s/TJ:
Pregunta que aparece en la sección “Preguntas de los lectores” en (“La
Atalaya” 1/6/1968): “¿Aplican las palabras de Jesús en (Lc 20;34-36) a la
resurrección terrenal o a la resurrección celestial de los 144.000?...
...Los hijos
de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, pero los que han sido
considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre
los muertos ni se casan, ni se dan en matrimonio. De hecho, tampoco pueden ya
morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la
resurrección”. La respuesta es amplia. Algunos
de sus fragmentos son los siguientes:
“Aunque es verdad que los 144.000 levantados a la vida celestial no se
casarán, evidentemente Jesús al hacer los comentarios de (Lc 20;34-36), no
estaba hablando acerca de esta fracción pequeña de los que habrán de ser
resucitados. Sino, más bien, estaba hablando acerca de la resurrección terrenal
y acerca de lo que será la situación para los miles de millones levantados de
entre los muertos a la vida terrenal”.
“A muchos siervos fieles de Dios que tienen la esperanza de vivir para siempre en la Tierra y cuyos cónyuges
han muerto les gustaría tener apoyo para su esperanza de que podrían ser
reunidos como esposo y esposa en la resurrección… tenemos que admitir que las
palabras de Jesús indican que los resucitados no se casarán ni serán reunidos en una relación de matrimonio con
cónyuges anteriores… Esta conclusión, es difícil de aceptar para algunos
debido a la fuerte influencia de las emociones humanas”
”Qué gozo será tener compañerismo
con amigos y parientes unidos por los vínculos del amor cristiano y el servicio
de Jehová”
“La Biblia no suministra todos los detalles acerca de la resurrección y
cómo cosas como asuntos de familia… se arreglarán en la Tierra en el nuevo
sistema de cosas”.
Análisis:
Contrariamente a tan rotunda respuesta: “A muchos siervos fieles de Dios que tienen
la esperanza de vivir para siempre en la
Tierra y cuyos cónyuges han muerto les gustaría tener apoyo para su esperanza
de que podrían ser reunidos como esposo y esposa en la resurrección… tenemos
que admitir que las palabras de Jesús indican que los resucitados no se casarán
ni serán reunidos en una relación de matrimonio con cónyuges anteriores… Esta
conclusión, es difícil de aceptar para algunos debido a la fuerte influencia de
las emociones humanas”, los propios TJ nos dicen que en el nuevo mundo “en vez de anuncios de muertes, habrá gozosos
informes acerca de los que han sido resucitados ¡Qué maravilloso será dar la
bienvenida de entre los muertos a padres, madres, hijos y otras personas amadas
que ahora están en el sepulcro!” (“Usted puede vivir…” pág 165) ¿Pero no nos
han dicho que en nuestro comportamiento no sólo no influirán las emociones
humanas, sino que mi esposa no será mi esposa, ni mi hijo será mi hijo, ni mi
padre será mi padre, porque todos seremos como ángeles en el cielo, unidos por los
vínculos del amor cristiano y el servicio de Jehová?
De los cientos de ejemplos que podríamos
presentar e esta contradicción en su doctrina, tenemos el que se lee en
(¡Despertad! agosto/2010, págs 22,23). Se refiere a una joven que se ve
involucrada en un accidente del que sale ilesa pero en el que fallecen sus
padres. Dice: “Al principio me preguntaba
por qué le había sucedido algo tan terrible a mi familia… También recordaba el amor
de Jehová al darnos la fantástica esperanza de la resurrección. Podremos ver de nuevo a
nuestros familiares… ¡y esta vez será en un paraíso terrestre! …
Cuando me encuentro con personas que también han pasado por alguna desgracia,
me entristece que no conozcan la hermosa promesa de la resurrección… ¡Cuánto
anhelo el nuevo mundo de Dios y la resurrección! Entonces ya no habrá más
dolor ni muerte. Saber que todos volveremos a estar juntos me motiva a
seguir adelante. Estoy deseando abrazar con todas mis fuerzas a mamá, papá, y
decirles: “¡Todos estamos aquí!”.
Vemos, pues, que una de las situaciones que más presentan
los TJ –la del reencuentro en el nuevo mundo de los familiares- como motivadora
de la fe en la doctrina de la
resurrección y de la vida eterna en la Tierra, está claramente en contra –como hemos
visto- de las palabras de Jesús en (Lc 20;34-36)
s/TJ:
s/TJ:
El nuevo comienzo para llenar la Tierra con una raza justa de humanos se emprenderá después que pase la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.
