jueves, 10 de abril de 2014

AÑO 607 aC (Revisión de este año)

607 aC (Revisión de este año)

s/TJ:

“Los historiadores seglares por lo general dan el año 586 a. de la E.C. como la fecha correcta para la devastación de Jerusalén. ¿Por qué es, entonces, que los testigos cristianos de Jehová dicen que ese suceso ocurrió en 607 a. de la E.C.? Se debe a confiar en lo que la Biblia dice en cuanto a la duración del tiempo que Jerusalén yació desolada”. (¡Despertad!, 8 de agosto de 1972, pág 27)

“Aquí, entonces, muy definidamente establecido, está otro poste indicador -el tiempo en que terminaron los setenta años de desolación de la tierra de Judá- aproximadamente el 1 de octubre de 537. (Jer. 25:11,12; 29:10) Ahora es una fórmula sencilla determinar cuándo comenzaron los setenta años. Uno sólo tiene que agregar 70 a 537 para llegar a 607. De modo que aproximadamente el 1 de octubre del 607 antes de la E.C. se había efectuado a grado cabal la desolación de la tierra de Judá y quedó vaciada completamente de sus habitantes”. (La Atalaya, 1 de enero de 1989, pág 14)

Análisis:

Es evidente que la tan pretendida confianza que los Testigos afirman tener en la Biblia, para desplazar 21 años (desde el 586 al 607) la destrucción de Jerusalén, consiste en que esos 70 años mencionados en la Biblia los cuentan hacia atrás desde el año 537. En eso consiste toda su confianza en la Biblia, porque la Biblia no fija ni el 539, ni el 537, ni desde luego el 607. Por otra parte, dentro de ese año 537 interesa la fecha del 1 de octubre correspondiente al séptimo mes judío mencionado en Esd. 3;1, para ir a parar, hacia atrás, a la misma fecha del año 607, dos meses después de la destrucción de Jerusalén, es decir, cuando los israelitas que continuaron viviendo en Judá, huyeron a Egipto dejando despoblada su tierra. (2Re 25;25,26)  Los Testigos dicen que en ese momento hay que empezar a contar los 70 años de desolación, porque desde ese momento el país de Judá quedó sin habitantes, desolado, durante esos 70 años.

Antes de seguir con el desarrollo del tema, permitidme recordar que los TJ enseñaron primero el año 606 para este acontecimiento. El libro “Gobierno”, pág. 91, dice: “En el año 606 a. de C., cuando el destronamiento de Sedecías, el último rey de Israel.” La pág. 165 agrega: “Las escrituras claramente fijan la fecha del destronamiento de Sedecías como en el año 606 a. de C., con lo cual concuerda la historia secular.” La pág.167 dice aún más: “Sedecías comenzó su reinado en el año 617 a. de C., y once años más tarde, es decir, en el año 606, fue tomado prisionero... De modo que esa fecha, es decir, el año 606 a. de C. fija sin dejar lugar a dudas el tiempo del comienzo del dominio universal gentil”.

“En el año 606 aC, fue ejecutado este mandato y el pueblo de Israel cayó en manos de sus enemigos y fueron conducidos como cautivos a Babilonia, donde se les obligó a que sirviesen en aquella nación durante setenta años” (Liberación, pág 99 y 100).

“El simbólico Reino de Dios, o sea, la nación de Israel, fue derrumbada en el año 606 aC. Esta fecha señala el principio del tiempo de los gentiles”. (Liberación, pág 235)

No vale decir que los TJ van recibiendo el entendimiento bíblico de forma progresiva, ya que  la doctrina del entendimiento progresivo, alumbrada por la luz de Dios, de ser cierta, no permitiría hablar con el dogmatismo que suelen emplear los TJ, ni permitiría las contradicciones flagrantes en las que los TJ han caído a lo largo de los años.

Pero sigamos:

Vemos que ese séptimo mes –mes de octubre- corresponde al año 19 de Nabucodonosor. Así que, según los TJ desde ese el mes de octubre del año 19 del reinado de Nabucodonosor ya no hubo más judíos en Judá hasta 70 años después.

Pero ahora vemos que la Palabra de Dios afirma que, en el año 23 del reinado de este mismo rey Nabucodonosor, éste se llevó 745 judíos desde Judá a Babilonia (Jer. 52:30).

Por tanto, como el año 23 de Nabucodonosor no puede ser más que cuatro años después del año 19 del mismo rey, hemos visto que el período de 70 años, en la interpretación de los TJ, se convierte en 66 (70-4) porque el comienzo de la desolación sin habitantes en Judá, pasa del año 607aC al 603 (607-4).

