domingo, 16 de febrero de 2014

PEDRO NO ES EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA VERDADERA

s/TJ:

A los sacerdotes de  la Iglesia Católica Romana les gusta  señalar a (Mt 16;18)  cuando  surgen preguntas  en  cuanto  a identificar  la  iglesia verdadera. Este texto  dice  sencillamente: "Tu  eres Pedro,  y sobre esta  piedra edificaré mi Iglesia,  y las puertas del  infierno no prevalecerán contra  ella" (Biblia,  versión de  Scio).
  
De  estas pocas palabras  de Jesús,  la Iglesia  Católica Romana  ha concluido  que allí Jesús hizo a Pedro el  fundamento de roca sobre  el cual la  iglesia de Dios y de Cristo está edificada, que  Pedro llegó a ser el primer Papa y sucesor de  nuestro Señor Jesucristo,  y que  allí tuvo su  principio la Iglesia Católica  Romana, y esto la  hace la primera iglesia  y la única iglesia  verdadera.  Pero,  ¿es eso  lo que  Jesús quiso  decir con  las palabras "sobre esta piedra edificaré  mi Iglesia"?  ¿Se refería a Pedro cuando habló esas palabras?  ¿Había  de dirigir Pedro la congregación de Dios?  ("La Atalaya" de 1.9.64, pág 532)

Análisis:

No  creo que  sea  posible  decir más  barbaridades  en tan  pocas palabras.   
1º)  La expresión "les gusta señalar" no creo que sea una expresión "pacífica", pero ya conocemos el tono que gastan los TJ en sus escritos...  
  
2º) "Este texto dice sencillamente". Pues es verdad, si se va con un corazón humilde, no lleno de orgullo, la frase es sencilla, no tiene ninguna complicación, su interpretación es diáfana. Lo que ocurre  es  que  lo que  sencillamente  se entiende  al  leer este pasaje no casa con la doctrina predeterminada de los TJ y por esto los TJ la interpretan, sencillamente, de la manera más aberrante posible como más adelante veremos. 
  
3º) "De estas pocas palabras de Jesús, la Iglesia Católica Romana ha concluido...". No, no es así. Cuando se escribieron estas palabras, las primeras comunidades cristianas ya tenían claro, y muy claro, el papel de Pedro en la Iglesia naciente, y sobre qué fundamento estaba edificada la iglesia verdadera. Su apoyo bíblico, por otra parte, no se encuentra solamente, ni mucho menos, en estas pocas palabras; se encuentra en un conjunto de pasajes que determinan, sencillamente, que los que quieren salvarse, aprovechándose de la  redención, deben incorporarse a la Iglesia fundada por Cristo. Si los TJ creen que esta Iglesia fundada por Cristo es la Sociedad Watch Tower, sencillamente, que lo demuestren.

Los puntos bíblicos  en los que la Iglesia  Católica apoya la autoridad reconocida de Pedro, son: 

a) Primer encuentro de Jesucristo con Pedro (Jn 1;42) 

b) Promesa de la primacía (Mt 16;18-19) (Lc 22;31-32) 

c) La institución (Jn 21;2-19) 

d)  El ejercicio  (Hech  1;15-26)  (Hech 2;14-41)  (Hech 4;5    22)   (Hech  5;1-11)  (Hech 5;27-32)  (Hech  8;14-24) (Hech 10;1 y ss)          (Hech 15;6-12)

Pero es que por encima de todos estos puntos, la Iglesia Católica, funda la autoridad dirigente de Pedro y la transmisión de esta autoridad a sus sucesores en una serie de acontecimientos y testimonios. En efecto, el Evangelio de Mateo, donde se encuentra el "Tú eres Pedro", puede ser fechado entre los años 60 y 70 dC. El "confirma a tus hermanos" se encuentra en Lucas, años 60 y 62, y el "apacienta a mis corderos" y el cambio de nombre de Simón, en  Juan, año 100. Así, pues, cuando fueron  redactados estos textos bíblicos, la  Iglesia de Cristo se había ya afianzado en el seno del mundo romano y el obispo de Roma gozaba de una autoridad sobre la Iglesia universal que no puede ponerse  en duda. Fijémonos que en los momentos más difíciles de la Iglesia de Cristo, que fue inmediatamente después de la muerte de Jesucristo y de su ascensión a los cielos, no había nada escrito sobre su doctrina. Se empezó a escribir treinta y más años después. El impulso vital de aquella iglesia provenía del  mismo Cristo y no de los escritos que sus discípulos nos legaron, ya que todos estos testimonios fueron escritos cuando había sido sobrepasado el período "crítico.
  
