jueves, 13 de marzo de 2014

JESUCRISTO NO SERÁ UN REY TERRENAL

s/TJ
"Jesucristo dijo  a sus  apóstoles fieles:  "En la casa  de mi  Padre hay muchas moradas.  De  otra manera, se lo hubiera dicho  a ustedes, porque voy a preparar  un lugar para ustedes.
 
También, si  prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez  y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes" (Jn 14;1-3)  ("La Atalaya" de 15.11.94, pág 4-5) ("Usted puede vivir para siempre...", pág 120)
"Pero... estas  palabras de  Jesús no significan  que todas  las personas buenas vayan  al cielo  o que  éste sea  el hogar  de la  humanidad" ("La Atalaya" de 15.11.94, pág 4-5)
"Por otra parte,  el apóstol Pablo con frecuencia habló  a los cristianos primitivos acerca de esa  maravillosa esperanza.  Por ejemplo, escribió: "En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también  esperamos con ansia  a un Salvador, el  Señor Jesucristo" (Flp  3;20-21) (Rm  6;5) (2Cor  5;1-2).  Con  tales promesas  como base, millones de personas han puesto su  esperanza en la vida celestial.  Por eso, muchas  personas dicen:  "Todos los buenos  van al  cielo". ("Usted puede vivir para siempre...", pág 120)
"Indudablemente los apóstoles  y otros cristianos primitivos  ya han sido levantados a la vida celestial (2Tim 4;8)" ("Usted puede vivir...", pág 121, 173) 
"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y se llamará  su nombre Admirable, Consejero,  Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.  Lo dilatado de  su imperio y la paz no tendrán término, sobre el  trono de David, y  sobre su reino" (Is  9;6-7) Sí, el reino de  Dios es un  imperio o un  gobierno bajo la  administración del Hijo  de   Dios,  quien,   según  se  predijo,   sería  la   simiente  o "descendencia" del rey judío David  (Sl 89;35-37) (Jr 23;5).  Jesucristo probó ser este prometido, tal como lo  anunció el ángel de Dios antes de su nacimiento:  "Este será grande  y será  llamado Hijo del  Altísimo; y Jehová Dios  le dará el  trono de David su  padre, y gobernará  como rey sobre la  casa de Jacob para  siempre, y de  su reino no habrá  fin" (Lc 1;32-33)(¡Despertad!, de 8.9.67, pág 27)
"Sin embargo,  Jesucristo no sería un  rey terrenal, sentado en  un trono material como lo hizo su antepasado David.  No, pero después de probarse digno de ser rey manteniendo su  integridad a la soberanía de Dios hasta la muerte,  Dios lo levantó  de la muerte  para que gobernara  desde los cielos. (Sl  2;6-8) (Sl 110;1-2)  (Hb 10;12-13).  Durante  su ministerio terrenal Jesús dio prominencia al hecho de que el reino de Dios había de ser celestial.   De hecho, le  dijo al  sumo sacerdote judío:  "Verán al Hijo del  hombre sentado  a la  diestra del poder  y viniendo  sobre las nubes  del  cielo" (Mt  26;64)...  Jesús  explícitamente  le dijo  a  un gobernante mundano:  "Mi reino no es  parte de este mundo.   Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos.  Pero, como  es el caso, mi reino no es de esta fuente" (Jn 18;36)(¡Despertad!, de 8.9.67, pág 27)
"Jesucristo, el Hijo de Dios, es el Rey del Reino.  Y toda la tierra será el territorio  sobre el cual  él gobernará" ("Usted puede  vivir...", pág 115)
Análisis
Pero, ¿no dice Jesucristo respondiendo a la pregunta de Pilato que su reino no es  de este mundo, no es de  aquí?  (Jn 18;36).  Claro que los TJ para hacer que la  Biblia diga lo que ellos quieren que diga, traducen "de aquí" por "de esta fuente", y ya tenemos el lío servido.   Según los  TJ, Jesús  contestó así  porque su  reino no sería terrestre.   El gobernaría  desde el  cielo, no  como hombre desde algún trono en la Tierra.  Y es que los TJ confunden "reino" con el  "poder de reinar".  Esto  está muy claro en  ("Usted puede vivir...", pág 135), cuando dicen:  "Este nuevo gobierno del Reino recibe su  poder y derecho a  gobernar del Gran Rey,  Jehová Dios. Es su reino".  No se entiende este galimatías interpretativo.
Un reino es  el territorio en el  que gobierna un rey.   Los TJ en ("Usted puede vivir...", pág  134), explican que Abrahán "esperaba la  ciudad que  tiene  fundamentos verdaderos,  cuyo edificador  y hacedor es  Dios" (Hb  11;10) Esa  "ciudad" es  el reino  de Dios. Pero,  ¿por qué  se  le llama  aquí una  "ciudad"?.   Eso se  debe -siguen explicando los TJ- a que en la antigüedad era común el que un rey gobernara sobre una ciudad.  De modo que la gente solía ver a una ciudad como un reino"
En efecto, si Jesús dijo que su reino no era de este mundo, no era de aquí, no es posible que el territorio en el que él gobierne sea la tierra, porque la tierra claramente  es de este mundo.  No sólo es de aquí, ES AQUÍ.