martes, 18 de febrero de 2014

JESUCRISTO DIJO QUE VENDRÍA "OTRA VEZ". PRUEBAS DE SU VENIDA.

JESUCRISTO DIJO QUE VENDRÍA "OTRA VEZ". PRUEBAS DE SU VENIDA.

s/TJ:
"No se les perturbe el corazón.  Ejerzan fe en Dios , ejerzan fe también en mí.  En la  casa de mi Padre hay muchas moradas.   De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi  camino y les preparo un lugar,  vengo otra vez y los recibiré en casa  a mí mismo, para que donde  yo estoy también estén ustedes" (NM) (Jn 14;1-3) 
"Vengo  otra  vez"  (Jn  14;3). Jesucristo hizo esta promesa a sus apóstoles cuando estuvo con ellos la  noche antes de su  muerte.  Usted quizás reconozca que  nunca antes ha habido más necesidad  de la paz, la salud y  la vida que  la vuelta de  Cristo en el  poder del Reino  ha de traer a la humanidad.  Pero, ¿cómo  vuelve Cristo?, ¿quienes lo ven y de qué manera?. 
Al volver, Cristo  no viene a vivir  en la Tierra.  Más bien,  a los que han de  gobernar como reyes  con él se  les lleva a  vivir con él  en el cielo.  Jesús  dijo a sus apóstoles:  "Vengo otra vez y  los recibiré en casa a  mí mismo,  para que  donde yo estoy  también estén  ustedes" (Jn 14;3).  Por  eso, cuando Cristo  vuelve, los  que son llevados  al cielo llegan a  ser personas celestiales, o  de la región de  los espíritus, y ven a Cristo  en su cuerpo glorificado de espíritu  (1Cor 15;44).  Pero, ¿ve a  Cristo cuando él regresa  el resto de la  humanidad, personas que no van al cielo?.
Aquella misma noche  Jesús dijo también a sus apóstoles: "Un poco más y el mundo ya  no me contemplará , mas ustedes  me contemplarán, porque yo vivo y  ustedes vivirán" (NM)  (Jn 14;19).  El  "mundo" se refiere  a la humanidad.  Así que Jesús aquí dijo claramente que la gente de la Tierra no lo vería de nuevo después de Su muerte.   ("Usted puede vivir...", pág 142-143)
Análisis:  
"Un poco más": indica el corto espacio que media entre el discurso y la muerte.  El mundo no lo volverá a ver más.  Hasta ahora lo ve el  mundo, aunque  no  cree  en él  (Jn  6;40)  Los discípulos  lo seguirán viendo, es  decir, gustando de su  presencia.  La palabra griega que emplea Juan,  tiene variedad de sentidos.  Generalmente se  refiere a  la vista  corporal,  como aquí  relacionado con  el mundo, pero también equivale a  conocer y aun a experimentar.  (Jn 4;19) (8:51) (12;19) ( 12;45) Este sentido general, de experiencia vital y perfección en el  conocimiento espiritual, es el que tiene aquí referido a los discípulos.  
La razón por  la cual no se interrumpirá la  presencia paternal de Cristo  en los  suyos  está  en la  vida.   Jesús sigue  viviendo. "Vivo", presente de perfección y continuación.  Aunque desaparezca de la vista del mundo, sigue  viviendo.  Esta vida de Cristo es ya totalmente sobrenatural, aun en su humanidad, transformada, puesta en  estado de  potencia y  de  gloria divina. "Y vosotros", con énfasis y contraste, "viviréis". ¿Qué  vida? No se trata solamente de la vida natural, se trata principalmente  de la vida sobrenatural, por la  gracia, que une al creyente  con Cristo. La vida de los fieles se  deberá  al  influjo  vital  de  Cristo glorificado en ellos. Seguirá, pues, siendo verdadero padre de ellos como el tronco lo es  del sarmiento. Es verdad que no los deja huérfanos. 
s/TJ:
"Volver" no  siempre quiere decir  que se va  a un lugar  literal.  Así, pues, de  personas que  han estado  enfermas se dice  que 'vuelven  a la salud'.  Y de un ex-gobernante se puede decir que 'vuelve al poder'.  De manera similar,  Dios dijo a  Abrahán: "Volveré a  tí, el año  próximo a este tiempo, y Sara tendrá un hijo"  (Gn 18;14) (Gn 21;1).  La vuelta de Jehová quiso decir, no literalmente volver, sino "dirigir su atención" a Sara para hacer lo que él había prometido.  
De  la misma  manera, la  vuelta de  Cristo no  significa que  él vuelve literalmente a  esta Tierra.  Más bien,  significa que él toma  el poder del Reino para con esta Tierra y  dirige su atención a ella.  Para hacer eso, él no tiene que abandonar su  trono celestial y de hecho bajar a la Tierra. 