4º "Pedro llegó a ser el primer Papa". No. Papas son los sucesores de Pedro en la Jefatura de la Iglesia. Y, por otra parte, en (Mt 16;16), Jesucristo únicamente promete a Pedro que será la autoridad suprema de su Iglesia y fundamento humano de la misma. La institución se produce en (Jn 21;2-19)

5º "Pedro llegó a ser...  sucesor de nuestro Señor Jesucristo". Barbaridad sobre  barbaridad, y además dicen los TJ que todas estas conclusiones lo son de la Iglesia, cuando de hecho no pueden demostrar que la Iglesia enseñe esta doctrina. Y no puedo decir que los TJ no saben lo que se dicen, porque sí lo saben, y ahí está el mal. Parece que  sólo buscan confundir a los que con buena voluntad leen sus escritos. ¿Cómo va a ser Pedro el sucesor de Jesucristo? ¿Pero no dice (Mt  28;20) que Jesucristo está con nosotros hasta la consumación de los siglos? El que sucede se pone en lugar de alguien que ya no está. Y Jesucristo está ahí, cumpliendo su palabra después de dos mil años de haberlas pronunciado. Por lo tanto a Jesucristo no lo sucede nadie. Sí podríamos decir que S.Pedro es el representante o vicario de Jesucristo en la tierra. Los que siguieron a Pedro si que son sucesores, pero de Pedro, no de Jesucristo

6º "Y que allí tuvo su principio la Iglesia Católica Romana". Otra que tal. La Iglesia, como tal, podemos considerar que inició su andadura con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.

s/TJ:

Primero note que la palabra "iglesia" que aparece en muchas traducciones de la Biblia no  se refiere a un edificio literal  de piedra.  La Biblia nos dice que Dios "no mora en templos hechos de manos" (Hech 17;24). La palabra griega original traducida "iglesia" en (Mt 16;18) es "ecclesia". Se refiere  a una congregación o  a una asamblea  de personas y no  a un edificio de  madera o piedra hecho  por manos de hombres.   En (Rm 16;5) Pablo dice: "Y saludad  a la iglesia que está en su  casa".  De nuevo en (1Cor  16;19), él  escribe: "Las  Iglesias de  Asia os  saludan".  Sería ridículo concluir  que Pablo  hablaba de saludar  un edificio dentro de otro edificio,  o que ciertos  edificios religiosos estaban  saludando a éstos de Corinto. Más bien, Pablo indisputablemente hablaba de reuniones de cristianos, de una asamblea o congregación de gente.  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 532-533)

Análisis:

Nadie pone en duda que la palabra "iglesia" no se refiere a un edificio. Una observación si se me permite: La palabra griega original traducida "iglesia" no es "ecclesia" (esta es en latín) sino "ekklêsia". Iglesia, no es un mero concepto, sino que representa una comunidad real de cristianos unidos con Cristo y entre sí. Así lo indican imágenes y expresiones como: "pueblo de Dios" (1Pe 2;10), "cuerpo" (Rm 12;4-8) (1Cor 12;12-31), con Cristo por cabeza (Col 1;18) (Ef 1;22 y ss), etc. Esta comunión orgánica da su sello a  las comunidades  particulares (Véanse  los encabezamientos de las cartas de S. Pablo, p.e. (1Co 1;2). En las comunidades se encuentran todos los  bienes que Cristo como portador de la salvación, regala a los hombres: su palabra, su sabiduría, su ejemplo, los sacramentos, el amor, la servicialidad y la nueva vida ofrecida mediante el perdón de los pecados. Las estructuras de la Iglesia al principio no estaban determinadas fijamente. Hubo comunidades bajo el control de los Ancianos y otras bajo el de los Obispos o presbíteros. Pero todas  las comunidades tuvieron como necesario la unión con  los apóstoles y su predicación. Y entre los apóstoles, destacó desde el primer momento la primacía de Pedro.
  
s/TJ:

Ahora  bien, teniendo  presente esto,  ¿de quién  estaba hablando  Jesús cuando dijo: "Sobre  esta masa de roca edificaré mi  "congregación" o mi "iglesia"?.  Note cuidadosamente,  Jesús no dice "la  iglesia de Pedro", ni la  "iglesia de Pablo", sino  "mi Iglesia".  Jesús habla  aquí de los que seguían en sus pisadas...   esos fieles que seguían en sus pisadas Jesús los llama su cuerpo, su novia,  su congregación o iglesia, y él ha preparado un  lugar para ellos  con él en  el cielo.  Apocalipsis  da el número de ellos como 144.000 (Mt 16;18) (1Cor 12;12-28) (Ef 1;22-23) (Ap 14;1-3).  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 533)

Análisis:

Desde luego, Jesucristo habla de Su Iglesia, nadie lo pone en duda... pero Su Iglesia no son los famosos 144.000. Esta ni es la iglesia de Pedro, ni la de Pablo, ni la de Jesucristo, esta es... la "iglesia de la Watch Tower Bible and Tract Society of Pensylvania". En la Iglesia de Cristo hay buenos y malos, justos y pecadores: parábola de la cizaña: (Mt 13;24-30); explicaciones de la parábola de la cizaña (Mt 13;36-43); parábola de la red (Mt 13;47-50).  No  hay nada en el NT que cree una distinción entre Iglesia de Cristo y Reino de los cielos o Reino de  Dios, es una misma cosa.

