607 aC (Revisión de este año)
s/TJ:
“Los historiadores
seglares por lo general dan el año 586 a. de la E.C. como la fecha correcta
para la devastación de Jerusalén. ¿Por qué es, entonces, que los testigos
cristianos de Jehová dicen que ese suceso ocurrió en 607 a. de la E.C.? Se debe
a confiar en lo que la Biblia dice en cuanto a la duración del tiempo que
Jerusalén yació desolada”. (¡Despertad!,
8 de agosto de 1972, pág 27)
“Aquí, entonces, muy
definidamente establecido, está otro poste indicador -el tiempo en que
terminaron los setenta años de desolación de la tierra de Judá- aproximadamente
el 1 de octubre de 537. (Jer. 25:11,12; 29:10) Ahora es una fórmula sencilla
determinar cuándo comenzaron los setenta años. Uno sólo tiene que agregar 70 a
537 para llegar a 607. De modo que aproximadamente el 1 de octubre del 607
antes de la E.C. se había efectuado a grado cabal la desolación de la tierra de
Judá y quedó vaciada completamente de sus habitantes”. (La Atalaya, 1 de enero de 1989, pág
14)
Análisis:
Es evidente que la tan
pretendida confianza que los Testigos afirman tener en la Biblia, para
desplazar 21 años (desde el 586 al 607) la destrucción de Jerusalén, consiste
en que esos 70 años mencionados en la Biblia los cuentan hacia atrás desde el
año 537. En eso consiste toda su confianza en la Biblia, porque la Biblia no
fija ni el 539, ni el 537, ni desde luego el 607. Por otra parte, dentro de ese
año 537 interesa la fecha del 1 de octubre correspondiente al séptimo mes judío
mencionado en Esd. 3;1, para ir a parar, hacia atrás, a la misma fecha del año
607, dos meses después de la destrucción de Jerusalén, es decir, cuando los
israelitas que continuaron viviendo en Judá, huyeron a Egipto dejando
despoblada su tierra. (2Re 25;25,26) Los Testigos dicen que en ese
momento hay que empezar a contar los 70 años de desolación, porque desde ese
momento el país de Judá quedó sin habitantes, desolado, durante esos 70 años.
Antes de seguir con el
desarrollo del tema, permitidme recordar que los TJ enseñaron primero el año
606 para este acontecimiento. El libro “Gobierno”, pág. 91, dice: “En el año 606 a. de C., cuando el destronamiento de Sedecías, el último
rey de Israel.” La pág.
165 agrega: “Las escrituras claramente
fijan la fecha del destronamiento de Sedecías como en el año 606 a. de C., con
lo cual concuerda la historia secular.” La pág.167 dice aún más: “Sedecías comenzó su reinado en el año 617 a.
de C., y once años más tarde, es decir, en el año 606, fue tomado prisionero...
De modo que esa fecha, es decir, el año 606 a. de C. fija sin dejar lugar a
dudas el tiempo del comienzo del dominio universal gentil”.
“En el año 606 aC, fue ejecutado este mandato y el pueblo de Israel cayó
en manos de sus enemigos y fueron conducidos como cautivos a Babilonia, donde
se les obligó a que sirviesen en aquella nación durante setenta años”
(Liberación, pág 99 y 100).
“El simbólico Reino de Dios, o sea, la nación de Israel, fue derrumbada
en el año 606 aC. Esta fecha señala el principio del tiempo de los gentiles”. (Liberación,
pág 235)
No vale decir que los TJ
van recibiendo el entendimiento bíblico de forma progresiva, ya que la
doctrina del entendimiento progresivo, alumbrada por la luz de Dios, de ser
cierta, no permitiría hablar con el dogmatismo que suelen emplear los TJ, ni
permitiría las contradicciones flagrantes en las que los TJ han caído a lo
largo de los años.
Pero sigamos:
Vemos que ese séptimo
mes –mes de octubre- corresponde al año 19 de Nabucodonosor. Así que, según los
TJ desde ese el mes de octubre del año 19 del reinado de Nabucodonosor ya no
hubo más judíos en Judá hasta 70 años después.
Pero ahora vemos que la
Palabra de Dios afirma que, en el año 23 del reinado de este mismo rey
Nabucodonosor, éste se llevó 745 judíos desde Judá a Babilonia (Jer. 52:30).
Por tanto, como el año
23 de Nabucodonosor no puede ser más que cuatro años después del año 19 del
mismo rey, hemos visto que el período de 70 años, en la interpretación de los
TJ, se convierte en 66 (70-4) porque el comienzo de la desolación sin
habitantes en Judá, pasa del año 607aC al 603 (607-4).
¿Por qué entonces, en (2
Cró. 36;21)( Dn. 9;2), y Beroso (en la cita recogida por Josefo), “parece” que
hablen de 70 años de “desolación”?
