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¿Y cuál será
esa prueba final y decisiva?
Satanás será soltado del abismo
al fin de los mil años. ("La Atalaya" de 15/1/68, pág
45)
Después, el Diablo y sus demonios "serán desatados por un poco de tiempo", y luego, destruidos para siempre (Ap 20;3,10) ("La Atalaya" de 1.2.94, pág 7)
Después, el Diablo y sus demonios "serán desatados por un poco de tiempo", y luego, destruidos para siempre (Ap 20;3,10) ("La Atalaya" de 1.2.94, pág 7)
Si alguien
permite que el diablo lo extravíe
debido a permitir que se desarrolle
en él una mala condición de corazón, como Adán lo
hizo en Edén, será arrojado en el lago de fuego, lo cual significa
exterminación eterna de la existencia,
destrucción eterna. Habrá cometido el pecado contra el
espíritu santo de
Dios, el pecado
que incurre en la
destrucción, y su nombre no será
'hallado escrito en el libro de la vida' (Ap 20;15) ("La
Atalaya" de 15/1/68, pág 44)
Sin embargo, los que
se adhieren a su integridad a
través de la prueba final mostrarán que es una integridad del tipo inquebrantable, que los capacitará para que
sus nombres sean escrito indeleblemente, por decirlo así, en el
libro de la vida
de Jehová, siendo declarados justos, justificados a la vida eterna, con la
certeza de vivir para siempre.
(Mt 12;31-32) (1Jn 5;16-17) (Rm 8;33) ("La Atalaya" de 15/1/68,
pág 44)
Entonces se
cumplirán completamente las palabras de
Jesús. Teniendo presente a todos
los que habrán de ser resucitados, tanto
aquellos para el cielo como aquellos para la Tierra, dijo: "Todos los que están en la tumbas
conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una
resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de
juicio". Aquí Jesús estaba hablando
como si estuviera en el fin de su gobierno de mil años y recordando el juicio, primero de
los 144.000 y luego del
resto de la humanidad. La resurrección de todos, para el fin de los mil años, habrá resultado ser una de vida o una de juicio a
la destrucción, según su
práctica de cosas buenas o cosas viles. (Jn 5;28-29) ("La Atalaya"
de 15/1/68, pág 45 y 46)
"Y ví a
los muertos, los grandes y los pequeños, de pie
delante del trono, y se abrieron
rollos. Pero se abrió otro
rollo; es el rollo de la vida.
Y los muertos
fueron juzgados de acuerdo
con las cosas escritas en los
rollos según sus hechos. (Ap 20;11-15)
Pero aquellos cuyos nombres se
encuentren escritos en "el libro de la vida" permanecerán en el
glorioso paraíso terrestre. El que tengan sus nombres escritos en
"el libro de la vida" significa que Jehová los juzga perfectamente
justos en corazón, mente y cuerpo, y por eso
dignos de vivir para siempre en
el paraíso en la Tierra (Lc 20;35-36)
(Hb 11;35) ("Usted puede vivir...", pág 183) (C,308-309)
La gente que escoja servir a Jehová podrá recibir
vida eterna ("Usted puede
vivir...", pág 178)