Los TJ nos dicen que la Iglesia de Cristo está formada por "los fieles que seguían en sus pisadas y a quienes Jesús llama su cuerpo, su novia y para quienes ha preparado un lugar en el cielo". Hasta aquí todo es correcto. Y así deberían entenderlo sus apóstoles y los cristianos de las primeras comunidades. Si el Apocalipsis cierra el número de los bienaventurados en 144.000, -como  dicen los  TJ- es algo que les pasó inadvertido a los cristianos de los primeros siglos porque en ninguna parte de su historia se hace referencia a este hecho trascendental.   En efecto, todos los primeros cristianos de los que nos ha quedado noticia y que desde luego cuando apareció el Apocalipsis superaban de largo los 144.000 suspiraban por una sola cosa: estar con Cristo.

s/TJ:

¿Quién o qué es la roca o masa de roca o fundamento sobre el cual la congregación cristiana se edifica?... los  teólogos católicos romanos dicen que el  fundamento es el apóstol  Pedro. ¿Tienen razón estos teólogos católicos en su conclusión? Los doctos bíblicos notarán que con frecuencia se alude a Jehová  el Dios Todopoderoso en las Escrituras como "la Roca", porque es el fundamento eterno de su santa organización universal. En (Dt 32;3-4) leemos: "¡Atribuyan ustedes, sí, grandeza a nuestro Dios! La Roca, perfecta en su actividad".  Jehová Dios el Todopoderoso es un fundamento que no puede ser movido nunca. Ana, la madre de Samuel, dijo en oración: "No hay roca como nuestro Dios" (1Sam 2;2)

A Jesucristo también se le identifica en las Escrituras como roca. En realidad,  Jesús se identifica como la roca o piedra angular que rechazaron los edificadores (Mt 21;42)... Así las piedras o rocas se usan en un sentido ilustrativo, representando a miembros fieles individuales que llegan a ser parte de la congregación  cristiana, edificados en la piedra angular de fundamento, Jesucristo.  Note como el apóstol Pablo  también apoya este  punto de vista. El  escribe: "Israel tropezó "con la 'piedra de tropiezo'; como está escrito: '¡Miren! Pongo en Sión piedra de tropiezo y masa de roca de ofensa, pero el que cifra su fe en ella no sufrirá desilusión'"(Rm 9;32-33) Ahora  bien, ¿contra quién tropezó el antiguo Israel? ¿Fue contra Pedro o contra Jesucristo? Pablo muestra que  la piedra de tropiezo y el  fundamento es Jesús, no  Pedro.  (1Cor  10;4)

Además, cuando Pablo menciona "apóstoles y profetas", lo cual sin duda habría incluido a Pedro, él, no  obstante, alude a Cristo como "la piedra angular de fundamento" (Ef 2;20) ¿Por qué habría de ser esto así si Pedro encabezaba la iglesia?. De nuevo, en (Ap 21;14), a los doce apóstoles de Cristo se les designa como doce piedras de cimiento o fundamento. No se señala a Pedro con especialidad. Pero se dice que estos doce apóstoles son del "cordero", que es el fundamento principal y piedra angular preciosa.  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 533-534)

Análisis:

No es necesario complicar las cosas.  No son los teólogos católicos romanos quienes dicen que el fundamento de la Iglesia de Cristo es Pedro. Es la  propia Iglesia que tradicionalmente lo ha reconocido así, y que en determinados concilios lo ha ido proclamando para afianzamiento de sus fieles. Incluso la infalibilidad del Papa no fue definida verdad de fe hasta el Concilio Vaticano I en 1870, porque hasta poco antes de esta fecha no se había planteado en el seno de la Iglesia este problema, ya que la infalibilidad del Papa era aceptada por la gran mayoría de católicos. En tiempo del Papa Pío IX ante el liberalismo y el racionalismo que se extendió por toda la sociedad, convocó el Concilio Vaticano I a fin de dejar claramente definidos ante el mundo algunos aspectos fundamentales de la Iglesia Católica -entre ellos el de la infalibilidad del papa-que se habían puesto en discusión.

Los TJ, después de decirnos que "sencillamente" la interpretación de (Mt 16;18),  es la que dicen que es, resulta que para entender su interpretación se debe ser, nada menos que "bíblico docto" -son sus  propias palabras-  porque esta condición es necesaria para saber que a Dios se le llama "la Roca" "porque es el fundamento eterno de su organización universal" y también para saber que a Jesucristo se le identifica como la "roca o piedra angular de fundamento". Pero, vamos a ver. Si de Dios se dice que es el fundamento eterno  y de Jesucristo que es el fundamento o piedra angular, ¿por qué siguiendo con el mismo símil no va a poderse proclamar a quien está llamado a ser la cabeza visible de la Iglesia que Cristo funda en la tierra, piedra sobre la que va a fundamentarse tal iglesia?.

Pero  analicemos todo el pasaje. Jesucristo pregunta a sus discípulos: "...Y vosotros, ¿quién decís que soy?. Tomando la palabra Simón Pedro, dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Y Jesús, respondiendo, dijo: Bienaventurado tú, Simón Bar Jona, porque no es la carne ni la sangre quien eso te ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos. Y yo te digo a tí que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, (primera vez que aparece la palabra Iglesia en el Evangelio de  Mt) y las puertas del infierno no prevalecerán  contra ella.  Yo te daré las llaves del reino de los cielos,  y cuanto atares en la tierra será atado en los cielos y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos." (Mt 16;15-19).