¿Por qué entonces, en (2 Cró. 36;21)( Dn. 9;2), y Beroso (en la cita recogida por Josefo), “parece” que hablen de 70 años de “desolación”?

Veamos estos tres pasajes con detalle:

LOS SETENTA AÑOS de (2 Cró 36;21)

El texto de este pasaje dice así: “( ... ); para que se cumpliese la palabra de Yahvéh, por boca de Jeremías: 'Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años”. (2 Cró 36;21).

Según los TJ, ese libro de 2 de Crónicas fue escrito por Esdras, quien lo terminó de escribir hacia el año “460 a. de la E. C.” (Toda Escritura…. pág 79)Según esta afirmación de los TJ, Esdras escribió este pasaje unos ciento veinte años después que Jeremías escribiera el libro que lleva su nombre y el libro Segundo de los Reyes.

Por otra parte, en este pasaje, Esdras dice que se funda en Jeremías; pero no explica los detalles de dicha profecía de Jeremías, ni cómo se cumplió esa profecía. Por tanto, para conocer los detalles de la profecía de Jeremías, y su cumplimiento, no tenemos más remedio que ir a los escritos de Jeremías, cosa que ya hemos hecho en los apartados precedentes, donde hemos visto el cumplimiento histórico y cronológico de la profecía de Jeremías explicado por él mismo. Hemos podido apreciar que la cautividad y la desolación no empiezan ni terminan al mismo tiempo, y que la desolación del templo duró setenta años, aunque empezó y terminó en fecha distinta a la cautividad que duró otros setenta años, mientras que la desolación de las Jerusalén y sus murallas de fue de, por lo menos, unos ciento cuarenta y dos años.

Cuando, según los TJ, Esdras escribe  el texto en cuestión ya habían terminado los setenta años de la cautividad y los setenta años de la desolación del templo. Esdras no trata de volver a explicar lo que ya había explicado Jeremías, es decir, él no va a explicar cómo se cumplió la profecía de Jeremías en lo que se refiere a la cautividad y destrucción del templo, ni las fechas en que ocurrió cada acontecimiento. Se ve claro que Esdras no trata de explicar los hechos históricos ni cronológicos de la profecía de Jeremías, cosa que ya había hecho el mismo Jeremías en 2 Ry. y en el libro que lleva su nombre.

Por tanto, Esdras no tiene en cuenta, en este pasaje, nada de lo que se refiere a cómo se cumplieron los setenta años de la cautividad, ni los setenta años de la desolación del templo, y lo considera todo junto, porque él lo enfoca, en vez de desde un punto cronológico e histórico, desde un punto teológico. En lugar de una larga relación de los acontecimientos que terminaron en la ruina de Jerusalén como nos lo presenta (2 Ry;25), las Crónicas presentan los hechos sobre todo bajo un ángulo teológico.

Efectivamente, Esdras lo que hace es unir varios textos del Pentateuco (Lev. 25;4,5 y 26;34,35) con la profecía de (Jer. 25;11), para indicar que, por no haber sido fieles a Dios, Jehová había cumplido sus amenazas. Así, por no ser fieles a Dios, habían sido llevados cautivos; es decir, Esdras trata de sacar una lección de los hechos ocurridos por causa de la desobediencia de Judá. Los TJ están de acuerdo en que (2Cro) no trata de explicar los hechos históricos y cronológicos como lo hace (2 Ry), pues dicen lo siguiente: “( ... ). Segundo de Crónicas magnifica las maravillosas cualidades de Jehová y exalta su nombre y soberanía. La entera historia está presentada desde el punto de vista de la devoción exclusiva a Jehová. Como también da énfasis a la línea real de Judá,  ...  (Toda Escritura…. pág 84).

Efectivamente, la devoción y la obediencia a Jehová no fueron tenidas en cuenta por los habitantes de Judá, y Jehová cumplió sus amenazas de llevarlos cautivos, tal como les había anunciado en Levítico y Jeremías. Aunque ese libro (2Cró) dé «énfasis a la línea real de Judá», de ninguna manera explica los hechos desde el punto de vista cronológico, ni histórico. En este libro (2Cró) se dan una serie de discrepancias con (2Ry). Por ejemplo: (2 Ry 24;6), Yoyaquim fue enterrado con sus padres, es decir, en Jerusalén; pero (2 Cró 36;6) no tiene eso en cuenta y dice que fue llevado a Babilonia. (2 Ry 24;17) dice que Sedecías era tío de Joaquín; pero (2Cró 36;10) afirma que era su hermano. (2 Ry 24; 8) indica que Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar; no obstante  (2Cró 36;9) dice que tenía ocho años… Por tanto, al autor del libro lo mismo que no le preocupa el número de los años que tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, tampoco le interesa el número de los años que ha durado la cautividad, por una parte; y la desolación, por otra. Le basta con mostrar que la palabra de Dios se cumplió siendo llevados los judíos a Babilonia, y, sin explicar los detalles de las circunstancias, todo lo resume bajo la cifra de los setenta años (Jer. 25;11)

