pág 13)
Estas criaturas inicuas en el espacio invisible ahora están circunscritas
a la cercanía de la Tierra, y tienen "gran cólera porque saben que
sólo tienen un corto período de tiempo' antes de que sean abismadas (Ap 1;1)
(Ap 12;9-12) (Ap 20;1-3). Para obtener protección de su influencia necesitamos
la ayuda de Dios y sus ángeles fieles. Felizmente, se promete esta ayuda y, se
nos asegura consoladoramente: Dios "dará a sus propios ángeles un mandato
concerniente a ti, para que te guarden en todos tus caminos." “El ángel
de Jehová está acampado todo alrededor de los que le temen, y los
libra" (SI 91;11) (SI 34;7) (Hb 1;7-14) ("La Atalaya' de 1.5.68,
pág 264)
No obstante, los ángeles fieles son felices. Jehová colocó los cimientos
de la Tierra "mientras cantaban a coro las estrellas de la aurora entre la
alegría de sus servidores celestiales" (,Jb 38;7) ¿Por qué son felices los
santos ángeles? Porque sirven constantemente a. Jehová Dios "mediante
escuchar la voz de su palabra" para obedecerla. Se deleitan en 'hacer Su
placer' (Sl 103;20-21). Sí, los santos ángeles son felices porque sirven
fielmente a Jehová ('La Atalaya' de 15.5.92, pág 13)
Análisis:
Podemos observar que cuando "Jehová
colocó los cimientos de la Tierra", todavía no había ocurrido lo que se
nos cuenta en (Gn 6;1-2) y que los TJ nos explican diciendo que algunos ángeles
"llegaron a estar descontentos debido aL que no podían casarse y materializaron
cuerpos carnales para tomar mujeres como esposas." No deberían estar muy
alegres éstos cuando "Jehová colocó los cimientos de la Tierra".
Quizá es que tiene razón un TJ cuando reflexionando sobre su vida anterior
dice: "A menudo había inquirido en el seminario sobre la vida en el más
allá, y me habían contestado que el cielo es como una gran iglesia en la que
todos estarán de pie orando ante Dios. Yo pensaba: '-Qué aburrimiento!"
'(¡Despertad! de 22.8.93, pág 14).
Y digo yo ¿Qué diferencia habrá entre esta
explicación -sin querer decir con ello que sea correcta- y la que nos dan los
TJ sobre la vida de los ángeles? ¿Qué panorama les espera a los 144.000
cristianos ungidos cuando hayan terminado con su tarea de jueces? "Los
cristianos ungidos casados que sirven gozosamente a Dios ahora, no se casarán
cuando sean resucitados a la vida celestial, pero serán felices al efectuar la
voluntad divina como criaturas de espíritu" ('La Atalaya, de 15.5.92, pág
13) Y ¿no nos dice (Mt 18;10) que los ángeles de los pequeños ven de continuo
en el cielo la faz de Dios? ¿Acaso les ocurrirá a los 144.000 que se aburrirán
y estarán descontentos viendo la buena vida que -a juzgar por los dibujos que
del Reino de Dios en la Tierra nos presentan los TJ- se dan sus correligionarios
en la Tierra?
El tema que sacan a colación los TJ en la
primera parte de esta cita, puede leerse en todo su jugo en
("Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta',pág 167/37). Sobre
esta interpretación de los TJ podemos añadir también que la han cambiado varias
veces a lo largo de su historia.
Esta pequeña perícopa, (Gn 6;1-4),
extremadamente enigmática, aparece artificialmente incrustada en el contexto,
ya que no se adapta a lo narrado en el capítulo 5 sobre la genealogía de los
patriarcas.
Por otra parte, en la narración de] diluvio
que sigue, no se alude para nada a este incidente de las relaciones
entre los "hijos de Dios" y las "hijas de los hombres. Por eso,
la mayor parte de los autores consideran este fragmento como una adición
posterior, incrustada por el recopilador yhavista para acentuar más el estado
de prevaricación de la humanidad como justificación de] terrible castigo del
diluvio. En su forma primaria parece que el fragmento es una explicación
popular y folklórico del origen de los gigantes o nefilim, raza ciclópea, a la
que en la tradición cananea se atribuía la construcción de los monumentos
megalíticos, abundantes sobre todo en Transjordania; eran los héroes famosos
muy de antiguo, cuyas hazañas corrían en las leyendas ancestrales.