Las primeras palabras que Jesús dirige a Pedro en el Evangelio de Juan, son: "Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú serás llamado Cefas, que quiere decir Pedro" (Jn 1;42). El evangelista nos dice que Jesús había cambiado el nombre de Simón en Pedro (kephâ), sin darnos ninguna explicación de este sorprendente cambio. Será Mateo quien en  (Mt 16;15-19) nos dará la razón de este cambio de nombre.  
Cuando Cristo vio a Pedro por primera vez (Jn 1;42), lo destinó ya para ser el fundamento de su "Iglesia", y ahora lo declara solemnemente. En la comunidad primitiva cristiana se le llamará "Cefas", palabra aramea (Kephâ), que significa "piedra", aludiendo a su misión de piedra fundamental de la Iglesia. Obsérvese que tanto en la traducción como en el original griego hay un cambio de palabras: "Pedro", dice el primer miembro del dístico; "piedra", dice el segundo. En arameo no existía tal diferencia: Jesús llamó a Simón  las dos veces "Kephâ", como le había llamado el día del primer encuentro. La tradición primitiva lo confirma llamando frecuentemente a Pedro "Kepfâ": (1Cor 1;12) (1Cor 2;22) (1Cor 9;5) (1Cor 15;5) (Gl 1;18) (Gl 2;9) (Gl 11;14). Pero mientras en arameo, la diferencia de géneros pasa fácilmente inadvertida, en griego, es perfectamente perceptible y clara, y al traductor no le pareció digno designar a un varón con un nombre propio de género femenino; por eso en el primer miembro del versículo, cuando la palabra "kephâ" tiene un sentido de nombre propio, emplea el griego "Pétros" (El nombre de "Pétros", en efecto, no existía como nombre propio ni en griego ni en  latín...  Es, pues, un nombre nuevo que aparece en la historia); pero en el segundo, cuando quiere hacer resaltar la solidez del fundamento, usa deliberadamente "pétra", la traducción exacta del original arameo.

En efecto, Cristo declara que el edificio de su Iglesia  -que en (Mt 16;19) se identifica con el "Reino de los cielos"- se asentará sobre la persona de Pedro como sobre "roca" inconmovible, de tal forma que las "puertas del infierno no prevalecerán sobre ella"; es decir, el poder del mal (la expresión "puertas" en el lenguaje bíblico es sinónima de la ciudad  que la guardan, y también de los poderes judiciales de la misma, que declaraban sus sentencias a la "puerta" de  la ciudad) no podrá echar abajo el edificio de la Iglesia,  asentada sobre la "roca" de Pedro. Y con una nueva metáfora, muy semítica, asigna una nueva misión a Pedro, establecido como "roca" del edificio. Será el "llavero" del "Reino de los cielos", el encargado  oficial de abrir y cerrar las puertas del  reino. Los verbos "atar" y "desatar" son dos metáforas clásicas en la doctrina rabínica y equivalen a "prohibir" y "permitir". En el lenguaje técnico actual corresponderán estos dos actos a la determinación de lo lícito o ilícito en materias no determinadas por la ley divina, es decir, la potestad de legislar y de interpretar la misma  ley divina, ya que a Pedro se le sitúa como árbitro supremo y definitivo. 

s/TJ:

Esta confesión de Pedro  de que 'Jesús es el Cristo' le  dio a Jesús una ocasión, con referencia al nombre Pedro (griego: Petros), que había dado antes al apóstol,  de declarar que "sobre esta masa  de roca" (petra) él edificaría su  iglesia (Jn 1;42). La declaración o confesión de Pedro contiene una verdad fundamental que todos  los que desean la vida tienen que llegar a reconocer,  a saber, esto: que Jesús es  el Cristo, el Hijo de Dios vivo.  Por eso, de hecho, Jesús dijo a Pedro: 'Sobre éste que tú has confesado, sobre mí mismo como masa de roca (petra) edificaré mi Iglesia, mi asamblea, mi congregación de personas que comparten esta fe preciosa'. La  expresión "esta  masa de roca" no alude a  Pedro, sino aplica exclusivamente a Cristo, el Ungido de Dios, a quien  Jehová ha colocado como  un fundamento seguro y eterno para Su organización del reino. Sobre este cimiento, a saber, sobre Jesucristo, la iglesia permanecería tan segura que ninguna maquinación ni esfuerzo, demoníacos o humanos, jamás podrían destruirla. Ni siquiera el poder de la muerte podría destruir la esperanza  de los que cifran la fe en él.