LOS SETENTA AÑOS de (Dn. 9;2)

Daniel dice en este pasaje: “El año primero de Darío, hijo de Asuero, de la raza de los medos, que subió al trono del reino de Caldea, el año primero de su reinado, yo, Daniel, me puse a investigar en las Escrituras sobre el número de años que, según la palabra de Yahvéh dirigida al profeta Jeremías, debían pasar sobre las ruinas de Jerusalén, a saber setenta años.)” (Dn 9;1,2).

Los TJ dicen que Daniel terminó de escribir su libro el año “536 aC” (Toda Escritura… pág 138).

La profecía de Jeremías es la fuente del estudio de Daniel. Pero Daniel no va a explicar los detalles del cumplimiento de esa profecía desde el punto de vista histórico y cronológico, pues todo eso ya estaba explicado por el mismo Jeremías, según ya hemos visto. Daniel, que escribe mucho después, no va a repetir lo mismo.

Daniel también resume todos los acontecimientos bajo la cifra de los setenta años de Jeremías para sacar una conclusión espiritual, como se puede ver por todo el contexto del cap. 9, donde dice que les ocurrió eso por no obedecer a Dios; y se ve que une lo dicho en el Pentateuco con (Jer. 25; 11) (Dn. 9:13), como había hecho Esdras, para sacar la misma conclusión.

Si nosotros queremos dar una explicación histórica y cronológica de la profecía de Jeremías, debemos ir a los escritos de Jeremías para dar nuestra interpretación histórica y cronológica, como fue Daniel para dar la suya desde el punto de vista espiritual, pues la profecía de (Jer 25;11) se puede interpretar desde esos dos ángulos.

Es evidente que Daniel no quiere dar ninguna explicación del cumplimiento histórico o cronológico de la profecía de (Jer 25;11), porque ésta no sólo aplica los setenta años a la cautividad, sino que, al referirse a la “devastación”, dice que será de “toda esta tierra”; pero Daniel aplica la “devastación” sólo a “las ruinas de Jerusalén”, cosa que no se ajusta a Jeremías, si se quiere tomar el texto de Daniel como una explicación histórica.

Por otra parte, Daniel no sólo aplica la profecía de (Jer 25;11) a las ruinas de Jerusalén nada más, sino que dice: “según la palabra de Yahvéh al profeta Jeremías, debían pasar sobre las ruinas de Jerusalén, a saber setenta años”. ¿Acaso no pasaron más de setenta años sobre esas ruinas?

En efecto, ya he demostrado que, en el año 444, Nehemías dice que Jerusalén estaba todavía “en ruinas” (Neh. 1; 3 y 2;17). Si tenemos en cuenta que Jerusalén fue destruida el año 586, vemos que hasta el año 444 hay un período de ciento cuarenta y dos años. ¿Por qué aplica Daniel un período de setenta años a un acontecimiento que duraría más que el doble?. Así que los TJ no pueden servirse de este texto de (Dn 9;2) para aplicar los setenta años a la “devastación”, ya que la devastación de la que habla Daniel, es decir, de Jerusalén, duró más que el doble de lo que profetizó Jeremías. Por tanto, es evidente que, en (Dn 9;2), no se trata de una interpretación histórica ni cronológica, sino espiritual o teológica.

LOS SETENTA AÑOS DE BEROSO

He aquí el pasaje en cuestión de Flavio Josefo, según la versión de los Testigos de Jehová:

“Ahora contaré lo que se ha escrito respecto a nosotros en las historias caldeas, las cuales relaciones concuerdan en gran manera con nuestros libros... Beroso (sacerdote e historiador babilonio del siglo tercero a. de la E. C.) será testigo de lo que digo... al contar los actos de (Nabopolasar), él describe para nosotros: 'Como envió a su hijo Nabucodonosor... contra nuestra tierra... y como... incendió nuestro templo que estaba en Jerusalén; más aún, y quitó a nuestro pueblo por completo de su propio país, y los trasladó a Babilonia; cuando así sucedió, que nuestra ciudad estuvo desolada durante el intervalo de setenta años, hasta los días de Ciro rey de Persia.'-Flavio Josefo, historiador judío, en Antiquity of the Jews, Flavius Josephus Against Apion, libro I, sección 19, conforme se tradujo al inglés en The Works of Flavius Josephus (Filadelfia, 1875), William Whiston, tomo 2, p. 483.” (Asegúrense de todas las cosas, pág 138 y 139)).

