JESUCRISTO DIJO QUE VENDRÍA "OTRA VEZ". PRUEBAS DE SU VENIDA.
s/TJ:
"No se
les perturbe el corazón. Ejerzan fe en
Dios , ejerzan fe también en mí. En
la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a
ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo
mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes" (NM)
(Jn 14;1-3)
"Vengo otra
vez" (Jn 14;3). Jesucristo hizo esta promesa a sus
apóstoles cuando estuvo con ellos la
noche antes de su muerte. Usted quizás reconozca que nunca antes ha habido más necesidad de la paz, la salud y la vida que
la vuelta de Cristo en el poder del Reino ha de traer a la humanidad. Pero, ¿cómo
vuelve Cristo?, ¿quienes lo ven y de qué manera?.
Al volver, Cristo
no viene a vivir en la
Tierra. Más bien, a los que han de gobernar como reyes con él se
les lleva a vivir con él en el cielo.
Jesús dijo a sus apóstoles: "Vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo,
para que donde yo estoy también estén
ustedes" (Jn 14;3). Por eso, cuando Cristo vuelve, los
que son llevados al cielo llegan
a ser personas celestiales, o de la región de los espíritus, y ven a Cristo en su cuerpo glorificado de espíritu (1Cor 15;44).
Pero, ¿ve a Cristo cuando él
regresa el resto de la humanidad, personas que no van al cielo?.
Aquella misma noche
Jesús dijo también a sus apóstoles: "Un poco más y el mundo ya no me
contemplará , mas ustedes me
contemplarán, porque yo vivo y ustedes
vivirán" (NM) (Jn 14;19). El
"mundo" se refiere a la
humanidad. Así que Jesús aquí dijo
claramente que la gente de la Tierra no lo vería de nuevo después de Su muerte.
("Usted puede vivir...", pág 142-143)
Análisis:
"Un poco más": indica el corto
espacio que media entre el discurso y la muerte. El mundo no lo volverá a ver más. Hasta ahora lo ve el mundo, aunque
no cree en él
(Jn 6;40) Los discípulos lo seguirán viendo, es decir, gustando de su presencia.
La palabra griega que emplea Juan,
tiene variedad de sentidos.
Generalmente se refiere a la vista
corporal, como aquí relacionado con el mundo, pero también equivale a conocer y aun a experimentar. (Jn 4;19) (8:51) (12;19) ( 12;45) Este
sentido general, de experiencia vital y perfección en el conocimiento espiritual, es el que tiene aquí
referido a los discípulos.
La razón por la cual no se interrumpirá la presencia paternal de Cristo en los
suyos está en la
vida. Jesús sigue viviendo. "Vivo", presente de perfección y continuación. Aunque desaparezca de la vista del mundo,
sigue viviendo. Esta vida de Cristo es ya totalmente sobrenatural,
aun en su humanidad, transformada, puesta en
estado de potencia y de
gloria divina. "Y
vosotros", con énfasis y contraste, "viviréis". ¿Qué vida?
No se trata solamente de la vida natural, se trata principalmente de la vida sobrenatural, por la gracia, que une al creyente con Cristo. La vida de los fieles se deberá
al influjo vital
de Cristo glorificado en ellos.
Seguirá, pues, siendo verdadero padre de ellos como el tronco lo es del sarmiento. Es verdad que no los deja
huérfanos.
s/TJ:
"Volver"
no siempre quiere decir que se va
a un lugar literal. Así, pues, de
personas que han estado enfermas se dice que 'vuelven
a la salud'. Y de un
ex-gobernante se puede decir que 'vuelve al poder'. De manera similar, Dios dijo a
Abrahán: "Volveré a tí, el año
próximo a este tiempo, y Sara tendrá un hijo" (Gn 18;14) (Gn 21;1). La vuelta de Jehová quiso decir, no
literalmente volver, sino "dirigir su atención" a Sara para hacer lo
que él había prometido.
De la
misma manera, la vuelta de
Cristo no significa que él vuelve literalmente a esta Tierra.
Más bien, significa que él
toma el poder del Reino para con esta
Tierra y dirige su atención a ella. Para hacer eso, él no tiene que abandonar
su trono celestial y de hecho bajar a la
Tierra.
Puesto que
la vuelta de Cristo es
invisible, ¿hay alguna
manera de confirmar que realmente haya
acontecido? Sí; la hay. Cristo mismo dio una "señal" visible por la
cual podemos saber que él está
presente invisiblemente y que el fin del mundo se ha acercado.
("Usted puede vivir...", pág 146-147)
¿No dijeron
los dos ángeles allí presentes a
los apóstoles que Cristo "vendrá así
de la misma manera que lo han
contemplado irse al cielo"?
(Hech 1;11) Sí, dijeron
eso. Pero note que
dijeron "de la misma manera"... ¿Y cuál fue la manera
como se fue Jesús?. Fue callada sin ostentación pública. Sólo sus apóstoles
supieron de ello. El mundo no.