La entera congregación, los 144.000, serían hechos  más que vencedores  por medio del que los  amó. En prueba adicional de que Jesús estaba fijando aquí en la mente  de sus discípulos que él era el Cristo, note sus palabras después de esta consideración: "Entonces ordenó rigurosamente a  sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo" (Mt 16;20) De modo que, al concluir esa consideración no menciona a Pedro ni habla de alguna primacía que se diera a Pedro. Toda la prueba de las Escrituras muestra terminantemente que la edificación de la iglesia o de la congregación había  de ser, no sobre el apóstol Pedro, sino sobre Jesucristo, el "fundamento" o "piedra angular preciosa"  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 534-535)

Análisis:

Para los Tj, la piedra es el mismo Cristo, a quien la Sagrada Escritura llama "piedra angular" (Ef  2;20) (1Cor 3;11) (Mt 21;42) (Mc 12;10) (Lc 20;17) (1Pe 2;6-7)

Baste, sin embargo, para ver que no es ése el sentido de las palabras de Jesús el violento cambio que esa interpretación introduce en el texto evangélico: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, pues no es la carne y sangre quien te lo reveló, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres piedra y sobre mí -que soy la  piedra-, edificaré mi iglesia." ¿Para qué tanto énfasis en las palabras que preceden dirigidas a Pedro, si cuando llega la promesa, ésta nada tiene que ver con él?. Es evidente que se ha dado un viraje en redondo a la frase. No nos hemos de olvidar, por otra parte, el método metafórico que Jesús sigue en toda su predicación: habla a orientales, a hebreos, hechos a una concepción sensorial del mundo y de las cosas, al lenguaje que habla a los sentidos, de vida y colorido exuberante. Aquí habla Jesús del edificio de su Iglesia. Una metáfora: "edificar" su iglesia. Ahora bien: los edificios no se fundan sobre hombres, sino sobre piedras: era continuar la metáfora.

El fundamento de la Iglesia -dicen  los TJ- es Jesucristo y "nadie puede poner otro fundamento que el que está  puesto" (1Cor 3;11). Pero es que el propio Pablo que ha escrito el párrafo anterior, también nos dice que la Iglesia está edificada sobre "el fundamento de los apóstoles" (Ef  2;20). Y también nos dice que Santiago, Pedro y Juan son "columnas de la Iglesia" (Gl 2;9). Y es que en cada caso debe estudiarse el contexto para dar el sentido justo a las palabras. Cristo y Pedro son el mismo fundamento, en cuanto Cristo es el fundamento invisible y Pedro es el fundamento visible.

Pero es que hay otro tema. El cambio de nombre entre los hebreos tenía una trascendencia excepcional. El cambio de nombre marca el principio de una vocación divina especial: (Gn 3;20) "Eva" = madre de todos los vivientes;  (Gn 17;4)  "Abraham" = padre de muchedumbres. Otros ejemplos: (Gn 17;19) (Gn 35;10) (1Par 22;19) (Lc 1;13-31)  (2Re 24;17) (2Par 36;4) etc... ¿Qué, pues, querrá decir "Pedro"?. En el contexto de (Mt 16;17-19) está claro: fundamento, base de la iglesia que Jesucristo quiere edificar. 

"Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? El le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo: Díjole: Apacienta mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor, tú sabes  que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase: ¿me amas? Y le dijo: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: Apacienta mis ovejas." (Jn 21;15-17) El maestro le había conferido la primacía jerárquica solemnemente después de la confesión en Cesárea de Filipos (Mt 16;18-19), pero el "primado" de la Iglesia sucumbió estrepitosamente por cobardía cuando vió prendido a Jesús. Ahora el Maestro  quiere rehabilitarle ante los discípulos, confirmándole en su categoría suprema de "pastor" de sus corderos. Como que Pedro está investido de una autoridad superior, Jesús exige que le ame más que los otros, pues la preeminencia suya debe ser paralela a un mayor amor como Pastor universal de la grey de Cristo. 

s/TJ:

En la  Biblia católica de Haydock,  se dice con referencia  a Agustín, a quien  la  Iglesia Católica  Romana  hizo  un  "santo": "Es  verdad  que S. Agustín, en  uno o dos  lugares, expone  así estas palabras,  'y sobre esta roca  (es decir, sobre  mí mismo) o sobre  esta roca, que  Pedro ha confesado'" No sobre Pedro mismo, sino sobre Jesús que pedro confesó era el Cristo.  Esto muestra que Agustín lo entendió bien.  ("La Atalaya" de 1.9.64, pág 535) 

Análisis:

Estas palabras atribuidas -según la cita que aportan los  TJ- a S. Agustín, las presentan también los libros de los protestantes en general como un ataque a la autoridad de los papas. Pero tanto unos como otros, no aportan la referencia de la cita. Por mi parte, debo decir,  que no la he encontrado. Pero ciertamente la que sigue, que esa sí es de S. Agustín, no se da la mano con la que presentan los TJ: "Reconocemos el gran mérito del obispo y mártir Cipriano; pero ¿será acaso mayor que el del apóstol y mártir Pedro?. De éste (Pedro) habla así Cipriano mismo, en su carta a Quinto: 'porque Pedro, a quien escogió el Señor el primero y sobre el cual edificó su Iglesia,...'. He aquí lo que conmemora Cipriano lo que también nosotros aprendimos en  las Sagradas escrituras, que el apóstol  Pedro en quien brilla con tan eminente gracia el  primado de los apóstoles,  habiendo actuado en la cuestión de la circuncisión de otra manera de como pedía la verdad, fue amonestado por el menor apóstol Pablo... Porque ¿quién no sabe que ese principado del apostolado debe anteponerse a cualquier episcopado? (se refiere al de Cipriano). Pero aunque es  distinta la categoría de las cátedras, la gloria de los mártires (S.Pedro y S.Cipriano) es, sin embargo, la misma" (De Baptismo 2;1,2;ML43;126 ss.) 