Empezará con los sobrevivientes terrestres de esa guerra universal, como fue representado por Noé y su familia cuando éstos salieron del arca de salvación después del Diluvio (Gn 9;1-7). Parejas casadas sobrevivieron aquel Diluvio, y su prole o descendientes se casaron, cuando alcanzaron la edad, entre sí. Igualmente la batalla del Armagedón no disolverá los lazos matrimoniales de los que la sobrevivan y podemos creer y esperar, razonablemente, que el Rey Jesucristo autorizará matrimonios de personas solteras que sobrevivan al Armagedón, y sus matrimonios serán fructíferos con hijos. Aunque los hijos que nazcan entonces de sobrevivientes todavía imperfectos del Armagedón no nacerán perfectos, no habrá casos de niños que nazcan muertos o niños deformes. Nacerán en justicia, de padres justos, en el nuevo orden justo de Dios, y entonces no habrá necesidad de control artificial de la natalidad.
Empezará con los sobrevivientes terrestres de esa guerra universal, como fue representado por Noé y su familia cuando éstos salieron del arca de salvación después del Diluvio (Gn 9;1-7). Parejas casadas sobrevivieron aquel Diluvio, y su prole o descendientes se casaron, cuando alcanzaron la edad, entre sí. Igualmente la batalla del Armagedón no disolverá los lazos matrimoniales de los que la sobrevivan y podemos creer y esperar, razonablemente, que el Rey Jesucristo autorizará matrimonios de personas solteras que sobrevivan al Armagedón, y sus matrimonios serán fructíferos con hijos. Aunque los hijos que nazcan entonces de sobrevivientes todavía imperfectos del Armagedón no nacerán perfectos, no habrá casos de niños que nazcan muertos o niños deformes. Nacerán en justicia, de padres justos, en el nuevo orden justo de Dios, y entonces no habrá necesidad de control artificial de la natalidad.
No obstante, el matrimonio no será el único procedimiento que contribuirá a llenar la Tierra con súbditos justos del reino de Dios. El producir hijos por el matrimonio honorable de sobrevivientes del Armagedón y, a su vez, por aquellos hijos de después del Armagedón será aprobado por el Rey por evidentemente un tiempo limitado -no sabemos por cuantas generaciones-. ¿Por qué? Porque tendrá que tornar en cuenta el cumplimiento de una maravillosa profecía de la Palabra escrita de Dios. ¿Qué promesa? La de la resurrección de los muertos, la resurrección de aquellos cuyos nombres Dios no ha borrado de su memoria como siendo demasiado malos para ser reformados. La resurrección por Dios de su propio Hijo Jesucristo de entre los muertos fue una garantía de la resurrección de la humanidad en general (Jn 5;28-29) ("La Atalaya" de 1.4.64, pág 210-211)
Análisis:
Análisis:
Como es manifiesto, los TJ a lo largo de los años se contradicen en el
tema de la procreación. Tenemos diversas doctrinas:
- Los justos, "vivos" y "muertos",
procrearán, contradiciendo a (Lc 20;34-36).
- Los "injustos" no procrearán
- Todas las personas muertas cuando resuciten, no procrearán.
Por lo tanto, ningún resucitado procreará, ni
justo ni injusto, aviniéndose, en este caso, con (Lc 20;34-36). Solo
podrán procrear, pues, los que sobrevivan al Armagedón. Esta última parece que es la
posición actual de los TJ.
Los que no puedan procrear, ¿será por estar sometidos por
Dios a una continencia total o porque su naturaleza será
radicalmente distinta?. Cuando llegue el momento en que la Tierra ya esté llena,
¿seguirán los justos sintiéndose atraídos sexualmente y se someterán a
continencia continua, o bien, cambiará milagrosamente su naturaleza?
De todas maneras a mí me queda la incógnita de qué pasará
con los "injustos" o "malos" que estén vivos en el
momento del Armagedón. ¿No morirán? ¿Tendrán derecho a la procreación?.
En (Mt 22;23-33) (Mc 12;18-27) y (Lc 20;27-40) se pueden leer estas palabras de Jesús: “En la resurrección ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, sino que serán como ángeles de Dios” … “Los que han sido dignos de tener parte en la resurrección de los muertos, no toman ni mujer ni marido porque no pueden ya morir, pues son como ángeles, hijos de Dios”. La Sagrada escritura nos dice que después de oír estas palabras de Jesús “la muchedumbre se maravillaba de su doctrina” (Mt 22;33)
¿Cómo se compagina todo lo anterior con los dibujos que, folleto tras folleto, revista tras revista, los testigos de Jehová nos sirven de continuo, presentando escenas familiares en las que aparecen, padre y madre, abuelo y abuela, hijos e hijas, etc. en el Nuevo Mundo, reproduciendo las mismas relaciones familiares que se dan en la tierra actual?
¿Cómo se compagina todo lo anterior con los dibujos que, folleto tras folleto, revista tras revista, los testigos de Jehová nos sirven de continuo, presentando escenas familiares en las que aparecen, padre y madre, abuelo y abuela, hijos e hijas, etc. en el Nuevo Mundo, reproduciendo las mismas relaciones familiares que se dan en la tierra actual?