Considere la descripción
que da la Biblia de la manera corno Jesús dejó a sus apóstoles al irse al
cielo: "Estando ellos
mirando, fue elevado y una nube se lo llevó de la vista de ellos" (Hech 1;9). De modo que,
cuando Jesús empezó a ascender al cielo, una nube lo escondió de la vista
literal de sus apóstoles. Por tanto Jesús al partir, se hizo invisible a ellos.
Estos no podían verlo. Entonces ascendió al cielo en su cuerpo espiritual (1Pe
3;18) Así, pues, su regreso también sería invisible, en un cuerpo espiritual.
("Usted puede vivir ...” pág 142-147)
Análisis:
Ascensión
del Señor Jesús al cielo (Lc 24;50-53)(Mc 16;19-20) (Hech 1;9-12)
Un día Jesús lleva a sus apóstoles hacia Betania (Lc), en el monte de
los olivos (Hech 1 ; 12). Jesús hablaba con ellos (Mc) y después levantando sus
manos, los bendijo (Lc). Y mientras los bendecía se alejaba de ellos y era elevado
al cielo (Lc). Los apóstoles vieron cómo se elevaba (Hech 1;9), y mientras
estaban mirando al cielo fija la vista en él, que se iba, dos varones con
hábitos blancos se les pusieron delante (Hech 1;10)
Parece,
pues, que la acción fue más bien lenta, pues los apóstoles estaban mirando al
cielo mientras "se
iba". Los dos
personajes “con hábitos
blancos" son dos ángeles con forma humana, igual que
los que se aparecieron a las mujeres junto al sepulcro vacío de Jesús (Lc 24;4)
(Jn 20;12)
Estos
dos personajes anuncian a los apóstoles que Jesús reaparecerá de nuevo de la
misma manera que lo ven ahora desaparecer: “varones
galileos, ¿Qué estáis mirando al cielo?
Ese Jesús que ha. sido llevado de entre vosotros al cielo vendrá así
como le habéis visto ir al cielo” (Hech 1;11) (Sobre las nubes: (Mt 24;30)
(Mt 26;64) (Mc 13;26) (Lc 21;27) (Ap 1;7) (Ap 14;14) (1Tes 4; 16-18). También
se traduce: "vendrá de la misma
manera..." (Manera: modo como se ejecuta una cosa)
Alusión,
sin duda, al retorno glorioso de Jesús en la parusía, que desde este momento se
convierte en la suprema expectativa de la primera generación cristiana y cuya
esperanza alentaba y sostenía en sus trabajos (Mc 13;26) (Hech 30;20,21) (1Tes
4;16-18) (2Pe 3; 8-14) (Dn 7;13)
Por fin, una nube ocultó al
Señor Jesús a los ojos de los apóstoles (Hech 1;9) y se sentó a la
diestra de Dios (Mc) ¿Y de qué manera lo ven desaparecer?. Por encima de las
nubes, lo dice textualmente las Sagradas Escrituras. Exactamente de la misma
manera como se fue -desapareció detrás de las nubes- vendrá. Vendrá, pues, de
detrás de las nubes, sobre las nubes. Pero si el propio Jesucristo se lo dice
claramente al pontífice del sanedrín cuando lo interrogan antes de atarlo
"Y yo os digo que un día veréis al
Hijo del hombre... venir sobre las nubes del cielo" (Mt 24;30) (Mt
26;64) (Mc 13;26) (Lc 21;27) (Ap 1;7) (Ap 14;14) (1Tes 4;16-18)
El
lenguaje de Marcos, recuerda la ascensión de Elías (2Re 2;11) (Ecli 48;9). La
proclamación de su gloria se expresa con el (Sl 110;1) en que se reconoce a
Cristo "sentado a la diestra de Dios".
Los
apóstoles se postraron ante Jesús mientras éste se elevaba (Lc) Era el acto de
acatamiento ante la majestad de Jesucristo, que así subía a los cielos.
Los
TJ dicen que la venida, o parusía, de Cristo, es invisible. Pero a esto se
puede oponer que, de hecho, Cristo de manera invisible o en espíritu siempre ha
estado y está en la tierra. Por ejemplo: "Dónde están dos o tres reunidos
en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18;20). "Sabed que estoy con vosotros todos los días
hasta el fin del mundo" (Mt 28;20)
Después,
los apóstoles se volvieron a Jerusalén con grande gozo, estando de continuo en
el templo bendiciendo a Dios (Lc), perseverando unánimes en la oración (Hech
1;14) y predicando por todas partes, "cooperando
con ellos el Señor y confirmando su palabra con las señales consiguientes"
(Mc 16;20)(Mt 28;20)
Este
final reconoce la obra misionera de los apóstoles y la confirmación de ella que
Cristo hacía con milagros. Es ya la predicación y extensión de la fe, vista
desde la perspectiva histórica de unas decenas de años.
