miércoles, 12 de febrero de 2014

UNIVERSALIDAD ABSOLUTA DEL DILUVIO

UNIVERSALIDAD ABSOLUTA DEL DILUVIO

s/TJ: 

Algunas personas aceptan este relato  sólo si se considera aquel Diluvio como meramente local. Pero eso no es lo que la Biblia dice. 

Si el Diluvio hubiera sido local, ¿por qué no le habría dicho Dios sencillamente a Noé que se mudara a otra localidad?. ¿Por qué todo el trabajo de construir  un arca grande para sobrevivir? Si el Diluvio no cubrió toda la Tierra, ¿por qué meter animales y pájaros en el arca para conservar todos los diferentes géneros? Los animales que estuvieran en otros lugares podrían haber sobrevivido. Y los pájaros podrían fácilmente haber escapado por medio de volar a otra zona. De modo que tenemos que tenemos que afrontar el hecho de que el  creer este relato significa aceptar que hubo un diluvio global. ("Es la Biblia realmente la Palabra de Dios", año 1969, pág 35 y 36)  

¿No es  realmente exagerada la idea  de que se inundara  toda la Tierra? En verdad, no. Hay que considerar  que hasta  cierto grado  la Tierra todavía está inundada.  El  70% de ella está cubierta de  agua y sólo el 30% es  tierra seca.  Además,  el 75% del agua  dulce de la  Tierra está encerrada en los glaciares y en el hielo polar.  Si  todo este hielo se derritiera, el nivel del mar se elevaría muchísimo.  Ciudades como Nueva York y Tokio desaparecerían. 

Además, The New  Encyclopedia Britannica, dice: "Se ha  calculado que la profundidad media de todos los mares  es de 3.790 m.  (12.430 pies), una cifra considerablemente mayor  que la de la elevación  media del terreno sobre  el nivel  del mar,  que es  de 840  metros (2.760  pies).  Si  la profundidad media se multiplica por  su respectiva área, se descubre que el volumen  de las aguas  oceánicas del mundo es  11 veces mayor  que el volumen de  la tierra  que sobresale  del mar".  Por  eso si  todo fuera nivelado -si las  montañas fueran aplanadas y las  cuencas profundas del mar rellenadas-, el  mar cubriría toda la Tierra por  una profundidad de miles de metros.

Para que el Diluvio sucediera, las  cuencas marinas de antes del Diluvio tendrían que  haber sido  menos profundas, y  las montañas  tendrían que haber sido  menos altas  de lo que ahora son. ¿Es posible eso? Pues bien, cierto  libro de texto dice: "Hubo un  tiempo, hace millones de años, en que océanos y llanuras se extendían en llana  monotonía por zonas donde ahora  las montañas se elevan  a inmensas alturas...  

Los  movimientos de  las placas  continentales  hacen que  la Tierra se levante a alturas dónde  únicamente  los animales   las plantas  más resistentes pueden  sobrevivir y, por  otra parte, también hacen  que la tierra  se hunda  y repose  en esplendor  oculto bien  por debajo  de la superficie  del mar". Puesto que  tanto  las montañas  como las cuencas marinas suben  y se  hunden, es patente  que hubo un  tiempo en que las montañas no  eran tan altas  como lo son  ahora, ni las  grandes cuencas marinas eran tan profundas. ("La Biblia, ¿la palabra de Dios o palabra del hombre?", pág 111-112) 

Análisis: 

La historia  geológica de la Tierra se caracteriza  por violentas sacudidas, repetidas periódicamente, a consecuencia de las cuales la  corteza terrestre ha sido sometida, por  diversas causas,  a deformaciones  más o menos acentuadas que  han  culminado en  la formación de esos  grandes complejos que son  las cordilleras.  El proceso de formación de las montañas se llama orogénesis.  A cada uno de los ciclos de más intensa actividad orogénica se le ha dado un nombre particular.  La "orogénesis alpina" el ciclo más cercano a  nosotros en  el  tiempo,  se inició   principios  de la  era mesozoica  (hace unos 225 millones de años), se manifestó más intensamente en la era  terciaria -precisamente entre  el período oligocénico y el miocénico- y  se fue extinguiendo gradualmente en el transcurso  de la  era cuaternaria. La  era terciaria,  por lo tanto, abarca el período de la historia de la tierra en el cual se constituyen cadenas  de montañas de notable altura y extensión... en el Asía central, el Himalaya, con sus imponentes derivaciones. (Monitor I, pág 240)

Everest: (Llamado: Chomolungma por los nativos).  Fue identificado como  el monte  más alto  del mundo  en 1852  con ocasión  de unas mediciones topográficas (8.882 m.). Se eleva en la cadena del Himalaya, en la frontera entre el Nepal y el Tibet. Geológicamente pertenece a una región afectada por el gran plegamiento terciario, que también dio origen a los Alpes y, en general, a las otras grandes cordilleras del mundo. Este monte que lleva el nombre del  fundador de  la Oficina Geodésica  de la India, George  Everest, constituyó durante muchos años la más ambiciosa  meta de  los exploradores y alpinistas  himalayos. La primera  expedición fue  emprendida  en 1921. Desde entonces  se sucedieron varias expediciones. El 29 de mayo de 1953 fue coronado por  primera vez por Edmund Hillary y su sherpa Tensing Norgay.

