martes, 18 de febrero de 2014

SEGUNDA RESURRECCIÓN: PRIMERA ETAPA: LOS JUSTOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

s/TJ:

Es  verdad  que  Jesús  dijo  que  "viene la  hora"  en  que  todo  esto acontecerá.   Ciertamente,  sin  embargo,  la  palabra  "hora"  aquí  no significa sólo sesenta minutos, ni 3.600 segundos exactos... Recuerde que el apóstol Pablo  indica que habrá orden y categoría  en la resurrección de los  muertos (1Cor 15;23). 
  
Por eso, no  debemos concluir que  a los muertos terrestres se les levanta del Hades  y del mar al mismo tiempo o que se les  levanta a todos en  un mismo día de veinticuatro horas.  No hay necesidad  de tal procedimiento  apresurado de juicio.  En  vista de que tantos  humanos han muerto, decenas  de miles de millones  de ellos, ¿cómo Podría juzgárseles a  todos  apropiadamente en un día de veinticuatro horas, aun haciéndolo los 144.000 jueces asociados junto con su  Juez  superior,  Jesucristo?  Puesto  que  los  144.000  jueces asociados viven y reinan  con Cristo por mil años, el  día del juicio de los muertos humanos durará mil años.

Esto permitirá suficiente tiempo para que cada resucitado sea sometido a prueba y para determinar si su nombre debe ser escrito en el rollo de la vida o  no.  ¿No  dice (2Pe  3;8) "No vayan  a dejar  que este  hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y  mil años como un  día"?  Sí, por eso  raciocinemos bíblicamente. ("La Atalaya" de 1.6.1965, pág 337)

¿Quienes son  los "justos" que  serán resucitados?  Entre  estos estarán fieles siervos de Dios que vivieron antes de que Jesucristo viniera a la Tierra.  Se  menciona por nombre a  muchas de estas personas  en el cap.XI de Hebreos  ("Usted puede vivir...", pág 172) 

Resucitarán los justos  del AT -Abrahan, Isaac, Jacob,  David, etc, etc- como príncipes o patriarcas de esta  Tierra (Is 32;1-2) (Hech 20;28) (Sl 45;16) (Hb 11;1 y ss) ("La Atalaya" del 1.6.65, pág 337 y ss.) 

Ahora  observa algo  que sugiere  orden y  categoría con  respecto a  la resurrección humana terrestre.   En (Hb 11;1) a (Hb12;1)  el escritor da un breve relato de "tan grande  nube de testigos", que vivieron antes de que  Jesucristo muriera  y fuera  resucitado y  que fueron  TJ en  aquél entonces (Is 43;10-12) (Is 44;8).   En (Hb 11;35) se habla evidentemente de todos ellos como a quienes les corresponde una "resurrección mejor" ("La Atalaya" de 1.6.65, pág 337-338) 

Será una "resurrección  mejor" que la de los  jovencitos resucitados por Elías y Eliseo y la de otras  personas que una vez fueron resucitadas en la Tierra.   ¿Por qué?  Porque si  los que sean resucitados  después del Armagedón optan por servir a Dios,  nunca tendrán que morir de nuevo (Hb 11;35). ("Usted puede vivir...", pág 173) 

En muestra de que habría una diferencia entre la resurrección de aquella antigua "nube de  testigos" y la resurrección de  los 144.000 cristianos que  llegan  a ser  jueces  asociados  con  Cristo  en los  cielos,  (Hb 11;39-40) dice  esto acerca de  estos testigos antiguos: "Y  no obstante todos estos, aunque se dió testimonio  de ellos por su fe, no obtuvieron el cumplimiento  de la promesa, puesto  que Dios previó algo  mejor para nosotros, para que ellos no fueran hechos perfectos aparte de nosotros." Sí, Dios previó algo mejor para los seguidores de Cristo, algo mejor que lo  que obtienen  los  de  la antigua  "nube  de  testigos" cuando  sean resucitados.  Los de  la "nube de testigos" no participan  de la primera resurrección, que  es una  resurrección celestial o  espiritual.  Tienen una resurrección terrestre.   No obstante, su resurrección  es mejor que la  que  obtuvieron  las  personas   a  quienes  los  antiguos  profetas levantaron de entre los muertos...  Por su resurrección bajo el reino de Dios con Cristo como  rey, no habrá necesidad de que  mueran otra vez si permanecen fieles. ("La Atalaya" de 1.6.1965, pág 338) 

Análisis:

Esta claro en (Hb 11;13-16)(NC) que Abraham y los demás patriarcas aspiraban y deseaban la "patria celestial", o como dicen los TJ en la versión del Nuevo Mundo: "Pero ahora están haciendo esfuerzos para obtener un lugar mejor, es decir, uno que pertenece al cielo" (Hb 11;16).