Mt
y Jn dan por supuesto el hecho de la ascensión, aunque explícitamente nada
dicen (Mt 28;16-20) (Jn 21;25).
s/TJ:
Cuando los escritores
bíblicos del siglo I hablaron de la asunción del poder real por Jesucristo,
distinguieron entre su venida y su presencia. La 'presencia' de Jesucristo
investido de poder real se sentiría y reconocería muchos años antes de su
“‘venida' sobre las nubes del cielo con
poder y gran gloria" (Mt 24;30). La presencia invisible de Cristo (griego:
parusía) precedería a esta venida (griego: érkjo.mal) para ejecutar la
sentencia contra una generación rebelde e inicua. (“íDespertad!”
de 8.5.93, pág 26-27)
En 1914 tiene lugar el
regreso (presencia) de Cristo de forma invisible el cual es entronizado
Rey e inicia el gobierno del reino mesiánico de Dios que es establecido en los
cielos. En realidad, en 1914, Jesucristo terminó su espera de mil novecientos
años a la diestra de Dios y tomó la autoridad del Reino prometido por largo
tiempo (Dn 4;10-37). ("Usted puede vivir ...
“, pág 138 y SS.)
Así, pues, Jesucristo está
gobernando ahora mismo en medio de sus enemigos (Dn 4;10-37) (2Pe 3;7)
('Usted puede ...” pág 68)
El 'descender de] cielo' el
Señor no necesariamente significa una vuelta visible, porque en varias
ocasiones de la historia de los israelitas la Biblia dice que Jehová Dios
visitó a su pueblo terrestre, y, sin embargo, eso no envolvió una venida
visible de él (Ex 4;31) (Gn 50;24) (Rut 1;6). (“Despertad!”
de 8.3.68y pág 27)
De todas maneras, la vuelta
de Jesús no significa que él vuelve literalmente a esta tierra. Más bien
significa que él toma el poder del Reino para con esta tierra y dirige su
atención a ella. Lógicamente, para hacer eso, él no tiene que abandonar su
trono celestial y de hecho bajar a la tierra. Más bien, a los que han de
gobernar como reyes con él -los 144.000- se les lleva a vivir con él en el
cielo (Jn 14;3). Por lo tanto sólo éstos ven a Jesús. Nadie más (Jn 14;19)
(2Cor 5;16) (Mt 25;31) (Flp 2;8-11) (Jn 6;51) (Hb 10;10). En efecto, lo que
está ocurriendo en el mundo desde 1914, es la 'señal' visible por la cual
podemos saber que Jesús está presente invisiblemente y que el “fin del
mundo" se ha acercado. ('Usted puede vivir...”, pág
142)
Hay personas que reconocen
que las condiciones que Cristo mencionó para su vuelta están presentes ahora,
pero creen que Cristo no está presente ahora sino que vendrá en breve. Estas
personas no comprenden que Jesús dio estas evidencias como testimonio del hecho
de que ya habría regresado, no de que su vuelta sería después de verse tales
evidencias. Los discípulos le preguntaron: “¿Qué
será la señal de su presencia y de la consumación del sistema de cosas?”
(Mt 24;3). El hecho de que Cristo no pueda ser visto ahora no arguye contra su
presencia real junto con estas evidencias. Si hubiese tenido la intención de
ser reconocido visiblemente por los hombres al tiempo de su vuelta, ¿por qué
habría necesitado una señal?
Algunas personas, que
arguyen a favor de una vuelta visible citan (Ap 1;7), que dice: “¡Miren! viene
con las nubes, y todo ojo le verá". Sin embargo Jesús claramente expresó
antes de su muerte: “Un poco más y el mundo no me verá más” (Jn
14;19). Dado que esto es cierto, es evidente que la declaración de Apocalipsis
se refiere a verlo con el ojo del entendimiento. De otra manera las palabras de
Pablo en (1Tim 6;14-16) no tendrían sentido cuando hablan de Cristo Jesús y lo
describe como aquél "quien habita en
una luz inaccesible, a quien ninguno de los hombres ha visto o puede ver”.
('La Atalaya” de 1.12.59, pág 720-721)
Análisis:
Pero, ¿cómo pueden decir
los TJ que este párrafo de (1Ti 6;14-16) se refiere a Jesucristo?. ¿Desde cuándo los TJ creen que Jesucristo es Dios'?. Su
afán por una presencia invisible de Cristo les lleva a querer hacernos comulgar
con ruedas de molino...
s/TJ:
El hecho de que es posible
que Cristo visite al género humano y no obstante no se le pueda ver es evidente
del registro de Israel donde se expresa claramente en muchos casos que Dios
visitó a la nación, sin embargo no fue visto (Gn 50;24) (Rut 1;6).