Evidentemente, en esa cita presentada por los TJ, Flavio Josefo nos dice que Beroso describió para nosotros (los judíos) que Jerusalén estuvo desolada setenta años desde el incendio del templo hasta que llegó Ciro.

¿Cómo es posible que Beroso diga que desde el incendio del templo (586) hay setenta años hasta Ciro (536)? Se ve claro que, como ya hemos demostrado ese período es de sólo cincuenta años (586-536). Entonces, ¿por qué dice Beroso que son setenta?

En la redacción del texto de Flavio Josefo, se ha incurrido por parte de los TJ en una irregularidad –según todos los comentarios que yo he leído sobre este texto- que cambia el sentido de su contenido.  En el párrafo 132 se añaden dos misteriosos puntitos con la intención de que  lo que sigue, sea dicho por Beroso, no por Flavio Josefo que es quien realmente lo dice.

No, no lo dice  Beroso. El que lo dice es Flavio Josefo, que no ha hecho más que repetir la misma idea de (2Cró 36:21) y (Dn 9;2) que acabamos de estudiar (lo cual repite en otras partes de sus libros) pero que aquí lo ha mezclado con el relato de Beroso, quien no dice nada de setenta años.

Pero Flavio Josefo fue lo suficientemente honrado para aclarar las cosas y no cargar sobre la cuenta de Beroso tamaño error. En efecto, en el mismo contexto, Josefo especifica:

“Este relato (el que Josefo ha explicado de Beroso) coincide con nuestras escrituras y contiene la verdad. En efecto, en ellas (en nuestras escrituras), está escrito que Nabucodonosor, el año dieciocho de su reinado, destruyó nuestro templo que desapareció durante cincuenta años; que el año segundo del reinado de Ciro se colocaron nuevos cimientos ( ... ).” (Flavio Josefo: ”Contra Apión I, cap 21, párrafo 154) (El segundo año del reinado de Ciro fue el 536/535 aC).

Josefo, aunque un momento antes haya resumido todo lo mismo que en (2Cró. 36:21) y (Dn. 9:2) bajo los setenta años de la cautividad, ahora aclara que lo referente a la destrucción del templo duró cincuenta años según Beroso, y que: «Este relato (de Beroso) está de acuerdo con nuestros libros (es decir, con la Biblia) y contiene la verdad.» (Todos los paréntesis de los dos últimos puntos, son míos.)

Se trata de los cincuenta años que van desde el 586 (destrucción del templo) hasta el 536 (en que termina el primer año de Ciro y empieza el segundo, cuando se colocaron los cimientos del nuevo templo). La terminación y dedicación del templo fueron veinte años después (en 516), lo que da los setenta años de que ya hemos hablado, que duró la desolación del templo.

A pesar de todo ello, lo TJ escriben: “el testimonio de la Biblia, el cual ubica a la desolación de Jerusalén por los babilonios en 607 aC…” (¡Despertad! De 8 de agosto de 1972, pp 27 y 28) 

s/TJ:

La fecha de 586 a. de la E.C. se basa principalmente en lo que se conoce como el "Canon de Ptolomeo,» el cual asigna un total de 87 años a la dinastía babilónica que comenzó con Nabopolasar y terminó con Nabonido en la caída de Babilonia en 539 a. de la E.C. Según este canon, los cinco reyes que gobernaron durante este período fueron Nabopolasar (21 años), Nabucodonosor (43 años), Evil-merodac (2 años), Neriglisar (4 años) y Nabonido (17 años). En conformidad con el número de años que se le asigna a cada gobernante, la desolación de Jerusalén en el año décimo octavo de Nabucodonosor (décimo noveno si se cuenta a partir de su "año de ascensión") caería en 586 a. de la E.C.-2 Rey. 25:8; Jer. 52:29.

Pero, ¿cuán digno de confianza es el canon de Ptolomeo? En su libro The Mysterious Nurribers of the Hebrew Kings, el profesor E. R. Thiele escribe: "El canon de Ptolomeo se prepara principalmente con propósitos astronómicos, no históricos, No daba a entender que presentaba una lista completa de todos los gobernantes ya sea de Babilonia o de Persía, ni el mes o día exacto del principio de sus reinados, sino que era un recurso que hacía posible colocar correctamente  en un extenso arreglo cronológico ciertos datos astronómicos que entonces estaban disponibles. Los reyes cuyos reinados duraron menos de un año y que no abarcaron el día de Año Nuevo, no fueron mencionados."