Veamos estos tres
pasajes con detalle:
LOS SETENTA AÑOS de (2
Cró 36;21)
El texto de este pasaje
dice así: “( ... ); para que se cumpliese la palabra de Yahvéh, por boca de Jeremías:
'Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará todos los días de la
desolación, hasta que se cumplan los setenta años”. (2 Cró 36;21).
Según los TJ, ese libro
de 2 de Crónicas fue escrito por Esdras, quien lo terminó de escribir hacia el
año “460 a. de la E. C.” (Toda Escritura…. pág 79)Según esta
afirmación de los TJ, Esdras escribió este pasaje unos ciento veinte años
después que Jeremías escribiera el libro que lleva su nombre y el libro Segundo
de los Reyes.
Por otra parte, en este
pasaje, Esdras dice que se funda en Jeremías; pero no explica los detalles de
dicha profecía de Jeremías, ni cómo se cumplió esa profecía. Por tanto, para
conocer los detalles de la profecía de Jeremías, y su cumplimiento, no tenemos
más remedio que ir a los escritos de Jeremías, cosa que ya hemos hecho en los
apartados precedentes, donde hemos visto el cumplimiento histórico y
cronológico de la profecía de Jeremías explicado por él mismo. Hemos podido
apreciar que la cautividad y la desolación no empiezan ni terminan al mismo
tiempo, y que la desolación del templo duró setenta años, aunque empezó y
terminó en fecha distinta a la cautividad que duró otros setenta años, mientras
que la desolación de las Jerusalén y sus murallas de fue de, por lo menos, unos
ciento cuarenta y dos años.
Cuando, según los TJ,
Esdras escribe el texto en cuestión ya habían terminado los setenta años
de la cautividad y los setenta años de la desolación del templo. Esdras no
trata de volver a explicar lo que ya había explicado Jeremías, es decir, él no
va a explicar cómo se cumplió la profecía de Jeremías en lo que se refiere a la
cautividad y destrucción del templo, ni las fechas en que ocurrió cada
acontecimiento. Se ve claro que Esdras no trata de explicar los hechos
históricos ni cronológicos de la profecía de Jeremías, cosa que ya había hecho
el mismo Jeremías en 2 Ry. y en el libro que lleva su nombre.
Por tanto, Esdras no
tiene en cuenta, en este pasaje, nada de lo que se refiere a cómo se cumplieron
los setenta años de la cautividad, ni los setenta años de la desolación del
templo, y lo considera todo junto, porque él lo enfoca, en vez de desde un
punto cronológico e histórico, desde un punto teológico. En lugar de una larga
relación de los acontecimientos que terminaron en la ruina de Jerusalén como
nos lo presenta (2 Ry;25), las Crónicas presentan los hechos sobre todo bajo un
ángulo teológico.
Efectivamente, Esdras lo
que hace es unir varios textos del Pentateuco (Lev. 25;4,5 y 26;34,35) con la profecía
de (Jer. 25;11), para indicar que, por no haber sido fieles a Dios, Jehová
había cumplido sus amenazas. Así, por no ser fieles a Dios, habían sido llevados
cautivos; es decir, Esdras trata de sacar una lección de los hechos ocurridos
por causa de la desobediencia de Judá. Los TJ están de acuerdo en que (2Cro) no
trata de explicar los hechos históricos y cronológicos como lo hace (2 Ry),
pues dicen lo siguiente: “( ... ). Segundo de Crónicas magnifica las
maravillosas cualidades de Jehová y exalta su nombre y soberanía. La entera
historia está presentada desde el punto de vista de la devoción exclusiva a
Jehová. Como también da énfasis a la línea real de Judá, ...
(Toda Escritura…. pág 84).
Efectivamente, la
devoción y la obediencia a Jehová no fueron tenidas en cuenta por los
habitantes de Judá, y Jehová cumplió sus amenazas de llevarlos cautivos, tal
como les había anunciado en Levítico y Jeremías. Aunque ese libro (2Cró) dé
«énfasis a la línea real de Judá», de ninguna manera explica los hechos desde
el punto de vista cronológico, ni histórico. En este libro (2Cró) se dan una
serie de discrepancias con (2Ry). Por ejemplo: (2 Ry 24;6), Yoyaquim fue
enterrado con sus padres, es decir, en Jerusalén; pero (2 Cró 36;6) no tiene
eso en cuenta y dice que fue llevado a Babilonia. (2 Ry 24;17) dice que
Sedecías era tío de Joaquín; pero (2Cró 36;10) afirma que era su hermano. (2 Ry
24; 8) indica que Joaquín tenía dieciocho años cuando comenzó a reinar; no
obstante (2Cró 36;9) dice que tenía ocho años… Por tanto, al autor del
libro lo mismo que no le preocupa el número de los años que tenía Joaquín
cuando comenzó a reinar, tampoco le interesa el número de los años que ha
durado la cautividad, por una parte; y la desolación, por otra. Le basta con
mostrar que la palabra de Dios se cumplió siendo llevados los judíos a
Babilonia, y, sin explicar los detalles de las circunstancias, todo lo resume
bajo la cifra de los setenta años (Jer. 25;11)
LOS SETENTA AÑOS de (Dn.