Todo estudiante de la Biblia admitirá prestamente
que ningún hombre puede ver a Dios y vivir; sin embargo Pablo, cuando escribió
a los hebreos, dijo de Jesús: "El es
la reflexión de su gloria (es decir, de Dios) y la representación exacta de su
mismo ser" (Hb 1;3). Dado que el Hijo de Dios fue transformado así a esta
semejanza explícita a Dios al tiempo de su resurrección, se entiende claramente
por qué éste "mundo no lo verá más". ("La Atalaya” de
1.12.59, pág 720-721)
Recuerde que el libro de
Revelación se presentó "en señales" (Ap 1;1). Este pasaje: “¡Miren! Viene con las nubes, y todo ojo le
verá, y los que lo traspasaron” (Ap 1;7) debe, pues, ser simbólico. En
cualquier caso, ¿cómo podrían ver la vuelta de Cristo "los que lo traspasaron"?, ¡murieron
hace casi 20 siglos!. Además, los ángeles dijeron que Cristo volvería "de la misma manera" como partió.
Bien, ¿cómo partió? ¿Lo vieron millones de personas? no, tan sólo unos cuantos
seguidores fieles contemplaron su partida. Y cuando los ángeles les hablaron,
¿estaban viendo los apóstoles físicamente toda la ascensión de Cristo al cielo?
No, una nube había cubierto a Jesús y ya no se le veía. Poco después debió
entrar en los cielos como un espíritu, invisible a los ojos humanos (1Cor 15;50).
De modo que a lo sumo los apóstoles vieron el principio de la ascensión de
Jesús; no pudieron ver el final, su regreso a la presencia celestial de su
Padre, Jehová. Sólo pudieron discernirlo con los ojos de la fe (Jn 20;17).
La Biblia enseña que Jesús
vuelve de manera similar. Jesús mismo dijo poco antes de su muerte: 'Un poco más y el mundo ya no me
contemplará” (Jn 14;19). También dijo que “el reino de Dios no viene de modo que sea llamativamente observable'
(Lc 17;20). ("La Atalaya” de 1.10.92, pág
16-17)
Análisis:
Si el Apocalipsis
"se presentó en seriales" y ésta es una de las razones por las que
debe entenderse en sentido simbólico la expresión "todo ojo",
¿por qué no aplicar el mismo razonamiento al hablar de los 144.000 elegidos?.
Después de las palabras
de (Lc 17) que citan los TJ, Jesús sigue: “Ni podrá decirse: 'Helo aquí o allí, porque el
reino de Dios está dentro de vosotros' (Lc
17; 21). ¿No será que los TJ se hacen un lío con el Reino de Dios y la segunda
venida del Hijo del hombre?
s/TJ:
¿En qué sentido, entonces, 'lo verá todo ojo'? Para contestar a
esta pregunta debernos antes entender bien el significado del término que
usaron Jesús y sus seguidores con referencia a su vuelta.
El hecho es que Cristo hace
mucho más que solo 'volver'. Este término, corno la palabra "venida",
"llegada" o "advenimiento" , se refiere a un solo acto que se lleva a cabo en un momento determinado. Pero la palabra griega que
emplearon Jesús y sus seguidores significa mucho más. La palabra es 'parusía',
que literalmente significa "acción
de estar al lado de" o "presencia".
La mayoría de los eruditos concuerdan en que esta palabra no sólo hace
referencia a una llegada, sino también comunica la idea de la presencia
subsecuente, como en el caso de una. visita de Estado de un personaje de la
realeza. Esta presencia no es un acto momentáneo; es una época especial, un
espacio de tiempo señalado.
La 'parusía' no puede ser
físicamente visible a los ojos humanos. Si lo fuera, ¿por qué pasó Jesús tanto
tiempo, como veremos, dando a sus seguidores una señal para ayudarlos a
discernir su presencia?. No obstante, cuando Cristo venga para destruir el
sistema mundial de Satanás, su presencia será innegablemente manifiesta a todo
el mundo. Entonces será cuando "todo
ojo lo verá". Incluso los opositores de Jesús podrán discernir, para
su consternación, que el reinado de Cristo es real (Mt 24;30)(2Tes 2;8)(Ap
1;5-6)('La Atalaya” de 1.10.92, pág 16-17)
Claro está que... no verán
en realidad a Jesús con los ojos literales, porque la expresión "las
nubes" significa que viene invisiblemente para traer justo castigo. Si
meros seres humanos fueran a observar su gloria celestial a simple vista,
quedaran ciegos, como le sucedió a Saulo, quien en camino a Damasco perdió la
visión cuando el glorificado Jesús se le apareció en el resplandor de una gran
luz. (Hech 9;3-8) (Hech 22;6-11). ("La Atalaya” de 1.5.93, pág
22)
Aquí la Biblia habla de
ver, no con ojos físicos, sino en el sentido de discernir o percibir. Así,
cuando una persona comprende o entiende un asunto, quizás diga: "Veo". La Biblia, de hecho, habla de
los "ojos de nuestro
entendimiento" (Ef 1;18). De modo que la expresión "todo ojo lo verá" significa que todos
entenderán o reconocerán entonces que Cristo está presente. ("Usted
puede vivir ...”, pág 146)
Análisis:
Si "todos"
entenderán que Cristo está presente, ¿por qué los TJ enseñan que no todos lo
perciben así?. Y hay que tener en cuenta que la expresión bíblica dice: "todo ojo lo verá" no "todo ojo podrá verlo". Y aunque no lo enseñaran, la realidad es ésta: No
todo el mundo lo ve así.