Todos los modelos y ejemplos de fe del Antiguo Testamento que se relacionan en (Hb  11;32-38), no consiguieron la promesa. Dios difirió el premio de su fe. ¿Por qué esta dilación?, ¿cuales son los planes misteriosos de Dios? Este "algo mejor" que por nosotros ha previsto y proveído Dios, es la "nueva alianza" , nueva y definitiva dentro de la cual deben salvarse y  llegar al reposo los santos del AT y del NT. Por esto, aquel "algo mejor" es la realización de la promesa. Aquellos santos no consiguieron en seguida la promesa, porque entraba  en el plan providencial el que esperaran hasta que  estuviera completo el número  de sus hermanos (Ap 6;11).  "Para que no sin nosotros estuvieran en la perfección" (NC) Los santos  del AT tenían que esperar que  hubiese llegado la plenitud de los  tiempos y la alianza definitiva con  la muerte de Cristo (1Pe 3;19)  El gran Padre de familia -diremos  con San Juan Crisóstomo- quiere dar la recompensa del trabajo a todos a la vez. Por  esto hace  esperar a  los que  ya lo  acabaron, hasta  que lo terminen los  nuevos hermanos venidos  a última hora.  Lo  cual no quiere decir que haya que  esperar hasta la consumación definitiva del  siglo  y  hasta  el  juicio  final.   Porque  la  victoria  y perfección ya está lograda con la muerte de Cristo (2Cor 5;8)

s/TJ:

El  (Sl   45)  menciona   a  algunos   de  aquellos   antiguos  testigos  precristianos que recibirán esa "resurrección  mejor".  El (Sl 45) habla proféticamente  acerca del  Rey Mesiánico,  Jesucristo, y  acerca de  su matrimonio con la clase de la novia, los 144.000 coherederos de él en el reino celestial.  Luego,  al dirigirse al Rey Jesucristo,  el (Sl 45;16) dice proféticamente:  "En lugar de  tus antepasados llegará a  haber tus hijos,  a quienes  nombrarás  príncipes  en toda  la  tierra" Entre  los antepasados de Cristo como hombre, están Abrahán, Isaac y Jacob y el rey David, que fueron hombres fieles, testigos fieles de Jehová.  Con el fin de nombrar a  sus antepasados fieles como "príncipes en  toda la tierra" bajo su reino celestial, Jesucristo tendrá que resucitarlos de la tumbas conmemorativas. Si  las otras  personas de  la Tierra  han de  obtener el  beneficio del dominio  principesco de  los  fieles antepasados  de  Cristo durante  su reinado de mil años, es necesario que tales antepasados sean resucitados temprano durante su reinado, aunque murieron  hace miles de años.  Si el Rey reinante Jesucristo limitara el nombramiento de príncipes en toda la Tierra  a sólo  sus  antepasados  piadosos, no  habría  muchos de  tales príncipes en toda  la Tierra.  Otros hombres  antiguos fueron igualmente fieles entre  aquella "tan grande nube  de testigos".  Por eso,  sólo es razonable que a tales testigos fieles igualmente se les considere dignos de ser nombrados como príncipes en varias partes de la Tierra
Su  nombramiento al  puesto principesco  arguye a  favor de  que se  les resucitaría más temprano  que a los otros súbditos  terrestres del reino de  Dios.   Esto sugiere  que  se  observará  orden  y categoría  en  la resurrección terrestre.  Siendo así, entonces todos los muertos terrestres no serán entregados por  el Hades y por el mar al  mismo tiempo, sin que se hagan arreglos de antemano para atender a los muertos que regresen. ("La Atalaya" de 1.6.1965, pág 339) 