9;2)
Daniel dice en este
pasaje: “El año primero de Darío, hijo de Asuero, de la raza de los medos, que
subió al trono del reino de Caldea, el año primero de su reinado, yo, Daniel,
me puse a investigar en las Escrituras sobre el número de años que, según la palabra
de Yahvéh dirigida al profeta Jeremías, debían pasar sobre las ruinas de
Jerusalén, a saber setenta años.)” (Dn 9;1,2).
Los TJ dicen que Daniel
terminó de escribir su libro el año “536 aC” (Toda Escritura… pág 138).
La profecía de Jeremías
es la fuente del estudio de Daniel. Pero Daniel no va a explicar los detalles
del cumplimiento de esa profecía desde el punto de vista histórico y
cronológico, pues todo eso ya estaba explicado por el mismo Jeremías, según ya
hemos visto. Daniel, que escribe mucho después, no va a repetir lo mismo.
Daniel también resume
todos los acontecimientos bajo la cifra de los setenta años de Jeremías para
sacar una conclusión espiritual, como se puede ver por todo el contexto del
cap. 9, donde dice que les ocurrió eso por no obedecer a Dios; y se ve que une
lo dicho en el Pentateuco con (Jer. 25; 11) (Dn. 9:13), como había hecho
Esdras, para sacar la misma conclusión.
Si nosotros queremos dar
una explicación histórica y cronológica de la profecía de Jeremías, debemos ir
a los escritos de Jeremías para dar nuestra interpretación histórica y
cronológica, como fue Daniel para dar la suya desde el punto de vista
espiritual, pues la profecía de (Jer 25;11) se puede interpretar desde esos dos
ángulos.
Es evidente que Daniel no
quiere dar ninguna explicación del cumplimiento histórico o cronológico de la
profecía de (Jer 25;11), porque ésta no sólo aplica los setenta años a la
cautividad, sino que, al referirse a la “devastación”, dice que será de “toda
esta tierra”; pero Daniel aplica la “devastación” sólo a “las ruinas de
Jerusalén”, cosa que no se ajusta a Jeremías, si se quiere tomar el texto de
Daniel como una explicación histórica.
Por otra parte, Daniel
no sólo aplica la profecía de (Jer 25;11) a las ruinas de Jerusalén nada más,
sino que dice: “según la palabra de Yahvéh al profeta Jeremías, debían pasar
sobre las ruinas de Jerusalén, a saber setenta años”. ¿Acaso no pasaron más de
setenta años sobre esas ruinas?
En efecto, ya he
demostrado que, en el año 444, Nehemías dice que Jerusalén estaba todavía “en
ruinas” (Neh. 1; 3 y 2;17). Si tenemos en cuenta que Jerusalén fue destruida el
año 586, vemos que hasta el año 444 hay un período de ciento cuarenta y dos
años. ¿Por qué aplica Daniel un período de setenta años a un acontecimiento que
duraría más que el doble?. Así que los TJ no pueden servirse de este texto de
(Dn 9;2) para aplicar los setenta años a la “devastación”, ya que la
devastación de la que habla Daniel, es decir, de Jerusalén, duró más que el
doble de lo que profetizó Jeremías. Por tanto, es evidente que, en (Dn 9;2), no
se trata de una interpretación histórica ni cronológica, sino espiritual o
teológica.
LOS SETENTA AÑOS DE
BEROSO
He aquí el pasaje en
cuestión de Flavio Josefo, según la versión de los Testigos de Jehová:
“Ahora contaré lo que se ha escrito respecto a nosotros en las historias
caldeas, las cuales relaciones concuerdan en gran manera con nuestros libros...
Beroso (sacerdote e historiador babilonio del siglo tercero a. de la E. C.)
será testigo de lo que digo... al contar los actos de (Nabopolasar), él
describe para nosotros: 'Como envió a su hijo Nabucodonosor... contra nuestra
tierra... y como... incendió nuestro templo que estaba en Jerusalén; más aún, y
quitó a nuestro pueblo por completo de su propio país, y los trasladó a
Babilonia; cuando así sucedió, que nuestra ciudad estuvo desolada durante el
intervalo de setenta años, hasta los días de Ciro rey de Persia.'-Flavio
Josefo, historiador judío, en Antiquity of the Jews, Flavius Josephus Against
Apion, libro I, sección 19, conforme se tradujo al inglés en The Works of
Flavius Josephus (Filadelfia, 1875), William Whiston, tomo 2, p. 483.” (Asegúrense de todas las cosas, pág 138 y 139)).