Puesto  que la  vuelta de  Cristo es  invisible, ¿hay  alguna manera  de confirmar que realmente haya acontecido?   Sí; la hay.  Cristo mismo dio una  "señal" visible  por la  cual podemos  saber que  él está  presente invisiblemente y que el fin del mundo se ha acercado.  ("Usted puede vivir...", pág 146-147)
¿No dijeron  los dos ángeles allí  presentes a los apóstoles  que Cristo "vendrá así  de la misma manera  que lo han contemplado  irse al cielo"? (Hech  1;11) Sí,  dijeron  eso.   Pero note  que  dijeron  "de la  misma manera"... ¿Y cuál fue la manera como se fue Jesús?. Fue callada sin ostentación pública. Sólo sus apóstoles supieron de ello. El mundo no.  
Considere la descripción que da la Biblia de la manera corno Jesús dejó a sus apóstoles al irse al cielo: "Estando ellos mirando, fue elevado y una nube se lo llevó de la vista de ellos" (Hech 1;9). De modo que, cuando Jesús empezó a ascender al cielo, una nube lo escondió de la vista literal de sus apóstoles. Por tanto Jesús al partir, se hizo invisible a ellos. Estos no podían verlo. Entonces ascendió al cielo en su cuerpo espiritual (1Pe 3;18) Así, pues, su regreso también sería invisible, en un cuerpo espiritual.   ("Usted puede vivir ...” pág 142-147)
Análisis: 
Ascensión del Señor Jesús al cielo (Lc 24;50-53)(Mc 16;19-20) (Hech 1;9-12)   Un día Jesús lleva a sus apóstoles hacia Betania (Lc), en el monte de los olivos (Hech 1 ; 12). Jesús hablaba con ellos (Mc) y después levantando sus manos, los bendijo (Lc). Y mientras los bendecía se alejaba de ellos y era elevado al cielo (Lc). Los apóstoles vieron cómo se elevaba (Hech 1;9), y mientras estaban mirando al cielo fija la vista en él, que se iba, dos varones con hábitos blancos se les pusieron delante (Hech 1;10)  
Parece, pues, que la acción fue más bien lenta, pues los apóstoles estaban mirando al cielo mientras "se iba". Los  dos personajes “con hábitos blancos" son dos ángeles con forma humana, igual que los que se aparecieron a las mujeres junto al sepulcro vacío de Jesús (Lc 24;4) (Jn 20;12)  
Estos dos personajes anuncian a los apóstoles que Jesús reaparecerá de nuevo de la misma manera que lo ven ahora desaparecer: “varones galileos, ¿Qué estáis mirando al cielo?  Ese Jesús que ha. sido llevado de entre vosotros al cielo vendrá así como le habéis visto ir al cielo” (Hech 1;11) (Sobre las nubes: (Mt 24;30) (Mt 26;64) (Mc 13;26) (Lc 21;27) (Ap 1;7) (Ap 14;14) (1Tes 4; 16-18). También se traduce: "vendrá de la misma manera..." (Manera: modo como se ejecuta una cosa)  
Alusión, sin duda, al retorno glorioso de Jesús en la parusía, que desde este momento se convierte en la suprema expectativa de la primera generación cristiana y cuya esperanza alentaba y sostenía en sus trabajos (Mc 13;26) (Hech 30;20,21) (1Tes 4;16-18) (2Pe 3; 8-14) (Dn 7;13)  
Por   fin, una nube ocultó  al  Señor Jesús a los ojos de los apóstoles (Hech 1;9) y se sentó a la diestra de Dios (Mc) ¿Y de qué manera lo ven desaparecer?. Por encima de las nubes, lo dice textualmente las Sagradas Escrituras. Exactamente de la misma manera como se fue -desapareció detrás de las nubes- vendrá. Vendrá, pues, de detrás de las nubes, sobre las nubes. Pero si el propio Jesucristo se lo dice claramente al pontífice del sanedrín cuando lo interrogan antes de atarlo "Y yo os digo que un día veréis al Hijo del hombre... venir sobre las nubes del cielo" (Mt 24;30) (Mt 26;64) (Mc 13;26) (Lc 21;27) (Ap 1;7) (Ap 14;14) (1Tes 4;16-18)  
El lenguaje de Marcos, recuerda la ascensión de Elías (2Re 2;11) (Ecli 48;9). La proclamación de su gloria se expresa con el (Sl 110;1) en que se reconoce a Cristo "sentado a la diestra de Dios".  
Los apóstoles se postraron ante Jesús mientras éste se elevaba (Lc) Era  el acto de  acatamiento ante la majestad de Jesucristo, que así subía a los cielos.  