s/TJ:
Los que de hecho "traspasaron" a Jesús ya no están
vivos en la tierra. Por eso los tales representan a personas que, al causar
daño a los que hoy son los seguidores de Cristo, copian la conducta de aquellos
hombres del primer siglo (Mt 25;40,45). Pronto llegará el tiempo en que Cristo
ejecutará a esos inicuos. Se les ha advertido de antemano acerca de esto.
Cuando esta ejecución acontezca "verán" o reconocerán lo que está
sucediendo. ¡Y su desconsuelo ciertamente será grande! ('Usted
puede vivir ...”, pág 146)
Cuando Jesús destruya a los
opositores terrestres, estos entenderán que ha venido con poder y gran gloria
corno el Ejecutor designado por Jehová. ("La Atalaya" de 1.5.93, pág 22).
Análisis:
En estos últimos párrafos
del escrito de los TJ, estos se hacen un lío entre la “presencia” y
la “venida” que tan escrupulosamente quieren diferenciar. En efecto, tratando
de explicar porque en la “presencia” de Jesús “todo ojo” se refiere al entendimiento de las personas, ahora
aplican la misma expresión e interpretación a la “venida” de Jesús, como si se tratara del mismo hecho.
s/TJ:
"...Como el relámpago,
sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así
será la presencia (parusía) del Hijo del hombre" (NM) (Mt 24;27)
"Jesús, el "Hijo del hombre", sabía mejor que
nadie en la Tierra dónde estaría cuando empezara efectivamente su presencia. No
se ubicaría aquí o allí o en algún lugar particular de la Tierra. No aparecería
en ningún lugar aislado, “en el desierto", de modo que los que buscaran al
Mesías pudieran ir a consultarlo allí, lejos de la vista de las autoridades del
país, y donde éste pudiera prepararlos para que dieran un golpe político y lo
entronizaran como Gobernante Mesiánico del mundo. Tampoco se escondería en
"los aposentos interiores", de modo que sólo un grupito selecto
supiera dónde estaba, para que allí, sin ser observado ni detectado, pudiera
conspirar y trazar planes secretos con cómplices a fin de derribar a los
gobiernos del mundo y hacerse ungir como el Mesías prometido. ¡No!
"Al contrario,
no habría nada que esconder de la venida de Jesús como Rey cuando comenzara su
presencia real. Como predijo Jesús, por toda la tierra, los relámpagos de luz
bíblica siguen resplandeciendo sobre amplias regiones desde las partes
orientales hasta las partes occidentales. En verdad, como portadores de luz
modernos, los Testigos de Jehová han resultado ser "luz a las naciones, para que la salvación de Jehová, llegue hasta la
extremidad de la tierra" (Is 49;6)" (“La
Atalaya” de 1.5.93 pág 12)
Análisis:
Se destaca así la
evidencia de esta venida (parusía) del Hijo del hombre. Como el relámpago no
puede menos de verse en todo su curso en el cielo, así esta venida del Hijo del
hombre no necesita que se diga de El que está "aquí" o "allí" en "el desierto"
o "en casa". Será visible porque será evidente a todos.
((Lc 17;24) -aunque en otro contexto- también repite la metáfora del rayo)
Jesús añade un proverbio:
"Donde está
el cadáver, allí se reúnen los buitres (o las águilas)" (Mt 24;28). Es otra metáfora que nos dice la
evidencia de esta venida. Pues de la misma manera que el cadáver de un animal
en el desierto queda al descubierto y es inevitable que lo vean las águilas y
los buitres y caigan sobre él, así también la venida del Hijo del hombre será
tan evidente, que será vista por todos.
La Sagrada Escritura en
este versículo sigue hablando de la “parusía". Si los TJ nos han dicho
antes que la "parusía” es la presencia
invisible de Jesucristo, no pueden ahora cambiar su interpretación, ya que el
texto se refiere claramente a la misma “parusía".
Pero ya que ello daría lugar a una ridícula contradicción: una presencia invisible
que es corno el relámpago que resplandece y lo ve todo el mundo desde el
oriente hasta el occidente, o como el cadáver de un animal en el desierta que
es visto por los buitres, los TJ nos quieren hacer creer ahora que la parusía
es la luz bíblica que irradian los portadores de luz modernos, los TJ.
Los inicuos que han
muerto antes de esta presencia de Jesús, ¿cómo “verán" o
reconocerán lo que "está sucediendo" si -según los
TJ- no resucitarán?. Así, pues, sólo los
inicuos que estén vivos entonces se enterarán de la verdad (?).