Evidentemente, en esa
cita presentada por los TJ, Flavio Josefo nos dice que Beroso describió para
nosotros (los judíos) que Jerusalén estuvo desolada setenta años desde el
incendio del templo hasta que llegó Ciro.
¿Cómo es posible que
Beroso diga que desde el incendio del templo (586) hay setenta años hasta Ciro
(536)? Se ve claro que, como ya hemos demostrado ese período es de sólo
cincuenta años (586-536). Entonces, ¿por qué dice Beroso que son setenta?
En la redacción del
texto de Flavio Josefo, se ha incurrido por parte de los TJ en una
irregularidad –según todos los comentarios que yo he leído sobre este texto-
que cambia el sentido de su contenido. En el párrafo 132 se añaden dos
misteriosos puntitos con la intención de que lo que sigue, sea dicho por
Beroso, no por Flavio Josefo que es quien realmente lo dice.
No, no lo dice
Beroso. El que lo dice es Flavio Josefo, que no ha hecho más que repetir
la misma idea de (2Cró 36:21) y (Dn 9;2) que acabamos de estudiar (lo cual
repite en otras partes de sus libros) pero que aquí lo ha mezclado con el
relato de Beroso, quien no dice nada de setenta años.
Pero Flavio Josefo fue
lo suficientemente honrado para aclarar las cosas y no cargar sobre la cuenta
de Beroso tamaño error. En efecto, en el mismo contexto, Josefo especifica:
“Este relato (el que
Josefo ha explicado de Beroso) coincide con nuestras escrituras y contiene la
verdad. En efecto, en ellas (en nuestras escrituras), está escrito que
Nabucodonosor, el año dieciocho de su reinado, destruyó nuestro templo que
desapareció durante cincuenta años; que el año segundo del reinado de Ciro se
colocaron nuevos cimientos ( ... ).” (Flavio Josefo: ”Contra Apión I, cap 21,
párrafo 154) (El segundo año del reinado de Ciro fue el 536/535 aC).
Josefo, aunque un
momento antes haya resumido todo lo mismo que en (2Cró. 36:21) y (Dn. 9:2) bajo
los setenta años de la cautividad, ahora aclara que lo referente a la
destrucción del templo duró cincuenta años según Beroso, y que: «Este relato
(de Beroso) está de acuerdo con nuestros libros (es decir, con la Biblia) y
contiene la verdad.» (Todos los paréntesis de los dos últimos puntos, son
míos.)
Se trata de los
cincuenta años que van desde el 586 (destrucción del templo) hasta el 536 (en
que termina el primer año de Ciro y empieza el segundo, cuando se colocaron los
cimientos del nuevo templo). La terminación y dedicación del templo fueron
veinte años después (en 516), lo que da los setenta años de que ya hemos hablado,
que duró la desolación del templo.
A pesar de todo ello, lo
TJ escriben: “el testimonio de la Biblia, el cual ubica a
la desolación de Jerusalén por los babilonios en 607 aC…” (¡Despertad! De 8 de agosto de 1972,
pp 27 y 28)
s/TJ:
La fecha de 586 a. de
la E.C. se basa principalmente en lo que se conoce como el "Canon de
Ptolomeo,» el cual asigna un total de 87 años a la dinastía babilónica que
comenzó con Nabopolasar y terminó con Nabonido en la caída de Babilonia en 539
a. de la E.C. Según este canon, los cinco reyes que gobernaron durante este
período fueron Nabopolasar (21 años), Nabucodonosor (43 años), Evil-merodac (2
años), Neriglisar (4 años) y Nabonido (17 años). En conformidad con el número
de años que se le asigna a cada gobernante, la desolación de Jerusalén en el
año décimo octavo de Nabucodonosor (décimo noveno si se cuenta a partir de su
"año de ascensión") caería en 586 a. de la E.C.-2 Rey. 25:8; Jer.
52:29.
Pero, ¿cuán digno de
confianza es el canon de Ptolomeo? En su libro The Mysterious Nurribers of the
Hebrew Kings, el profesor E. R. Thiele escribe: "El canon de Ptolomeo se
prepara principalmente con propósitos astronómicos, no históricos, No daba a entender
que presentaba una lista completa de todos los gobernantes ya sea de Babilonia
o de Persía, ni el mes o día exacto del principio de sus reinados, sino que era
un recurso que hacía posible colocar correctamente en un
extenso arreglo cronológico ciertos datos astronómicos que entonces
estaban disponibles. Los reyes cuyos reinados duraron menos de un año y que no
abarcaron el día de Año Nuevo, no fueron mencionados."
