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"Jesucristo dijo a sus apóstoles fieles: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes.
También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes" (Jn 14;1-3) ("La Atalaya" de 15.11.94, pág 4-5) ("Usted puede vivir para siempre...", pág 120)
También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes" (Jn 14;1-3) ("La Atalaya" de 15.11.94, pág 4-5)
"Pero... estas palabras de Jesús no significan que todas las personas buenas vayan al cielo o que éste sea el hogar de la humanidad" ("La Atalaya" de 15.11.94, pág 4-5)
"Por otra parte, el apóstol Pablo con frecuencia habló a los cristianos primitivos acerca de esa maravillosa esperanza. Por ejemplo, escribió: "En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también esperamos con ansia a un Salvador, el Señor Jesucristo" (Flp 3;20-21) (Rm 6;5) (2Cor 5;1-2). Con tales promesas como base, millones de personas han puesto su esperanza en la vida celestial. Por eso, muchas personas dicen: "Todos los buenos van al cielo". ("Usted puede vivir para siempre...", pág 120)
"Indudablemente los apóstoles y otros cristianos primitivos ya han sido levantados a la vida celestial (2Tim 4;8)" ("Usted puede vivir...", pág 121, 173)
"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino" (Is 9;6-7) Sí, el reino de Dios es un imperio o un gobierno bajo la administración del Hijo de Dios, quien, según se predijo, sería la simiente o "descendencia" del rey judío David (Sl 89;35-37) (Jr 23;5). Jesucristo probó ser este prometido, tal como lo anunció el ángel de Dios antes de su nacimiento: "Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y gobernará como rey sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin" (Lc 1;32-33) " (¡Despertad!, de 8.9.67, pág 27)
"Sin embargo, Jesucristo no sería un rey terrenal, sentado en un trono material como lo hizo su antepasado David. No, pero después de probarse digno de ser rey manteniendo su integridad a la soberanía de Dios hasta la muerte, Dios lo levantó de la muerte para que gobernara desde los cielos. (Sl 2;6-8) (Sl 110;1-2) (Hb 10;12-13). Durante su ministerio terrenal Jesús dio prominencia al hecho de que el reino de Dios había de ser celestial. De hecho, le dijo al sumo sacerdote judío: "Verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo sobre las nubes del cielo" (Mt 26;64)... Jesús explícitamente le dijo a un gobernante mundano: "Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente" (Jn 18;36) " (¡Despertad!, de 8.9.67, pág 27)
"Jesucristo, el Hijo de Dios, es el Rey del Reino. Y toda la tierra será el territorio sobre el cual él gobernará" ("Usted puede vivir...", pág 115)
Análisis
Pero, ¿no dice Jesucristo respondiendo a la pregunta de Pilato que su reino no es de este mundo, no es de aquí? (Jn 18;36). Claro que los TJ para hacer que la Biblia diga lo que ellos quieren que diga, traducen "de aquí" por "de esta fuente", y ya tenemos el lío servido. Según los TJ, Jesús contestó así porque su reino no sería terrestre. El gobernaría desde el cielo, no como hombre desde algún trono en la Tierra. Y es que los TJ confunden "reino" con el "poder de reinar". Esto está muy claro en ("Usted puede vivir...", pág 135), cuando dicen: "Este nuevo gobierno del Reino recibe su poder y derecho a gobernar del Gran Rey, Jehová Dios. Es su reino". No se entiende este galimatías interpretativo.
Un reino es el territorio en el que gobierna un rey. Los TJ en ("Usted puede vivir...", pág 134), explican que Abrahán "esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios" (Hb 11;10) Esa "ciudad" es el reino de Dios. Pero, ¿por qué se le llama aquí una "ciudad"?. Eso se debe -siguen explicando los TJ- a que en la antigüedad era común el que un rey gobernara sobre una ciudad. De modo que la gente solía ver a una ciudad como un reino"
En efecto, si Jesús dijo que su reino no era de este mundo, no era de aquí, no es posible que el territorio en el que él gobierne sea la tierra, porque la tierra claramente es de este mundo. No sólo es de aquí, ES AQUÍ.