Los TJ dicen que la venida, o parusía, de Cristo, es invisible. Pero a esto se puede oponer que, de hecho, Cristo de manera invisible o en espíritu siempre ha estado y está en la tierra. Por ejemplo: "Dónde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18;20). "Sabed que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28;20)  
Después, los apóstoles se volvieron a Jerusalén con grande gozo, estando de continuo en el templo bendiciendo a Dios (Lc), perseverando unánimes en la oración (Hech 1;14) y predicando por todas partes, "cooperando con ellos el Señor y confirmando su palabra con las señales consiguientes" (Mc 16;20)(Mt 28;20)  
Este final reconoce la obra misionera de los apóstoles y la confirmación de ella que Cristo hacía con milagros. Es ya la predicación y extensión de la fe, vista desde la perspectiva histórica de unas decenas de años.  
Mt y Jn dan por supuesto el hecho de la ascensión, aunque explícitamente nada dicen (Mt 28;16-20) (Jn 21;25).
s/TJ:
Cuando los escritores bíblicos del siglo I hablaron de la asunción del poder real por Jesucristo, distinguieron entre su venida y su presencia. La 'presencia' de Jesucristo investido de poder real se sentiría y reconocería muchos años antes de su “‘venida' sobre las  nubes del cielo con poder y gran gloria" (Mt 24;30). La presencia invisible de Cristo (griego: parusía) precedería a esta venida (griego: érkjo.mal) para ejecutar la sentencia contra una generación rebelde e inicua.   (“íDespertad!” de 8.5.93, pág 26-27)
En 1914 tiene lugar el regreso (presencia) de Cristo de forma invisible el cual es entronizado Rey e inicia el gobierno del reino mesiánico de Dios que es establecido en los cielos. En realidad, en 1914, Jesucristo terminó su espera de mil novecientos años a la diestra de Dios y tomó la autoridad del Reino prometido por largo tiempo (Dn 4;10-37).   ("Usted puede vivir ... “, pág 138 y SS.)  
Así, pues, Jesucristo está gobernando ahora mismo en medio de sus enemigos (Dn 4;10-37) (2Pe 3;7)   ('Usted puede ...” pág 68)  
El 'descender de] cielo' el Señor no necesariamente significa una vuelta visible, porque en varias ocasiones de la historia de los israelitas la Biblia dice que Jehová Dios visitó a su pueblo terrestre, y, sin embargo, eso no envolvió una venida visible de él (Ex 4;31) (Gn 50;24) (Rut 1;6).   (“Despertad!” de 8.3.68y pág 27)  
De todas maneras, la vuelta de Jesús no significa que él vuelve literalmente a esta tierra. Más bien significa que él toma el poder del Reino para con esta tierra y dirige su atención a ella. Lógicamente, para hacer eso, él no tiene que abandonar su trono celestial y de hecho bajar a la tierra. Más bien, a los que han de gobernar como reyes con él -los 144.000- se les lleva a vivir con él en el cielo (Jn 14;3). Por lo tanto sólo éstos ven a Jesús. Nadie más (Jn 14;19) (2Cor 5;16) (Mt 25;31) (Flp 2;8-11) (Jn 6;51) (Hb 10;10). En efecto, lo que está ocurriendo en el mundo desde 1914, es la 'señal' visible por la cual podemos saber que Jesús está presente invisiblemente y que el “fin del mundo" se ha acercado.  ('Usted puede vivir...”, pág 142)
Hay personas que reconocen que las condiciones que Cristo mencionó para su vuelta están presentes ahora, pero creen que Cristo no está presente ahora sino que vendrá en breve. Estas personas no comprenden que Jesús dio estas evidencias como testimonio del hecho de que ya habría regresado, no de que su vuelta sería después de verse tales evidencias. Los discípulos le preguntaron: “¿Qué será la señal de su presencia y de la consumación del sistema de cosas?” (Mt 24;3). El hecho de que Cristo no pueda ser visto ahora no arguye contra su presencia real junto con estas evidencias. Si hubiese tenido la intención de ser reconocido visiblemente por los hombres al tiempo de su vuelta, ¿por qué habría necesitado una señal?  
Algunas personas, que arguyen a favor de una vuelta visible citan (Ap 1;7), que dice: “¡Miren! viene con las nubes, y todo ojo le verá". Sin embargo Jesús claramente expresó antes de su muerte: “Un  poco más y el mundo no me verá más” (Jn 14;19). Dado que esto es cierto, es evidente que la declaración de Apocalipsis se refiere a verlo con el ojo del entendimiento. De otra manera las palabras de Pablo en (1Tim 6;14-16) no tendrían sentido cuando hablan de Cristo Jesús y lo describe como aquél "quien habita en una luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto o puede ver”.   ('La Atalaya” de 1.12.59, pág 720-721)  
Análisis:
Pero, ¿cómo pueden decir los TJ que este párrafo de (1Ti 6;14-16) se refiere a Jesucristo?. ¿Desde cuándo los TJ creen que Jesucristo es Dios'?. Su afán por una presencia invisible de Cristo les lleva a querer hacernos comulgar con ruedas de molino...  
s/TJ:
El hecho de que es posible que Cristo visite al género humano y no obstante no se le pueda ver es evidente del registro de Israel donde se expresa claramente en muchos casos que Dios visitó a la nación, sin embargo no fue visto (Gn 50;24) (Rut 1;6).  