Por lo tanto, el mismo
propósito del canon imposibilita el suministrar una fecha absoluta por medio de
él. No hay manera de estar seguro de que Ptolomeo estaba en lo correcto al
asignar cierto número de años a varios reyes. Por ejemplo, mientras Ptolomeo le
acredita a Evilmerodac solo dos años de gobierno, Polyhistor le asigna doce
años…
Análisis:
No puede decirse más
claro que los TJ tienen necesidad de que los reinados de los reyes
neobabilonios hayan sido más largos o que aparezca algún rey para colocarle en
ese período y rellenar el vacío de unos 20 años creado por ellos mismos al
llevar el comienzo del reinado de Nabucodonosor al año 625 desde el 605, que es
la fecha correcta, cuando empezó su "año ascensional". Por esto, como
el canon de Tolomeo no les permite alargar esos reinados, ha de ponerse en
duda...Pero, unas veces los TJ desacreditan ciertos documentos, y, otras, se
fundan en ellos según les va. He aquí una prueba en la contestación dada
por Vds. a un amigo mío con fecha 5-9-1973:
"Como se menciona en 'Hágase tu voluntad en la tierra,' parece haber
cierta base para la conclusión aceptada históricamente de que Nabucodonosor
reinó por cuarenta y tres años. Se ha recobrado una tabla conmemorativa, tal
vez escrita para la madre de Nabonido, y aunque está bastante dañada se refiere
a cuarenta y tres años con relación al reinado de Nabucodonosor. Esta concuerda
con la información que se usó después por el astrónomo Tolomeo. ( ... ) De modo
que el libro 'Hágase tu voluntad en la tierra' podía decir correctamente que
Nabucodonosor reinó cuarenta y tres años."
No me parece
significativa la cita de Polyhistor. Véase la próxima observación
s/TJ:
…Además, no es
posible estar seguro de que hayan reinado sólo cinco reyes durante este
período. Por ejemplo, en Borsipa se encontró varios nombres de reyes
babilónicos que no aparecen en ninguna otra parte."
Análisis:
Estos “reyes
babilónicos» lo más probable es que pertenecieran a la época de
Nabucodonosor I, rey de Babilonia, que existió varios siglos antes del imperio
neobabilónico que nos ocupa, y, por eso, no se conocen todavía bien todos sus
reyes, ya que entonces hubo una época llamada: "El tiempo de la confusión”
(ca. 1150 - ca. 930). Un rey de la II dinastía de Isin, Nabucodonosor I (ca.
1128), expulsa a los elamitas y recupera la estatua de Marduk. (Enciclopedia de
la Biblia, Ediciones Garriga, S. A., Barcelona, 1963, primer volumen, columna
1002).
Insinuar que puedan
pertenecer al imperio neobabilónico, diciendo: "no es posible estar seguro
de que hayan reinado sólo cinco reyes durante este período” además de ir en
contra de lo que generalmente se acepta, los TJ se contradicen a sí mismos ya
que en su libro titulado "Hágase tu voluntad en la Tierra", p. 389,
presentan sólo "cinco reyes" desde Nabucodonosor hasta Nabonido. Y en
la Atalaya del 1 de junio de 1965 explican cómo se van sucediendo uno tras otro
sin ningún género de titubeos ni referencias a posibles reyes intercalados… Por
tanto, se ha de ser consecuente en las manifestaciones.
s/TJ:
Sin embargo, alguien
quizás pregunte, ¿no existe una antigua tablilla astronómica, “VAT 4956,» que
ubica el año treinta y siete del reinado de Nabucodonosor exactamente en el
mismo año que lo hace el canon de Ptolomeo?
No debe pasarse por
alto que la fuente de evidencia para corroborarlo debe tener las señales características
de confiabilidad. ¿Puede decirse esto acerca de la VAT 4956? No en realidad. El
texto no es un original…
Análisis:
Yo creo que los TJ, para
salvar el año 607 aC, tratan de desacreditar y quitar todo valor a la tablilla
astronómica "VAT 4956", porque ésta contiene las anotaciones de las
posiciones de ciertos astros durante el año 37 del reinado de Nabucodonosor y
por ende se llega a conocer el primer año de su reinado. Las objeciones
propuestas así lo parecen.