Por lo tanto, el mismo propósito del canon imposibilita el suministrar una fecha absoluta por medio de él. No hay manera de estar seguro de que Ptolomeo estaba en lo correcto al asignar cierto número de años a varios reyes. Por ejemplo, mientras Ptolomeo le acredita a Evilmerodac solo dos años de gobierno, Polyhistor le asigna doce años…


Análisis:

No puede decirse más claro que los TJ  tienen necesidad de que los reinados de los reyes neobabilonios hayan sido más largos o que aparezca algún rey para colocarle en ese período y rellenar el vacío de unos 20 años creado por ellos mismos al llevar el comienzo del reinado de Nabucodonosor al año 625 desde el 605, que es la fecha correcta, cuando empezó su "año ascensional". Por esto, como el canon de Tolomeo no les permite alargar esos reinados, ha de ponerse en duda...Pero, unas veces los TJ desacreditan ciertos documentos, y, otras, se fundan en ellos  según les va. He aquí una prueba en la contestación dada por Vds. a un amigo mío con fecha 5-9-1973:

"Como se menciona en 'Hágase tu voluntad en la tierra,' parece haber cierta base para la conclusión aceptada históricamente de que Nabucodonosor reinó por cuarenta y tres años. Se ha recobrado una tabla conmemorativa, tal vez escrita para la madre de Nabonido, y aunque está bastante dañada se refiere a cuarenta y tres años con relación al reinado de Nabucodonosor. Esta concuerda con la información que se usó después por el astrónomo Tolomeo. ( ... ) De modo que el libro 'Hágase tu voluntad en la tierra' podía decir correctamente que Nabucodonosor reinó cuarenta y tres años."

No me parece significativa la cita de Polyhistor. Véase la próxima observación

s/TJ:

…Además, no es posible estar seguro de que hayan reinado sólo cinco reyes durante este período. Por ejemplo, en Borsipa se encontró varios nombres de reyes babilónicos que no aparecen en ninguna otra parte."

Análisis:

Estos “reyes  babilónicos» lo más probable es que pertenecieran a la época de Nabucodonosor I, rey de Babilonia, que existió varios siglos antes del imperio neobabilónico que nos ocupa, y, por eso, no se conocen todavía bien todos sus reyes, ya que entonces hubo una época llamada: "El tiempo de la confusión” (ca. 1150 - ca. 930). Un rey de la II dinastía de Isin, Nabucodonosor I (ca. 1128), expulsa a los elamitas y recupera la estatua de Marduk. (Enciclopedia de la Biblia, Ediciones Garriga, S. A., Barcelona, 1963, primer volumen, columna 1002).

Insinuar que puedan pertenecer al imperio neobabilónico, diciendo: "no es posible estar seguro de que hayan reinado sólo cinco reyes durante este período” además de ir en contra de lo que generalmente se acepta, los TJ se contradicen a sí mismos ya que en su libro titulado "Hágase tu voluntad en la Tierra", p. 389, presentan sólo "cinco reyes" desde Nabucodonosor hasta Nabonido. Y en la Atalaya del 1 de junio de 1965 explican cómo se van sucediendo uno tras otro sin ningún género de titubeos ni referencias a posibles reyes intercalados… Por tanto, se ha de ser consecuente en las manifestaciones.

s/TJ:

Sin embargo, alguien quizás pregunte, ¿no existe una antigua tablilla astronómica, “VAT 4956,» que ubica el año treinta y siete del reinado de Nabucodonosor exactamente en el mismo año que lo hace el canon de Ptolomeo?


No debe pasarse por alto que la fuente de evidencia para corroborarlo debe tener las señales características de confiabilidad. ¿Puede decirse esto acerca de la VAT 4956? No en realidad. El texto no es un original…

Análisis:

Yo creo que los TJ, para salvar el año 607 aC, tratan de desacreditar y quitar todo valor a la tablilla astronómica "VAT 4956", porque ésta contiene las anotaciones de las posiciones de ciertos astros durante el año 37 del reinado de Nabucodonosor y por ende se llega a conocer el primer año de su reinado. Las objeciones propuestas así lo parecen.