Todo  estudiante de la Biblia admitirá prestamente que ningún hombre puede ver a Dios y vivir; sin embargo Pablo, cuando escribió a los hebreos, dijo de Jesús: "El es la reflexión de su gloria (es decir, de Dios) y la representación exacta de su mismo ser" (Hb 1;3). Dado que el Hijo de Dios fue transformado así a esta semejanza explícita a Dios al tiempo de su resurrección, se entiende claramente por qué éste "mundo no lo verá más". ("La Atalaya” de 1.12.59, pág 720-721)  
Recuerde que el libro de Revelación se presentó "en señales" (Ap 1;1). Este pasaje: “¡Miren! Viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que lo traspasaron” (Ap 1;7) debe, pues, ser simbólico. En cualquier caso, ¿cómo podrían ver la vuelta de Cristo "los que lo traspasaron"?, ¡murieron hace casi 20 siglos!. Además, los ángeles dijeron que Cristo volvería "de la misma manera" como partió. Bien, ¿cómo partió? ¿Lo vieron millones de personas? no, tan sólo unos cuantos seguidores fieles contemplaron su partida. Y cuando los ángeles les hablaron, ¿estaban viendo los apóstoles físicamente toda la ascensión de Cristo al cielo? No, una nube había cubierto a Jesús y ya no se le veía. Poco después debió entrar en los cielos como un espíritu, invisible a los ojos humanos (1Cor 15;50). De modo que a lo sumo los apóstoles vieron el principio de la ascensión de Jesús; no pudieron ver el final, su regreso a la presencia celestial de su Padre, Jehová. Sólo pudieron discernirlo con los ojos de la fe (Jn 20;17).  
La Biblia enseña que Jesús vuelve de manera similar. Jesús mismo dijo poco antes de su muerte: 'Un poco más y el mundo ya no me contemplará” (Jn 14;19). También dijo que “el reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable' (Lc 17;20).   ("La Atalaya” de 1.10.92, pág 16-17)  

Análisis:
Si el Apocalipsis "se presentó en seriales" y ésta es una de las razones por las que debe entenderse en sentido simbólico la expresión "todo ojo", ¿por qué no aplicar el mismo razonamiento al hablar de los 144.000 elegidos?.  
Después de las palabras de (Lc 17) que citan los TJ, Jesús sigue: “Ni podrá decirse: 'Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros' (Lc 17; 21). ¿No será que los TJ se hacen un lío con el Reino de Dios y la segunda venida del Hijo del hombre?  
s/TJ:
¿En qué sentido, entonces, 'lo verá todo ojo'? Para contestar a esta pregunta debernos antes entender bien el significado del término que usaron Jesús y sus seguidores con referencia a su vuelta.  
El hecho es que Cristo hace mucho más que solo 'volver'. Este término, corno la palabra "venida", "llegada" o "advenimiento" , se refiere a un solo  acto que se lleva a cabo en un momento  determinado. Pero la palabra griega que emplearon Jesús y sus seguidores significa mucho más. La palabra es 'parusía', que literalmente significa "acción de estar al lado de" o "presencia". La mayoría de los eruditos concuerdan en que esta palabra no sólo hace referencia a una llegada, sino también comunica la idea de la presencia subsecuente, como en el caso de una. visita de Estado de un personaje de la realeza. Esta presencia no es un acto momentáneo; es una época especial, un espacio de tiempo señalado.  