Dicen los TJ: "Para que  el Diluvio sucediera, las cuencas marinas  de antes del Diluvio tendrían  que haber sido menos  profundas, y  las montañas tendrían que  haber sido  menos altas de lo que ahora son".  Podemos, pues, asegurar que el Diluvio no ocurrió,  al menos no en  el año 2.370  aC como aseguran  los TJ ("Vida eterna en libertad...", pág 31).  Si las cuencas tenían que ser  menos profundas  y las  montañas menos  altas, de  manera que fueran válidos los cálculos que hacen los TJ, hemos de referirnos, al menos, a 250 millones de años aC. Alguna cosa falla aquí.
  
Lo realmente curioso,  es que los propios TJ que  nos dan la fecha exacta del año 2.370 aC. como año en que ocurrió el Diluvio, y que acaban  de decirnos  las condiciones  geológicas que  debían darse para que el Diluvio fuera  posible, se preguntan, ¿Es posible eso? Y se contestan:  "Pues bien, cierto libro de texto  dice: 'Hubo un tiempo,  hace millones  de  años,  en que  océanos  y llanuras  se extendían en llana monotonía por zonas donde ahora las montañas se elevan a inmensas alturas..." O sea, que las  condiciones que se dieron hace millones de años, necesarias para que el Diluvio fuera posible, los TJ por arte de magia las sitúan en el año 2.370 aC, y así todo les cuadra... ¡Maravilloso! 

"Pusísteles un límite a las  aguas que no traspasarán, no volverán a cubrir la tierra" (Gn 1;9-10 (Sl 104;9).  Entonces, ¿cómo es que el Diluvio -s/TJ- cubrió toda la tierra?.  Evidentemente para ello tenían que traspasar los límites que Dios les había fijado. 

Los TJ y  los antiguos teólogos y comentaristas son  de la opinión de que  el diluvio tuvo  una universalidad absoluta,  geográfica y etnográfica. Según esta opinión,  el  diluvio  anegó todas  las regiones de los cinco continentes, ahogando a todos los vivientes, tanto  del género  humano como  del  reino animal:  (Gn 7;18)  (Gn 8;8-9) el  diluvio anegó  "toda la superficie de la  tierra"; (Gn 6;17) fue ahogada  "toda carne"; (Gn 7;19),  fueron cubiertos "los montes que  hay bajo el  cielo". 
  
Para corroborar esta tesis, los concordistas del siglo XIX consideraban ciertos estratos geológicos húmedos o arcillosos como vestigios del diluvio universal bíblico. Incluso la existencia de fósiles marinos en regiones montañosas es un argumento en favor de la universalidad geográfica del diluvio (Gn 7;18) (Gn 8;8-9). Pero  los   científicos  modernos  sostienen  que   esos  estratos diluviales se deben a las  glaciaciones periódicas que tuvieron lugar en  los periodos ternario y cuaternario. Por consiguiente,  no tienen relación  alguna con  el diluvio bíblico. 

Por otra parte toda  el  agua  que existe en los océanos   en las  nubes  es insuficiente para anegar todos los continentes, hasta las montañas más altas, como el Everest, que  tiene 8.882 m. de altura. Además están las dificultades inherentes al problema de la concentración y selección de los animales de todas las especies, y los problemas de aprovisionamiento. Además, en la Biblia  se mencionan ciertos pueblos primitivos, como los "zuzim", los "emmim" y los "enaquim", que no aparecen entre la descendencia de Noé (Gn 14;5) (Dt 2;10) (Nm 24;21) lo que parece indicar que los autores sagrados suponen la existencia de gentes que no descienden de Noé; luego no fueron anegados por el diluvio. 

"Todo  el  mundo". Es  una expresión  hiperbólica  que  no  debe entenderse en sentido  literal. Así, por ejemplo:(Col 1;6). Su significado real  es: Todo el mundo conocido. Otra expresión hiperbólica la  encontramos en (Hech 2;5): "Residían en Jerusalén judíos, varones piadosos, de cuantas  naciones hay bajo el cielo". Sin duda se refiere, en el más amplio de los casos, a las naciones entonces conocidas.