s/TJ:

Si Pedro fuese  cabeza de la iglesia o  congregación primitiva, entonces hallaríamos a los apóstoles y a  otros atribuyéndole a Pedro un lugar de preeminencia  como el  que  el papa  de  Roma tiene  hoy  día.  Pero no hallamos que le tributen tal honor a Pedro ni los apóstoles ni los otros discípulos.  Pedro nunca  hace mención de sí mismo como  papa.  Ni Pablo ni otros  de los  escritores de  la Biblia aluden  a alguna primacía de Pedro.  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 535) 

Análisis:

Pero, ¿es que acaso las relaciones estructurales de la organización de los TJ con sólo ciento veinticinco años de existencia es ahora la misma que en sus comienzos? Pero, ¿cómo se puede pretender que las relaciones institucionales sean iguales ahora que en los primeros años de la Iglesia?

Varios pasajes en que se demuestra la primacía de Pedro: 

a) Pedro propone la elección de un apóstol que llene el hueco de Judas el traidor, estableciendo como condición  indispensable que el elegido fuera uno de los que hubieran conversado íntimamente con Cristo. Como se presentaron dos, José y Matías que parecían cumplir con  toda perfección las condiciones exigidas, oraron al Señor diciendo: " Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos escoges para ocupar el lugar de este ministerio y el apostolado del que prevaricó Judas para irse a su lugar". Y echaron suertes sobre ellos, y cayó la suerte sobre Matías, quien desde entonces completó el número de doce apóstoles. (Hech 1;15-26) 

b) Pentecostés.  Llegado el día décimo después de la Ascensión, cincuenta días después de la  resurrección, se oyó de improviso un ruido como de trueno, que sacudió toda la casa, símbolo de que la inmensidad de Dios penetraba en ella. Luego se lleno toda  la estancia como  de lenguas de fuego que flotaban por el aire y se fueron posando sobre cada uno de los presentes. Con esto quedaron todos llenos del Espíritu  Santo y comenzaron a hablar diversas lenguas (Hech 2;1-4). Ante este hecho se juntó una muchedumbre. Todos, atónitos, decían ¿qué es esto?. "Entonces se levantó Pedro con los once y, alzando la voz, les habló..." (Hech 2;14-36) Vemos como Pedro, en nombre de los apóstoles, como cabeza del colegio apostólico, toma la palabra, convirtiendo a tres mil espectadores.

c) Pedro, como cabeza de los apóstoles que presiden la primitiva comunidad de creyentes, intima a Ananías y Safira, que les quieren engañar, castigándolos para escarmiento general. (Hech 5;1-11)
  
d) Pedro, como "pastor" va "por todas partes", visitando las nuevas comunidades. (Hech 9;31-32) Mateo termina su evangelio con estas palabras: "Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado, y, viéndole, se postraron; algunos vacilaron, y, acercándose Jesús, les dijo: 'Me ha sido dado todo poder en el  cielo y en la  tierra; id, pues; enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el  nombre del  Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo." (Mt 28;16-20) Vemos como los apóstoles  cumplen la misión encomendada: (Hech  2;41-42) (Hech  4;33) (Hech  5;42) Empieza a extenderse el evangelio fuera de Jerusalén  (Hech 8;1 y ss) y Pedro es quien decide la admisión de los gentiles a la Iglesia (Hech 10;1-48) (Hech 11;1-18)
  
e)  Concilio de  Jerusalén: La llegada de Pablo a Antioquía fue providencial. La cuestión sobre si los conversos del gentilismo debían  sujetarse a la Ley de Moisés, y en particular a la circuncisión, agitaba cada vez más los ánimos. Algunos cristianos judíos, procedentes de Judea, habían acudido a Antioquía y trataban de imponer la necesidad de la circuncisión. Como este asunto era tan vital para su apostolado, Pablo se opuso con decisión a estas exigencias, mas no pudo evitar que se formaran dos partidos enteramente opuestos. Así, pues, acordose que Pablo y Bernabé, junto con algunos de sus opositores, fueran a Jerusalén con el objeto de consultar a los apóstoles sobre aquella cuestión, A  primera vista podía parecer  inútil esta discusión. Prácticamente había  sido ya resuelta por el mismo Pedro con la conversión del centurión Cornelio (Hech 10;1 y ss) y luego en las innumerables conversiones de Antioquía, autorizadas por los apóstoles.
   
Pablo mismo, inspirado por Dios y conociendo perfectamente la intención de Pedro, había obrado con el más amplio criterio en sus correrías  apostólicas. Mas ahora se trataba de resolver este asunto de una manera autoritaria y, por decirlo así, dogmática. A esto obligaba  la posición intransigente en que se colocaban algunos judíos conversos, procedentes del partido de los fariseos (Hech 15;5) (Este hecho, con otros personajes, es el que siempre ha movido a la Iglesia a tener que tomar acuerdos dogmáticos para preservar la fe y la doctrina de Cristo) Era, pues, necesario proclamar abiertamente la libertad cristiana frente a la Ley mosaica. 