La 'parusía' no puede ser físicamente visible a los ojos humanos. Si lo fuera, ¿por qué pasó Jesús tanto tiempo, como veremos, dando a sus seguidores una señal para ayudarlos a discernir su presencia?. No obstante, cuando Cristo venga para destruir el sistema mundial de Satanás, su presencia será innegablemente manifiesta a todo el mundo. Entonces será cuando "todo ojo lo verá". Incluso los opositores de Jesús podrán discernir, para su consternación, que el reinado de Cristo es real (Mt 24;30)(2Tes 2;8)(Ap 1;5-6)('La Atalaya” de 1.10.92, pág 16-17)  
Claro está que... no verán en realidad a Jesús con los ojos literales, porque la expresión "las nubes" significa que viene invisiblemente para traer justo castigo. Si meros seres humanos fueran a observar su gloria celestial a simple vista, quedaran ciegos, como le sucedió a Saulo, quien en camino a Damasco perdió la visión cuando el glorificado Jesús se le apareció en el resplandor de una gran luz. (Hech 9;3-8) (Hech 22;6-11). ("La Atalaya” de 1.5.93, pág 22)  
Aquí la Biblia habla de ver, no con ojos físicos, sino en el sentido de discernir o percibir. Así, cuando una persona comprende o entiende un asunto, quizás diga: "Veo". La Biblia, de hecho, habla de los "ojos de nuestro entendimiento" (Ef 1;18). De modo que la expresión "todo ojo lo verá" significa que todos entenderán o reconocerán entonces que Cristo está presente. ("Usted puede vivir ...”, pág 146)  
Análisis:
Si "todos" entenderán que Cristo está presente, ¿por qué los TJ enseñan que no todos lo perciben así?. Y hay que tener en cuenta que la expresión bíblica dice: "todo ojo lo verá" no "todo ojo podrá verlo". Y aunque no lo enseñaran, la realidad es ésta: No todo el mundo lo ve así.
s/TJ:
Los que de hecho "traspasaron" a Jesús ya no están vivos en la tierra. Por eso los tales representan a personas que, al causar daño a los que hoy son los seguidores de Cristo, copian la conducta de aquellos hombres del primer siglo (Mt 25;40,45). Pronto llegará el tiempo en que Cristo ejecutará a esos inicuos. Se les ha advertido de antemano acerca de esto. Cuando esta ejecución acontezca "verán" o reconocerán lo que está sucediendo. ¡Y su desconsuelo ciertamente será grande!   ('Usted puede vivir ...”, pág 146)  
Cuando Jesús destruya a los opositores terrestres, estos entenderán que ha venido con poder y gran gloria corno el Ejecutor designado por Jehová.  ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 22).
Análisis:
En estos últimos párrafos del escrito de los TJ, estos se hacen un lío entre la “presencia” y la “venida” que tan escrupulosamente quieren diferenciar. En efecto, tratando de explicar porque en la “presencia” de Jesús “todo ojo” se refiere al entendimiento de las personas, ahora aplican la misma expresión e interpretación a la “venida” de Jesús, como si se tratara del mismo hecho. 
s/TJ:
"...Como el relámpago, sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia (parusía) del Hijo del hombre" (NM) (Mt 24;27) "Jesús, el  "Hijo del hombre", sabía mejor que nadie en la Tierra dónde estaría cuando empezara efectivamente su presencia. No se ubicaría aquí o allí o en algún lugar particular de la Tierra. No aparecería en ningún lugar aislado, “en el desierto", de modo que los que buscaran al Mesías pudieran ir a consultarlo allí, lejos de la vista de las autoridades del país, y donde éste pudiera prepararlos para que dieran un golpe político y lo entronizaran como Gobernante Mesiánico del mundo. Tampoco se escondería en "los aposentos interiores", de modo que sólo un grupito selecto supiera dónde estaba, para que allí, sin ser observado ni detectado, pudiera conspirar y trazar planes secretos con cómplices a fin de derribar a los gobiernos del mundo y hacerse ungir como el Mesías prometido. ¡No!  
"Al contrario, no habría nada que esconder de la venida de Jesús como Rey cuando comenzara su presencia real. Como predijo Jesús, por toda la tierra, los relámpagos de luz bíblica siguen resplandeciendo sobre amplias regiones desde las partes orientales hasta las partes occidentales. En verdad, como portadores de luz modernos, los Testigos de Jehová han resultado ser "luz a las naciones, para que la salvación de Jehová, llegue hasta la extremidad de la tierra" (Is 49;6)"   (“La Atalaya” de 1.5.93 pág 12)  
Análisis:
Se destaca así la evidencia de esta venida (parusía) del Hijo del hombre. Como el relámpago no puede menos de verse en todo su curso en el cielo, así esta venida del Hijo del hombre no necesita que se diga de El que está "aquí" o "allí" en "el desierto" o "en casa". Será visible porque será evidente a todos. ((Lc 17;24) -aunque en otro contexto- también repite la metáfora del rayo)
Jesús añade un proverbio: "Donde está el cadáver, allí se reúnen los buitres (o las águilas)" (Mt 24;28). Es otra metáfora que nos dice la evidencia de esta venida. Pues de la misma manera que el cadáver de un animal en el desierto queda al descubierto y es inevitable que lo vean las águilas y los buitres y caigan sobre él, así también la venida del Hijo del hombre será tan evidente, que será vista por todos.
La Sagrada Escritura en este versículo sigue hablando de la “parusía". Si los TJ nos han dicho antes que la "parusía” es la presencia invisible de Jesucristo, no pueden ahora cambiar su interpretación, ya que el texto se refiere claramente a la misma “parusía". Pero ya que ello daría lugar a una ridícula contradicción: una presencia invisible que es corno el relámpago que resplandece y lo ve todo el mundo desde el oriente hasta el occidente, o como el cadáver de un animal en el desierta que es visto por los buitres, los TJ nos quieren hacer creer ahora que la parusía es la luz bíblica que irradian los portadores de luz modernos, los TJ.