Los TJ enseñan que la
expresión: "todo ojo lo verá", debe
interpretarse con el significado de visión mental, de discernimiento, de
percepción, pero no de visión sensible. Podría ser esta interpretación
aceptable si no hubiese toda una evidencia que inclina decididamente hacia una
visión sensible.
Por otra parte, los TJ
siguen interpretando que sólo discernirán la venida (supongo que quieren decir
parusía) unos cuantos (¡Despertad! de 8.3.68, pág 27), -y de hecho esto sería verdad
si los TJ tuviesen razón en su enseñanza de que la "parusía" de Cristo ya es una realidad, porque hay millones y
millones que no ven ni menos disciernen hoy este acontecimiento-. Pero también
en este caso, todas las expresiones están en contra de esta interpretación
restringida: “todo ojo” (Ap 1;7); “...las tribus de la tierra ... verán al Hijo
del hombre venir sobre las nubes” (Mt 24;30); la metáfora
del "relámpago
que brilla de oriente a occidente” (Mt 24;27); etc ...
Forzosamente estas
expresiones obligan a que, ya sea con los ojos del entendimiento, ya sea con
los ojos físicos, todos entendamos o veamos la "parusía" de Cristo. Y esto no es así, por lo que la parusía
no es todavía una realidad.
s/TJ:
La presencia del Mesías
empieza con un acontecimiento que cumple un tema que se repite en las profecías
rnesiánicas. A él se le corona Rey en el cielo (2Sam 7;12-16) (ls 9;6) (Ez
21;26-27). Jesús mismo mostró que su presencia estaría enlazada con su reinado
(Lc 19;11-15) (Mt 24;3) (Mt 25; 14-19) . De modo que mientras estuvo en
la Tierra como hombre, su coronación aún estaba muy lejos en el futuro y
tendría lugar en el "país distante" del cielo. ("La
Atalaya' de 1.10.92, pág 16-17)
Análisis:
Así,
pues, tenemos que, según los TJ, se debe distinguir:
a)
Presencia (o Parusía) de Jesucristo investido de poder real que a pesar de ser
invisible se sentiría y se reconocería debido a la "señal" que el
propio Jesucristo dio a sus apóstoles (Mt 24;3). Esto ocurriría muchos años antes de su
'venida'
b)
Venida (o Revelación) de Jesucristo sobre las nubes del cielo con poder y gran
gloria (Mt 24;30) para ejecutar la sentencia contra una generación rebelde e
inicua.
0
sea, que los TJ que diferencian entre 'Presencia'
y 'Venida' enseñan que hay dos
vueltas de Jesucristo: La primera: la 'Presencia',
que será invisible y que por tanto será necesario evidenciar por medio de una
"señal". La segunda: la 'Vuelta',
que asimismo será invisible, pero que resultará evidente por sus resultados
catastróficos para los enemigos de Jehová. La primera cumple la revelación de
Jesucristo de (Jn 14;3) y la segunda cumple otra revelación de Jesucristo en
(Mt 24;29-30) (Ap 1-7). En la primera vuelta, la Presencia, Jesús no vuelve
literalmente a esta Tierra, sino que dirige su atención hacia ella. En la
segunda sí, porque el Señor vendrá "desde el
cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza a los
que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de
nuestro Señor Jesucristo" (2Tes 1;6-8).
Al
decir los TJ que la "parusía"
no puede verse físicamente, supongo que se refieren a que al no ser una cosa
tangible para los humanos la coronación como Rey de Jesucristo que ocurre en el
cielo en 1914, no nos enteraríamos de este hecho si no fuera por las señales
que el propio Jesús nos dio para que supiéramos que este hecho había
acontecido. Por lo tanto no se produce ninguna "venida" de Jesús, ni visible ni invisible. Si
acaso lo que llega hasta nosotros son los efectos en la tierra de un hecho que
está ocurriendo en el cielo.
La
"Venida" será asimismo
invisible, pero en este caso -dicen los. TJ- no hará falta ninguna señal porque
será evidente por sí misma. ¿Cómo puede ser evidente por sí misma si no se ve al
Hijo del hombre?.
¿Por
qué, pues, los TJ hablan de "venida",
"llegada", “vuelta”?. ¿Por qué los TJ dicen que "la Biblia enseña que Jesús vuelve de manera similar”
a como nos dejó”. ¿Por qué hablan
de "presencia invisible"?.
Si Jesús es una persona que ascendió al cielo en un cuerpo espiritual y vuelve
de "manera similar"
y los cuerpos espirituales han de estar en algún sitio ("Usted puede
vivir...” pág 37), Jesucristo desde 1914 debería estar en alguna parte de la
Tierra, invisible si se quiere, pero en alguna parte, si no, no ha vuelto.