Se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar este asunto, constituyendo el primer Sínodo de la Historia de la Iglesia. Después de una serie de deliberaciones, se acepta la propuesta de Santiago y se afirma con toda sencillez: "Le ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros" (Hech 15;28). La decisión se toma, pues, en unión con el Espíritu Santo, cuya autoridad obra de concierto con  la de los apóstoles; éstos hablan y ordenan como poseedores de un poder espiritual incontestable. En este acontecimiento, si Pedro asiste como los demás, ¿por qué el libro de los Hechos nos transmite expresamente su discurso y su opinión, una de tantas como allí se emitieron?. Y, ¿por qué comienza Santiago presentando su propuesta haciendo referencia precisamente a las palabras de Simón más bien que a las de cualquier otro? Los Hechos nos transmiten los dos discursos más importantes: El de Pedro que con autoridad se levanta a hablar centrando la cuestión y cortando la larga y viva discusión en el sentido de que no hay que imponer a los gentiles que se convierten la observancia de la ley judía (Hech 15;7) (Hech  15;12), y el de Santiago que plantea la propuesta (Hech 15;14-21) dentro totalmente de la tesis de Pedro. Viene a decir Santiago en sustancia que lo que Pedro demostró partiendo de los  hechos, es decir, la llamada de los gentiles a la salud mesiánica estaba ya predicha en  los profetas, de donde queda reforzada la  tesis de Pedro, de que no hay por qué imponer a los gentiles que se convierten la observancia de la ley judía. Y a continuación efectúa una propuesta concreta que es admitida por los presentes (Hech 15;22).

No es, pues, verdad, como dicen los TJ -("La Atalaya" de 1.9.92, pág 535) que es Santiago quien resume el asunto. Es Pedro quien lo hace, como quien tiene autoridad. Santiago confirma la tesis de Pedro y efectúa una propuesta que es la que al fin se admite. Es seguro  que hubo otras propuestas, como también es seguro que hubo otras intervenciones que no se  nos han transmitido y que las dos que se nos han transmitido, lo han sido de modo resumido y esquemático. Los TJ, traducen la intervención de Santiago: "... Por lo tanto es mi decisión...  " (Hech  15;19), enseñándonos que con estas palabras quedó zanjado el asunto, como si la decisión de Santiago no pudiera ser discutida  y teniendo que ser aceptada sin más.
   
Pero no es esto lo que se desprende del contexto. No parece la traducción de  los TJ la más adecuada al original griego  que es "Krinö" y que se traduce por juzgar, emitir opinión con autoridad -Santiago era el obispo de Jerusalén-. Su opinión tenía mucho peso, pero era la asamblea la que tenía que decidir sobre las propuestas, por eso, más adelante, se dice: "Pareció entonces bien a los apóstoles  y a los ancianos, con toda la Iglesia..." (Hech 15;22), y  "de común acuerdo nos ha parecido" (Hech 15;25), y, todavía: "Porque ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros..." (Hech 15;28)

f) Dice S.Pablo: "Luego, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer personalmente a Cefas, a cuyo lado permanecí quince días. A ningún otro de los apóstoles ví, si no fue a Santiago, el hermano del Señor" (Gl 1;18-19). Es de notar este interés por conocer y hablar con Pedro, lo que revela la posición eminente de que gozaba el príncipe de los apóstoles también en la  mente de Pablo, no obstante su independencia apostólica que tan enérgicamente viene defendiendo. El haberse visto con Santiago fue, dado el  tenor de la narración, algo incidental, no buscado, como la visita a Pedro.

g) Dice S.Pablo: "Jesucristo una vez resucitado... se apareció a Cefas, luego a los doce. Después se apareció una vez a más de quinientos hermanos..." (1Cor 15;3-7) (Lc 24;34) ¿También será debido al ímpetu y al carácter de Pedro que Jesucristo una vez resucitado se apareciera primero a Cefas?
  
h) Sin embargo, con la solución dada en el  Concilio de Jerusalén no  estaban resueltos todos los problemas. ¿Debían los judío-cristianos continuar observando la Ley antigua juntamente con las prácticas cristianas? En esto existía diversidad de criterios. Este asunto quedó zanjado en el llamado "Incidente de Antioquía". Pedro baja a Antioquía no sabemos con que motivo. Este incidente parece que tuvo lugar poco después del Concilio de Jerusalén (Gl  2;11-14). Pablo se enfrenta  resueltamente a Pedro sobre algunas cuestiones de método. No es que Pedro yerre en la doctrina, sino que la actitud de Pedro contradice su enseñanza. Es, por tanto, una equivocación personal en su manera de proceder. Con razón dice Tertuliano: "fue  ciertamente un error de conducta, no de doctrina" ("De praescriptione haereticorum", XXIII, Ml.2,42-R,294)

i) Otros pasajes en que se muestra la autoridad de Pedro: (Hech 4;5-22) (Hech 5;27-32) (Hech 8;14-24) (Hech 10;1 y ss). 

s/TJ:

De  hecho, los obispos empezaron a funcionar en un sistema de tipo monárquico, especialmente desde el  principio del siglo IV. Se estableció una jerarquía o cuerpo gobernante de clérigos, y con el tiempo el obispo de Roma, que alegó ser sucesor de Pedro, fue reconocido por muchos como el obispo supremo y papa.  ("El hombre en busca de Dios...", pág 270) 