Los inicuos que han muerto antes de esta presencia de Jesús, ¿cómo “verán" o reconocerán lo que "está sucediendo" si -según los TJ-  no resucitarán?. Así, pues, sólo los inicuos que estén vivos entonces se enterarán de la verdad (?).
Los TJ enseñan que la expresión: "todo ojo lo verá", debe interpretarse con el significado de visión mental, de discernimiento, de percepción, pero no de visión sensible. Podría ser esta interpretación aceptable si no hubiese toda una evidencia que inclina decididamente hacia una visión sensible.
Por otra parte, los TJ siguen interpretando que sólo discernirán la venida (supongo que quieren decir parusía) unos cuantos (¡Despertad! de 8.3.68, pág 27), -y de hecho esto sería verdad si los TJ tuviesen razón en su enseñanza de que la "parusía" de Cristo ya es una realidad, porque hay millones y millones que no ven ni menos disciernen hoy este acontecimiento-. Pero también en este caso, todas las expresiones están en contra de esta interpretación restringida: “todo ojo” (Ap 1;7); “...las tribus de la tierra ... verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes” (Mt 24;30); la metáfora del "relámpago que brilla de oriente a occidente” (Mt 24;27); etc ...  
Forzosamente estas expresiones obligan a que, ya sea con los ojos del entendimiento, ya sea con los ojos físicos, todos entendamos o veamos la "parusía" de Cristo. Y esto no es así, por lo que la parusía no es todavía una realidad.  
s/TJ:
La presencia del Mesías empieza con un acontecimiento que cumple un tema que se repite en las profecías rnesiánicas. A él se le corona Rey en el cielo (2Sam 7;12-16) (ls 9;6) (Ez 21;26-27). Jesús mismo mostró que su presencia estaría enlazada con su reinado (Lc 19;11-15) (Mt 24;3) (Mt 25; 14-19) . De modo que mientras estuvo en la Tierra como hombre, su coronación aún estaba muy lejos en el futuro y tendría lugar en el "país distante" del cielo.   ("La Atalaya' de 1.10.92, pág 16-17)  
Análisis:
Así, pues, tenemos que, según los TJ, se debe distinguir:
a) Presencia (o Parusía) de Jesucristo investido de poder real que a pesar de ser invisible se sentiría y se reconocería debido a la "señal" que el propio Jesucristo dio a sus apóstoles (Mt 24;3).    Esto ocurriría muchos años antes de su 'venida'
b) Venida (o Revelación) de Jesucristo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria (Mt 24;30) para ejecutar la sentencia contra una generación rebelde e inicua.   
0 sea, que los TJ que diferencian entre 'Presencia' y 'Venida' enseñan que hay dos vueltas de Jesucristo: La primera: la 'Presencia', que será invisible y que por tanto será necesario evidenciar por medio de una "señal".  La segunda: la 'Vuelta', que asimismo será invisible, pero que resultará evidente por sus resultados catastróficos para los enemigos de Jehová. La primera cumple la revelación de Jesucristo de (Jn 14;3) y la segunda cumple otra revelación de Jesucristo en (Mt 24;29-30) (Ap 1-7). En la primera vuelta, la Presencia, Jesús no vuelve literalmente a esta Tierra, sino que dirige su atención hacia ella. En la segunda sí, porque el Señor vendrá "desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza a los que  no conocen   a Dios y sobre los que  no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesucristo" (2Tes 1;6-8).  
Al decir los TJ que la "parusía" no puede verse físicamente, supongo que se refieren a que al no ser una cosa tangible para los humanos la coronación como Rey de Jesucristo que ocurre en el cielo en 1914, no nos enteraríamos de este hecho si no fuera por las señales que el propio Jesús nos dio para que supiéramos que este hecho había acontecido. Por lo tanto no se produce ninguna "venida" de Jesús, ni visible ni invisible. Si acaso lo que llega hasta nosotros son los efectos en la tierra de un hecho que está ocurriendo en el cielo.  
La "Venida" será asimismo invisible, pero en este caso -dicen los. TJ- no hará falta ninguna señal porque será evidente por sí misma. ¿Cómo puede ser evidente por sí misma si no se  ve al  Hijo del hombre?.  