Precisamente por ser invisible necesitaríamos de las señales. Pero si realmente
no ha vuelto, si sigue en el cielo, como dicen los TJ, entonces, tanto es que
este visible o que esté invisible, porque desde la Tierra de ninguna manera
podríamos verlo.
Los
TJ se hacen un lío tremendo entre la Parusía y la Venida o Revelación. E
incluso hay versículos que están aplicados a ambas venidas, por ejemplo, el de
(Ap 1;7). En ("La Atalaya" de
1.12.59 y 1.10.92) este versículo se refiere a la 'Presencia'. En cambio en ("La
Atalaya" de 1.5.93, pág 21-22) se refiere a la
Revelación o vuelta que cumple (Mt 24;29-30).
Nada
en el NT avala la enseñanza de los TJ de dos 'vueltas'
de Jesucristo. Queda claro que Jesucristo volverá una sola vez al final de los
tiempos para juzgar a vivos y a muertos.
La
palabra griega "Parusía"
se ha naturalizado en castellano como vocablo técnico para significar la
segunda venida de Cristo.
(1) En
el griego clásico, significa simplemente la “presencia" o
"venida" de personas o cosas. Pablo usa “parusía” en
este sentido simple y no técnico: (1Cor 16;17) (2Cor 7;6) (Flp 2;12) (2Cor
10;10)
(2) Pero,
característicamente, en el NT, “parusía” es la palabra que
significa la segunda venida de Cristo (Mt 24;3,27,37,39) (1Tes 2;19) (3;13)
(4;15) (5;23) (2Tes 2;1,8,9) (Stg 5;7-8) (2Pe 1;16) (3;4) (3;12) (1Jn 2;28).
Estudiemos su uso secular contemporáneo del NT, para ver que clase de imagen
dirigía las mentes de los primeros cristianos.
En los papiros y en el
griego helenista, “parusía” es la palabra técnica
que se usaba respecto de la venida de un emperador, de un rey, de un
gobernador, y, en general, de una persona importante, a la ciudad o a la
provincia. Tal visita requería una serie de preparativos. Por ejemplo, se imponían
tributos para regalar al rey una corona de oro. Con motivo de la visita de
Ptolomeo Soter a la villa de Cerceosiris, debían recogerse ochenta artabes de
maíz.
La venida de un rey exige
siempre que todo esté a punto para recibirle. En muchas ocasiones un nueva era
comenzaba con la venida de un rey. También se acuñaban monedas para conmemorar
la visita del rey. En el sentido político, la parusía de un rey, del gobernador
o del emperador, significaba a menudo la ocasión de hacer peticiones y de
enderezar entuertos.
Reteniendo en mente todo
lo dicho, vayamos al NT y veamos cómo se usa “parusia”
en él.
a) Se
utiliza como la base de la demanda de conservar inmaculada nuestra vida para la
venida del Rey, debiendo hacerse toda clase de preparativos (1Tes 3;13) (5;23)
(1Jn 2;28)
b) Se
utiliza como una razón para la paciencia (Stg 5;7-8). “La
venida del Rey se acerca y él corregirá los abusos”.
c) Se habla de la “parusia” como digna de desear y de orar por ella (2Pe 3;4,12)
s/TJ:
Durante siglos, el clero y
los escritores de la cristiandad han interpretado estas palabras dirigidas a
Jesús y anotadas en (Mt 24;3) en el sentido de que él volvería a ser visible en
la carne y toda la humanidad lo vería. Por lo tanto han enseñado que Cristo
regresaría con gran ostentación y pompa visible. Llaman a esto la segunda
venida de Cristo. Pero ¿son ciertas estas suposiciones?.
En 1889 los ungidos de
Jehová, los portadores de luz del siglo XIX, ya habían sido corregidos en cuanto
al regreso de Cristo. En el tomo 2 de "Estudios de las Escrituras",
pág 158 a 161, Charles T. Russell, el primer presidente de la Sociedad Watch
Tower Bible and Tract, escribió: "Parousia ( ... ) significa presencia, y nunca debe
traducirse venida, como en la Biblia común inglesa (...). La 'Emphatic Diaglott', una traducción muy
valiosa del Nuevo Testamento, traduce parousia correctamente presencia ( ... ), no venida, como si estuviera de
camino, sino presencia, como después de haber llegado, (pues Jesús) dice: 'Como
los días de Noé, así también será la parousia (presencia) del Hijo del hombre'
.
Note que no se hace una
comparación entre la venida de Noé y la venida de nuestro Señor (...) El
contraste, pues, se establece entre el tiempo de la presencia de Noé cuando
estaba con la gente 'antes del diluvio' y el tiempo de la presencia de Cristo
en el mundo, en su segundo advenimiento, 'antes del fuego': la extrema
dificultad del Día del Señor (Jehová) con que termina esta edad' (Mt 24;37)
(“La Atalaya” de 1.5.93, pág 10-11)
Análisis:
La
interpretación de (Mt 24;36-37) es clarísima. Así como ocurrió en los días de
Noé en que la gente no hizo caso hasta
que en un momento inesperado vino el diluvio y los barrió a todos, así será la
presencia del Hijo del hombre, vendrá de un modo inesperado. Por esto se nos
dice, en el versículo anterior, que hemos de mantenernos alerta, porque no
sabemos en que día viene Nuestro Señor.
