viernes, 28 de marzo de 2014

FORMACIÓN PARA TODOS LOS RESUCITADOS y PROVISIÓN DE ALIMENTOS, VIVIENDA Y TRABAJO


s/TJ:

Ha surgido una pregunta en cuanto a la posibilidad de que todos los muertos regresen para juicio sin abrumar a los que están en la Tierra que representarán al Reino celestial al dirigirlos, ayudarlos y educarlos. En cuanto al número de personas que han vivido en la Tierra, se ha hecho un cálculo bastante liberal de veinte mil millones.

Si se divide esta cifra por mil da veinte millones al año o cerca de 55.000 al día. Este es un gran número de personas para quienes tendría que proveerse alimento, alojamiento, ropa y ocupación. Pero consideremos el problema a la luz de los tratos pasados de Jehová con su pueblo.

Entre los testigos de Jehová, cuyo trabajo es predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino, es una tarea grande el estudiar la Biblia con una persona, ayudarla a aplicar principios bíblicos a su vida para ponerla en armonía con el camino de Dios, entrenarla en el ministerio y ayudarla a llegar a ser una cristiana madura, capaz, a su vez, de ayudar a alguien más. En su trabajo, los Testigos han visto aumentos anuales en número, de 2 por ciento a 20 por ciento o más. Se ha considerado normal un aumento de 10 por ciento, dando una proporción de una nueva persona por diez que pueden ayudarla durante todo un año. Esto se ha efectuado con éxito de modo que ha existido una organización firme, sólida con un porcentaje muy pequeño de los que se separan o apostatan. El número que predica casi se duplicó en el período de diez años de 1955 a 1965.

Por lo tanto, sin hacer una profecía, sino simplemente con el propósito de ilustrar el punto, comencemos nuestro cálculo con la cifra de un millón de sobrevivientes al Armagedón. Aun con este pequeño comienzo, y solo con, digamos, un aumento de 3 por ciento cada año (una proporción de un resucitado por cada treinta y tres que viven en la Tierra), el número de personas que vivan se duplicaría aproximadamente cada veinticuatro años. Si son resucitados veinte mil millones, esto podría hacerse en menos de cuatrocientos años.

Así se concedería bastante tiempo y bastante ayuda estaría disponible para educar y disciplinar a todos, trayendo a los obedientes al grado en que, a su vez, podrían enseñar a otros sin perturbar nada el progreso de ese nuevo orden de cosas. Con la producción y recursos de la Tierra traídos a su potencialidad y distribuidos apropiadamente y usados para provecho de la humanidad, no habría problema de alimentación, como se representan mentalmente los economistas del día presente (“La Atalaya 15/1/1968, pág 44)

Análisis:

Como dicen los TJ “sin hacer una profecía, sino simplemente con el propósito de ilustrar el punto” creo que estos números a la altura del año 2014 en el que nos encontramos deberían revisarse y dar explicaciones.

En cuanto al número de humanos que han vivido en la Tierra, han sido publicadas en la primera década de este siglo XXI, concretamente en el 2002, algunas estimaciones realizadas por Carl Haub del Buró de Referencia Poblacional (PRB) de EE.UU. que arrojan una cantidad de 106 mil millones de personas con todas las reservas que un cálculo de esta especie comporta.

Tomemos esta cantidad en cifras redondas de 100 mil millones. Si consideramos un 60% entre injustos y TJ y los 60 millones resultantes lo dividimos entre 800 años que podemos considerar el tiempo durante el que se procederá a la paulatina resurrección, tenemos 75 millones al año de resucitados o, aproximadamente, 205.000 cada día. Los TJ dicen en su artículo de 1968 que 55.000 resucitados cada día “es un gran número de personas para quienes tendría que proveerse alimento, alojamiento, ropa y ocupación”… ¡pues qué será para 205.000!

Y con relación a la posibilidad de formar a todos los resucitados la cosa se complica sobremanera. ¿Qué soluciones hay previstas?