Teniendo en cuenta que
en dicha tablilla están hechas anotaciones pertenecientes a distintas fechas
distribuidas a lo largo de todo el año 37 del reinado de Nabucodonosor, como lo
indica el hecho de que cada una de esas anotaciones lleva la fecha del día y
mes correspondiente a cuando fue hecha la observación en cuestión, ¿podrían los
TJ escribir en una sola tablilla de barro, a lo largo de todo un año, una serie
de anotaciones?, ¿serían los TJ capaces de conservar fresco el barro de una
tablilla durante un año para poder ir escribiendo en ella a lo largo de todo
este tiempo? Evidentemente, los escribas de Babilonia no podían hacer eso en su
época. La costumbre era muy diferente: se escribía "sobre una tablilla que
en seguida se cocía" (A. Bonifacio, P. Maréchal, Histoire, Orient-Gréce,
1963, p. 60).
Por consiguiente, cada
anotación de esa tablilla fue hecha y fechada en una tablilla independiente.
Cuando ese año hubo terminado, un escriba cogió todas esas anotaciones
independientes y las consignó en una sola tablilla. Así que no tiene ningún
sentido que los TJ digan que “el texto no es un original", porque deben
saber que no puede serlo.
s/TJ:
…y contiene numerosos
espacios en blanco. Actualmente ni siquiera se entienden algunos de los
términos que se encuentran en él. En el texto aparece dos veces el apunte hi-bi
(que significa, "roto, borroso”). De esta manera el escriba reconoció que
estaba trabajando con una copia defectuosa.
Análisis:
Por otra parte, los
defectos que los TJ apuntan sobre los "espacios en blanco" y que
"ni siquiera se entienden algunos términos", carecen de valor, porque
la tablilla, como indico más arriba, está formada por anotaciones
independientes, que corresponden a determinados días de un año (no a todos los
días). Por tanto, como cada anotación va fechada con el día y el mes de ese año
37, el hecho de que en el texto de un determinado día haya un espacio en
blanco, o un término ininteligible, o esté la escritura rota, eso afecta a la
anotación del día en cuestión, pero no al texto que corresponde a los demás
días. Por consiguiente, en la tablilla hay anotaciones que, en último extremo,
pudieran ser inservibles; pero, aunque ésas no sirvieran para nada, siempre
quedan más anotaciones completas fechadas con día, mes y año, las cuales son
suficientes para determinar que el año 37 del reinado de Nabucodonosor empezó
en Nisán del año 568 y terminó en Nisán del año 567 aC, lo que sirve para fijar
el comienzo de ese reinado y su año 19º en 586 (cuando Nabucodonosor destruyó
Jerusalén). En consecuencia, también se puede saber toda la cronología de los
reyes del imperio neobabilónico hasta el año 17 del reinado de Nabonido (cuando
cayó Babilonia), y que este año 17º corresponde al 539 aC, fecha que los TJ han
considerado “Fecha absoluta”.
Por tanto, es evidente
que las anotaciones correspondientes a días cuyos textos están defectuosos por
las causas aludidas, no perjudican a los otros textos correspondientes a otros
días cuyas anotaciones no tienen nada que ver con esos defectos por
corresponder a fechas distintas.
s/TJ:
Aun si, a pesar de
estos problemas, la información astronómica presentara un cuadro veraz del
original, esto no establecería la veracidad de la información histórica. De la
misma manera en que Ptolomeo usó los reinados de antiguos reyes (según él los
conocía) simplemente como un marco en el cual colocar la información
astronómica, así también, el copista de la “VAT 4956” pudo, en conformidad con
la cronología que se aceptaba en su tiempo, insertar el 'año treinta y siete de
Nabucodonosor.' Según lo reconocen los eruditos alemanes Neugebauer y Weidner
(los traductores del texto), el escriba evidentemente cambió palabras para
adaptarlas a la terminología abreviada en uso en su día. Pero fue tanto
inconsistente como inexacto. De la misma manera fácilmente pudo haber insertado
otra información que se adaptara a sus propósitos.
Análisis:
Los TJ señalan una serie
de suposiciones gratuitas que jamás podrán probar… y que dicen muy poco a favor
de los TJ:
"( ... ), el copista de la “VAT 4956” pudo… insertar el año treinta y
siete de Nabucodonosor… el escriba evidentemente cambió palabras para adaptarlas a la terminología
abreviada en uso en su día. ( ... ). De la misma manera fácilmente pudo haber insertado otra información que
se adaptara a sus propósitos.” (El subrayado es mío).
Yo creo que hay prueba
suficiente de que ese escriba manejaba los textos con total honradez, y que no
fue capaz de insertar nada en la copia de dicha tablilla. En efecto, el hecho
de que, al llegar copiando a donde estaba el texto "roto” las dos veces
mencionadas, se tomara la molestia de señalar con toda meticulosidad que allí
estaba el texto roto, es prueba evidente de su honradez y de que no insertó él
en la copia ninguna palabra que no estaba escrita en el texto anterior.
