LA BIBLIA ACTUALMENTE CONTIENE LA MISMA INFORMACIÓN QUE EN SU ORIGENs/TJ:Pero puede ser que usted pregunte: "¿Cómo podemos estar seguros que nuestras Biblias de hoy tienen la misma información que recibieron de Dios los escritores de la Biblia?"Con el copiar y recopiar de los libros de la Biblia a través de centenares y hasta de miles de años, ¿no se han introducido errores? Sí, pero estos errores han sido descubiertos y corregidos en traducciones modernas de las Biblia. Hoy la información es la misma que Dios proveyó a los que originalmente la pusieron por escrito. ¿Qué prueba hay de esto?Pues bien, entre 1947 y 1955, se encontraron los escritos conocidos como los Rollos o Manuscritos del Mar Muerto. Entre estos rollos antiguos hay copias de libros de las Escrituras Hebreas. Estas datan de 100 a 200 años antes del nacimiento de Jesús. Uno de los rollos es una copia del libro de Isaías. Antes de que éste fuera hallado, la copia más antigua del libro de Isaías que había disponible en hebreo era una que había sido hecha casi mil años después del nacimiento de Jesús. ¡Al comparar entre sí estas dos copias de Isaías, se descubrió que sólo había diferencias muy pequeñas, la mayoría de ellas variaciones pequeñas en ortografía!. ¡Esto significa que en más de mil años de hacer copias no había habido ningún verdadero cambio!.Hay disponibles más de 1.700 copias antiguas de las diversas porciones de las Escrituras Hebreas. Por comparación cuidadosa de todas estas copias de gran antigüedad, es posible hallar y corregir hasta los pocos errores cometidos por los copistas. Además hay miles de copias muy antiguas de las Escrituras Griegas, algunas de las cuales datan de cerca del tiempo de Jesús y sus apóstoles.Esto no significa que no ha habido intentos de cambiar la Palabra de Dios. Los ha habido. Un ejemplo notable es (1Jn 5;7). En la Versión Valera publicada en 1934 este texto dice: "Porque tres son los que dan trestimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo: y estos tres son uno". Sin embargo, estas palabras, no aparecen en ninguna de las muy antiguas copias de la Biblia. Fueron añadidas por alguien que estuvo tratando de apoyar la enseñanza de la Trinidad. Puesto que está claro que en realidad estas palabras no son parte de la Palabra de Dios, se han hecho correcciones y esas palabras no aparecen en las Biblias más modernas.Por eso la persona que diga que la Biblia no contiene la misma información que tenía cuando fue escrita originalmente, sencillamente no conoce la realidad del asunto. Jehová Dios no sólo se ha encargado de proteger su Palabra de los errores cometidos por copistas, sino también de los intentos de otras personas por hacerle añadiduras. La Biblia misma contiene la promesa de Dios de que su Palabra sería mantenida en forma pura para nosotros hoy (Sl 12;6-7) (Dn 12;4) (1Pe 1;24-25) (Ap 22;18-19). ("Usted puede vivir... pág 52-53)Análisis:Sí, sabemos que la Biblia hoy día contienen fundamentalmente la misma información que tenía cuando fue escrita originalmente, pero lastimosamente existen algunas traducciones totalmente partidistas que la tergiversan totalmente. A este efecto puede verse la gran cantidad de diferencias fundamentales que existen entre la versión del "Nuevo Mundo" de los TJ y cualquier otra Biblia, ya no digo católica, sino cristiana en general y sobre lo que podríamos recordar a los TJ sus propias palabras: "¿Es honrado que simples traductores cambién lo que escribió el escritor original de una obra, a fin de insertar en ella sus propias ideas personales?" "¿A cuál Dios adora usted?" ("¡Despertad!" de 8.7.65, pág 5):En efecto, los originales de los Libros Sagrados se han perdido. Dios pudo hacer el milagro de conservarlos, pero no lo hizo. Conservamos sólo copias y traducciones. Otro milagro hubiera sido que las copias reprodujeran con absoluta exactitud el original. Tampoco lo hizo Dios. Los textos de la Biblia de que hoy disponemos se apartan algo del original. Interesa determinar cuánto; pues son inspirados y gozan de inerrancia en la medida en que reproducen el texto primitivo.Sólo en el NT se han contado unas 200.000 variantes en los cerca de 4.500 manuscritos en que se conserva el texto. Sin embargo, estas variantes sólo se extienden a una octava parte del texto. De ellas sólo unas 200 (1 por mil) cambian el sentido (las otras son diferencias ortográficas, de orden, partículas, etc) y de éstas, sólo 15 se refieren a cuestiones de importancia; las demás son de cuestiones accidentales. Y de esas 15 ninguna afecta al dogma, porque éste se encuentra expresado en otros sitios. Un cálculo semejante se podría hacer sel AT.Por otra parte, la multitud de diferencias accidentales son la mejor confirmación de que en aquello que coinciden los numerosos manuscritos -que es la mayor parte del texto- son fiel reproducción del original.Además, el estudio comparativo de los manuscritos, llevado a cabo por la crítica textual, permite corregir muchos errores y establecer un texto mucho más exacto que el de cada uno de aquéllos.En una palabra, conocemos la Biblia con las imperfecciones humanas con que son transmitidos los libros de la antigüedad; pero, indudablemente, la conocemos mejor que los libros de la antigüedad clásica, que las obras de Homero y Platón, por ejemplo. Los más antiguos manuscritos que se conservan de estos autores son del S IX/X dC, es decir, distan de los orginales de 1.300 a 2.000 años. En cambio, conservamos manuscritos de toda la Biblia del S IV dC y fragmentos del S II dC, por tanto, muy cercanos a los originales del NT.
Análisis de la doctrina de los Testigos de Jehová según sus libros y revistas Atalaya y Despertad.