Estos gobernarán  en perfecto acuerdo  con Cristo.  (Aunque  también los mejores entre "las otras ovejas" compartirán este honor con ellos.) ("Usted puede vivir..." pág 165) ("Que Dieu...", pág 275-276) 

Estas personas  no esperaban  ir al  cielo sino  que esperaban  vivir de nuevo aquí mismo en la Tierra  (Hb 11;17-19) (Jb 14;13-15) (Is 25;8) (Lc 20;37-38).  ("Usted puede vivir..." pág 122) ("Sea Dios veraz", pág 268) 

Todas las  leyes e instrucciones  vendrán de  los "nuevos cielos"  en lo alto.   Pero en  la  Tierra  habrá hombres  fieles  a  quienes se  habrá nombrado  para que  vean que  estas  leyes e  instrucciones se  cumplan. Porque estos hombres representan de  manera especial al Reino celestial. La  Biblia los  llama "príncipes".   Hasta en  nuestro mismo  día en  la congregación cristiana hay hombres nombrados  por espíritu santo de Dios para atender y dirigir las actividades  de ésta.  Podemos confiar en que después  del Armagedón,  Cristo  se encargará  de que  se  nombre a  los hombres apropiados para que sean  representantes del gobierno del Reino, porque entonces él  estará interviniendo directamente en  los asuntos de la Tierra. ("Usted puede vivir...", pág 160)

Análisis:

Rutherford en 1920 profetiza que Abrahan, Isaac, Jacob y otros justos de los  tiempos antiguos resucitarán en 1925  para gozar de la  vida perfecta  del nuevo  mundo (Hb  11) (A  pesar de  que los patriarcas   murieron  en   Palestina,  la   profecía  señala   su resurrección en América...) ("Millones de personas...", pág 87-90) "Nosotros,  los del  resto,  solíamos  pensar que  antes  o en  el Armagedón, sería necesario que Jehová  Dios levantara de entre los muertos  la  nube grande  de  testigos  de tiempos  antiguos,  los "príncipes"  -calculando que  serían sólo  setenta en  total- para  fortalecer a los del resto" ("La Atalaya" de 1954, pág 215/33) ¿Y, por qué -digo yo- sólo setenta? 

En  1925, Rutherford  insiste en  la profecía  del retorno  de los "príncipes" apoyándose en los  mismos razonamientos que cinco años antes.  Sin  duda esperaba verles  resucitar antes de fin  de año. ("Confort for the Jews", pág 85-88)  

En  1926,  Rutherford  sigue  esperando  la  resurrección  de  los "príncipes",  pero ahora  habla de  su salida  de la  tumba en  un futuro próximo y  de su morada en  nuestro planeta.  ("Délivrance" ,pág 323) 

En  1928,  Rutherford  sigue  esperando  la  resurrección  de  los "príncipes" y dice que "debe producirse en un tiempo relativamente corto" ("Gouvernement", pág 258) (Ya que había preparado una  residencia para los "príncipes" -Beth Sarim o Casa de los Príncipes-  al no resucitar estos en el tiempo previsto,  acabó por  ocuparla  él personalmente  a principios  de 1930,  viviendo allí  hasta su  muerte  en 1942.   

Parece ser  que después los TJ quisieron guardar allí sus restos mortales haciendo de dicho palacio un mausoléo o santuario internacional. Las autoridades del municipio de S. Diego  no se lo permitieron y, por ello, se deshicieron de la mansión, vendiéndola en el año 1948.) 

En 1956  escriben: "Anteriormente,  todos nosotros  esperábamos la vuelta de los testigos fieles de la antigüedad como "príncipes". Más tarde, Jehová reveló que los que  son príncipes  -siervos de congregación- ahora  están aquí  entre nosotros" ("La  Atalaya" de 1956, pág 533/16) 

Resumiendo  todo este  embrollo, tenemos:  Primeramente, Dios  les  revela que los Testigos fieles de la antigüedad, resucitarán en 1925. Posteriormente, les  revela  que  estos  testigos  de  la  antigüedad resucitarán en número de  70. Después les dice que no,  que se olviden  de todo porque, sin necesidad  de resurrección, ya los tenemos hoy y  aquí entre nosotros.  Pero los TJ  no se lo han creído porque hoy  enseñan que serán los primeros  en resucitar en  el Nuevo mundo...