¿Por qué, pues, los TJ hablan de "venida", "llegada", “vuelta”?. ¿Por qué los TJ dicen que "la Biblia enseña que Jesús vuelve de manera similara como nos dejó”. ¿Por qué hablan de "presencia invisible"?. Si Jesús es una persona que ascendió al cielo en un cuerpo espiritual y vuelve de "manera similar" y los cuerpos espirituales han de estar en algún sitio ("Usted puede vivir...” pág 37), Jesucristo desde 1914 debería estar en alguna parte de la Tierra, invisible si se quiere, pero en alguna parte, si no, no ha vuelto. Precisamente por ser invisible necesitaríamos de las señales. Pero si realmente no ha vuelto, si sigue en el cielo, como dicen los TJ, entonces, tanto es que este visible o que esté invisible, porque desde la Tierra de ninguna manera podríamos verlo.  
Los TJ se hacen un lío tremendo entre la Parusía y la Venida o Revelación. E incluso hay versículos que están aplicados a ambas venidas, por ejemplo, el de (Ap 1;7). En ("La Atalaya" de 1.12.59 y 1.10.92) este versículo se refiere a la 'Presencia'. En cambio en ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 21-22) se refiere a la Revelación o vuelta que cumple (Mt 24;29-30).  
Nada en el NT avala la enseñanza de los TJ de dos 'vueltas' de Jesucristo. Queda claro que Jesucristo volverá una sola vez al final de los tiempos para juzgar a vivos y a muertos.  
La palabra griega "Parusía" se ha naturalizado en castellano como vocablo técnico para significar la segunda venida de Cristo.  
(1)   En el griego clásico, significa simplemente la “presencia" o "venida" de personas o cosas. Pablo usa “parusía” en este sentido simple y no técnico: (1Cor 16;17) (2Cor 7;6) (Flp 2;12) (2Cor 10;10)  
(2)   Pero, característicamente, en el NT, “parusía” es la palabra que significa la segunda venida de Cristo (Mt 24;3,27,37,39) (1Tes 2;19) (3;13) (4;15) (5;23) (2Tes 2;1,8,9) (Stg 5;7-8) (2Pe 1;16) (3;4) (3;12) (1Jn 2;28). Estudiemos su uso secular contemporáneo del NT, para ver que clase de imagen dirigía las mentes de los primeros cristianos.  
En los papiros y en el griego helenista, “parusía” es la palabra técnica que se usaba respecto de la venida de un emperador, de un rey, de un gobernador, y, en general, de una persona importante, a la ciudad o a la provincia. Tal visita requería una serie de  preparativos. Por ejemplo, se imponían tributos para regalar al rey una corona de oro. Con motivo de la visita de Ptolomeo Soter a la villa de Cerceosiris, debían recogerse ochenta artabes de maíz.
La venida de un rey exige siempre que todo esté a punto para recibirle. En muchas ocasiones un nueva era comenzaba con la venida de un rey. También se acuñaban monedas para conmemorar la visita del rey. En el sentido político, la parusía de un rey, del gobernador o del emperador, significaba a menudo la ocasión de hacer peticiones y de enderezar entuertos.  
Reteniendo en mente todo lo dicho, vayamos al NT y veamos cómo se usa “parusia” en él.  
a)   Se utiliza como la base de la demanda de conservar inmaculada nuestra vida para la venida del Rey, debiendo hacerse toda clase de preparativos (1Tes 3;13) (5;23) (1Jn 2;28)  
b)   Se utiliza  como una  razón para la paciencia (Stg 5;7-8). “La venida del Rey se acerca y él corregirá los abusos”.  
c)   Se  habla de la “parusia” como digna de desear y de orar por ella (2Pe 3;4,12)  

s/TJ:
Durante siglos, el clero y los escritores de la cristiandad han interpretado estas palabras dirigidas a Jesús y anotadas en (Mt 24;3) en el sentido de que él volvería a ser visible en la carne y toda la humanidad lo vería. Por lo tanto han enseñado que Cristo regresaría con gran ostentación y pompa visible. Llaman a esto la segunda venida de Cristo. Pero ¿son ciertas estas suposiciones?.  
En 1889 los ungidos de Jehová, los portadores de luz del siglo XIX, ya habían sido corregidos en cuanto al regreso de Cristo. En el tomo 2 de "Estudios de las Escrituras", pág 158 a 161, Charles T. Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, escribió: "Parousia (  ... ) significa presencia, y nunca debe traducirse venida, como en la Biblia común inglesa (...).   La 'Emphatic Diaglott', una traducción muy valiosa del Nuevo Testamento, traduce parousia correctamente presencia (  ... ), no venida, como si estuviera de camino, sino presencia, como después de haber llegado, (pues Jesús) dice: 'Como los días de Noé, así también será la parousia (presencia) del Hijo del hombre' .  