Por otra parte, si
cambió términos para ponerlos en forma “abreviada", eso no significa nada
para los efectos en cuestión. ¿Acaso una palabra abreviada no dice lo mismo que
sin abreviar?
s/TJ:
De ahí que tanto el
canon de Ptolomeo como la "VAT 4956” quizás se hayan derivado de la misma
fuente básica. Ambos pueden compartir errores mutuos.
Análisis:
Por lo que se refiere a
la posible relación del canon de Tolomeo con esta tablilla, en primer lugar, no
hay, en su artículo, ninguna prueba de ello. Los TJ recurren a fundarse en
suposiciones gratuitas.
“(…) quizás se hayan derivado de la misma fuente
básica. Ambos pueden compartir errores mutuos." (El subrayado es mío).
De todas maneras se
puede añadir que aunque el canon de Tolomeo sólo se preparara "( ... ) principalmente con propósitos astronómicos, no
históricos", si sirve para situar el año 37 de Nabucodonosor en el
mismo lugar que la “VAT 4956", eso será prueba de que ambos dan una
información correcta, por lo menos en lo que a ese año se refiere. De otra
forma, si las posiciones de los astros indicadas en esa tablilla no
corresponden al año 568-567 aC, los TJ dirán si les interesa más una fecha de
varios miles de años antes (ya que es imposible después) en la cual los mismos
astros se hallen ocupando las mismas posiciones que las mencionadas en la
tablilla.
Por otra parte, los TJ
pretenden desacreditar el canon de Tolomeo diciendo que éste sólo asigna
2 años de reinado a Evil-merodac, mientras que Polyhistor le concede 12 años.
Los TJ han de saber que Beroso (aceptado por los TJ) le asigna "dos
años de reinado” como veremos más adelante. Por tanto, si Tolomeo no dice la
verdad, tampoco la debe decir Beroso, y, si eso es cierto, ¿por qué se
apoyan los TJ en un autor –Beroso- que no dice la verdad?
s/TJ:
En oposición al canon
de Ptolomeo y a la “VAT 4956” se yerguen los testimonios unánimes de Jeremías,
Zacarías, Daniel y el escritor de 2 Crónicas, de que Judá y Jerusalén yacieron
desoladas por setenta años. Miles de antiguos manuscritos de estos escritos contienen
el mismo testimonio. Por lo tanto, debido a los problemas inherentes al canon
de Ptolomeo y a la “VAT 4956" se requiere más fe para aceptar a éstos, que
para aceptar el testimonio de la Biblia, el cual ubica a la desolación de
Jerusalén por los babilonios en 607 a. de la E.C.
Análisis:
Judá y Jerusalén
yacieron desoladas no por 70 años, sino por más de 140 años…
La referencia de (Zac
1;12) es muy interesante al respecto.
Las tres últimas líneas
de este artículo son todo un poema. Puedo entender que los TJ quieran, en
principio, contraponer las conclusiones de la práctica unanimidad de los
historiadores, arqueólogos y astrónomos del mundo sobre la cronología
estudiada, a sus propias y particulares conclusiones. Pero lo que no entiendo
de ninguna de las maneras, es que –visto lo visto- a estas propias y
particulares conclusiones se las considere el “testimonio
de la Biblia”
RESUMEN DE LOS CÁLCULOS
QUE EFECTÚAN LOS TJ PARA LA FIJACIÓN DEL FAMOSO 607 aC:
Ya antes de que
aparecieran los Testigos de Jehová (TJ), la comunidad internacional científica
aceptaba determinadas fechas para hechos históricos muy concretos. Así tenía
fijadas, entre muchísimas, la del año 587 aC para la destrucción de Jerusalén,
la del año 605 aC para el ascenso al trono de Nabucodonosor y la del año 539 aC
para la caída de Babilonia ante Ciro.
A finales del siglo XIX
aparecen los TJ y basándose en su particular interpretación de Daniel 4
que consideran una profecía del Armagedón (1), aseguran a bombo y
platillo, en 1877, que este acontecimiento tendrá lugar en 1914. Como
Russell llegó a esta interpretación del Daniel 4 es actualmente un misterio
porque el libro “Tres mundos” en el que Russell la dio a conocer está retirado
de la circulación y los TJ no autorizan su difusión.
La historia ha
demostrado que los TJ se equivocaron en su interpretación de Daniel 4 porque no
ocurrió el Armagedón y los TJ lo aceptaron totalmente en su momento. Pero los
TJ no quisieron desaprovechar el impacto que supuso la Primera Guerra Mundial
que estalló precisamente en 1914 y buscaron otra interpretación de Daniel 4 que
pudiera “colar” ante los hechos ocurridos en este año, y así anunciaron la
segunda venida de Jesucristo de forma invisible para empezar a gobernar como
rey del gobierno de Dios.