La equiparación está entre la venida del diluvio que ocurrió en los días
de Noé y la venida del Señor que ocurrirá no se sabe cuándo. Por eso hemos de
estar alerta. Todo esto, está claro por el contenido de estos versículos y por
los que siguen hasta (Mt 24;41). Pero si este versículo tiene que ver con la
“venida” del Hijo del hombre ¿por qué los TJ sacan conclusiones que aplican a
la “presencia”?
s/TJ:
De modo que el pueblo de
Jehová del siglo XIX comprendió correctamente que la parousia de Cristo sería
invisible. También llegó a entender que los Tiempos de los Gentiles terminarían
en el otoño de 1914. Con el aumento de la luz espiritual, el pueblo de Jehová
llegó a comprender que Jesucristo había sido entronizado en el cielo como Rey
del Reino en aquel mismo año, 1914. (Pv 4;18) (Dn 7;13,14) (Lc 21;24) (Ap
11;15) (“La Atalaya” de 1.5.93, pág 10-11)
"El siguiente capítulo
presenta evidencia bíblica de que 1874 dC era la fecha exacta del comienzo de
los "Tiempos de Restauración" y por tanto de la vuelta del Señor”
(Estudios de las Escrituras, tomo II, pág 171)
“Mientras las
profecías-tiempo apuntan y armonizan 1874 corno fecha de la segunda venida de
nuestro Señor, asegurándonos del hecho con precisión matemática"
(Estudios de las Escrituras, tomo III, pág 129)
Análisis:
Pero, a pesar de la corrección, los TJ, hasta el
año 1950, seguían hablando de la venida, sin más. En esta fecha agregaron que
la venida había sido invisible para los humanos. Más tarde, en 1953, pusieron
el añadido de que la venida y entronización de Cristo en el Reino había sido en
los Cielos. Estos cambios los hicieron para ir borrando el error o fallo de
1914 en que para entonces esperaban la venida de Cristo a la. tierra
personalmente.
Resumiendo podríamos decir, que, según los TJ,
primero viene Jesucristo, invisible, en 1914, y después ocurren una serie de
acontecimientos profetizados por Jesús, que demuestran que éste realmente ha
venido.
Pues, la Biblia dice precisamente todo lo
contrario. En (Mt 24;4 y ss) Jesucristo profetiza toda una serie de
acontecimientos y "luego- dice en (Mt 24;29)- en seguida, después de la
tribulación de aquellos días... aparecerá el estandarte del Hijo del hombre en
el cielo, y... verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con
poder y majestad grande. Y enviará sus ángeles con poderosa trompeta y reunirán
de los cuatro vientos a los elegidos, desde un extremo del cielo hasta el
otro". Lo mismo en (Mc 13;24 y ss) (Lc 21;25 y ss)
0 sea, que primero se darán una serie de
acontecimientos que deben analizarse detenidamente dado el lenguaje
apocalíptico con el que están narrados y después - no antes- se realizará la
segunda venida de Jesucristo con poder y majestad grande, dando paso al juicio
universal para el que Cristo no necesita que 144.000 jueces le ayuden a
efectuarlo. De hecho en (Mt 25;31) cuando se explica el juicio final só]o
Cristo procede al mismo.
Tenemos, pues, que claramente Jesucristo explica
que su parusía irá precedida de una serie de preparativos, de señales que darán
paso a su llegada gloriosa. Lamentablemente, los TJ nos quieren hacer creer que
la primera parte de la parusía de Cristo es un "regreso" invisible de
éste para volver a "regresar", otra vez invisible, al final de la
misma a ejecutar sentencia. En el mismo contexto, Jesús advirtió contra tal
engaño: "Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos...
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está,
no lo creáis. Porque se levantarán falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios,
de tal manera que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos. Ya os lo he
dicho antes. Así que, si os dijeren; Mirad, está en el desierto, no salgáis; o
mirad, está en los aposentos, no lo creáis" (Mt 24;11) (Mt 24;23-26)
En efecto, los líderes de la Atalaya afirman que
Cristo está "en los aposentos interiores" de su organización. Uno
debe ir a sus “salones" para recibir instrucciones de él. Al afirmar que
Cristo está presente, aunque invisible,
y gobernando la tierra por medio de ellos, los líderes de los TJ dicen a sus
seguidores: "En el primer siglo, Jerusalén fue el lugar desde donde se
daba la dirección a la organización cristiana (Hech 15;1-2); pero hoy día tal
dirección viene de Brooklyn, Nueva York" (“La Atalaya” de 1.12.82).