Note que no se hace una comparación entre la venida de Noé y la venida de nuestro Señor (...) El contraste, pues, se establece entre el tiempo de la presencia de Noé cuando estaba con la gente 'antes del diluvio' y el tiempo de la presencia de Cristo en el mundo, en su segundo advenimiento, 'antes del fuego': la extrema dificultad del Día del Señor (Jehová) con que termina esta edad' (Mt 24;37)   (“La Atalaya” de 1.5.93, pág 10-11)
Análisis:
La interpretación de (Mt 24;36-37) es clarísima. Así como ocurrió en los días de Noé en que la  gente no hizo caso hasta que en un momento inesperado vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre, vendrá de un modo inesperado. Por esto se nos dice, en el versículo anterior, que hemos de mantenernos alerta, porque no sabemos en que día viene Nuestro Señor.  La equiparación está entre la venida del diluvio que ocurrió en los días de Noé y la venida del Señor que ocurrirá no se sabe cuándo. Por eso hemos de estar alerta. Todo esto, está claro por el contenido de estos versículos y por los que siguen hasta (Mt 24;41). Pero si este versículo tiene que ver con la “venida” del Hijo del hombre ¿por qué los TJ sacan conclusiones que aplican a la “presencia”?
s/TJ:
De modo que el pueblo de Jehová del siglo XIX comprendió correctamente que la parousia de Cristo sería invisible. También llegó a entender que los Tiempos de los Gentiles terminarían en el otoño de 1914. Con el aumento de la luz espiritual, el pueblo de Jehová llegó a comprender que Jesucristo había sido entronizado en el cielo como Rey del Reino en aquel mismo año, 1914. (Pv 4;18) (Dn 7;13,14) (Lc 21;24) (Ap 11;15)   (“La Atalaya” de 1.5.93, pág 10-11)  
"El siguiente capítulo presenta evidencia bíblica de que 1874 dC era la fecha exacta del comienzo de los "Tiempos de Restauración" y por tanto de la vuelta del Señor”   (Estudios de las Escrituras, tomo II, pág 171)  
“Mientras las profecías-tiempo apuntan y armonizan 1874 corno fecha de la segunda venida de nuestro Señor, asegurándonos del hecho con precisión matemática"   (Estudios de las Escrituras, tomo III, pág 129)  



Análisis:
Pero, a pesar de la corrección, los TJ, hasta el año 1950, seguían hablando de la venida, sin más. En esta fecha agregaron que la venida había sido invisible para los humanos. Más tarde, en 1953, pusieron el añadido de que la venida y entronización de Cristo en el Reino había sido en los Cielos. Estos cambios los hicieron para ir borrando el error o fallo de 1914 en que para entonces esperaban la venida de Cristo a la. tierra personalmente. 
Resumiendo podríamos decir, que, según los TJ, primero viene Jesucristo, invisible, en 1914, y después ocurren una serie de acontecimientos profetizados por Jesús, que demuestran que éste realmente ha venido. 
Pues, la Biblia dice precisamente todo lo contrario. En (Mt 24;4 y ss) Jesucristo profetiza toda una serie de acontecimientos y "luego- dice en (Mt 24;29)- en seguida, después de la tribulación de aquellos días... aparecerá el estandarte del Hijo del hombre en el cielo, y... verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y majestad grande. Y enviará sus ángeles con poderosa trompeta y reunirán de los cuatro vientos a los elegidos, desde un extremo del cielo hasta el otro". Lo mismo en (Mc 13;24 y ss) (Lc 21;25 y ss) 
0 sea, que primero se darán una serie de acontecimientos que deben analizarse detenidamente dado el lenguaje apocalíptico con el que están narrados y después - no antes- se realizará la segunda venida de Jesucristo con poder y majestad grande, dando paso al juicio universal para el que Cristo no necesita que 144.000 jueces le ayuden a efectuarlo. De hecho en (Mt 25;31) cuando se explica el juicio final só]o Cristo procede al mismo. 
Tenemos, pues, que claramente Jesucristo explica que su parusía irá precedida de una serie de preparativos, de señales que darán paso a su llegada gloriosa. Lamentablemente, los TJ nos quieren hacer creer que la primera parte de la parusía de Cristo es un "regreso" invisible de éste para volver a "regresar", otra vez invisible, al final de la misma a ejecutar sentencia. En el mismo contexto, Jesús advirtió contra tal engaño: "Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos... Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren; Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis" (Mt 24;11) (Mt 24;23-26) 
En efecto, los líderes de la Atalaya afirman que Cristo está "en los aposentos interiores" de su organización. Uno debe ir a sus “salones" para recibir instrucciones de él. Al afirmar que Cristo está presente,  aunque invisible, y gobernando la tierra por medio de ellos, los líderes de los TJ dicen a sus seguidores: "En el primer siglo, Jerusalén fue el lugar desde donde se daba la dirección a la organización cristiana (Hech 15;1-2); pero hoy día tal dirección viene de Brooklyn, Nueva York" (“La Atalaya” de 1.12.82).