Enseguida se fortaleció
la interpretación de la profecía de Daniel 4 que sustentaba este hecho, como
antes había sustentado el Armagedón, dando este cálculo para alcanzar 1914 en
el que se supone tuvo lugar la segunda venida de Jesucristo:
2.520 años – 1914 dC = 606 aC
En el 606 tenía que
darse la destrucción de Jerusalén para que sumando a este número (negativo) los
2.520 años de la profecía de Daniel se alcanzara el año 1914:
606aC + 2.520 años
= 1914 dC
Y así se hizo. Por obra
y gracia de la segunda interpretación de los TJ de Daniel 4, la destrucción de
Jerusalén, quedó fijada en el año 606 aC, a pesar de que todo el mundo
científico aceptaba el año 587 aC para el evento de la destrucción de Jerusalén.
Al cabo de unos años,
los TJ se dieron cuenta de que la suma que hacían no les llevaba a 1914, ya que
la fecha del 606 tenía que contarse desde octubre de dicho año y así, la
operación a realizar tenía que ser:
2.520 años - 605,25 aC = 1914,75 dC
Lo que les llevaba a
octubre de 1915 (2).
Pues nada,
tranquilamente los TJ cambiaron el año como si nada hubiese pasado, y la
destrucción de Jerusalén que los TJ habían difundido hasta entonces como
acaecida en 606 aC queda fijada de nuevo, esta vez, en el año 607 aC. De esta
manera, sin tener en cuenta otra vez lo que el mundo científico aceptaba, los
TJ hacen que sus números cuadren perfectamente.
2.520 años - 606,25 aC =
1913,75, o sea 1914 dC.
Posteriormente,
fortalecieron el año 607 aC, al considerarlo inicio de los 70 años de la
profecía de Jeremías que los TJ cuentan hasta 537 aC, año en el que según ellos
se inicia el regreso de los judíos a su tierra: 539 aC (3) – 2 años = 537. (La
fecha bíblica para este último evento es 536 no 537, pero los TJ no les
interesa la primera sino la segunda). Otro error de los TJ, en aras de mantener
la exactitud de sus particulares interpretaciones de las profecías.
Notas a pie de página:
(1): La Atalaya
1/7/1879, pág 3; Estudio de las Escrituras, Tomo III, de 1886 a 1904, pág
129; Ministerio del Reino, suplemento de Marzo 1968/5.
(2): Parece, incluso,
que los TJ fijaron en un principio no 1914, sino 1915 (Véase “Estudios de las
Escrituras”, Tomo II, pág 99 y 101, que se ajustaba más al 606 aC), pero al
ocurrir la Guerra Mundial en 1914, entonces se empezó a hablar de 1914, y no de
1915, por lo que no sólo habrían cambiado la interpretación de la profecía sino
también el año en que sucedió.
(3): “Fecha que está
firmemente establecida y con la cual concuerdan tantos doctos” (La Atalaya
1/1/1969, pág 12). Aunque los mismos doctos concuerdan también con el año 587
aC para la destrucción de Jerusalén, los TJ en este caso, pasan de “tantos
doctos” y aplican la fecha que a ellos les interesa para que la profecía de
Daniel 4 se cumpla según su interpretación. Con ello, los TJ no sólo se cargan
la fecha histórica de la destrucción de Jerusalén fijándola en el 607 aC en vez
de en el 587 aC, sino que empujan hacia atrás esos veinte años de diferencia,
la mayoría de fechas históricas aceptadas mundialmente, totalmente comprobadas
y debidamente fundamentadas y que son anteriores a estos acontecimientos. Así,
por ejemplo, los TJ enseñan que Nabucodonosor empezó a reinar en 625 aC, cuando
realmente lo hizo a partir de 605 aC; que la batalla de Carquemis tuvo lugar en
625 aC, cuando está fijada en el 605 aC; que Nabucodonosor luchó contra el
faraón Amasis en 588, cuando este Faraón reinó entre 526 y 570 aC y que la
batalla tuvo lugar en 568 aC; que la conquista de Nínive fue en 632 aC, cuando
los historiadores dicen que fue en el 612 aC; que Samaría fue tomada el 740 aC,
cuando realmente lo fue en el 722 aC; etc, etc. Finalmente, los TJ enseñan que
Nabonido, último rey caldeo reinó entre 575 aC y 539 aC (37 años reinando),
cuando todo el mundo científico, historiadores, arqueólogos, etc, concuerdan en
que Nabonido reinó entre el año 556 aC y el 539 aC (17 años), como por otra
parte este último dato lo corrobora “Asegúrense de todas las cosas” (Ed 1970)
de los TJ en su pág 137, en contra de lo que dice La Atalaya del 1 de
junio de 1965 asimismo de los TJ.