Teniendo en cuenta que en dicha tablilla están hechas anotaciones pertenecientes a distintas fechas distribuidas a lo largo de todo el año 37 del reinado de Nabucodonosor, como lo indica el hecho de que cada una de esas anotaciones lleva la fecha del día y mes correspondiente a cuando fue hecha la observación en cuestión, ¿podrían los TJ escribir en una sola tablilla de barro, a lo largo de todo un año, una serie de anotaciones?, ¿serían los TJ capaces de conservar fresco el barro de una tablilla durante un año para poder ir escribiendo en ella a lo largo de todo este tiempo? Evidentemente, los escribas de Babilonia no podían hacer eso en su época. La costumbre era muy diferente: se escribía "sobre una tablilla que en seguida se cocía" (A. Bonifacio, P. Maréchal, Histoire, Orient-Gréce, 1963, p. 60).

Por consiguiente, cada anotación de esa tablilla fue hecha y fechada en una tablilla independiente. Cuando ese año hubo terminado, un escriba cogió todas esas anotaciones independientes y las consignó en una sola tablilla. Así que no tiene ningún sentido que los TJ digan que “el texto no es un original", porque deben saber que no puede serlo.

s/TJ:

…y contiene numerosos espacios en blanco. Actualmente ni siquiera se entienden algunos de los términos que se encuentran en él. En el texto aparece dos veces el apunte hi-bi (que significa, "roto, borroso”). De esta manera el escriba reconoció que estaba trabajando con una copia defectuosa.

Análisis:

Por otra parte, los defectos que los TJ apuntan sobre los "espacios en blanco" y que "ni siquiera se entienden algunos términos", carecen de valor, porque la tablilla, como indico más arriba, está formada por anotaciones independientes, que corresponden a determinados días de un año (no a todos los días). Por tanto, como cada anotación va fechada con el día y el mes de ese año 37, el hecho de que en el texto de un determinado día haya un espacio en blanco, o un término ininteligible, o esté la escritura rota, eso afecta a la anotación del día en cuestión, pero no al texto que corresponde a los demás días. Por consiguiente, en la tablilla hay anotaciones que, en último extremo, pudieran ser inservibles; pero, aunque ésas no sirvieran para nada, siempre quedan más anotaciones completas fechadas con día, mes y año, las cuales son suficientes para determinar que el año 37 del reinado de Nabucodonosor empezó en Nisán del año 568 y terminó en Nisán del año 567 aC, lo que sirve para fijar el comienzo de ese reinado y su año 19º en 586 (cuando Nabucodonosor destruyó Jerusalén). En consecuencia, también se puede saber toda la cronología de los reyes del imperio neobabilónico hasta el año 17 del reinado de Nabonido (cuando cayó Babilonia), y que este año 17º corresponde al 539 aC, fecha que los TJ han considerado “Fecha absoluta”.

Por tanto, es evidente que las anotaciones correspondientes a días cuyos textos están defectuosos por las causas aludidas, no perjudican a los otros textos correspondientes a otros días cuyas anotaciones no tienen nada que ver con esos defectos por corresponder a fechas distintas.

s/TJ:

Aun si, a pesar de estos problemas, la información astronómica presentara un cuadro veraz del original, esto no establecería la veracidad de la información histórica. De la misma manera en que Ptolomeo usó los reinados de antiguos reyes (según él los conocía) simplemente como un marco en el cual colocar la información astronómica, así también, el copista de la “VAT 4956” pudo, en conformidad con la cronología que se aceptaba en su tiempo, insertar el 'año treinta y siete de Nabucodonosor.' Según lo reconocen los eruditos alemanes Neugebauer y Weidner (los traductores del texto), el escriba evidentemente cambió palabras para adaptarlas a la terminología abreviada en uso en su día. Pero fue tanto inconsistente como inexacto. De la misma manera fácilmente pudo haber insertado otra información que se adaptara a sus propósitos.


Análisis:

Los TJ señalan una serie de suposiciones gratuitas que jamás podrán probar… y que dicen muy poco a favor de los TJ:

"( ... ), el copista de la “VAT 4956” pudo… insertar el año treinta y siete de Nabucodonosor… el escriba evidentemente cambió palabras para adaptarlas a la terminología abreviada en uso en su día. ( ... ). De la misma manera fácilmente pudo haber insertado otra información que se adaptara a sus propósitos.” (El subrayado es mío).

Yo creo que hay prueba suficiente de que ese escriba manejaba los textos con total honradez, y que no fue capaz de insertar nada en la copia de dicha tablilla. En efecto, el hecho de que, al llegar copiando a donde estaba el texto "roto” las dos veces mencionadas, se tomara la molestia de señalar con toda meticulosidad que allí estaba el texto roto, es prueba evidente de su honradez y de que no insertó él en la copia ninguna palabra que no estaba escrita en el texto anterior.