Ni la  congregación cristiana  primitiva ni los "padres de  la iglesia" primitiva sostuvieron que Pedro fuera la  masa de roca sobre la cual fue edificada la iglesia. Pues la masa de roca es nada menos que Jesucristo mismo.   ay  del  que siquiera  trate de colocar cualquier otro fundamento: "Porque nadie puede poner  ningún otro fundamento que el que está puesto, que es Jesucristo" (1Cor 3;11)  ("La Atalaya" de 1.9.92, pág 535)

Análisis:

Resumiendo  este  tema,  unas palabras sobre la sucesión apostólica:

La sucesión apostólica era absolutamente necesaria, puesto que teniendo en cuenta las palabras de Jesucristo en (Mt 28;18-20) aquellos apóstoles no iban a poder predicar en su corta vida a todas las naciones, a todas las criaturas, ni iban a vivir hasta el fin de los siglos.  Admitido el principio de la sucesión apostólica, y vista la posibilidad de ser adulterada la doctrina, se impone una cabeza visible que pueda declarar, en forma sensible a todos, lo que es verdadero y lo que es falso. Si examinamos la Iglesia primitiva, que salió de manos de los apóstoles, veremos que todos reconocen, sin duda alguna, que la cabeza de ella es precisamente el Obispo de Roma, por ser el sucesor de Pedro. Este magisterio de la Sede Romana nos garantiza que la fe que profesamos y  la moral que practicamos hoy los católicos son las auténticas, las que Cristo está protegiendo con su asistencia continua hasta el fin de los siglos. La necesidad del magisterio de la Iglesia, y la humildad con que debemos recibirle, se encuentra reunida y resumida en aquellas magníficas palabras de la Escritura: "¿Cómo voy a entenderlo si no hay quien me guíe?” (Hech 8;31) 

s/TJ:

S.Pedro en Roma. En cuanto a la pretensión de que Pedro fue a Roma, vea ("La Atalaya" de 1.8.66, pág 470-475")  ("La Atalaya" de 15.11.67, pág 702)

Análisis:

La primera figura de la crítica racionalista y anticatólica alemana, A.Harnack (Die Chronogie  der altchrust lichen litteratur bis Eusebius", T1, Leipzig, 1987, pág 244.nº2)  admite la estancia de S.Pedro al frente de la Iglesia de Roma como una verdad  indiscutible para todo historiador digno de este nombre.

En su ("Historia de la antigua literatura cristiana"), Adolfo Harnack, desde 1893 defendió  la historicidad del martirio de S.Pedro en Roma. 

Ernesto Comba -protestante- en su libro ("Cristianismo y Catolicismo romano", pág 121-134), reconoce que Pedro y Pablo son columnas de la Iglesia de Roma, citando una carta de S. Clemente. También aporta diversas citas de Ignacio de Antioquía, Sixto I (año  115) y  Dionisio de  Corinto, cuyos testimonios prueban la estancia de Pedro en Roma y la superioridad de esta iglesia sobre todas. 

S.Ireneo -discípulo de S. Policarpo quien lo había sido de S.Juan evangelista- escribió en ("Contra los herejes", Libro 3º, c.1, v.1): "Bastará para confundir a los que no obran justamente, presentar la tradición de la más grande y antigua iglesia conocida por todos, la fundada y constituida en Roma por los gloriosísimos apóstoles Pedro y Pablo... A esta iglesia por ser entre las principales la más eminente, es necesario que concuerde toda otra iglesia, esto es, todos lo fieles de cualquier parte que sean..."

Existen una serie de personas cuyos escritos atestiguan, de una u otra manera, a favor de la fundación de la iglesia romana por Pedro, por ejemplo:

S. Clemente Romano (año 96)
Papías de Hierápolis
S. Ignacio de Antioquía (año 107)
S. Dionisio de Corinto (año 179)
Presbítero Gaio (año 220)
Tertuliano (años 220)
Orígenes (año 250)
S. Ireneo (años 130-202) 

Existen, por otra parte, una serie de razones arqueológicas después de las excavaciones llevadas a cabo por orden de Pío XII desde 1940 a 1949, que prácticamente no dejan duda de la presencia y martirio de S. Pedro en Roma 

s/TJ:

Pedro  escribió la  primera de  sus epístolas  desde Babilonia;  pero no existe evidencia  alguna que  indique que Pedro  jamás haya  ni siquiera visitado Roma, aunque las  Sagradas Escrituras dicen definitivamente que Pablo sí lo hizo...  ("La Atalaya" de 15.11.67, pág 702) 

Análisis:

¿Cómo puede S. Pedro escribir su carta desde Babilonia, si hacía ya cientos de años que Babilonia había sido completamente destruida? En tiempos de S. Pedro, a Roma se le llamaba "Babel" o "Babilonia" entre  los judíos por su gran lujo y depravación y por tener esclavizado al pueblo hebreo. Además, S. Pedro pudo esconder el verdadero nombre de la ciudad desde donde escribía para que no le cogieran preso. ¿Habrán los TJ oído hablar alguna vez de la Meca del cine?