La expresión "hijos de Dios", en la
Biblia, es equivalente a ángeles y en este sentido lo han entendido los
traductores griegos alejandrinos de la versión de los LXX. Los Santos Padres
comúnmente aceptan la versión de los LXX y entienden el pasaje bíblico en el
sentido de relaciones sexuales pecaminosas entre los "ángeles" y las
"hijas de los hombres" .
Pero a partir del S IV, una vez aclarada la
naturaleza espiritual de los ángeles, los cuales, por lo mismo, no podían
sentir atracciones de tipo sexual, la mayor parte de los padres se inclinan por
la opinión de que estamos ante una tradición popular que representaba el
diluvio como la aniquilación de una raza de gigantes brutales y orgullosos. A
causa de su fuerza sobrehumanas la imaginación popular les atribuía un origen
igualmente sobrehumano. Eusebio veía en este pasaje bíblico el origen de las
leyendas griegos sobre los gigantes y titanes, los cuales provenían de las
relaciones entre las divinidades y las mujeres. El texto bíblico presenta a
Dios como Soberano, Señor de la historia humana, y que no quiere transigir con
las aberraciones sexuales reinantes: "No permanecerá por siempre mi
espíritu en el hombre, porque no es más que carne" (v.3). La palabra
"carne" tiene aquí sentido de fragilidad y aun de sensualidad: el
hombre, bajo el pecado, se ha ido separando de Dios, entregándose a las
exigencias carnales de su cuerpo y olvidándose de sus valores espirituales. Por
eso Dios va a enviar el diluvio devastador.
s/TJ:
"Las Santas Escritura dividen en por lo menos tres clases a estos
"hijos de Dios" celestiales. La primera de estas clases que se
menciona es la de los "querubines" (Gn 3;24) (Sl 80;1) (Sl 99;1) (ls
37;16). Además de esos querúbicos
"hijos de Dios" hay
una clase general de ángeles. No hay razón histórica para dudar de la
existencia de estas criaturas invisibles de la región de los espíritus, porque
han hecho muchas apariciones de autenticidad comprobada a los hombres. (Gn
18;1) (Gn 19;29) (Gn 32;1-2). La palabra bíblica para ángel significa también
“mensajero" (Mal 3;1) (Sl 103;19-21) Una clasificación más de los
"hijos de Dios" celestiales es la de los serafines. Estas criaturas
de la región espiritual muestran mucha reverencia a la persona de Dios (Is
6;1-7).
La cantidad de todos estos celestiales "hijos de Dios",
los querubines, los serafines y los ángeles, llega a millones (Dn 7;9-10). Un
número tan tremendo de "hijos de Dios" celestiales despliega la gran
productividad creativa por parte del Padre celestial, Jehová Dios el
Todopoderoso. El tiene una maravillosa familia de hijos obedientes en
los cielos. Estas no son criaturas de sangre y carne, porque fueron creadas
antes que fuera creada nuestra Tierra sobre la cual nosotras, criaturas de
sangre y carne, ahora vivimos. De modo que esos "hijos de Dios"
celestiales son espíritu, como Dios mismo lo es, y en naturaleza son
completamente distintos a nosotras las
criaturas humanas terrestres. Los "hijos de Dios" de la región de los
espíritus eran todos hermanos, pues todos eran hijos de] mismo Padre
celestial." ('El propósito eterno de Dios va triunfando ahora",
pág 29-33)
(Ap 5:11) deja ver que alrededor del trono de Dios había "miríadas de miríadas" de ángeles.
Una miríada es un conjunto de
10.000 unidades; por consiguiente, una miríada de miríadas (10.000
x 10.000) equivale a 100.000.000. Sin embargo,
el texto dice "miríadas de miríadas", dejando así abierta la posibilidad de que existan muchos miles de
millones de espíritus celestes. ) El registro bíblico contiene numerosos
relatos de ángeles que descendieron a la Tierra como representantes de Dios, hablaron con los seres humanos y volvieron a él con un informe. Un ejemplo es el de los ángeles que bajaron a investigar el clamor contra los habitantes de Sodoma y Gomorra en los días de
Abrahán. Fue seguramente después de oír el informe de estos ángeles cuando Dios decidió aniquilar a aquellas
ciudades (Génesis 18: 20, 21,
33; 19:1, 13).
Como hemos visto,
la Biblia pone de manifiesto que no
hace falta que Jehová Dios esté presente en todas partes al mismo tiempo. Gracias a la intervención de su espíritu santo y de sus fuerzas angélicas, él está al corriente de
todo cuanto sucede en su creación.
Análisis:
Ver los temas relacionados con el Espíritu Santo para responder a esta última parte del tema
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