Por otra parte, si cambió términos para ponerlos en forma “abreviada", eso no significa nada para los efectos en cuestión. ¿Acaso una palabra abreviada no dice lo mismo que sin abreviar?

s/TJ:

De ahí que tanto el canon de Ptolomeo como la "VAT 4956” quizás se hayan derivado de la misma fuente básica. Ambos pueden compartir errores mutuos.


Análisis:

Por lo que se refiere a la posible relación del canon de Tolomeo con esta tablilla, en primer lugar, no hay, en su artículo, ninguna prueba de ello. Los TJ recurren a fundarse en suposiciones gratuitas.

“(…) quizás se hayan derivado de la misma fuente básica. Ambos pueden compartir errores mutuos." (El subrayado es mío).

De todas maneras se puede añadir que aunque el canon de Tolomeo sólo se preparara "( ... ) principalmente con propósitos astronómicos, no históricos", si sirve para situar el año 37 de Nabucodonosor en el mismo lugar que la “VAT 4956", eso será prueba de que ambos dan una información correcta, por lo menos en lo que a ese año se refiere. De otra forma, si las posiciones de los astros indicadas en esa tablilla no corresponden al año 568-567 aC, los TJ dirán si les interesa más una fecha de varios miles de años antes (ya que es imposible después) en la cual los mismos astros se hallen ocupando las mismas posiciones que las mencionadas en la tablilla.

Por otra parte, los TJ  pretenden desacreditar el canon de Tolomeo diciendo que éste sólo asigna 2 años de reinado a Evil-merodac, mientras que Polyhistor le concede 12 años. Los TJ han de saber  que Beroso (aceptado por los TJ) le asigna "dos años de reinado” como veremos más adelante. Por tanto, si Tolomeo no dice la verdad, tampoco la debe decir Beroso, y, si eso es cierto, ¿por qué se  apoyan los TJ  en un autor –Beroso- que no dice la verdad?

s/TJ:

En oposición al canon de Ptolomeo y a la “VAT 4956” se yerguen los testimonios unánimes de Jeremías, Zacarías, Daniel y el escritor de 2 Crónicas, de que Judá y Jerusalén yacieron desoladas por setenta años. Miles de antiguos manuscritos de estos escritos contienen el mismo testimonio. Por lo tanto, debido a los problemas inherentes al canon de Ptolomeo y a la “VAT 4956" se requiere más fe para aceptar a éstos, que para aceptar el testimonio de la Biblia, el cual ubica a la desolación de Jerusalén por los babilonios en 607 a. de la E.C.

Análisis:

Judá y Jerusalén yacieron  desoladas no por 70 años, sino por más de 140 años…

La referencia de (Zac 1;12) es muy interesante al respecto.

Las tres últimas líneas de este artículo son todo un poema. Puedo entender que los TJ quieran, en principio, contraponer las conclusiones de la práctica unanimidad de los historiadores, arqueólogos y astrónomos del mundo sobre la cronología estudiada, a sus propias y particulares conclusiones. Pero lo que no entiendo de ninguna de las maneras, es que –visto lo visto- a estas propias y particulares conclusiones se las considere el “testimonio de la Biblia” 

RESUMEN DE LOS CÁLCULOS QUE EFECTÚAN LOS TJ PARA LA FIJACIÓN DEL FAMOSO 607 aC:

Ya antes de que aparecieran los Testigos de Jehová (TJ), la comunidad internacional científica aceptaba determinadas fechas para hechos históricos muy concretos. Así tenía fijadas, entre muchísimas, la del año 587 aC para la destrucción de Jerusalén, la del año 605 aC para el ascenso al trono de Nabucodonosor y la del año 539 aC para la caída de Babilonia ante Ciro.


A finales del siglo XIX aparecen los TJ  y basándose en su particular interpretación de Daniel 4 que consideran una profecía del Armagedón (1), aseguran  a bombo y platillo, en 1877, que este acontecimiento  tendrá lugar en 1914. Como Russell llegó a esta interpretación del Daniel 4 es actualmente un misterio porque el libro “Tres mundos” en el que Russell la dio a conocer está retirado de la circulación y los TJ no autorizan su difusión.


La historia ha demostrado que los TJ se equivocaron en su interpretación de Daniel 4 porque no ocurrió el Armagedón y los TJ lo aceptaron totalmente en su momento. Pero los TJ no quisieron desaprovechar el impacto que supuso la Primera Guerra Mundial que estalló precisamente en 1914 y buscaron otra interpretación de Daniel 4 que pudiera “colar” ante los hechos ocurridos en este año, y así anunciaron la segunda venida de Jesucristo de forma invisible para empezar a gobernar como rey del gobierno de Dios.


Enseguida se fortaleció la interpretación de la profecía de Daniel 4 que sustentaba este hecho, como antes había sustentado el Armagedón, dando este cálculo para alcanzar 1914 en el que se supone tuvo lugar la segunda venida de Jesucristo:


                              2.520 años – 1914 dC = 606 aC


En el 606 tenía que darse la destrucción de Jerusalén para que sumando a este número (negativo) los 2.520 años de la profecía de Daniel se alcanzara el año 1914:

                             606aC  +  2.520 años = 1914 dC


Y así se hizo. Por obra y gracia de la segunda interpretación de los TJ de Daniel 4, la destrucción de Jerusalén, quedó fijada en el año 606 aC, a pesar de que todo el mundo científico aceptaba el año 587 aC para el evento de la destrucción de Jerusalén.


Al cabo de unos años, los TJ se dieron cuenta de que la suma que hacían no les llevaba a 1914, ya que la fecha del 606 tenía que contarse desde octubre de dicho año y así, la operación a realizar tenía que ser:


                            2.520 años - 605,25 aC  =  1914,75 dC


Lo que les llevaba a octubre de 1915 (2).


Pues nada, tranquilamente los TJ cambiaron el año como si nada hubiese pasado, y la destrucción de Jerusalén que los TJ habían difundido hasta entonces como acaecida en 606 aC queda fijada de nuevo, esta vez, en el año 607 aC. De esta manera, sin tener en cuenta otra vez lo que el mundo científico aceptaba, los TJ hacen que sus números cuadren perfectamente.


                2.520 años - 606,25 aC  =  1913,75, o sea 1914 dC.


Posteriormente, fortalecieron el año 607 aC, al considerarlo inicio de los 70 años de la profecía de Jeremías que los TJ cuentan hasta 537 aC, año en el que según ellos se inicia el regreso de los judíos a su tierra: 539 aC (3) – 2 años = 537. (La fecha bíblica para este último evento es 536 no 537, pero los TJ no les interesa la primera sino la segunda). Otro error de los TJ, en aras de mantener la exactitud de sus particulares interpretaciones de las profecías.


Notas a pie de página:


(1): La Atalaya 1/7/1879, pág 3; Estudio de las Escrituras, Tomo III, de 1886  a 1904, pág 129; Ministerio del Reino, suplemento de Marzo 1968/5.


(2): Parece, incluso, que los TJ fijaron en un principio no 1914, sino 1915 (Véase “Estudios de las Escrituras”, Tomo II, pág 99 y 101, que se ajustaba más al 606 aC), pero al ocurrir la Guerra Mundial en 1914, entonces se empezó a hablar de 1914, y no de 1915, por lo que no sólo habrían cambiado la interpretación de la profecía sino también el año en que sucedió.


(3): “Fecha que está firmemente establecida y con la cual concuerdan tantos doctos” (La Atalaya 1/1/1969, pág 12). Aunque los mismos doctos concuerdan también con el año 587 aC para la destrucción de Jerusalén, los TJ en este caso, pasan de “tantos doctos” y aplican la fecha que a ellos les interesa para que la profecía de Daniel 4 se cumpla según su interpretación. Con ello, los TJ no sólo se cargan la fecha histórica de la destrucción de Jerusalén fijándola en el 607 aC en vez de en el 587 aC, sino que empujan hacia atrás esos veinte años de diferencia, la mayoría de fechas históricas aceptadas mundialmente, totalmente comprobadas y debidamente fundamentadas y que son anteriores a estos acontecimientos. Así, por ejemplo, los TJ enseñan que Nabucodonosor empezó a reinar en 625 aC, cuando realmente lo hizo a partir de 605 aC; que la batalla de Carquemis tuvo lugar en 625 aC, cuando está fijada en el 605 aC; que Nabucodonosor luchó contra el faraón Amasis en 588, cuando este Faraón reinó entre 526 y 570 aC y que la batalla tuvo lugar en 568 aC; que la conquista de Nínive fue en 632 aC, cuando los historiadores dicen que fue en el 612 aC; que Samaría fue tomada el 740 aC, cuando realmente lo fue en el 722 aC; etc, etc. Finalmente, los TJ enseñan que Nabonido, último rey caldeo reinó entre 575 aC y 539 aC (37 años reinando), cuando todo el mundo científico, historiadores, arqueólogos, etc, concuerdan en que Nabonido reinó entre el año 556 aC y el 539 aC (17 años), como por otra parte este último dato lo corrobora “Asegúrense de todas las cosas” (Ed 1970) de los TJ en su  pág 137, en contra de lo que dice La Atalaya del 1 de junio de 1965 asimismo de los TJ.